Episodio 11. Divorciarse. La familia después de la separación. 43v6e

Ni tú, ni yo, las Evas hablan.

Hola a todos y bienvenidos a un nuevo episodio de Ni tú, ni yo.

Bueno, como siempre agradeceros el seguimiento y la acogida que nos estáis dando.

La verdad es que estamos muy, muy contentas y bueno, tan contentas que hoy es Eva la que se va a abrir un poquito más, ¿eh? ¿A que sí? Sí, sí, sí.

Es eso.

Hoy me toca a mí.

¡Bien! Yo estoy súper contenta porque además que esto sirva, este espacio sirva para que nos vayáis conociendo, para que nos vayamos abriendo y para, yo qué te diría Eva y dime si me equivoco, incluso ciertos miedos, ¿no? Sí, claro.

Sin duda alguna porque de lo que vamos a hablar hoy y además es un tema que me toca arrancar a mí, pues sí, sí, sí, sí, sí.

La verdad es que abrirte así como en canal para que la gente escuche lo que llevas por dentro.

Bueno, yo lo que voy a intentar es hacer las preguntas para tocarte un poco, ¿vale? Y de esa forma también, que también le guste yo creo que a la audiencia escuchar todo lo que nos tienes que aportar, que a mí me parece muy interesante, ¿vale? Bueno, dicho esto, voy a decir de qué vamos a hablar y de qué pretendemos, ¿vale? A ver, para mí Eva, y hoy lo digo yo porque para mí es un referente y os voy a decir por qué.

No sé si os acordáis cuando grabamos el duelo, es verdad que me hice yo más extensa hablando del duelo por la situación particular que había vivido, pero es verdad que sí que hablamos de que en tu caso tú habías vivido un duelo también particular, que era una separación.

Muy bien.

Claro, evidentemente en tu caso había una relación larga, una relación muy bonita tengo que decir, ¿vale? Yo era partícipe de esa relación y ocurre algo que ahora iremos preguntando, ¿vale? Pero al punto de donde yo quiero llegar y yo quiero que se enganchen toda la gente que nos está escuchando es al día actual y es que yo quiero ir indagando en tu historia porque yo creo que tú has conseguido a día de hoy seguir teniendo la misma maravillosa familia, llevándote súper bien con tu expareja, en este caso, respetándose el uno al otro y ambos teniendo diferentes parejas, ¿correcto? Bueno, pues ahora que ya sabéis a dónde quiero llegar, voy a ir preguntándote, Eva, porque primero de todo, ¿cuánto tiempo ha pasado? Siete años.

Siete años y un poquito más, pero sí, siete años, ya desde que nos separamos Miguel y yo, sí.

Vale.

Entiendo entonces que la gente tiene que entender que esto es un proceso largo.

Sí, sí, sí.

Para llegar hasta este punto en el que estamos ahora, que es como tú has dicho, sí, es un proceso de trabajo y es un proceso de tiempo, sí, tiempo.

O sea que, en principio, aquel que quiera separarse y enseguida hacer que tu expareja sea tu mejor amigo, yo le diría que ate los caballos, ¿no? Sí, creo que eso es muy complicado, salvo… No, es muy complicado, yo lo veo así, es muy complicado.

¿Qué puede pasar? Pues seguramente, ¿no? Que habrá gente que lo consiga, pero es un proceso porque es lo que tú acabas de… con lo que has introducido el tema, es un duelo.

Hay un duelo.

Entonces, como un duelo tiene sus etapas y hay que ir pasando etapas, hay que ir pasando etapas.

Muy bien.

Pues vamos a ir esas etapas, ¿vale Eva? Vamos.

Porque yo creo que también desde el punto de vista de la psicología, ya sabes que yo también intento siempre aportar un poco en ese sentido, creo que hay que entender, igual que habían etapas en el duelo, hay etapas que hay que ir pasando.

Y siempre creo que hay que resolver la etapa anterior para poder pasar a la siguiente.

Total.

Vale.

Como te decía, tú tienes una relación muy buena, en este caso con Miguel, desde fuera eres una pareja, yo diría maravillosa, excepcional, con dos hijos increíbles, que disfrutabais el uno del otro, que teníais… o sea, perfecto.

Y claro, de hecho mucha gente de tu entorno cortocircuita un poco cuando tú decides tomar la decisión, porque además la decides tomar tú.

Exacto.

Pero es verdad que tú luego me haces partícipe y yo creo que nos hagas partícipe de lo duro que fue para ti eso, o cómo ocurre que de pronto Eva se plantea… no es Miguel la persona con la que voy a compartir el resto de mi vida.

Vale.

Eso no es algo que ocurre de la noche a la mañana, o sea, tú un día no te levantas y dices, esto está así, esto es lo que me quiero separar.

Es un proceso previo, previamente tú ya has ido encontrando diferencias, has sido encontrando momentos en los que ya no conectas, y eso se va agrandando, y en ese proceso yo creo que puede que haya parejas en las que vean que eso es algo normal y sigan con su relación cada vez más buena.