Volviendo a la isla misteriosa. Parte 2 17117

Volviendo a la isla misteriosa, parte 2.

El reencuentro.

Mientras se dirigían hacia el campamento de la Resistencia, los amigos se encontraron con Grom.

¿Qué pasa? ¿Por qué hay tanto ruido? La Resistencia está siendo atacada.

Vamos a ir a ayudarlos.

Puedo ayudar.

Puedo comer las rocas y piedras que bloquean el camino.

Los amigos se miraron entre sí, agradecidos por la ayuda de Grom.

Juntos, idearon un plan para liberar a la tribu del padre de Remi, que estaba siendo retenida por los soldados.

Mi padre es el líder de la Resistencia.

Debemos liberarlo, Grom.

Puedo comer las rocas que bloquean la entrada.

¡Vamos! Se puso a trabajar, comiendo las rocas y piedras que bloqueaban el camino.

Los amigos lo siguieron, y pronto llegaron a la zona donde estaban retenidos los de la Resistencia, incluyendo al padre de Remi.

¡Miau! Ahora debemos de ser cautelosos, silenciosos.

Grom, tú que eres grande y ruges fuerte, nega un rugido que se asusten y salgan corriendo.

Grom no se lo pensó dos veces.

Cogió aire y al rugir, algunas de las piedras que había comido por el camino cayeron contra los soldados, que estos gritaron y salieron corriendo asustados.

¡Padre! ¡Padre! ¡Estoy aquí! El padre de Remi se sorprendió al ver a su hijo, y luego sonrió.

¡Remi! ¡Remi! ¡Hijo mío! ¡Estoy orgulloso de ti! ¡Vamos a salir de aquí! Con la ayuda de Grom y Diana, los amigos lograron liberar a la tribu y al padre de Remi.

¡Lo hicimos! ¡Lo conseguimos! La tribu y la Resistencia celebraron su victoria.

Remi se reunió con su padre después de tanto tiempo.

Queridos amigos, creo que es hora de que volváis a vuestra casa.

Grom y yo os acompañaremos.

Es de noche y siguiendo el camino de las estrellas, desde el laberinto llegaremos muy pronto a la puerta del jardín de vuestra casa.

Me da mucha pena, pero...

Creo que me voy a quedar aquí, con mi padre y su tribu, que, aparte de vosotros, es la única familia que me queda.

¡Oh, claro, Remi! ¡Lo entendemos! ¡Sí, amigo, quédate! ¡Tu lugar está aquí! ¡Miau! ¡Ha sido genial conocerte, Remi! Yo cuidaré de él.

Y ahora, ¡vámonos! ¡Hasta pronto, Remi! ¡Nos veremos por la isla! Se adentraron en el laberinto e iban tan entretenidos y felices, que no se dieron cuenta de que ya habían llegado a la puerta del jardín.

Cuando cayeron en la cuenta, ni Grom ni Diana estaban con ellos.

¿En qué momento se habían quedado solos? Llegaron a casa y Aracnic estaba tejiendo mientras los veía entrar.

¡Pero si ya está aquí el maravilloso equipo! ¡Miau! ¡Sí, Aracnic! ¡Al final Remi se ha quedado allí! ¡Oh, claro! ¡Es lógico! ¡Ha dado algo muy curioso! Cuando estábamos casi llegando a la puerta del jardín, Grom y Diana habían desaparecido.

¿Sabéis por qué los dioses aparecen y desaparecen en esta isla? ¡Miau! ¡No, no lo sabemos! ¿Por qué? Los dioses aparecen cuando los habitantes de la isla los creen y los necesitan.

La ilusión les da poder y forma.

¿Y por qué desaparecen?