T4.25. 4 mujeres, 4 historias. Ruth Elizondo. Parte 2 564a1m

Me llamó Lola Arias y hoy, como cualquier otro día, no nos quedaremos atrás.

Ya podéis escuchar la segunda parte de la entrevista a Ruth Elizondo dentro del bloque especial 4 mujeres, 4 historias de No te quedarás atrás y en el que doy voz a mujeres que transforman la sociedad desde su vida personal y profesional.

En esta conversación Ruth comparte los motivos que la llevaron a dejar su proyecto empresarial y nos habla con honestidad de los retos y desafíos que está enfrentando en esta nueva etapa.

Recordad que también podéis verla en el canal de YouTube.

Aquí os dejo la entrevista.

Ruth, me gustaría cambiar un poquito de tercio porque tu labor con tus hijos y en el ámbito de la discapacidad es increíble, pero tú también tienes una trayectoria empresarial increíble.

De la nada hiciste una empresa exitosa, la Casa del Café, que te dio un colchón económico para poder seguir avanzando en los temas con tus hijos, con Pipitos, con todo, pero bueno, tú eres una mujer empresaria, además de psicóloga y directora en educación.

¿Cómo fue el tema de meterte en el negocio del café? De la nada haces un proyecto empresarial exitoso, pero lo dejas, lo dejas todo, decides venderlo y volver a la finca con tus hijos y quedarte ahí.

¡Qué curioso! ¿Por qué tomas esa decisión? Porque, bueno, el negocio creció, era muy exitoso, pero muy sacrificado, ¿me entiendes? Yo pasaba diez, doce horas y entonces llegué, mi hija se graduó y yo estaba con la ilusión y la esperanza que ella iba a asumir el negocio y ella me dijo, no, no, no, yo esto no es para mí y entonces ahí fue que tomé la decisión, porque dije, de nada sirve tener dinero si tu salud no está bien, yo me estaba enfermando, ¿me entiendes? Yo ya no daba, yo dije, si yo no me salgo, me voy a enfermar y yo prefiero mi salud, entonces lo vendí.

Yo sentía, o sea, que había esta contradicción entre mi alma, cómo explicarte, o sea, yo me metí en el negocio por un tema material, económico, de necesidad de sobrevivencia, ¿me entiendes? Porque yo hacía mis números y yo decía, es que con mi trabajo no me da y yo tengo dos hijos, sola, entonces, pero yo me metí sabiendo que iba, eso iba a ser un escalón, que ese no era mi meta, ¿me entiendes? Y entonces, y así fue, porque cuando vendí el negocio, me metí en el mundo espiritual.

Sí, de eso hablaremos, de eso hablaremos.

¿Me entiendes? Toda esa parte de reencuentro, me tuve que desestructurar, ¿me entiendes? De aprender a estar tranquila, a no hacer nada, después de tener una… Pero eres una leona.

Ay, Dios mío, bajar el motor del león, ajustarlo, dirigirlo de otra forma.

Y en ese momento en el que ya tomas esa decisión, vuelves a la finca, vuelves a ese reencontrarte a ti mismo y estás como en modo zen, por así decirlo, en esa búsqueda de ese zen, la vida te vuelve a dar otro golpe y te encuentras con que no puedes volver a vivir en Nicaragua y por eso estás aquí, estás en Madrid.