El "Loco" del Parking me dio una Auténtica Lección de Vida | T4 - Ep3 3g2u6l

Despierta tu corazón, un espacio donde tu fuego interno encuentra su voz y su camino.

Bueno, bueno, alquimista, ¿cómo estamos? Espero que estés bien. Hoy te traigo una historia personal, la he llamado el loco del parking. Ya vas a entender por qué. Fue una lección de vida tan brutal que no he olvidado todavía, eso que me pasó hace muchísimos años, ¿sabes? Y desde ahí empecé a cambiar mi idea de abundancia, te lo aseguro. Mira, esto me pasó, ya te digo, hace muchos años. Dejé el coche en un parking, en el centro de la ciudad, y eso que no me gusta.

O sea, rara vez he dejado mi coche en el parking, pero ese día fue así, no sé por qué, ¿vale? Tenía que ser así. Total, que metí dinero en aquella tragaperra del parking, ya sabes tú, para que te devuelva el ticket y puedas salir, pues eso, a la calle con tu coche, ¿vale? Y bueno, recuerdo que esa máquina me devolvió una serie de monedas y una de ellas era de un centio. Y no sé qué pasó, que se deslizó entre mis dedos misteriosamente antes de meterla al bolsillo y rebotó en el suelo, rebotó después en mi zapato y se despidió con unos metros.

Y a mí me dio sinceramente cierta pereza agacharme por un céntimo. Dije, va, esto por un céntimo, ¿para qué me voy a esforzar de aquí? Así fue tal cual. Total, había un hombre al lado mío y vio toda la escena, ¿no? Y en cuanto percibió que yo me iba por otra dirección que no era la moneda, era hacia mi coche, pues vino rápido, o sea, esto me recordó a una escena esta de 300 con escudo, con armadura y espada, así en cámara lenta, ¿no? Y además con una cara, ya te digo yo que no era de amigos, ¿vale? Así que vino a mí y yo la verdad es que me he experimentado lo peor, digo, bueno, ¿qué he hecho yo aquí? Me dice, ¡eh, recoge esa moneda! Así, con mucha sas y mucha ses, ¿sabes? Y tenía un acento de fuera, era, creo que era marroquí.

Y se agachó a recoger aquella moneda de poco valor, ya te digo, era de un céntimo. Me dijo, esto también es dinero. Y yo le miré a los ojos, asustado, y su mirada, ya te digo, parecía eso, bastante... No era de amigos, ya te digo. La mandíbula rota del mismo enfado. Y no desencajada, no, era rota, te lo aseguro.

Y a raíz de esas palabras dijo, remató la jugada con una gran lección de vida, ¿no? Pero algo más tranquilo, gracias a Dios. Dice, ¿no sabes que si sumas 1 más 1 son 2? Dice, mi padre me enseñó eso. Dice, no hay que desechar ni una moneda, no hay que desechar nada, todo suma. Y si vas acumulando poco a poco estas monedas, que parecen poco, dice, puedes hacer mucho. Y ahí, acto seguido, me devolvió la moneda y se fue.

Así, tal cual. Pero fue, ya te digo, 10-15 segundos de interacción y se fue. Yo me quedé asustado, me quedé un rato pensando, digo, bueno, ¿qué ha pasado aquí? Sorprendido, un cierto miedo, no sabía cómo reaccionar porque en la vida me habían hablado y más que era un desconocido, que me había hablado así, no le conocía de nada, no había esa confianza, ¿no? Pero vino así.

Total que, pero a los años, a los años, te digo muchos años, más de 10 años, pude entender todo esto. Y esto es lo que yo te quería comentar, ¿vale? Entonces, la abundancia no es que venga alguien y te ingrese 5 millones en el banco, es que es mucho más que esto, es mucho más que esto. Es ponerte todo en tu camino para que lleves tu propósito a cabo, ¿vale? Por mí, sé lo que parezca, la oportunidad es abundancia, ¿vale? Y ya te digo, yo pensaba en aquel entonces que ser abundante era, pues eso, no tener miedo a perder dinero, como hacen algunos en los casinos, ¿no? Es la típica imagen que tenemos de las películas, ¿vale? La imagen social que tenemos. Por ejemplo, también a dejar propinas caras, a dejar...