T7 E11 De adolescente a la Pena de Muerte: Christa Pike 5k3u1o

Advertencia, el siguiente episodio contiene material que puede lastimar la sensibilidad de algunas personas debido a la naturaleza gráfica de los crímenes. Se recomienda discreción.

De acuerdo a rollingout.com, las relaciones en prisión, aunque controvertidas, se producen sorprendentemente con frecuencia en los centros penitenciarios de todo el país en Estados Unidos. Según estudios recientes, miles de reclusos se casan cada año mientras están encarcelados y las relaciones se forman a través de diversos canales. Los presos se pueden comunicar con parejas afuera de la prisión y en muchas formas.

La más conocida y más fácil para ellos es la correspondencia, ya que es gratis. Muchos presos tienen permiso de usar la computadora y les cuesta 25 centavos a un dólar el mensaje. Muchos de ellos también se comunican por teléfono después de mandarse cartas. También se pueden casar si siguen las reglas de la prisión y tienen permiso. Bienvenidos a Juego de Asesinos.

¿Cómo están el día de hoy? El research de cómo casarte con un preso.

You're welcome. There's a show, ¿ok? Hay un show que se llama... ¿Ya hemos hablado de esto antes? We have, yes. Ya, el de los encarcelados. Ya que me acuerdo les digo, pero hay un show que se trata específicamente de esto, que es gente que se casa con gente que está en prisión, que se me hace muy loco la verdad. Pues familia, esperamos que ustedes estén bien, que la estén pasando bien, que no estén locos como Marta. O si sí, pues está bien, los aceptamos. We're family. No se pueden deshacer de nosotros. Es la regla que tenemos Kiki y yo.

Ya, o sea, ella tiene que... ¿Cómo se dice? You have to like me. Te tengo que gustar. O caer bien. Caer bien. Porque somos familia, no hay de otra. Así con ustedes también. Ya se metieron a este podcast, ya son nuestra familia. Ni modo, nos tienen que aguantar como somos.

Y ustedes saben, las historias favoritas de nosotros son. Ay, cuando empecé a escucharlos, me caían gordas. ¿Y ahora? Ya, así que si ese fue su caso, déjenos saber en los comentarios.

Acuérdense, tienen que dejarnos más de cuatro palabras, suscribirse, like y comentar para que este podcast pueda continuar subiendo en números en otras plataformas. Y si no lo han hecho, síganos en social media. Aparecemos como arroba, juego de signos, guión bajo podcast. Tenemos un link donde pueden seguir nuestras páginas personales si quieren. Acuérdense, tengo nuevos seguidores que me han me han seguido recientemente. Yo no los sigo a ustedes si tienen página privada, así que si quieren que yo lo siga, mándenme un mensaje y yo lo sigo.

Pero no me gusta seguir las páginas privadas porque pues pienso que por algo son privadas. ¿Quieren a Marta de chismosa en sus cosas? Mándenme un mensaje. Y también no se les olvide que la tienda de mercancía está abierta, todos los links están siempre en la cajita de descripción de cada episodio. Y mil gracias a nuestros Ibox, s y patrones. Gracias a ustedes hemos crecido este Crazy Podcast y mejorado no solo para ustedes, pero para todos.

So thank you, we love you. Sí, muchísimas gracias a todos de verdad. Y ahora sí, como siempre, un pequeño recordatorio. No somos profesionales, no somos locutores, ni narradoras, ni investigadoras, ni abogadas, ni policías, ni especialistas de ningún tipo. No, solo somos dos simples mortales a las que les gusta mucho el true crime. Y hacemos muchísimo research para los casos que aquí se presentan. Usamos el spanglish porque es lo que nos fluye. Este podcast es una combinación extraña entre true crime y risas.

Y no, no nos reímos del crimen. Ni de las víctimas. Nos reímos de nuestros muy malos ejemplos. Malísimos. Tonterías. Mala pronunciación. Entre otras cosas. Si en algún momento crees que el true crime y la risa no van de la mano. No, somos el podcast para ti. Lo sentimos, no te vamos a gustar, créenos. Pero te agradecemos que hayas intentado. Y esperamos que encuentres el podcast de tu agrado dentro de cualquier plataforma donde escuchas podcast. Yo soy Marta. Y yo soy Kiki. ¿Están listos? Vamos a jugar.

Krista Gayle Pike nació el 10 de marzo de 1976 en West Virginia. Su madre, Carissa Hansen, conoció a Emil Lynn Pike y se enamoró. La pareja se casó joven y, a pesar de estar enamorados, eran muy tóxicos. Se peleaban todo el tiempo y se reconciliaban.