05. El caso Macastre: ¿Un "ensayo" del horror de Alcàsser? 4m3g16

Vamos a 1989 en Valencia. Vamos a Barraca, a Chocolate, a Spook Factory. Vamos a la Ruta del Bacalao.

Vamos también, por qué no decirlo, a los años más duros de la droga en España.

Vamos a la muerte de Rosa, de 15 años, y Valen y Pilar, de 14.

Vamos a una historia que se presentó a la sociedad como tres niños desaparecidos en una acampada, ocultando una realidad de drogas, la sombra de la prostitución y la frontera con la marginalidad social.

Y no creas que esto hace a las víctimas menos víctimas, porque entonces seguiríamos cayendo en el mismo error que hace más de 30 años.

Vamos a un caso que recuerda a la cinta más negra del cine kinky en España y que algunas teorías vinculan con el triple crimen de Alcácer.

Hoy nos vamos a Macastre. ¡Empezamos! Hola, soy Carmen Masteiro y esto es Mis Crímenes.

Hoy te contaré un caso de España porque así lo decidisteis en la encuesta que hice en Instagram.

Si te apetece, puedes seguirme en redes, ya ando un poco más activa.

Llego un día tarde, pero créeme si te digo que llevo una semana de locos.

Te puedes imaginar que ya estaba deseando sentarme hoy contigo para contarte este caso.

Por cierto, te pido perdón por la voz que tendré en este episodio porque he estado enferma.

Ese es otro de los motivos por los que esta semana Mis Crímenes llega tarde.

El caso Macastre es un clásico para los amantes del true crime.

En el desenlace repasaremos algunas teorías, también la que relaciona al crimen de Macastre con el caso Alcácer.

Sobre todo si no lo conoces, te aviso de que tiene bastantes nombres, escenarios y fechas.

¡Atención para no perderse! La fuente principal de mi documentación para este caso ha sido el libro ¿Qué pasó en Macastre? de Amos Vanacloid y Félix Magrier.

Luego os contaré más. ¡Vamos allá! Es el 19 de enero de 1989.

José, un agricultor de Macastre, Valencia, se dirige a su caseta de aperos.

Es conocida como la caseta del mestre, porque según he leído, allí vivió durante muchos años un profesor apreciado en la zona.

Entra en la casa, se hace un bocadillo, pero no termina de sentirse del todo a gusto.

No sé si conoces esa sensación, yo sí. Una especie de cosquillo en la espalda que te dice que algo no está bien.

José se levanta, revisa la estancia en la que está, podríamos decir que es una suerte de cocina comedor, y luego se dirige al dormitorio.

Bueno, dormitorio, te recuerdo que es una caseta de aperos, por lo que entiendo que no era mucho más que una habitación con un colchón para echarse una siesta.

José se lleva el susto de su vida, encima de ese colchón está profundamente dormida una niña.

Bueno, una chica, no tiene más de 15 años, piensa José.

No le pasa desapercibido que al pie del colchón hay una vela.

José aún se pone más nervioso cuando la llama.

¿Nena? ¿Nena? Y ella no contesta.

Tarda poco en darse cuenta de que la niña no respira.

El hombre da aviso a la Guardia Civil, en concreto al cuartel de Yatoba, que desplaza al lugar a una patrulla.

Y así empieza la investigación del caso Makast.

Es una investigación que te aviso ya, va a ser compleja.

Para empezar, la chica que está sobre la cama, efectivamente está muerta y no tiene documentación.

La Guardia Civil parte de muy poco para su identificación, te recuerdo, y lo dejo ya claro porque será muy importante.

En este caso es el año 1989 y estamos en España.

Olvídate de las pruebas de ADN, ni están ni se las esperan.

La chica de la casa del maestre lleva a una esclava con la inscripción v.m. Blázquez y una correa con los nombres José y Rosa, cada uno en un corazón.

Viste vaqueros, el botón de la cintura está abierto y la cremallera medio bajada.

Y una cosa chocante, en uno de los bolsillos lleva una colonia que era muy popular en los 90.

La anunciaba Maribel Verdú, creo. La Giovanna. No sé si a día de hoy existe, pero esto es de lo más noventero de España.