Presentación del libro "El desafio del agua" 5xvt

Estás escuchando los audios de Traficantes de Sueños.

Traficantes.net. Pensamiento crítico para prácticas reales.

Gracias por estar aquí. Estoy gratísimamente sorprendido. Somos un montón.

Yo pensé que seríamos poquita gente, pero somos un montón.

Bueno, hoy es un día feliz porque estamos presentando un libro que es una maravilla de libro.

Ahora especificaré un poquito más por qué, pero realmente lo es.

Y además, personalmente para mí también es muy bonito porque no conocía a Marta en persona.

Nos hemos puesto cara en persona, en vivo, en directo, hoy.

Lo cual hace como más bonita la cosa.

Estamos además con un montón de amigos, otra gente a la que no conozco.

Lo cual, triple razón, hace este acto algo especialmente bonito.

Quería empezar agradeciendo mucho a Marta que contase conmigo para esta presentación porque este tipo de cosas siempre hace mucha ilusión.

También agradecer a la tenuela maliciosa, a Traficantes de Sueños por pintarnos el espacio, como siempre hacen.

Son muy generosos en este tema.

Muchísimas gracias a vosotros. Muchísimas gracias a ti, Marta.

Y muchísimas gracias también a la editorial Descontrol por haber editado tan pulgramente, tan cuidadosamente este libro.

Que, como digo, a mí personalmente me ha gustado mucho y ahora os voy a animar poquito a poco expigando varias cosas del libro a que lo compréis y a que lo leáis.

Quería empezar haciendo algunas consideraciones generales y un poco retóricas propias de la oratoria acerca del agua.

El agua es una cosa importantísima. Y esto es una obviedad, claro que sí.

Pero, como decía con Marta hace un momento, a veces le prestamos atención a otras cosas o colocamos en la agenda otras cosas porque lo damos por hecho.

Porque, sobre todo en el norte global, el agua sale de los grifos y parece que fuese una cosa natural que saliese el agua de los grifos, que tuviésemos agua disponible permanentemente.

En cantidades industriales, además, nunca mejor dicho.

Y, sin embargo, no hay que darla por hecho y es la fuente de la vida en el sentido más profundo del término.

Los que seáis de Madrid quizá no lo sepáis. Yo es algo que he descubierto hace no mucho y desde que lo he descubierto me obsesiona. Y las personas que viven conmigo, mi mujer y mi hija, pueden dar fe de ello.

Madrid estaba llena de ríos. El río Abroñigal, por ejemplo, es hoy parte de la M30.

El puente de Ventas y el puente de Vallecas no se llaman así porque sirvan para atravesar la M30.

Se llaman así porque servían para cruzar el arroyo Abroñigal.

El Paseo de la Castellana era el arroyo de la Fuente Castellana.

Y hay grabados del siglo XVIII que muestran un puentecito a la altura de Cibeles que servía para atravesar ese arroyo.

La calle Leganitos era el arroyo Leganitos. La calle Embajadores era el arroyo Embajadores.

La calle Rejas es la gran vía de Hortaleza.

Y podríamos seguir mencionando ríos y arroyos y riachuelos que circulaban por Madrid.

Todos estos hoy en día están o bien drenados o bien soterrados, lo cual representa una pérdida, a mi modo de ver, trágica en muchos sentidos.

Trágica en un sentido ecológico, trágica en un sentido también histórico porque nos desconecta de nuestra historia, de nuestros ríos.

Y ese es el punto del que quiero arrancar.

El agua es al mismo tiempo una fuente de vida con valores ecológicos fundamentales.

Si no tuviéramos agua, océanos, tampoco tendríamos las capas de casquetes polares que tenemos en el norte y en el sur del planeta Tierra que producen el efecto albedo.

Es decir, ese blanco refleja los rayos del sol para mantener como si fuera un termorregulador la temperatura del planeta o de Gaia, si preferís, en unos estándares aceptables para la vida.

Y al mismo tiempo es fuente de cultura.

Y esa doblez ecológica, natural, cultural y social al mismo tiempo me parece súper interesante, muy bonita y suficientemente importante para que le dediquemos más atención a la que le dedicamos al agua.

Hace poquito estuve en un acto en el que vino Joan Evans, de Ecologistas en Acción a la Universidad Autónoma, a hablar de la iniciativa de otorgamiento de derechos al río Tins, en Galicia.

Y nos contaba una cosa que me parece preciosa, y es que en las reuniones que tuvieron en el consejo entre diferentes colectivos del municipio para otorgar derechos al río Tins, el grupo de los mayores, aparte de centrarse en lo importante que sería el cauce del río, de especies invasoras, de eucaliptos, acacias, etc., ponían mucho énfasis en, por favor, respetemos los lavaderos.

Aquí estaba el lavadero donde yo lavaba la ropa, o aquí estaban los antiguos molinos que hoy ya no funcionan, pero respetémoslos.

Porque los ríos, el agua en general, tiene valores ecológicos, como decía, pero al mismo tiempo históricos y culturales con los que es muy importante conectar.

Bueno, por todo lo cual, yo quería saludar como un acontecimiento particularmente importante la publicación de este libro de Marta.