Las Endorfinas / ¿Cómo aumentar tus niveles de endorfinas? / La hormona de la felicidad 2se4l

Bienvenidos a vuestro podcast. Mi nombre es David Alonso y esto es Neuropotencial, el programa en el que hablaremos de neurociencia aplicada al alto rendimiento, la salud y el bienestar. Porque tú también puedes desatar tu potencial cerebral.

Bienvenido o bienvenida a un nuevo episodio de Neuropotencial. Hoy vamos a hablar sobre la hormona de la felicidad. En realidad se ha divulgado mucho sobre las supuestas hormonas de la felicidad y siempre se catalogan como hormonas de la felicidad tanto las endorfinas como la serotonina. De la serotonina he hablado en alguna ocasión en los podcasts y he explicado que realmente sería más preciso hablar de la serotonina como de la hormona de la paz, de la calma, de la tranquilidad.

Y hoy vamos a hablar de la otra llamada hormona de la felicidad, que son las endorfinas.

Pues bien, ¿y qué son realmente las endorfinas? Comúnmente se habla de las endorfinas como un neurotransmisor y sin embargo no es un neurotransmisor, es un neuropéptido opiáceo.

Para que lo entiendas es como una cadena de proteínas que elabora tu propio cuerpo y que sirven para estimular ciertas áreas cerebrales relacionadas con el placer en el organismo y con otros mecanismos que vamos a ver a continuación. Y se dice que es opiáceo porque su composición química está muy relacionada con la de otros derivados del opio, como drogas como la heroína o la morfina. Y estas lo que hacen es modular la sensibilidad neuronal a otras sustancias del cerebro y del cuerpo.

Bien, ¿y cómo se producen estas endorfinas? Pues bien, principalmente la segregación de endorfinas ocurre en la hipófisis o glándula pineal, al igual que pasa con otra hormona conocida como la melatonina. Esto tiene una gran influencia en procesos fundamentales como el equilibrio del organismo a nivel de química, digamos, de hormonas, el desarrollo y el crecimiento, la sexualidad, el metabolismo, etc.

Y es que a partir de esta región las endorfinas se distribuyen por todo el sistema nervioso, incluso llegan hasta el sistema digestivo. Y es que es importante tener unos buenos niveles de endorfinas porque se ha demostrado que tener bajos estos niveles pueden generar síntomas de ansiedad y depresión y dificulta la superación de experiencias traumáticas o adversas. También tener estos niveles bajos puede favorecer la dependencia o recaída en sustancias que limiten sus efectos.

Es por ello que muchas personas acaban adictas a antidepresivos y otros fármacos. ¿Y para qué sirven las endorfinas? ¿Son realmente las hormonas de la felicidad? Pues se podría decir que sí, porque tienen un gran impacto en generar sensaciones de placer en nuestro cuerpo, una sensación de bienestar, de tranquilidad, tanto físico como mental, y en definitiva cuando tenemos altos estos niveles de endorfinas nos vamos a sentir felices.

Además ayuda a establecer tus mecanismos de recompensa y a fortalecer ciertos comportamientos que tienes que te generan felicidad. Pero no sólo sirve para todo esto sino que tiene muchas más funciones las endorfinas. Una de ellas es la reducción del dolor, tanto físico como emocional.

Por ejemplo, cuando sufrimos una lesión, los receptores del dolor, también llamados nocicectores, envían señales al cerebro y la hipófisis responde liberando inmediatamente endorfinas. Esto lo que hace es reducir temporalmente esa sensación de dolor, lo que permite al organismo reaccionar ante situaciones de peligro.

Es decir, cuando por ejemplo te lesionas, estás haciendo un deporte y tienes una lesión, un golpe muy fuerte, en ese momento realmente sientes que te has lesionado pero tampoco te duele tanto hasta que no llegas a un estado de reposo, que es ahí donde te viene el dolor completamente, donde sientes ese dolor extremo.

Y esto es un mecanismo de supervivencia que ha desarrollado el cerebro a lo largo de miles de años de evolución, que te permite en situaciones adversas, donde hay un peligro real para tu supervivencia, mitigar esa sensación de dolor para que puedas escapar de esa situación, para que puedas garantizar tu supervivencia.

Y una vez hayas garantizado tu supervivencia, ahí sí vas a experimentar todo el dolor en función de la lesión que te hayas hecho. ¿Por qué? Porque en ese momento nuestras endorfinas ya han bajado y ya no tienes ese alivio y es que las endorfinas funcionan un poco como un analgésico del dolor. Pero no solo ayudan a aliviar el dolor físico, sino también el dolor emocional. Por ejemplo, en momentos de