POD Operación Ironclad - Invasión de Madagascar 1942 1m231c

Hola y bienvenidos a un nuevo Casus Belli, hoy os traigo pues yo que sé, una de estas cosas como siempre digo tan desconocidas y es que no sé si acordaréis de Madagascar y no, no es esa película tan entrañable con animales de un zoo y tres pingüinos que me encanta, por cierto una curiosidad que me interese poco, el pingüino jefe ya sabéis skipper, pues el armado norteamericano skipper es el patrón, como se dice al skipper, al patrón del barco, o sea que sería así, como que ellos son una tripulación y skipper es el jefe, me hizo gracia cuando me enteré, a mí me han dicho, a lo mejor no es verdad, pero tiene todo sentido, bueno pues como digo no vamos a hablar de Madagascar, vamos a hablar de la isla de Madagascar, vamos a hablar, vamos a hablar cuando Inglaterra se dio cuenta que necesitaba esa isla, bueno cuando los aliados se dieron cuenta que necesitaban esa isla, un poquito de broma, hace momentos estaba hablando con Dani y decíamos que es que Churchill quería defender Singapur desde Madagascar, cuando lo expulsaron del pacífico y casi del índico dijeron dónde vamos a poner la base y Diego García les caía demasiado cerca de los japoneses, en fin, voy a permitir esta pequeña broma, vamos a hablar de la misión a Madagascar y vamos a colocarnos un momento dado y es al principio del 42 cuando evidentemente las cosas difícilmente podían parecer más sombrías para los aliados, fijaros en Europa la maquinaria bélica de Hitler había arrasado todo el continente y ahora batallaba ante las puertas de Moscú, alrededor del mediterráneo la panzerarmía África del general Erwin Rommel parecía imparable mientras se preparaba para el empuje final hacia Egipto y sobre todo el codiciado canal de Suez y los submarinos alemanes como nos está contando Dani y Antonio en la batalla del Atlántico, pues merodeaban precisamente por Atlántico, en este caso norte, aparentemente hundiendo barcos a voluntad, algunos incluso a la vista del mismo continente americano, recuerdo que los capitanes de submarinos decían, pero esto es la re hostia, o sea, esta gente están con la luz encendida, no saben que estamos en guerra, en fin, las cosas que suelen ocurrir, mientras tanto en el extremo oriente las conquistas japonesas se habían extendido por Asia y el Océano Pacífico como una marea, como una mancha de aceite, fue como decimos una guerra mundial, pero como preguntaba antes, ¿alguien se acuerda de Madagascar? ¿qué hay en Madagascar? ¿qué ha hecho Madagascar por nosotros? Bueno, tras la caída de Francia en junio del 40, muchas de sus lejanas colonias quedaron atadas al nuevo régimen de Vichy, entre ellas Madagascar, o esta enorme isla situada frente a la costa sureste de África, que permaneció como un remanso aislado hasta marzo del 42, cuando las, como he dicho antes, las fuerzas japonesas no sólo habían tomado la vital Singapur, sino que también amenazaban la India Británica atacando profundamente en Birmania. Después de que los aliados observaban las demostraciones navales japonesas frente a la costa de Zailán, en el Océano Índico, se creyó que una mayor expansión japonesa era inevitable.

De repente, Madagascar alcanzó un estatus, una categoría de prioridad. Anteriormente, los ses de Vichy habían permitido a los japoneses entrar en Indochina. Es decir, si a los japoneses se les concedía un similar al puerto Margache de aguas profundas Diego Suárez, pues se temía que los submarinos y aviones enemigos comenzarían a causar estragos en los convoyes británicos que pasaban por la isla tropical en ruta hacia oriente por el Cabo de Buena Esperanza. Tal suceso evidentemente estrangularía las líneas de vida de las fuerzas británicas en Egipto y la India y prácticamente aseguraría la victoria de las potenciales G.

Teniendo todos los visos de un desastre potencial, se decidió que Diego Suárez no debía caer en manos enemigas. Bautizada como Operación Ironclad, los británicos idearon un plan que preveía tomar Diego Suárez por asalto. El extremo norte de Madagascar se asemejaba a una punta de flecha con la costa oriental y occidental entalladas tan severamente que crean un cuello. En lo más profundo de la muesca oriental se encuentra Diego Suárez con el puerto de Ansirane de 30.000 habitantes al sur separados por una bahía.

Sabiendo que la entrada del puerto era estrecha y estaba fuertemente defendida, se decidió que el desembarco tendría lugar en la costa noroeste, seguido de una rápida marcha hacia el este para tomar ambas ciudades por la retaguardia. La velocidad, por lo tanto, y el sigilo eran imperativos en esta operación. El mando general de la operación fue otorgado al contraminante Edward N. Seaford de la Royal Navy, cuya fuerza operativa recorrería la costa occidental africana hasta Durban, en Sudáfrica, antes de dirigirse a Madagascar.