
Capítulo 23.Por las mismas latitudes que el Pamir 4f666s
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POR LAS MISMAS LATITUDES QUE EL PAMIR El Galatea, victorioso de las duras pruebas a las que había sido sometido navegaba proa a las Islas Azores, junto a alguna que otra manada de delfines que casi siempre acompañaban a la bella Nereida que adornaba la proa del velero. Asturias, convencido de su reciente decisión de continuar en la marina cuando venciese su contrato, dormitaba en el castillo junto con su compañero Murcia, algo más reticente a seguir los senderos de la mar. Su personalidad, algo más introvertida que la de Asturias, se había tomado su tiempo para pensar con más detenimiento en su futuro, en esos momentos incierto para él, pero con una perspectiva algo alejada de la disciplina militar, aunque no muy lejos de los barcos y la mar, a los que había aprendido querer y respetar. 296216
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Por las mismas latitudes que el pami el galatea victorioso de las duras pruebas a las que había sido sometido navegaba prueba las islas azores junto a alguna que otra manada de delfines que casi siempre acompañaban a la bella nereida que adornaba la prueba del velero asturias convencido de su reciente decisión de continuar en la cuando ven si ese es su contrato dormir en el castillo junto con su compañero murcia algo más reticente a seguir los senderos de la más su personalidad algo más introvertida que la de asturias se había tomado su tiempo para pensar con más detenimiento en su futuro en esos momentos inciertos para él pero con una perspectiva algo alejada de la disciplina militar aunque no muy lejos de los barcos y la mar a los que había aprendido querer y respetar como náufragos deseaban llegar al puerto donde habían iniciado su agridulce aventura pues tan solo les quedaba una escala en lisboa para pisar tierra esfera solanas donde llegarían como auténticos veteranos a los ojos de los nuevos aprendices al llegar la noche el galatea permanecía bajo la inquietante mirada de millares de estrellas que guiaban sus luces espantando la reinante y absoluta oscuridad de la noche por la que navegaba el velero el intenso frío obligaba guarecerse donde podían a los que desgraciadamente les correspondía supuesto de guardia al aire libre ya que el buque necesitaba como mínimo dos serbio las que vigila en constantemente la superficie del agua uno a babor y otro estribor para observar cualquier contratiempo y dar aviso inmediatamente también permanecían encubierta un par de timonel es en la caña y dos en las glándulas ante un posible hombre al agua y otro en la campana para hacer zona era las horas las medias y los cuartos además de una ordenanza junto al puente el resto podía permanecer a la espera de ser requeridos ante cualquier eventualidad aprovechando el tiempo para recibir formación por parte de los contra maestre eso viene aplicarse al estudio de las correspondientes asignaturas que a lo largo del curso tenían que superar a lo largo de la noche el sonido de las olas se oía cada vez con más fuerza al chocar contra la prueba y costados del buque y el frío se agudizó con las primeras luces del alba que dejaron ver la rizada espuma de las olas que por momentos se hacían cada vez más grandes y poderosas el personal de la guardia entrante viendo su sueño interrumpido por los bandazos y sacudidos subía malhumorados de los soldados se hacía la cubierta para preparar la maniobra ante el empeoramiento cada vez más se ha acusado del tiempo se terminó de arriar en la parejo y se comenzó a navegar con la trinca villa para capear el temporal en esos momentos la mala fortuna permitió que la puerta estanca del pañal de guardia banderas quedase abierta y en uno de los violentos golpes de mar el agua comenzó a entrar a raudales hacia el interior a través de unas rejillas de ventilación que comunicaban con el soldado de popa inundando parcialmente dicho lugar de descanso de la dotación la cantidad de agua embarcada no era excesiva pero a consecuencia de los bandazos y cabecera del galatea los desagües del hábitat culo no cumplieron su función y el líquido y salado elemento mojo la batalla donde se estimaba en los coins las taquillas donde se guardaba la ropa y las gavetas y platos azotados por el agua flota van golpeando todo lo que se ponía a su paso el temporal se hacía cada vez más violento y el barco ingobernable iba casi a la deriva teniendo que sujetar la caña entre cuatro personas aunque con ese balanceo de bar ahora estribor y de prueba popa no se podía hacer nada con las ráfagas de viento casi una canadá aunque las velas estaban cerradas algunas ligaduras se desprendían y por supuesto había que subir a reparar los desperfectos causados en esas circunstancias no obligaban a nadie a subir a los palos y lo que es peor a las vegas ante la petición de voz voluntarios los valientes aprendices especialistas con pundonor y fantástica destreza demostraron en todo momento lo que eran capaces de hacer para capear el temporal subiendo a los palos y desafiando a la climatológicas parecía que se iban a comer el mundo una vez arriba las escobas eran tan fuertes que los penales casi tocaba en el agua el viento el frío y la lluvia incesante unido a los marcha pies endurecido es por el agua dificultaba en la realización de los trabajos indispensables los pies doloridos y las lonas azotadas por el viento y pegando fuertemente en la cara de aquellos muchachos apenas les permitían guardar el equilibrio sobre largo la dura y acabando su faena como buenamente podía sin que nadie les mandará ayudaban a sus compañeros hasta la completa finalización de los trabajos ni que decir tiene que los que estaban encubierta también estaban sufriendo y siempre pendientes de las maniobras de sus compañeros en las alturas de aquel entramado de metal lona y cáñamo que apenas bastaba para hacer gobernar al buque acabado el trabajo la bajada por la garcía con los pies casi congelados al o con la dureza de los flechas te si el vih
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