El cuerpo Causal - Manuel Torres 3z4mj

Buenas tardes a todas y todos, muchas gracias por vuestra presencia, gracias también a los que tengan interés en escuchar esta charla a través de YouTube y como siempre es de justicia agradecer a la Rama Akuna y a la Presidenta Silvia, autora además del cartel creativo de la exposición del tema que realmente es un trabajo muy creativo, muy imaginativo las dos cosas y agradecer como siempre que desde esta tribuna se pueda con total naturalidad exponer con el cultivo del libre pensamiento pues todos los criterios que cada cual considera pertinentes acaba de empezar la primavera y con ello el renacer de un nuevo ciclo de la vida sabéis que ningún ciclo es igual pero justamente el tema de hoy es fundamental en el nexo entre materia y espíritu aunque en el libro de Annie Besant que nos sirve de guía en estas charlas como sabéis no hay un capítulo específico sobre el tema de hoy, el cuerpo causal me ha parecido interesante introducirlo separadamente de la charla anterior del cuerpo mental por su trascendencia en la comprensión de nuestra evolución espiritual justamente con el cuerpo causal también con lo búdico quien está más habituado o es conocedor de Kabbalah sabe que el sefiro de la Kabbalah en el árbol de la vida sería Tiferet que la traducción en castellano es belleza gloria y que está entre los sefirots Yesed, compasión y Gebura, severidad y justamente la unión del cuerpo causal con lo búdico lo que trataré en la próxima charla el 1 de junio sería desde el cristianismo lo que se entiende por lo crístico el nivel de lo crístico en la evolución del ser humano, el ser humano como sabéis es una entidad inteligente y autoconsciente en el plano físico revestido de cuerpos que pertenecen a los planos mental inferior astral y físico ahora hemos de comentar su yo en mayúscula más íntimo, el cuerpo causal todos los diversos cuerpos de la persona humana han de ser considerados como envolturas o vehículos que permiten al verdadero yo actuar en alguna región determinada del universo del mismo modo que el hombre utiliza un carruaje para viajar en la tierra, una embarcación en el mar y un globo o un avión en el aire y a pesar de ello siempre sigue siendo el mismo así el yo en mayúscula, el hombre real utiliza a sus diversos cuerpos cada uno con su fin correspondiente pero siempre es el mismo cualquiera que sea el cuerpo que utilice