Track #44 Pilar Palomero 16533b

Me acuerdo ahora que yo no lo me haya oído.
Algún interés real, pero no...
Silencio, por favor.
Sube pérdida.
A mí me gusta mucho cómo trabaja esta persona.
Motor.
Cámara grabada.
Un poco de chisquilla iría bien.
Vamos a grabar un wild track.
Bueno, pues gracias.
Pues muchas gracias.
Por todo ello y por todo...
Entonces vamos a hablar más de trabajos,
de tu arranque, de tus trabajos previos,
de esos talleres extraordinarios
y cómo se produjo.
Bueno, que seguramente vamos a ir más por ahí.
Pues en primer lugar, gracias, Pilar,
por haber acudido a la llamada de CETAC.
Gracias por invitarme.
Y bueno, vamos a charlar un ratillo,
sobre todo, como decíamos,
de los porqués y de dónde vienen
tus películas actuales y cómo se han fundamentado
y cómo te has formado durante todo ese tiempo.
Directora y guionista fundamentalmente,
pero también vamos a hablar de cuando fuiste cámara
y cuando fuiste directora de foto,
que para eso te formaste además.
Siempre preguntamos de dónde viene.
Bueno, pues en algunos casos hay una cámara
del padre en casa.
En otros, pues como en otro compañero
que ha estado hoy con nosotros, Sergio de Uña,
un padre aficionado a la fotografía de naturaleza,
que después a él lo va llevando por ese camino.
En tu caso, empiezas contando historias.
Contando historias, escribiendo cuentos
con Daniel Travieso o haciendo novelas,
que luego te aparecen en cajas.
¿Cómo empieza, digamos, esa ilusión
por empezar a narrar?
Pues no sé cómo nace ni dónde nace,
porque es verdad que mi familia son todos de ciencias,
han incluido hermanos, mi padre ingeniero agrónomo,
mi madre profe de mates y mi hermana ingeniera agrónomo
y mi hermano profe de mates.
Han continuado.
Pero sí que recuerdo de pequeña
que me gustaban mucho los cómics de Daniel Travieso
y en el momento en el que me había leído todos,
empecé a inventar los que...
Me faltan aventuras, ¿no?
Claro. Fue un poco como, bueno, pues ya me los he leído,
pues ahora, venga, me los invento y me lo pasaba genial.
Y de ahí a la adolescencia, que ya no escribía cómics,
escribía novelas, que se llamaban...
Había una que se llamaba Paraíso Infernal
y que era sobre gente, pues eso, drogas
y adolescentes grunge y todo esto.
Y sobre todo, pues lo recuerdo como una sensación
muy placentera de escribir.
Para mí, nunca se lo enseñaba a nadie.
Me daba vergüenza, me parecía...
Si mi hermano o mi hermana lo leían a escondidas,
me enfadaba muchísimo.
Y lo tengo todo bien guardadito.
No se va a publicar, por lo que veo, no se va a publicar.
No, porque, a ver, para mí es muy valioso,
porque me hace mucha gracia que yo tuviera estas inquietudes,
pero a nivel literario, pues...
Claro, para mí mi referente era Susan P. Hinton,
que había escrito Rebeldes, Salir de la calle,
que eran mis novelas favoritas.
Pero bueno, sí que esta cosa de decir
yo lo que quiero hacer es escribir.
Pero fíjate, además, nombras libros
que se convirtieron en películas, además,
con lo cual ya llevabas por ahí el camino.
Bueno, y de hecho, fue las primeras películas también,
porque tampoco escribí...
Mi familia no es cinefila,
ni es algo que yo haya amamado desde pequeña, en absoluto.
Pero, por ejemplo, sí que la curiosidad
de ver tanto Rebeldes como La ley de la calle,
que recuerdo alquilarlas, no sé si te acuerdas,
unos cineclubs que se llamaban Hollywood,
que tenían la cartasa roja,
con Marlon Monroe.
Me acuerdo de ir a alquilarlos allí.
Creo que también fue una manera
de entrar en o con el cine.
Claro, con la literatura sigues un proceso casi lógico,
porque estudias filología en la universidad.
Lógicamente, ¿dónde si no?
No sé si coincides con...
Claro, parece que lleváis unas carreras para el cine.