¿DE QUÉ REINO SOMOS? Pst: Chak García 3d2i4d

Hola amigo, yo soy Chuck García de Faux Ministries y le damos la bienvenida a este espacio para que con la comodidad del audio usted pueda escuchar nuestras enseñanzas en cualquier lugar. Si ese edificado recibe algo sobrenatural de parte de Dios, no olvide decírnoslo. Esto nos anima a seguir trabajando. Recuerde que puede comunicarse con nosotros en Colombia al WhatsApp 316-424-2743 y en Estados Unidos al 305-780-1472. Para más de nosotros visite www.imfou.org.

¿Será que debemos decir lo mismo? ¿Mi reino no es de este mundo? ¿O será que debemos actuar enérgicamente en este mundo? ¿Qué vamos a hacer? Ese doble pensamiento en ocasiones nos deja en ceros, en neutro. No avanzamos, no vencemos y tampoco tenemos triunfo y victoria.

Pero sí hay una forma. Aunque el reino de los cielos no es de este mundo, sí hay una forma de caminar en victoria. Amén. Vaya por favor conmigo a Juan 18, verso 28. Hay algo que encontré acá que, bueno, es genial lo que Juan retoma. Ahora, el Evangelio según San Juan recuerde que no es cronológico. Obviamente tampoco está saltando en el tiempo, pero Juan, por ejemplo, reúne dos momentos en uno en ocasiones. Pone dos momentos como si fueran uno solo y se comprende mejor viendo a Lucas y Marcos. Voy a empezar a leerle aquí de Juan 18, verso 28. Dice, el juicio de Jesús ante Caifás terminó cerca del amanecer.

De allí los llevaron a la residencia oficial del gobernador romano. Otra versión dice el pretorio. Sus acusadores no entraron porque de haberlo hecho se habrían contaminado y no habrían podido celebrar la Pascua. Por eso Pilato, el gobernador, salió a donde estaban ellos y preguntó, ¿qué cargos tienen contra este hombre? Déjenme poner un poquito de contexto. Recuerde, otra vez se lo digo, que el Evangelio según San Juan utiliza la mitad de su Evangelio solo para hablar de la última semana de Jesús. Entonces da muy buenos detalles y hace muy buenas, muy buenos énfasis. No lo toma de afán y hay cosas entonces que podemos encontrar ahí.

Ahora Jesús entra a ser probado. Recuerde que en la tradición judía se escogía el cordero pascual y durante tres días y tres noches lo examinaban por completo, lo ponían a prueba para saber si daba la talla, o sea, si era apto para el sacrificio. En ocasiones tenían más de un cordero porque a veces fallaban, entonces tenían que tener uno de reemplazo. Jesús es el cordero de Dios y va a cumplir lo mismo. Entonces empieza a ser juzgado. Lo va a juzgar el Sanedrín, lo va a juzgar Pilatos y lo va a juzgar Herodes. Ahora los tres lo van a hallar inocente. ¿Por qué? Porque va a ser perfecto.

No van a encontrar mancha ni arruga en él para que él logre ser el sacrificio perfecto. Es fácil de entender eso, ¿cierto? Y ya sabemos cómo es la historia. Entonces quiero notar algo acá. Se reúne el Sanedrín, lo vimos hace unos días, y uno de ellos golpea a Jesús y Jesús le dice tienes que comprobarme que fallé para que puedas castigarme y no lo lograban comprobarlo. Entonces el Sanedrín resuelve matarlo, resuelve matar a Jesús. Recuerde que el sumo sacerdote dijo que era mejor que muriera uno por el pueblo y no todo el pueblo por uno, ¿ok? Entonces resuelven matarlo, pero lo quieren matar de tal forma que sea maldito.

No lo quieren volver un mártir. Ahora Israel o los judíos bajo el dominio de Roma no tienen derecho de matar a nadie, pero a veces era inevitable y los romanos la pidaban, los judíos, perdón, la pidaban personas seguido y a veces Roma no lograba controlar esto. Entonces recuerde que iban a lapidar a la mujer que fue encontrada en adulterio. ¿Lo recuerdan? Le iban a matar ahí mismo y Jesús no lo permitió. Entonces a veces los romanos no lograban controlar que los sacerdotes mataran personas. Entonces eso se salía de las manos. Ellos pudieron haber matado a Jesús lapidado.