Madres en oración: María Magdalena - Ep07 T08 1b493g

Porque donde se reúnen dos o tres en mi nombre, ahí en medio estaré yo.

Ser madre no es tarea fácil, pero juntas podemos lograr el cielo.

Bienvenidos a esto que es Madres en Oración, con Adriana Corona.

Hola mis corazones, ¿cómo están? Pues aquí estamos en este espacio que nos damos nosotros las mujeres para crecer, para avanzar. Y hoy, y hoy, en esta serie de mujeres fuertes, valientes de la Biblia, pues tenemos a María Magdalena. Y valdría la pena de estudiar a María Magdalena y aprender de ella, yo creo que sí. Vamos a ver.

María Magdalena, para empezar, era originaria de Magdala, una ciudad en la región de Galilea, conocida por su actividad comercial y pesquera. En tiempos de Jesús, la sociedad judía tenía normas estrictas sobre el papel de la mujer y no era común que una mujer siguiera a un maestro como discípulo. Sin embargo, Jesús rompió estos esquemas al incluir a mujeres en su ministerio y María Magdalena fue una de las más cercanas a él. Así que vamos a empezar con la historia de María Magdalena. Y empezaremos con su liberación y su encuentro con Jesús. María Magdalena fue liberada de siete demonios. Siete demonios.

La posesión demoniaca en la Biblia no sólo representa una influencia maligna, sino también un estado de opresión y desesperanza. Y yo quiero hacer un alto aquí, con los años que tengo, pues de estar apegada a muchos sacerdotes, me ha tocado estar en muchos exorcismos y liberaciones, de acompañar al Padre Ceja en sus retiros, pues me ha tocado vivir de primera mano precisamente pues estas interacciones con el demonio. Cuando una persona tiene opresión y que tiene, está poseída por demonios, pues tiene una vida miserable, porque es una vida de oscuridad, su alma se encuentra en la oscuridad y hay una gran desesperanza.

La transformación de María Magdalena, mis queridas amores, fue total. De una mujer atada al sufrimiento, al pecado, al dolor, porque ella no elige la prostitución por sí misma, sino fue llevada por las circunstancias, pasó a ser una fiel seguidora de Cristo. Y después de su sanación, decidió seguir a Jesús y servirle con sus bienes, junto con otras mujeres como Juana y Susana.

María Magdalena era de las prostitutas más reconocidas de Magdala, por lo tanto era una mujer que había acumulado riqueza. Entonces, la primera gran enseñanza que nos da esta historia es que Jesús, fíjense bien, no hay pecado, voy a reiterarlo, no hay pecado que sea más grande que la misericordia y que el amor de Dios.

Y esto como que nos tiene que dar mucha esperanza. María Magdalena, como discípula de Jesús, en una cultura donde las mujeres no eran consideradas discípulas, María Magdalena rompe las barreras al seguir a Jesús junto con los apóstoles. No sólo escuchaba sus enseñanzas, sino que le servía y apoyaba su misión.

Su vida muestra que el Evangelio está abierto a todos, sin importar el pasado. Y aquí quiero decir otra cosa, mis queridas mujeres, el pasado no nos determina. Todas nosotras hemos cometido errores, hemos pecado, nos hemos caído, nadie de nosotras puede aventar la primera piedra. Pues quiero decirte que el pasado no te determina.

¿Qué pasa con María Magdalena y la pasión de Cristo? Mientras muchos discípulos huyeron, María Magdalena estuvo presente en la crucifixión de Jesús. Junto a la madre de Jesús, María, y junto precisamente al apóstol amado de Jesús. Ellos tres compartieron su dolor y mostraron su fidelidad hasta el final.

Mientras que muchos apóstoles se fueron, María Magdalena no abandonó a Cristo. Ahora vamos a la parte creo más importante de María Magdalena. María Magdalena en la resurrección. María Magdalena fue la primera testigo del Cristo vivo. Cuando vemos el Evangelio, pues ella corre al sepulcro, ve que está movida la piedra,