CBP457 La Gran Ilusión - La Gran Guerra 1m4n5y

París respira un solo grito, ¡a Berlín! ¡Hasta el último hombre! ¡Hasta la última bala! Nos dijeron que cada bala mataría a un francés. Ahora fabrico mil al día.

Hijos míos, regresaréis antes de que caigan las hojas de los robles.

Tu padre y yo estamos orgullosos. Regresa con una medalla o no regreses.

Los obreros creyeron en la guerra corta. Pronto descubrirían que fueron carne de trinchera.

Querida madre, llevamos tres semanas comiendo galletas podridas. Ayer enterré a Tommy. Solo quedó medio cuerpo.

Antes querían que les hiciera de virgen inocente. Ahora solo piden que les mienta y que les diga, volverás a casa.

El espíritu de Agostó fue la última mentira romántica de Europa, antes de que los poetas escribiesen sobre sangre y gas mostaza.

Por fin, la gran guerra como nunca te la habíamos contado en Casus Belli.

De forma tradicional se ha dicho, se ha comentado en mentideros, que el inicio de la gran guerra, aquella que comenzó en el XIV y que tenía que ser la guerra que acabase con toda la guerra, trajo una oleada de nacionalismo a todos los países. Debemos entender que cientos de miles de voluntarios se presentaron en los banderines de enganche y el pacifismo que hasta entonces se había extendido por los diferentes países, sobre todo a raíz de organizaciones obreras que decían aquello de no lucharemos contra hermanos obreros, pues cuando vino la verdad, cuando tocaron los tambores a redoble, quizás la internacional no fue lo que se había esperado.

Pero fue así tal y cuando me lo cuentan o no. Y para hablar de la primera guerra mundial, pues tenemos a nuestro escritor de referencia, al gran Ismael, Ismael López, muy buenas.

Muy buenas, ¿qué tal? Encantado de estar de nuevo aquí en Casus Belli, vamos.

Oye, Ismael, vamos a hablar de nacionalismo, vamos a hablar de movimientos de masa, vamos a hablar de fake news, no sé si habrá fake news para convencer a esos obreros que decíamos antes de la internacional de que hay que luchar contra tu enemigo porque es malo, ¿no? Porque nos va a servir para algo, ¿verdad? Por supuesto, aquí vamos a hablar de muchos factores sociales, bueno, va a ser un tema ante todo social, con un pequeño alineo económico, ¿no? Pero sobre todo, sí, estamos hablando de unos factores muy importantes que bueno, que tuvieron que quedarse y tuvieron que crear ese marco, ¿vale? Ese marco político para que Europa en 1914 se dirigiera hacia la matanza, hacia la carnicería que iban a ser esas trincheras y bueno, esos rápidos movimientos luego, esos enormes batallas que todos conocemos y que vosotros habéis tratado aquí en el programa bastante de forma programizada, claro.

Bueno, y cuando viene un escritor de la talla de Ismael, pues muchas veces le decimos al jefe, al jefazo, al que mueve los dineros, como vamos a ver hoy, que venga también a acompañarnos.

Buenas, Dani.

Hola, ¿qué tal? Oye, Dani, todo el mundo estamos convencidos de que fuimos a la Primera Guerra Mundial porque eso acababa, ¿verdad? Lo decíamos antes de empezar, en un par de meses todos para casa, ¿verdad? Todos para casa, todos para casa, sí, sí, sí. No hay problema, en Navidad estamos celebrando con nuestros críos y por supuesto victoriosos.

Lo malo es que cuando los dos piensas que vas a ser victoriosos, pues las fuerzas son parecidas.

Y encima victoriosos para nuestro Dios, porque todos llevamos a Dios en nuestras hebillas, ¿no, Ismael? Por supuesto, por supuesto.

Estuvo la Iglesia también. ¿Podremos hablar un poquito del papel de la Iglesia en la movilización de masas? Por supuesto. Al final la Iglesia no deja de ser otro de esos tantos factores sociales que van a hacer por alinear a la población contra un enemigo, ya sea ficticio o real, porque también hay mucho de ficticio en todo este tema.

Y sobre todo lo que veo cuando me acerco a un tema que yo creo que, aunque muchos dan por sabido, a mí me parece súper complejo y súper interesante porque tiene muchos, muchos matices.

Ahí está yo creo que la palabra clave de este tema, que es matices.

Matices. Sí, porque aquí siempre se nos han vendido una serie de cuestiones monolíticas. Todo el mundo fue a la guerra convencido, nadie dijo nada en contra, las masas aclamaban a los soldados.

Yo creo que la palabra clave de este tema, que es matices, es que la Iglesia no deja de ser otro de esos tantos factores sociales que van a hacer por alinear a la población contra un enemigo, ya sea ficticio o real, porque también hay mucho de ficticio en todo este tema.