Maese Tempus (Erkmann-Chatrian) 1t136w

El día de san valentín hacia las siete de la tarde de es cabalgaba yo delante del hotel de la corona empire acens había hecho un calor infernal aquel día y mi pobres misma él no podía ella con sus cascos estaba tan solo a la anilla de la fachada cuando una muchacha bastante linda con las mangas del vestido de mangas y el delantal al brazo salió del vestíbulo y se puso examinarme sonriente donde está el doble si os te pregunte el tío le respondió con aire aturdido y hagáis de américa murió hace diez años muerto pobre hombre muerto y mazmorras el charlot la muchacha nos respondió son los brazos y me dio la espalda entre en el gran salón dándole vueltas a la información que había recibido nada me pareció cambiado los bancos las sillas y las mesas seguían en su lugar junto a los muros gato blanco de mazmorras el charlot con las manos recogidas bajo viviente y los párpados a medio cerrar pero seguía sus fantásticos sueños barras y los vasos de extraños de lucían en los instantes como en tiempos pasados y al reloj en su caja de nogal sería contando del tiempo me había sentado junto a la estufa de hierro blanco cuando un extraño murmullo me hizo volver la cabeza la oscuridad casi había invadido el salón y pude ver junto a la puerta a tres extraños personajes casi perdidos en la sombra alrededor de una jarra spring cosa jugaban al piquete y eran tres un tuerto un cojo y un jorobado curioso grupo me dije cómo demonios pueden reconocer sus cartas esos tipos en tal oscuridad porque tendrán ese aire melancólico justo en ese momento dentro más charlot con una lámpara en la mano pobre charlot seguía creyendo ese joven y llevaba el mismo hito de tul adornado con encajes la pañoleta de seda azul los pequeños zapatos de tacón alto y las medias blancas y en una sola arruga seguir andando asaltos moviendo las caderas grandiosamente como para señalar aquí está mal más el charlot vez que pies más bonitos tiene que manos tan finas que vientos negados los brazos pobres charlot cuantos acuerdos infantiles volvieron a mi memoria colocó la lámpara en medio de los bebedores y me dirigió una graciosa reverencia desplegando la falda en abanico sonriendo y doblando la rodilla más charlot no me conocéis es clame ella se quedó mirándome asombrada y me respondió luego me interesa sois monsieur theodor he conocido en seguida venir venir y cogiéndome de la mano me llevó hasta su habitación abrió un escritorio y volviendo viejos papeles lazos viejos flores secas pequeñas estampas se hubo repentinamente y exclamó dios mío es hoy el día de san selva monsieur theodor monsieur theodor llegáis a punto se sentó ante el viejo clave cine y canto como antaño con su escasa voz rosa de mayo por qué tardas tanto en volver hoy la vieja canción percibir la voz cascada de charlotte vi su pequeña boca rodeada de arrugas que pr curaba no abrir demasiado percibir y sus pequeñas manos secas que movía siento istmo a derecha e izquierda indignando la cabeza levantando luego los ojos al techo no te los casquillos metálicos de la espinita y un vago olor de agua de rosas decida ahorros o decrépito locura a que el cacharro abominable temblaba maui java reinaba y aquella vieja era charla que dominación que todos al de que todo se vaya al diablo cogió un pequeño espejo y miren el menor muy pálido es clame volvió a la realidad y bajando los ojos públicamente murmullo theodor me queréis aún se me puso la carne de gallina y la lengua apareció pegar semi al fondo del paladar me dirigía la puerta de un salto pero ella colgaba de mi hombro gritaba o querido querido amigo mío no me abandones no me entregues el jorobado va a venir pronto vuelve todos los años yo y es su día escucha eso hice pero solo y galopar mi corazón la calle estaba silenciosa y al la persiana el fresco olor de la madre selva lleno la pequeña habitación sobre la montaña a lo lejos brillaba una estrella la mira fijamente mientras una lágrima anulaba mi vista al darme la vuelta vi que charlot sabía