Capítulo 46: El Fantasma de Winterfell 4i4m3z

Un fantasma de winter feel el cadáver ya si al pie de la muralla interior desbloqueado lo único que eso me va por encima de la nieve que lo había enterrado durante la noche era la pierna izquierda si las perras de ram si no lo vieron encontrado seguramente se habría quedado allí hasta la primavera pero cuando ven huesos consiguió apartarlas jaén gris había devorado buena parte del rostro del cadáver hasta el punto de que tardaron mediodía en lograr identificarlo era un soldado de cuarenta y cuatro años que había llegado al norte con rollos facebook era un borracho declaró risco el seguro que estaba mirando desde la muralla se resbaló y se cayó nadie presentó una versión alternativa pero ocio un grillo y no alcanzaba a entender por qué iba a nadie subir por los escalones nevados hasta las almendras en plena noche solo para echar una mirada aquella mañana la guarnición desayuno pan rancio frito en grasa del tocino que se sirvió a los señores y caballeros y no se habla de otra cosa que del cadáver stands tiene amigos en este castillo pues yo murmurar a un sargento era un viejo del ejército de los tours arte llevaba tres árboles bordados en el deslucida jugón ac acababa de cambiar el turno de guardia y los hombres que volvían del frío patio en el suelo para sacudirse la nieve de las botas y los calzones mientras se servía la comida morcillas puerros sipán moreno recién horneado tanis río uno de los jinetes de rush fiscal a estas alturas están ella debe de estar muerto y enterrado bajo la nieve o habrá vuelto al muro con el rabo congelado entre las piernas con esta tormenta podría estar acampar a dos pasos de nuestras murallas con cien mil hombres y no nos veríamos replicó un arquero que vestía los colores de los héroes la nieve había caído día y noche infinita interminable despiadada se acumulaba contra las paredes y llenaba los web ecos entre amena y amena mientras que los tejados estaban cubiertos de mantos blancos y las tiendas se compraban bajo su peso hubo que te ser cuerdas de un edificio al otro para ayudar a los hombres a cruzar los patios sin extraviarse los vigía se empeñaban en los torneos de guardia para calentarse las manos medio congeladas en los braseros con lo que en los vez sólo quedaban los centinelas nieve que habían hecho los escuderos cuyo tamaño y extravagancia aumentaban noche tras noche a medida que el viento y otras inclemencias los iban moldeando su antojo de las lanzas que sostenían en los puños de nieve salían caramba los helados y nada menos que justin frei que había gruñido mil veces que a él no le daba mi ido un poco de nieve perdió una oreja por congelación los caballos que estaban en los patios serán los que peor la pasaban las mantas que les habían echado encima para darles calor se empapa va ni se congela van si no se cambiaban con regularidad y cuando los hombres encendía nogueras para mantener a raya el frío eran más dañinas que beneficiosas los caballos de batalla tenían miedo de las llamas y se debatían para alejarse tirando de las cuerdas con que los tenían atados y lastimando se además de herir a las otras monturas los únicos que estaban a salvo eran los caballos de los establos pero no había ni uno más si usted se han vuelto contra nosotros sergio decir al anciano los looks en el salón principal nos muestran su ira con un viento frío como el infierno y nieve que nunca cesa estamos vistos y se está maldito replicó un hombre de fuerte terror quien está ahí fuera a merced de la tormenta es el no nosotros puede que los stands tenga más calor de lo que nosotros creemos replicó un jinete libre que destacaba por su astucia su hechicera invoca fuegos y a lo mejor el dios rojo que adora es capaz de derretir la nieve ha cometido un error su posición al instante el jinete había subido demasiado la voz y había llegado el alcance del oído de pito amarillo aline el amargo viven huesos cuando se lo contaron los ram si envío los borbones del bastardo para que arrastraron a que el hombre de la nieve ya que quieres tanto están vamos a mandarte con él dijo damon baila para mías esto unos cuantos golpes al jinete con su látigo largo ingresado luego ram ordenó que lo llevarán a las puertas de las almendras mientras de soya torito pito amarillo cruzaban apuestas sobre cuánto tardarían en congelarse la sangre las puertas principales de interfaz le estaban cerradas y atracadas y clavadas por el hielo y la nieve hasta tal punto que habría que picar para liberar el rastrillo antes se levantarlo lo mismo pasa con la puerta del cazador aunque al menos hay no había hielo ya que se había utilizado hacía poco no era el caso de la puerta