Antonio Escohotado y Fernanda de la Figuera - ExpoCáñamo Sevilla 2016 1l1u5l

Qué bien, ¿no? Pero falta que venga Fernanda o...

¿Hablas primero? No, no, hablas tú, hablas tú, hablas tú, por mí perfecto, no hay problema.

Bueno, tenéis preparado algo. Asegura no decir chorradas o paridas, pero tiene bastante de chicle masticado.

Y es infrecuente que aceptemos los chicles masticados.

Conseguir que una persona, pues, tenga la insolente arrogancia de ponerse ante el amable escuchador a ver qué dice, pues bueno, es un compromiso para el que habla y una liberación para el que escucha.

Estamos aquí, yo creo, para celebrar que en este tremendo edificio, tremendo realmente, han permitido que un equipo de delincuentes, porque somos un equipo de delincuentes, violamos la ley porque queremos, porque pensamos que no se puede legislar sobre la voluntad del prójimo y que de la piel para adentro mando yo.

Pues es un hito que para una reunión de delincuentes nos den este lugar y tengamos, pues, todo tipo de facilidades, excepto la facilidad suprema que es la de comprender las cosas bien y no decir majaderías.

El primer porro que me fumaría yo sería en los años 63, 64 y eran como unos ramajos secos que me trajeron, supuestamente de unos legionarios, a casa y a pesar de todo nos colocó.

Nos pusimos a reír y recuerdo que incluso un amigo, Mariano y yo, acabamos haciendo como una especie de danza rusa, muy grotesco aquello, pero muy jovial.

No tiene nada que ver aquella plantita con sus pequeñas flores y mucha rama con los prodigios que ahora se hacen con los aisladores y el botano e incluso procedimientos superiores.

Hoy me he enterado bastante, he tenido el honor de estar en una caseta hora y media o así hasta prácticamente disolver mi intelecto en buena medida y digo, caramba, es la diferencia que hay entre tirar una piedra a un pastor o una vaca, digo, una vaca a una cabra o una oveja que se desvía y lanzar un cohete a la luna.

Hemos hecho un progreso enorme.

La planta de marihuana y sus derivados en 30 o 40 años ha sufrido una revolución tal que me atrevo a vaticinar que en el futuro se pueden producir saltos cuánticos.

Hasta ahora estábamos con límites, ya parecía mucho un 10% de THC, ahora se puede doblar esa cantidad aproximadamente y más parece física y químicamente imposible, pero no realmente.

Si sigue la investigación como al nivel actual que la mantenemos, yo creo que son previsibles cambios cuánticos, es decir, puras sorpresas.

Algo que no tenga que ver con la graduación de un 2-3-4 y pide un salto, no sé.

En todo caso, estamos aquí para celebrar la reunión de los delincuentes y para recordar también, bueno, que tenemos cosas en común.

Tenemos cosas en común, quiero decir, Fernanda y yo, con los que aquí son tan amables personas que nos escuchan.