Madres en oración: La voz de Cristo - Ep05T07 1t1er

porque donde se reúnen dos o tres en mi nombre, ahí en medio estaré yo. Ser madre no estaría
fácil, pero juntas podemos lograr el cielo. Bienvenidos a esto que es Madres en Oración,
con Adriana Corona. Hola mis hermosas, ¿cómo están? Qué gusto saludarlas una tarde más reunidas
para repasar en esta serie que estamos hablando de la voz de Dios. Hoy vamos a hablar de la voz
de Cristo, porque una cosa es la voz del Padre y otra cosa es la voz de Cristo. La voz de Cristo,
fíjense bien, ¿qué es la voz de Cristo? La voz de Cristo es la manifestación de su amor y verdad
en nuestra vida. Él deleitaba a las multitudes cuando abría la boca y salía de su corazón toda
esa sabiduría que nos dejó enseñanzas que hoy en día forman parte de nuestra existencia. A través
de las sagradas escrituras, la oración y los sacramentos, Cristo nos habla y nos llama a ser
discípulos misioneros. ¿Y qué es ser misioneros? Cuando hablamos de misioneros generalmente creemos
que es irnos al África y hacer cosas por las etnias. No, no, no, tenemos que empezar a ser
misioneros en nuestra propia ciudad, en nuestro propio país, y muchas veces en la parte más
difícil que es en nuestra propia familia. Generalmente no somos profetas en nuestra
familia, pero ser misioneros significa que me comprometo a ir a dar testimonio de él. Es un
mandato, él dice, ve y da testimonio de mí. Y cuando tú vas y platicas a otro tu testimonio,
le les hablas a los demás de lo que Dios hizo en ti, la cosa empieza a cambiar de manera radical,
porque te vuelves en un mensajero de Jesús. ¿Cuáles son los medios por los cuales Cristo
nos ha hablado a través de toda la historia? Primero, las sagradas escrituras. La sagrada
escritura es el primer y más evidente lugar donde escuchamos la voz de Cristo. Cuando tú lees los
evangelios es impresionante lo que nos revelan los cuatro evangelistas, y sus palabras
están llenas de sabiduría, están llenas de consuelo y de exhortación. Una de las cosas que a mí me
llena muchísimo es que cuando leo las sagradas escrituras, no sé si te ha pasado a ti que vas
a misa, leen el evangelio y has de cuenta que dices, bueno, eso era para mí. Exacto, era para
ti. Las sagradas escrituras tienen el poder de tocar nuestro corazón y simbrarnos, tienen el
poder de sanarnos, tienen el poder de levantarnos, de volvernos a dar vida. Las sagradas escrituras
es vital. En los evangelios, Jesús mismo nos habla. En Juan capítulo 10 nos dice, mis ovejas
escuchan mi voz y yo las conozco y ellas me siguen. Aquí me quiero detener. Si tú crees que Dios no
te conoce, estás muy equivocada. Dios sabe quién eres, él te puso nombre en el vientre de tu madre,
él te ama de manera infinita, él quiere lo mejor para ti, él desea darte, sobre todo,
darte gozo, plenitud. Él quiere que lo sigas. En Juan 14 nos dice, yo soy el camino, la verdad y
la vida. Y aquí me detengo. ¿Cuál es el camino que estamos siguiendo hoy como humanidad? Y en
concreto tú, ¿cuál es el camino que estás siguiendo? Muchas veces sigues el camino de
las que te leen las cartas, la del reiki, la del tarot y todo lo que te dicen y entonces empiezas
a seguir otras voces, lo que te dicen las multitudes, las nuevas ideologías, pero no la voz
de Dios. La voz de Cristo está en la iglesia. En Mateo capítulo dieciséis nos dice, yo también
te digo que tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia y las puertas del Hades
no prevalecerán contra ella, yo te daré las llaves del reino de los cielos y lo que ates en
la tierra será atado en los cielos y lo que desates en la tierra será desatado en los cielos. Cuando
nos habla de esto, nos habla del gran privilegio que tenemos, amores, del sacramento de la
reconciliación. Yo no sé si alguna vez verdaderamente te has puesto a valorar lo que esto significa.
Tener la oportunidad de que Dios te perdone cada vez más.