CB FANS 💥 Albert Kesselring: Entrevistas de los Juicios de Núremberg 2g644

Bueno, señor Gershwin, ya activo los micrófonos y empezamos la entrevista.

Vale.

Mientras tanto, ¿ha tenido algún tipo de dolencia física o de otro tipo últimamente? Eh...

Mire, tengo los dientes algo sueltos, pero me ha atendido el dentista a la prisión.

Hace un año sufrí una fractura de cráneo con parálisis del lado izquierdo de la cara, pero bueno, en fin.

¿Algún tipo de daño motor en la musculatura facial? Eh...

No, creo que tuve...

Eh...

El médico me dijo una...

Hiperestia.

¿Hiperestia? Creo que sí.

¿Hiperestesia? ¿Puede ser? ¿Sufre usted una sensibilidad excesiva a los estímulos de este lado de la cara o con algo de dolor? Eh...

Sí, sí.

Y en el cuello, especialmente en el cuello.

Por lo que veo en su ficha médica tiene periodos transitorios de vértigos y amnesia, con los cuales su capacidad de pensar se ve momentáneamente obstaculizada.

¿Le ocurre sólo cuando algo le afecta emocionalmente? Eh...

Curiosamente, cuando muevo la cabeza hacia atrás o hacia los lados, pero no dura más de 30 segundos.

Sólo me puedo acostar del lado derecho, porque me apesta mucho la sensibilidad de la piel de la cara de este lado.

¿Cómo le ocurre? Pues mire, fue en Italia, en octubre del año 1944, cerca de Bolonia.

Conducí a mi coche y pasé por debajo del cañón de una pieza de artillería.

Me di en la cabeza con el cañón y estuve inconsciente cuatro horas.

Tardé ocho horas en llegar al hospital.

Recuerdo que después vomité mucho.

Y también recuerdo algo de hemorragia.

Hemorragia oral.

La nariz no paraba, sobre todo de sangrar.

El único daño en la piel fue una pequeña herida en el párpado izquierdo.

El 15 de enero de 1945 fui dado de alta y volví al servicio activo.

Muy bien, bueno, empecemos.

Hablemos de su infancia.

¿Dónde nació? Pues nací en Magstef, cerca de Vuxburg, el 20 de noviembre de 1885.

Fui un bebé normal.

Un niño feliz, con pesa normal.

Supongo que nada raro que destacar.

Era el sexto y el pequeño de mis hermanos, todos de los mismos padres.

También comentarle que mi padre falleció en 1934, a los 89 años.

Casi ciego, pero con un buen estado mental.

Había sido maestro de escuela y, posteriormente, fue nombrado inspector de enseñanza de Bayerblatt.

Dejó de trabajar a los 73, pero siguió haciendo calistenia, un tipo de gimnasia.

Yo me parezco a él, aunque mi padre era mucho más musculoso.

¿Y su padre estuvo de acuerdo en que fuese a la academia militar? Sí, la verdad es que sí. Fui con el permiso de mi padre.

Descríbame la personalidad de su padre.

Pues, miren, era introvertido, muy estricto.

Por lo menos a los niños nos lo parecía, incluso cuando ya éramos mayores.

Era presidente de clubes, sindicatos, etc.

En fin, en 1880 se hizo masón.

Fue ayudante del gran maestro de una gran logia importante.

Era muy religioso, luterano.

Políticamente era nacional-liberal, lo que hoy podría denominarse como una mezcla entre ideas democráticas y nacionalistas.

¿Y cree usted que su padre hubiese aceptado el nacionalsocialismo? Creo que como masón se hubiera puesto.

Pero dejando a un lado esa influencia de la masonería, como pensaba que cada cual podía pensar lo que quisiera, no creo que se hubiera puesto al nacionalsocialismo.

Mi padre era totalmente alemán.

Y pertenecer a la masonería no era contrario a ese sentimiento.

¿Tenía algo que objetar Hitler de los masones? A ver, lo primero que era una organización internacional.

Un primo mío era miembro de una logia en Bayreuth.

Y la gente le miraba con recelo.

El comprender a otras naciones no significa estar en contra de tu propio país.

Ese es el problema de los alemanes.

Solo son capaces de ver su propio país.

Solo son capaces de ver su propio país.