
169. Este año miraré por mi (sin sentirme mal) 2l3w5o
Descripción de 169. Este año miraré por mi (sin sentirme mal) m67o
Me ha pasado siempre. Me sentía muy egoísta si priorizaba mis intereses a los de los demás, pero he decidido que eso cambie y quiero compartirlo con vosotros. Emisión original: Onda Cero Catalunya (14 de noviembre de 2024) ¡Puedo ayudarte! Si quieres saber cómo, visita mi web https://www.juliorosales.com 5on50
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Y ya tenemos preparado aquí en el estudio el nuestro coach de capsalera, Julio Rosales, para que nos dé algunas indicaciones de cómo comenzará en Bonpeo este 2025.
Julio, ¿qué tal? Muy buenos días, feliz año.
Feliz año, ¿qué tal? A ver, empecemos este año con buen pie.
Hoy he sido yo misma la que te he pedido que nos hables de un tema en concreto, algo que me preocupa realmente, porque está sucediendo a una amiga.
Es para una amiga, Robert.
Es para una amiga. Es para una amiga.
La amiga soy yo.
Mi amiga se siente egoísta si se prioriza y se cuida.
Bueno, ¿qué le podemos decir a esta amiga? ¿Por qué nos cuesta tanto priorizarnos y cómo podemos empezar a hacerlo sin culpa? Bueno, antes de empezar, me gustaría poner la mente en un simil de estos cartoncitos de seguridad de los aviones.
Sí.
O cuando te dicen los...
Primero pongo a soster la máscara y luego los demás.
Exactamente.
Además, está representado con una madre y un niño.
Si tú no te pones la máscara, igual el niño se te muere.
Entonces, esto ilustra fantásticamente el primero yo para poder hacer algo por los demás.
Entonces, que tengamos esto en mente durante toda la sección.
¿Por qué nos cuesta priorizar? Bueno, principalmente diría que es cultural.
Es decir, hemos idealizado el sacrificio como una virtud.
Y sacrificar implica perder algo.
¿Sobre todo las mujeres? Sí, sí, claro, porque es que una buena madre y una buena mujer es la que sacrifica, ¿no? Si no, no eres buena madre.
Siempre hablo mucho de mi madre, que le gusta mucho decirme...
Yo me lo quitaría de la boca para dártelo yo.
Bueno, es que le decía a Miriam ayer cuando preparábamos esta sección, cuando lo preparabais, que le tuve que decir a mi madre esta Navidad, le dije, por favor, piensa en ti alguna vez.
Porque es lo de quitarte la comida de la boca, lo de ponerme de su plato al mío...
Cuando ella tiene su ración y yo la mía.
No es que ella se haya puesto mucho menos y yo mucho más.
Quitarse de la silla para que me siente yo en la mejor silla, porque aquella es más cómoda que esta.
Dices, cariño, pero piensa en ti, sé un poco, un poco egoísta, que no es egoísmo.
Pero es que encima es una cosa, yo soy menos cookie que tú, yo a mi madre ya le digo...
Pero ¿hace falta? ¿Qué quieres decir? Que si hace falta, es decir, hoy solo hay comida para mí, ¿podemos comer los dos? Mi madre también estas Navidades, perdón, ya acabo ya, hizo una tarta de manzana, ¿vale? Yo llegaba a casa, ¿vale? Entonces, ella acababa de hacer una tarta de manzana y me dijo, delante de mi padre, se rió mi padre, porque le miré, me dijo, si quieres hay tarta de manzana, puedes comer.
Y digo, gracias, porque soy el invitado de piedra aquí, por darme permiso para comer.
Y le dijo mi padre, pero está en su casa, ¿no? Y dice, ya, pero yo le digo que puede comer.
Pasamos de un tema al otro.
Bueno, en fin, es muy de madre sufridora y de buena persona, y esto tiene que ver con la eterna tradición judeocristiana que sufriendo vas al cielo.
Sí, sí.
Estamos todo el día haciendo cosas para ir al cielo.
Yo no te lo he ganado, y tú también.
Pero si no tenemos garantía.
A mí, el día que me garanticen que existe el cielo, me pondré a hacer cosas.
Otra manera que nos han educado es priorizando el trabajo.
Es decir, si tú no besas a tus hijos, siendo hombre, esto es al contrario, si eres hombre y no besas a tus hijos porque trabajas mucho, bueno, es por trabajo, no pasa nada.
Eres un héroe.
Si eres mujer, ya eres otra cosa.
Mala madre. Mala madre.
Pero, vale, si priorizas...
Bueno, en lo que estáis encerradas las mujeres, si priorizas la carrera, eres una mala madre, si priorizas los hijos, eres una maruja, estás jodida en cualquier caso.
Lo que hagamos está mal hecho. Exactamente.
Esto es muy cultural.
Y lo peor de todo es que estamos perpetuando la maldición.
Porque los hijos de tu amiga, quien fuere, los dos hijos de tu amiga, que creo que tiene dos...
Niño y niña. Niño y niña.
No hacen lo que tú haces.
Lo que tú dices, perdón.
Hacen lo que tú haces.
Porque yo también hago esto de ponerme el trocito más pequeño.
Espera, no.
Por favor.
Los hijos de mi amiga no lo hacen.
¿Los hijos de tu amiga? Todo para ellos, todo para ellos y luego ya...
Son muy pequeños, pero lo harán.
Porque llega un momento en que empezamos a repetir los patrones de nuestros padres para nuestro disgusto.
Pero de forma un poco diferente, ¿no? Ahora te lo digo en serio.
Creo yo, ¿eh? Es decir, yo no actúo igual que actuaba mi madre.
O quiero pensar que no actúo igual que actuaba mi madre.
Ya, por ejemplo, he dicho que yo trabajo fuera de casa y priorizo...
O sea, no priorizo, pero tengo mi vida laboral y es importante para mí mi vida laboral.
No sé, yo creo que poco a poco, no a los pasos que quizás deberíamos, pero yo creo que la cosa mejora.
Me miras como diciendo...
No, no, bien.
Te miro como diciendo...
Yo cada vez me invade más el espíritu de mi madre.
De hecho, a veces grito por casa cuando me noto yo muy así...
¡Loli, abandona el cuerpo de tu hijo! Cuando me noto yo que estoy haciendo alguna de estas.
Comentarios de 169. Este año miraré por mi (sin sentirme mal) 3c5w66