Obed-Edom: Bendecido por la Presencia de Dios. 4s24l

Os saludamos a todos en este día. Bienvenidos a esta reflexión de personajes bíblicos. Gracias a toda la audiencia por participar en cada uno de los vídeos con vuestros comentarios. Gracias incluso por las votaciones en las encuestas que hacemos en comunidad. Gracias por ser parte del canal oficial de Radio Solidaria.

Gracias por unirte a WhatsApp, por seguirnos en redes sociales. Pero sobre todo gracias por orar por este ministerio. Que Dios nos dé la gracia para cada día seguir llegando más lejos. Hoy voy a ofrecerte una reflexión sobre un personaje que se habla poco de él, pero qué bendición de personaje. No sólo él, su casa. Acompáñame en este día. Segundo libro de Samuel, capítulo 6.

Esta es una de las historias más impactantes que puedes encontrar en la palabra de Dios. Este capítulo 6 del segundo libro de Samuel relata la historia, el traslado del arca del pacto a Jerusalén por orden del rey David. Y este capítulo nos enseña sobre la reverencia a Dios, la obediencia, la adoración y las consecuencias de nuestras actitudes frente a la presencia de Dios. A partir del versículo 1 hasta el versículo 5 vemos un intento de transportar el arca. David reúne a 30.000 hombres para traer el arca desde la casa de Abinadab hasta Jerusalén. Esa era la idea.

Colocan el arca en un carro nuevo y Uza y Ahío la guían. Durante ese trayecto hay cánticos, hay música, hay gozo, hay alegría, porque el arca regresa a Jerusalén. Pero sucede algo. Hay un pero. No basta con tener buenas intenciones. Debemos obedecer los principios de Dios.

La adoración a Dios debe ir acompañada de reverencia.

Muchas veces intentamos hacer la obra de Dios a nuestra manera en lugar de seguir su dirección. Y llega uno de los sucesos que a mí más me impactan cuando leo este segundo libro de Samuel. Uza toca el arca para evitar que se caiga.

Imagínate el arca en ese carro con esos bueyes por un camino donde esos bueyes empiezan a tropezar. Y Uza tiene una buena intención. ¡Uy, que el arca se va a caer! Toca el arca, pone la mano para evitar que se caiga, pero Dios le hiere de muerte por su irreverencia. ¿Puedes pensar qué malo es Dios? Este no es el Dios de amor que conozco. Dios demanda obediencia total, no parcial.

En Números capítulo 4, verso 15, la palabra de Dios dice que nadie debía tocar el arca. No quiero meter a qué tribu pertenecía Uza, porque lo creas o no pertenecía a una tribu que no le correspondía.

Estar en ese lugar, y menos, como hemos leído, tocar el arca. Nuestra falta de conocimiento de la palabra puede llevarnos a actuar de manera equivocada.

Y eso le sucedió a Uza. Al instante, este hombre murió. Al ver esto, David reacciona. David teme a Dios y decide dejar el arca en casa de Obededón. Lo hace durante tres meses. Y en esos meses, la casa de este hombre, de esta familia, es bendecida.

Cuando tememos a Dios con humildad, él nos enseña el camino correcto. Y la presencia de Dios trae bendición cuando se le honra, cuando se le obedece. Es necesario que tú y yo examinemos nuestra vida. Tenemos que corregir lo que nos