El asesinato de Valerie Tindall: No te fíes de tus vecinos 1t5zv

Valerie Tyndall nació el 29 de agosto de 2005 en Indianápolis, Indiana, siendo la mayor de cinco hermanos de una familia muy unida.

Sus padres, Jack y Sheena, la recuerdan como una joven compasiva y vibrante, con un brillante futuro por delante.

Valerie amaba a los animales, y su sueño era convertirse en veterinaria.

Trabajaba a tiempo parcial mientras asistía a la escuela, donde sus notas eran brillantes.

En 2024 estaba a punto de graduarse.

Trabajaba para su vecino de 59 años, Patrick Scott, que tenía un negocio de jardinería.

La familia confiaba en Patrick, al que conocían desde hacía años.

Le consideraban un buen vecino, y Valerie jugaba a menudo con sus nietos, lo que solidificó el vínculo entre ambas familias.

Patrick Scott llevaba dos años en la vida de Valerie como su empleador en su negocio.

Aunque los padres de esta confiaban en él, algunos vecinos de la comunidad encontraban a la familia de Scott extraña.

Pero Sheena, la madre de Valerie, nunca se sintió justificada para apartar a su hija de un trabajo que disfrutaba.

El 7 de junio comenzó como cualquier otro día, pero rápidamente todo se transformó en pánico cuando Valerie no regresó a casa.

Sheena tuvo un mal presentimiento porque no era habitual que su hija trabajara un miércoles.

Sin embargo, no fue hasta horas más tarde, tras numerosas llamadas al teléfono de Valerie sin respuesta, cuando aumentó la preocupación de Sheena.

Cuando se puso en o con Patrick para preguntar sobre el paradero de Valerie, éste le dijo que no la había visto ese día.

Su respuesta fue preocupante, y su mujer, Linda, llegó a sugerir que Valerie podría haberse escapado.

Pero Sheena sabía que su hija jamás se iría sin decir una palabra.

La familia denunció la desaparición de Valerie, y el departamento del sheriff inició una investigación.

Al principio las autoridades trataron el caso como una posible fuga, pero el teléfono de la chica estaba apagado y sus redes sociales, que antes estaban muy activas, se encontraban silenciadas.

Cuando los investigadores indagaron en su vida, descubrieron que sus registros telefónicos y las redes sociales mostraban que Valerie había estado pasando más tiempo con Patrick, a veces incluso fuera del trabajo.

Un descubrimiento inquietante fue una foto de ambos en un acuario, solos, sin ningún familiar presente.

Sus padres pensaban que había ido con los nietos de Patrick, pero la fotografía contaba otra historia.

Con el paso de los días, la policía empezó a cuestionar la implicación de Patrick.

Los testigos se presentaron, afirmando que vieron a este y a Valerie juntos el 7 de junio.

Un testigo incluso dijo haber visto a Patrick conduciendo el Honda Accord verde de Valerie, contradiciendo la afirmación de Patrick de que no la había visto.

Los datos de geolocalización de Valerie mostraron que regresó a Arlington el día de su desaparición, desacreditando aún más la historia de Patrick.

A pesar de ello, este insistió en que no tenía nada que ver.

Sin embargo, su comportamiento levantó sospechas cuando los investigadores advirtieron incoherencias en sus declaraciones y que no había mencionado su visita al complejo de apartamentos donde más tarde se halló el coche de Valerie.

Pasaron meses sin descanso en el caso hasta que se llevaron perros rastreadores de cadáveres a la propiedad de Patrick en octubre.

Los perros detectaron un rastro cerca de un estanque, pero no se hallaron restos humanos.

Sin embargo, los investigadores seguían convencidos de que algo no encajaba.

Mediante vigilancia aérea, se identificó tierra removida en ese terreno.

El 28 de noviembre de 2023 se ejecutó una orden de registro y se centraron en un sospechoso montón de tierra.