Trenes Contaminados 25603d

¡Hola a todos y bienvenidos al vigésimo programa de Cosas de una Ciudad con Mar!
En el anterior programa estuvimos hablando sobre el modernismo de Cartagena con dos grandes
conocedores de la materia, como son José Antonio Martínez Pérez y Paco Franco. Esta
semana pasada llegamos a los dos millones de visualizaciones e hicimos un sorteo y ya
tenemos ganador del mismo. Va a ser una comida para dos personas en el restaurante El Club
de Regatas de Cartagena. Ya la disfrutará y ya nos dirá cómo ha sido. Estamos otra
vez en Cartagomundi, que va a ser ya una serie habitual de este podcast, y como siempre nos
acompaña Carmelo. ¿Qué tal, Carmelo? Hola, muy buenas tardes, Enrique. Pues nada, como
siempre digo, encantado de volver a estar aquí nuevamente. También nos acompaña Sergio
de Novahocio. ¿Qué tal, Sergio? Pues nada, aquí estamos un día más y por una causa
muy importante y ahora vamos a entender todo. Pues sí, porque nos acompaña Pencho Sánchez,
que es portavoz de la plataforma Solos Contaminados y además es presidente de la Asociación
de Vecinos del Sector Estación. ¿Qué tal, Pencho? Buenas tardes, muy bien, ahí vamos.
Bueno, ahora mismo cerró antes Peñarroya, aquí es que estamos, condenada en Cartagena.
Por algo somos la sexta ciudad más contaminada de España, con temas de petroles pesados
y suelos radiactivos. Efectivamente, ya llevamos 32 años desde que cerró la fábrica de Peñarroya.
En 2001 cerró la fábrica de London, y en 2009 cerró la fábrica de Vecinos.
¿Español es Vecinos? Vecinos, correcto.
Y efectivamente, en todo este tiempo, ¿qué hemos tenido? Pues no hemos tenido más que
ida y venida, engaños, mentiras, como siempre, porque en Cartagena la ley dice que se contamina
paga, pero parece que aquí es el que contamina cobra, en Cartagena. Y aquí lo único que
se busca no es la salud de los ciudadanos, de los vecinos, sino la especulación. Ahí
los terrenos de London, los comprados, la señora Pilar Barreiro se los quedaron para
construir 5.600 viviendas, no para descontaminarlos, sino para construir 5.600 viviendas, pero
la burbuja inmobiliaria, la gallina de los huevos de oro se rompió, entonces ya la burbuja inmobiliaria se fue al traste.
Pero había parte del suelo de Pontasas que era privado, ¿no? Y luego pasaba el barco
de Sorbia y luego lo compraron a la de Catejoma. Bueno, ahí había más de 30 empresas, bancos
y de todo metido ahí. Entonces, bueno, ahí crearon una sociedad, pues de casa, que era
proyecto para desarrollo de Cartagena, la cual se quedaron con esos terrenos para construir.
Hicieron esa propiedad, o sea, sociedad que después de muchos años se disolvió por
pérdidas millonarias, sin saber por qué, porque no se movió un dedo. Hicieron estudios,
más estudios y siguen todavía estudiando. Hasta que en 2000, y bueno, por supuesto,
esos terrenos, como tú has dicho, Sergio, no teníamos bastante, o sea, al principio
era el 55% ayuntamiento de comunidad autónoma, después estaba el Banco Sabadell, que compró
también un 25% y Royal Army, que compró, que se disolvió después el ayuntamiento también.
Entonces, el 25% del restante que era del Banco Sabadell, la señora alcaldesa Anabelle
Catejoma vino y los compró. Además, los compró de una forma que liberaba al Banco de Sabadell
de limpiar esa descontaminación que venía recogida en el proyecto igualitario que hicieron.
Cuando estaba el CRO, estaba el ayuntamiento y estaba el Banco Sabadell. O sea, que eso
recoge la escritura. Pero esta mujer, bueno, con buena vista, compró ahí suelo envenenado
para los cartas generales, porque no teníamos bastante, que la obligación de limpiar esos
terrenos era disolviar. Sí, me acuerdo que decía que no había costado barato los terrenos.
Sí, claro, 500.000 euros costó, pero ni regalado. O sea, lo caro es descontaminar.
Claro, efectivamente, claro, si lo que es el problema es la descontaminación. Lo que pasa
es que la gente en Cartagena no sabe, no quiere, no lo entera, pero cuando le compraron al banco,
o sea, al CRO, esos terrenos, se comprometieron, le descontaron 10 millones de euros para su
descontaminación. ¿Qué pasa después de un montón de años? Porque dice, no,