Episodio 9. El Helenismo (Hedonismo y Estoicismo) 6z1r3r

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Episodio 9. La filosofía helenística, hedonismo y estoicismo. Como vimos en episodios anteriores, una vez que se desarrolla la filosofía de Aristóteles que abarcaba ámbitos tanto metafísicos como físicos y ético políticos, la filosofía entró en un nuevo periodo denominado filosofía helenística, que es la filosofía que vamos a explicar hoy.

Hasta ese momento las principales preocupaciones filosóficas habían sido, recordemos, el origen o el arjé de todo lo real, analizado desde una perspectiva física, como hicieron los filósofos que ya se denominaban físicos.

También se pasó por una reorientación antropológica de la filosofía, desviando el interés de esa física a un interés más metafísico o incluso ético político en el caso de Platón, hasta el culmen de la investigación filosófica completa encarnada por el eruditísimo y último autor estudiado por nosotros, Aristóteles.

Aunque parezca que muchas veces esos autores eran dispares, estos filósofos anteriores al helenismo tuvieron en común que los suyos fueron intentos por comprender el mundo en su totalidad, o sea, ya fuera a estudiar la naturaleza física, ya fuera la naturaleza metafísica o la naturaleza humana, ellos siempre intentaban abarcar la totalidad del ser humano o la totalidad de la naturaleza para comprenderla.

Ahora, sin embargo, tras la decadencia de la zona de influencia griega, o cuando empieza la decadencia de esa zona de influencia y empieza muy incipiente aún el desarrollo de la nueva civilización, que triunfará en siglos posteriores, como fue el desarrollo de Roma, en esta época del siglo III a.C. al siglo II a.C., hubo un interés diferente, que ya no era un interés por el conocimiento omniabarcante y completo de la naturaleza o del ser humano, sino un interés por lo particular e individualizado, el interés por la persona concreta. Ahora los filósofos helenísticos, que eran hedonistas y estoicos principalmente, se interesan por el bienestar o la salvación del individuo.

¿Qué debo hacer yo para ser feliz?, se preguntan. ¿Qué debo hacer yo para no sufrir o para llevar una vida buena? Y todo con independencia de los arjés del universo y las aplicaciones más universales que la filosofía pudiese tener. Como toda generalización, esto que acabamos de hacer no es del todo cierto ni justo con la historia. Quedaron, porque siempre ocurre así, personas investigando sobre física, matemáticas o metafísica.

Por ejemplo, Arquímedes, autor del siglo III, estudioso de la física de fluidos, todo el mundo conoce el principio de Arquímedes, de que cuando un cuerpo se sumerge en un fluido, pues el agua desplazada equivale al volumen sumergido o algo parecido. Pues bien, Arquímedes fue coetáneo de Zenón de Citio, que fue precisamente el fundador del estoicismo. De esa misma época, para seguir con los ejemplos, es Plotino, que fue seguidor de Platón, que fundó el neoplatonismo y que fue a su vez el que puso las bases para que la filosofía cristiana de la Edad Media, encarnada por San Agustín, se desarrollara.

Con lo cual no es que en un momento determinado la filosofía de buenas a primeras se preocupe sólo por el individuo y abandone el conocimiento general de la física o del ser humano en general, sino que empiezan nuevos movimientos a interesarse más por qué debo hacer yo en mi vida particular, cómo debo yo plantearme mi vida, cómo debo yo enfocar los problemas para alcanzar un cierto estado de bienestar, de felicidad, de placer, de ataraxia, como luego posteriormente veremos.

Pues bien, en esta época, antes de que llegara la filosofía helenística, existían dos grandes escuelas, la Academia de Platón y el Liceo de Aristóteles, con sus respectivos discípulos, seguidores y por tanto continuadores de la filosofía platónica y aristotélica. Sin embargo, en esta nueva época, siglo III-II a.C., repetimos, surgieron escuelas nuevas. La Escuela del Hedonismo, fundada por Aristipo y también por Epicuro, Aristipo de Cirene...