"Las cinco semillas de naranja" (y II) de Sir Arthur Conan Doyle 154tv

Tenemos el placer de presentarles las grabaciones inéditas de los relatos del Dr. Watson sobre las extraordinarias hazañas del detective Sherlock Holmes.

LOS CASOS DE SHERLOCK HOLMES. Hoy les ofrecemos la segunda y última entrega de LAS CINCO SEMILLAS DE NARANJA. Sherlock Holmes se sentó en silencio durante algún tiempo con la cabeza inclinada hacia adelante y los ojos fijos en el resplandor rojo del fuego. Después encendió su pipa y, reclinándose en su sillón, observó los anillos de humo mientras se perseguían hasta el techo. ¿Creó, Watson? Comentó al fin. Que, de todos los casos que hemos tenido, ninguno es más fantástico que éste. Excepto, quizás, el signo de los cuatro.

Bueno, sí, excepto ese, quizás. Y, sin embargo, me parece que éste ya no pensa o está caminando entre peligros aún mayores que los solto.

¿Pero se ha formado ya alguna idea definida sobre cuáles son esos peligros? Pregunté.

No puede haber duda sobre su naturaleza, respondió. ¿Entonces de qué se trata? ¿Quién es ese KKK y por qué persigue a esta infeliz familia? Sherlock Holmes cerró los ojos y apoyó los codos en los brazos de su sillón, juntando las yemas de los dedos. El razonador ideal comentó.

Cuando se le ha mostrado un solo hecho en todas sus dimensiones, deducirá no solo toda la cadena de eventos que lo llevaron a él, sino también todos los resultados que seguirán. Así como Cuvier podía describir correctamente un animal completo al contemplar un solo hueso, el observador que ha entendido completamente un eslabón en una serie de incidentes debería de ser capaz de afirmar con precisión todos los demás, tanto antes como después. Todavía no somos conscientes de los resultados que cabe obtener utilizando exclusivamente la razón.

Los problemas que han desconcertado a todos aquellos que han buscado su solución con la ayuda de sus sentidos pueden resolverse con el estudio de la razón. Sin embargo, para llevar el arte a su punto más alto, es necesario que el razonador sea capaz de utilizar todos los hechos que han llegado a su conocimiento, y esto en sí mismo implica, como verá fácilmente, la posesión de todo el conocimiento, lo cual, incluso en estos días de educación gratuita y enciclopedias, es un logro algo raro. Sin embargo, no es tan imposible que un hombre posea todo el conocimiento que es probable que le sea útil en su trabajo, y eso es lo que he intentado hacer en mi caso.

Si no recuerdo mal, en una ocasión, en los primeros días de nuestra amistad, definió usted mis límites de una manera muy precisa. Sí, respondí riendo. Era un documento singular. Filosofía, astronomía y política estaban marcadas a cero, recuerdo. Botánica variable, geología profunda en lo que respecta a las manchas de barro de cualquier región a 50 millas de Londres, química excéntrica, anatomía no sistemática, literatura sensacionalista y registros de crímenes únicos. Violinista y boxeador, espadachín, abogado y autointoxicador por cocaína y tabaco. Estos, creo que eran los puntos principales de mi análisis.

Holmes sonrió ante el último punto. Bueno, dijo. Digo ahora, como digo entonces, que un hombre debe mantener su pequeño ático cerebral abastecido con todos los muebles que es probable que use y el resto puede guardarlos en el trastero de su biblioteca, donde puede conseguirlo si lo necesita. Ahora, para un caso como el que se nos ha presentado esta noche, ciertamente necesitaremos reunir todos nuestros recursos. Por favor, alcánceme el volumen de la letra K de la enciclopedia americana que está en el estante a su lado. Gracias. Ahora, consideremos la situación y veamos qué se puede deducir de ella.

En primer lugar, podemos comenzar con la fuerte presunción de que el último