El sueño del diablo w6ym

Hora de abrir bien los ojos de estar preparados de no distraerse ni un instante hora de oscuridad y de presagios ha sonado la hora del escalofrío el sueño del diablo un relato original de José Luis Fernández de Sevilla asesino maldito canalla tienes un título, miserable eres el ser más canalla de la humanidad un día alguien acabará contigo a mordiscos te lo juro ¡te lo juro! ¡cállate monstruo! eres un trozo repugnante de vida ¡cállate o sino que...! ¡o sino que! ¡vas a matarme! ¡soy tu invento! ¡tu criatura bestial y diabólica! eres un gran hombre doctor Curbil ¡el inventor del infierno! no puedo más, André ¿qué ha pasado, doctor? Pierre está llegando al límite de su resistencia psicológica ya es sólo una masa de ferocidad comienza a nublarse su inteligencia es lo que he temido siempre la psiquis humana no puede soportar esa situación no desfallezca, doctor debe usted seguir adelante es un experimento brutal inhumano pero maravilloso ¡fascinante! dentro en el laboratorio seguía Pierre ¿Pierre? aquello no podía tener ni siquiera nombre humano aunque fuese la más concentrada manifestación de humanidad en una vida imposible era una mínima cantidad gigantesca de hombre allí seguía Pierre sintiendo rebotar en su cerebro obsesionante el ritmo de su cuerpo mecánico era una voluminosa cámara metálica de cuya parte superior emergía la cabeza porque de Pierre del verdadero Pierre del que vino al mundo sólo quedaba la cabeza Pierre Fresard oficialmente estaba enterrado después de su muerte en la guillotina donde había sido ejecutado hacía 14 días pero de Pierre Fresard solamente estaba enterrado el cuerpo realmente nada porque Pierre seguía viviendo viviendo en una infernal confirmación cartesiana llevada al límite de su comprobación física Pierre vivía porque pensaba y veía y oía y sufría inconcebiblemente en un alucinante hallazgo de la persistencia de la vida en la cabeza humana la semilla de todo cayó muchos años antes cuando el entonces joven doctor Courville recién terminada su carrera leyó cierto día que la cabeza una vez desprendida del cuerpo conserva la vida y hasta el pensamiento por unos segundos su imaginación febril arrolladora comenzó a trabajar en aquel momento la teoría era fácil un mecanismo equiparable en su función nutritiva y circulatoria al cuerpo humano podía indudablemente mantener viva una cabeza el doctor Courville dedicó a aquella locura 20 años de su vida y lo encontró o al menos creyó encontrarlo porque se hacía imprescindible la comprobación necesitaba una cabeza humana recién desprendida del cuerpo y gastó una gran parte de su fortuna en conseguirla hubo de ser la de un condenado a la guillotina la consiguió con una casi infinita cadena de años