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Mi mujer, la lencería, las fotos parte 5. Mi mujer acceder a realizar mis deseos mientras me destina durante un tiempo a otro país. Ella va entrando en un juego con amigos y amigas que la van poniendo a prueba y la van metiendo en situaciones cada vez mas complicadas y excitantes. si quieres y gustas aportar al canal puedes arnos por o el pay pal [email protected] paypal.me/relatossex fuente / autor https://www.todorelatos.com/relato/161270/ 4z5y5s
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Ahora sí comencemos.
Mi mujer, la lencería, las fotos parte 5.
Mi mujer acceder a realizar mis deseos mientras me destina durante un tiempo a otro país.
Ella va entrando en un juego con amigos y amigas que la van poniendo a prueba y la van metiendo en situaciones cada vez más complicadas y excitantes.
Mi mujer, la lencería, las fotos parte 5.
Cuando estaba en mi casa descansando me llamo Sara, ya habían llegado a la finca.
Ya se habían instalado.
Me contó que la finca era enorme, hacía más de un año que la tenían, pero estuvieron haciendo reformas y realmente la empezaron a usar hace dos meses.
Era la primera vez que Sara iba y se sorprendió.
Tenía una casa principal muy grande y dos casas secundarias, una a cada lado de la casa principal.
Había una gran piscina y unas cuadras.
Desde que accedieron por la valla de entrada, justo donde está la casa de los guardeses, hasta que llegaron a la casa pasaron más de quince minutos en coche.
La habían dejado una habitación muy grande para ella sola.
Había una cama enorme de dos por dos, un par de sillones de tres plazas cada uno, un baño decorado con mucho gusto y en él un jacuzzi bastante grande.
También había una puerta, pero estaba cerrada con llave.
Me mandaría fotos antes de acostarse.
Dijo que parecía la habitación de un hotel.
A los niños les habían puesto en una de las casitas secundarias que había a unos cien metros de la casa principal, estaban todos juntos.
Tenían dos habitaciones muy grandes, una de ellas con más de veinte literas.
Se lo pasarían genial.
También dormirían allí las cuidadoras.
Me dijo que me extrañaría y me echaría mucho de menos.
Le pregunté por los planes del sábado y me contestó que los niños se irían todo el día a un parque acuático con las cuidadoras y que ellos habían planeado mañana de piscina y por la tarde dar un paseo a caballo por la finca.
Por la noche tenían barbacoa todos juntos.
Ahora habían quedado para cenar y luego a dormir, que mañana sería un día para los niños muy cansado.
La di las buenas noches, la recordé que no quería más fotos y quedamos en hablar al día siguiente.
Por la mañana, cuando desperté mire si Sara había mandado algún mensaje, estaban las fotos de la habitación.
Era enorme.
Mire el correo y mi amigo anónimo tampoco había mandado nada.
A la hora de comer de España, mientras yo desayunaba, me llamó Sara.
Me contó que los niños desayunaron y se fueron al parque acuático, que volverían para cenar.
Le había pasado algo horrible, con las prisas el viernes se le olvidó meter sus bañadores y cuando subió a cambiarse es cuando se dio cuenta.
Menos mal que Eva me dejó uno, aunque no estaba hecho para mis grandes atributos, pero por lo menos algo tapaba.
Estuve la mayoría del día con la camiseta puesta, sólo me la quitaba para bañarme.
Lo hemos pasado muy bien jugando en el agua.
Tus amigos son como críos pequeños.
La verdad es que estoy derrotada y estoy deseando echarme una siesta.
Por la tarde quieren ir a montar a caballo por la finca, dicen que hay un pequeño riachuelo, tiene una zona donde se ensancha y hay piscinas naturales creadas por el paso del agua en la roca.
Yo hace mucho que no monto a caballo y me da un poco de miedo.
No sé si iré.
Tienes que ir, la comenté.
No te vas a quedar sola en la casa mientras los demás se lo pasan bien.
No seas tonta y haz el esfuerzo, seguro que merece la pena.
Quedamos en hablar otra vez después de que Sara se nace.
Miré mi correo y encontré uno de mi amigo anónimo.
Esta vez en la carpeta sólo había tres videos, no había fotos y tenía un mensaje que decía «Te mantendré informado, disfruta».
¿Qué, informado? ¿Qué tenía que saber? ¿Qué quería decir con su mensaje? No lo entendía.
¿Qué me estaba queriendo decir? Me acomode en el salón de casa y conecté el ordenador a la televisión y puse el primer video.
Se veía una habitación enorme, con una gran cama, unos sillones y un jacuzzi.
Coño, la habitación que le habían dejado a Sara.
No había nadie.
De repente aparece Sara envuelta en una toalla, con el pelo mojado.
Debía ser de noche, las luces de la habitación estaban encendidas.
Con otra toalla que llevaba en la mano se empezó a secar el pelo.
La maleta estaba a los pies de la cama a medio deshacer.
La cámara cambió de posición.
¿Qué pasaba? No había una cámara en la habitación, había dos.
La habitación tenía dos cámaras.
Cuando terminó de secarse el pelo, se quitó la toalla y desnuda fue hacia la maleta.
Empezó a sacar la ropa que le quedaba y a guardarla en los cajones.
Todavía estaban todas sus braguitas, bueno parece que todo eran tangas y braguitas, no había.
De repente, sorpresa, sacó de su maleta el sujetador y la toalla.
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