48_El don de temor de Dios 3f6z1w

Conversaciones de fe y vida, un espacio para compartir, aprender y seguir creciendo como discípulos del Señor, para vivir al estilo de Jesús.

Bienvenidos.

Un saludo muy especial para todas las personas que continúan conectadas con nosotros y nos siguen en este podcast de la Parroquia de la Santa Cruz conversaciones de fe y vida, liderado, creado por nuestro párroco el padre Wilson Botero, a quien como siempre saludamos de una manera muy especial, que es quien nos acompaña en estas conversaciones.

Padre, cómo estás el día de hoy? Hola Sammy, muy bien, gracias a Dios, siempre es una alegría encontrarnos en estos espacios para conversar y compartir con todas las personas que nos siguen. Por este tiempo estamos en la novena al Espíritu Santo, nos estamos preparando para la gran solemnidad de Pentecostés con la que culminamos el tiempo de Pascua. Entonces Sammy hoy vamos a conversar sobre un tema muy importante y que a veces es mal interpretado o a veces incluso tratamos como de evadirlo.

Uno de los dones del Espíritu Santo es el temor de Dios, hoy vamos a conversar de este don a veces relegado, a veces olvidado, pero que es muy importante, tanto que la Sagrada Escritura nos dice que el principio de la sabiduría es el temor del Señor. Así es padre y usted ya lo decía a veces mal interpretado, a veces un poquito digamos difícil de asumir, de hecho yo creo que los que hemos tenido la oportunidad de estar precisamente en las celebraciones de Pentecostés y de entregar simbólicamente esos dones del Espíritu Santo, uno siempre es como que me toque sabiduría, entendimiento, piedad, bueno como otro diferente pero luego temor de Dios, temor de Dios, o sea es muy difícil a veces de comprenderlo, de interpretarlo, entonces qué bueno que vayamos a hablar de este don que a veces de pronto entendido desde nuestra perspectiva humana, es un poquito difícil de explicar y bueno pues ya lo decía usted también mal interpretado muchas veces, entonces estamos aquí para escucharlo padre en la reflexión sobre este maravilloso don del Espíritu Santo.

Padre prenga yo le hago una pregunta antes de empezar me deja, Pentecostés es cierto que es la única novena, o sea las otras son de tradición popular pero la del Espíritu Santo es la única novena litúrgica, así es, es correcto, es correcto si es en la liturgia está previsto estos días que nos preparan a la solemnidad de Pentecostés, entonces efectivamente es la única novena litúrgica que tenemos. Muy bien padre gracias tenía esa doyencia y la voy a despejar de una vez que vamos a hablar del Espíritu Santo, muy bien entonces vamos con nuestro don temor de Dios.

Sammy entonces lo primero que tenemos que hacer es definir un poco este don, esta realidad de la que vamos a conversar, tenemos que decir que no se trata de un miedo a Dios, incluso siempre se dice temor de Dios, no temor a Dios, entonces hay que decir no es que nosotros le tengamos miedo a Dios, es más bien un sentido reverencial hacia la majestad de Dios, Dios es tan grande, es el Todopoderoso y obviamente tenemos temor a ofenderlo, no es temor a Dios porque nos va a castigar, sino más bien el temor a defraudarlo, a ofenderlo, es un sentimiento de la grandeza y la majestad de Dios, un sentimiento reverencial de decir qué grande es Dios, por ejemplo cuando yo en una noche estrellada me pongo a contemplar el cielo o cuando miro la inmensidad de las montañas o cuando estoy frente al mar y yo digo el creador de esto tiene que ser muy grande si estas son sus obras, cómo será el creador, entonces por eso tiene mucho que ver con la reverencia, con el asombro y al ver la grandeza de Dios sentirme también yo pequeño frente a ese Dios.

Implica como lo decíamos un horror al pecado, es la contrisión por el pecado que nos lleva a la muerte.