Jumbee (Henry S. Whitehead 69545d

Al señor gran bill y un virginia no de pro recién salido de la guerra mundial con un pulmón echado a perder debido a las aberraciones provocadas por el gas mostaza le había recomendado su médico que pasar un invierno en el especial y balsámico clima de las pequeñas antillas esas islas más al sur de cuantas forma en el archipiélago de la indias occidentales eligió una de las islas americanas sancho a la antigua santa cruz bautizada por el mismísimo colón en su segundo viaje y en tiempos famosa por su rol fue jefe y da silva a quienes el señor le recurrió al fin en busca de información concreta sobre la magia del local información que tras una instancia de dos meses que se había visto acompañada por una marcada mejoría en su estado de salud en general había llegado a considerar imperativo a raíz de los estimulantes destellos que había recibido de la persistencia de este fenómeno en la isla el o con las costumbres locales también había hecho mella en su sensibilidad heredada hasta el punto de permitirle sentirse casi cómodo mientras se sentaba cierta tarde junto al señor da silva en la fresca galería de la bella casa de este caballero ahora asombra de cuarenta años de crecimiento de buga envías era ese momento relajado y proclive a la charla que se extiende desde las cinco de la tarde hasta la hora de la cena una jarra de cristal repleta de humeante cóctel de ron reposaba sobre la mesa que se alzaba entre ellos pero dígame señor da silva urgido mientras apura va a su segundo vaso de la refrescante y ligera bebida de verdad se ha encontrado usted alguna vez frente a frente con un jam y realmente ha llegado a ver alguno afirma con toda franqueza a creer en su existencia aquella no era la primera pregunta sobre ya han que asomaba los labios del señor le había consultado con los plantado les había tratado el asunto con los amables e inteligentes tenderos de color de aquella ciudad y lo había aportado incluso en cristians cidh la otra y mayor población de santa cruz situada en la costa norte de la isla también se lo había mencionado a uno o dos conectores de azúcar negros como el carbón pues llevaba en la isla lo justo como para empezar a entender a duras penas la extraña jerga que la educación no había sido capaz de reconocer como inglés cuando había visitado santacruz muchos años antes encontró notables diferencias entre lo que unos y otros le habían contado los plantado eres y los tenderos habían sonreído aunque con grados variables de intensidad y replicaron que habían sido los daneses quienes inventaron la leyenda de los yanquis para mantener a los ceros en el interior de sus cabañas tras la caída de la noche asegurando ese de este modo de que disfrutarán de un sueño reparador y minimizado de paso sus depredaciones sobre los cultivos los ceros a los que él había preguntado habían puesto los ojos en blanco pero al ser pleno día el momento de las preguntas rompieron su impasibles gravedad con sonrisas e intentaron impresionar al señor le con su altivo desprecio por las creencias de sus compañeros negros asegurando mediante frases extrañamente formuladas que el jean vino era sino producto de la imaginación en todo caso el señor ley no se sentía satisfecho había algo allí que parecía escaparse le algo extremadamente interesante además algo muy diferente al conejo abrir y demás cuanto similares que recordaba de su infancia en virginia por otra parte en una ocasión había estado leyendo un libro sobre martín y guadalupe aquellas antiguas joyas de la corona de francia y no había tenido que pasar muchas páginas antes de toparse con la palabra zombi después de aquello supo al menos que ya no había sido una invención de los daneses también había llegado hasta sus oídos aunque vagamente la creencia de los braseros de que tanto es venga rick que hacía ya largo tiempo que había regresado a su hogar en suecia como garra y ti uno de los más humildes plantados desde las islas en aquellos días eran lobos la alicante propia o metamorfosis animal también parecía formar parte de aquella extraña textura de creencias locales el señor ya frida silva era un autónomo por lo tanto y según los usos de la isla seguirá siendo una persona de color lo que las pequeñas antillas viene a ser tan diferente de ser negro como cualquier otra cosa que pueda imaginarse el señor da silva había sido educado siguiendo las costumbres continentales europeas en cada palabra y acción reflejaba la intachable cortesía de sus antepasados en virtud de todos los derechos y costumbres de la sociedad de las pequeñas antillas el señor da silva era un caballero de color cuyo estatus social se hallaba también esculpido y definido como un cama feo estas islas están habitadas mayoritariamente por personas como el señor