Audiolibro La cosecha - Rabindrannath Tagore 306lk

Audiolibros del podcast caminos de conciencia la cosecha por rabindranath tagore uno dime que sí y cogeré todos mis frutos y te los llevaré en canastos llenos a tu patio aunque algunos se han pasado y otros están verdes aún porque le pesa ya mucho su carga a la estación y la flauta del pastor se queja ya en la sombra el viento inquieto de marzo irrita fastidioso la onda lánguida con su murmullo el jardín ha rendido todo su don y han alcanzado anochecer tu llamada viene de tu casa por el sol poniente de la ribera dime que sí y daré mi vela al viento del río dos cuando joven mi vida era como una flor como una flor a la que nada le importaba perder una hojilla de su tesoro cuando la brisa de primavera venía a pedir a su puerta ahora que muere mi juventud mi vida es como una fruta como una fruta a la que nada le sobra y anhela darse de una vez con su carga completa de dulzura tres acaso la fiesta del verano no es para las hojas secas y las flores mustias lo mismo que para las flores frescas el canto del mar está acordado acaso solamente con las olas que se yerguen no canta también con la ola que se cae la alfombra que pisa mi rey está tejida con joyas pero el terrones humildes que esperan pacientes su pisada pocos son los sabios y los grandes que están sentados junto a mi señor pero él ha venido por su pobre de espíritu lo ha cogido entre sus brazos y lo ha hecho esclavos suyo para siempre cuatro al despertar esta mañana me encontré su carta no sé qué dice porque no sé leer ni molestaré al sabio en la soledad de sus libros porque él quizá tampoco entienda lo que dice déjame que la apriete contra mi frente que la estreché contra mi corazón cuando la noche se cayó oye y vayan saliendo las estrellas una a una la abriré sobre mi falda y me estaré callado las hojas suspirantes no la leerá en alto el arroyo atropellado me la iba cantando y las siete estrellas sabías me la rezará antes del cielo no encuentro lo que busco no pudo co comprender lo que quisiera pero esta carta sin leer me ha aliviado de mi carga y me ha hecho canciones mis pensamientos cinco un puñado de polvo podía ocultar tu seña cuando yo ignoraba su sentido ahora que sé más la leo en todo lo que antes le escondía está pintada con hojas de flores la destellan las olas en espuma los montes la levantan sobre sus cumbres co como yo no te miraba leía las letras al revés y no sabía su secreto seis por los caminos me pierdo en la guancha y el cielo azul sin señales donde la ruta está escondida por las alas de los pájaros por los rayos de las estrellas por las flores de las estaciones viajeras tu sangre lleva la sabiduría del camino invisible corazón siete mi casa nuestra casa para mí no puedo más me voy el desconocido eterno me llama desde el camino como me duele su pisada resonando en mi pecho y el viento se levanta y se lamenta al mar quédense ahí mis dudas mis cuidados me voy con la marea sin hogar porque el desconocido me llama yendose ya por el camino ocho disponte a partir corazón mío que has sido llamado por tu nombre en el cielo de la mañana quédense los otros quieren pero tu no puedes esperar a nadie el capullo anhela la noche y el rocío pero la flor abierta grita la luz libertad revienta tu pecho corazón mío y sal cuando mi pereza me retenía entre el montón de mis tesoros era yo como un gusano que se alimenta en la sombra del fruto en donde nació no no cárcel de pobre no quiero dar más vueltas a mi quietud mohosa lejos todo lo que no es vida mía ni ligero como mi risa que voy tras la eterna juventud y corro por los días y en la carroza de mi corazón vaga el poeta bailando y cantando diez me cogiste de la mano me llevaste contigo y me sentaste en el trono delante de los hombres me fui volviendo tímido incapaz de acción inútil para el camino dudaba de todo y discutía conmigo a cada paso