T02:E15 El Vampiro de Sacramento :: Richad Chase 2h1p23

Las sombras de la noche han ocultado muchos secretos a lo largo de la historia.

Criaturas que acechan en la penumbra, devoradores de vida que emergen cuando el mundo duerme.

Pero, ¿qué sucede cuando el mito y la realidad se fusionan en la mente de un hombre? En enero de 1978, los suburbios de Sacramento fueron testigos de un terror indescriptible.

Un hombre deambulaba por las calles con la mirada vacía, la ropa manchada, buscando puertas abiertas.

Una invitación silenciosa a la pesadilla que llevaba dentro.

Creía que la sangre era la clave de su existencia.

Que su cuerpo se consumía desde dentro.

Que la única manera de salvarse era absorber la esencia vital de otros.

Su nombre era Richard Chase.

Su historia se convirtió en una de las más perturbadoras de la criminología moderna.

Vecinos aterrorizados lo vieron acechando en sus patios, merodeando como un depredador en busca de su presa.

Intentó entrar en casas al azar.

Pero si encontraba una puerta cerrada, se alejaba, respetando una regla macabra que sólo él entendía.

La entrada debía ser concedida, como en los relatos clásicos de vampiros.

Pero cuando finalmente encontraba su , la sangre comenzaba a correr.

Dentro de las casas, la atmósfera cambiaba.

El silencio era sofocante, roto apenas por el crujir de la madera bajo sus pies.

Sus ojos danzaban inquietos por las habitaciones, absorbiendo cada detalle con una intensidad febril.

Las sombras le hablaban, le susurraban secretos, le decían lo que debía hacer.

Y él, consumido por su propia locura, obedecía.

Este ser no nació monstruo.

A lo largo de su vida hubo señales, advertencias ignoradas.

Momentos en los que la intervención podría haber cambiado su destino.

Pero nadie escuchó lo suficientemente fuerte y su locura se desató en una serie de crímenes brutales que dejaron una huella imburrable en la historia del horror real.

Hoy exploramos la mente de un asesino cuya obsesión lo llevó a cruzar la línea entre la realidad y el mito.

Bienvenidos a la historia de un hombre que creyó ser un vampiro y del horror que dejó a su paso.

Soy Silvia Black y esto es La cara del mal.

Nuestro protagonista de hoy, Richard Trenton Chase, nació el 23 de mayo de 1950 en Sacramento, California.

Tenía una hermana menor de cuatro años llamada Pamela.

A simple vista, su familia parecía pertenecer a un entorno acomodado y estable, pero en la intimidad del hogar la realidad era distinta.

Criados en un hogar conflictivo con un padre autoritario y abusador, una madre demasiado celosa acusando siempre a su marido de engañarla con otras mujeres, lo que hacía que discutieran constantemente.

Esto para dos pequeños la infancia estuvo muy lejos de ser tranquila, lo que pudo contribuir al desarrollo de su personalidad perturbada.

Que con el tiempo se convertirían en síntomas de una grave enfermedad mental.

Su infancia estuvo marcada por una inclinación perturbadora hacia la pirotecnia y el tormento animal.

En la adolescencia empezó bebiendo mucho alcohol y tomando marihuana, acumulando problemas sin mostrar el menor remordimiento.

Comenzó a manifestar actitudes inusuales preocupantes.

Tenía dificultades para socializar y un temperamento retraído.

Pero lo más alarmante eran sus tendencias hacia la crueldad con los animales, un rasgo muy característico en el perfil de muchos futuros criminales violentos.

Además, experimentaba una fuerte disociación con la realidad y comenzó a desarrollar ideas paranoides que se asentaron en la adultez.

Tuvo algunas relaciones con chicas, pero una de ellas confesó que no la conocía.