
Descripción de No abras la puerta a nadie 40661d
Les ofrecemos un guion original de Juan Antonio de la Iglesia, titulado No abras la puerta a nadie. Una historia que insiste en el peligro de abrir la puerta a cualquiera, cuando la noche acecha y sus peligros pueden hacerse realidad. 69m5z
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RTVE Audio. Descarga la nueva app y disfruta de los programas de RNE y nuestros podcast originales. Hora de abrir bien los ojos, de estar preparados, de no distraerse ni un instante. Hora de oscuridad y de presagios. Ha sonado la hora del escalofrío. Hoy les ofrecemos un guión original de Juan Antonio de la Iglesia, titulado No abras la puerta a nadie.
Mujer que me escuchas, que hoy estás sola en tu casa porque tu marido trabaja de noche en el taller en un empleo nocturno de vigilante, o que tus padres y tus hermanos mayores se han marchado al cine y te han dejado sola, completamente sola, en el chalé, en el piso, en el apartamento, escucha mi consejo.
Hasta que vuelvan, no abras la puerta a nadie, bajo ningún pretexto.
Y a usted también se lo digo. A usted, mi querido amigo, que ha abierto la radio para distraer su soledad nocturna oyendo un poco de música, también a usted me permito aconsejarle encarecidamente que mantenga la radio abierta, pero que antes de marcharse a dormir se cerciore de que su puerta está bien cerrada y atrancada. Y a ti, joven estudiante amigo, que piensas quedarte a solas con tu libro toda la noche, también a ti te lo repito. No abras la puerta a nadie.
Perdón por mi insistencia, pero la verdadera historia del crimen horrible que os voy a relatar puede repetirse en cualquier momento. Un crimen imposible.
Había una víctima, pero no podía haber un criminal. Nadie pudo hacerlo, nadie.
Y sin embargo, alguien lo hizo. La muerte acecha siempre, nos acecha a todos, aunque sea desde muy lejos, a través de unos prismáticos.
Por eso, oyente amigo, velando por tu seguridad, te ruego una vez más. No abras la puerta a nadie. No abras la puerta a nadie, Virginia.
Pero, ¿por qué ese viaje, Hugo? Es mi último concierto. Tengo que darlo esta noche.
También yo tenía un montón de contratos y todo lo rescindí antes de nuestra boda.
Lo mismo hice yo, pero este era el último de una serie de abono y todas las localidades estaban vendidas. ¿Te imaginas la indemnización que me exigiría Kaumann? Como empresario es implacable. Le he soportado durante muchos años, pero siempre tuvo que aceptar mis condiciones. La célebre soprano Virginia Palmer puede imponerlas a cualquier empresario del mundo, pero un tenor de segunda fila como Hugo Vanessi no tiene más remedio que cumplir escrupulosamente lo que ha firmado. Un tenor de segunda fila... Ya verás cuando nos presentemos juntos otra vez en la Bohème. Exigiré que las letras del Rodolfo sean el doble de grandes que las que anuncien a Mimi. Pero por favor, no vayas a ese concierto.
En una ciudad de tercer orden y en uno de esos círculos culturales desconocidos, ¿qué vas a cantar? ¿Unos líderes de Schumann? ¿De Schubert? ¿Unas romanzas acompañado por un pianista aficionado y para un público sin categoría? ¿Quién se va a enterar? Kaumann. Ponle un telegrama. No, no puede ser, Virginia. Tengo que cumplir el contrato entero. Ya te lo advertí. ¿No quisiste aplazar la boda? ¿No eres feliz aquí a mi lado, en esta playa solitaria y desesperada?
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