Tiempo de Ley 17/03/2025 615r6x

Tiempo de Ley, producido por Oír y Ver, presenta y dirige Jorge F.

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Oye, ¿quién es el mejor abogado que has visto? Dime.

El mío es Robert Graham. Trabajé para él. Él nunca pierde. Ahora tú.

En el trabajo, después de la escuela, un vagabundo mató a un granjero, violó a la esposa en un camino rural con un cuchillo de maíz. Ser humano vil, vil. La corte asignó al abogado Shaw el caso. Shaw. Le llevamos su cena a la cárcel porque Daryl O'Shaw se sentaba con él. Lo preparó, lo defendió, sin trucos.

¿Y ganó? Pero el señor Shaw tenía que vivir aquí. Fue amenazado, la escopía.

Él se sentaba con él en la iglesia. Pudo haberse negado a tomar el caso, pero él creía en la ley.

No ha habido nadie mejor que Henry Shaw. El hombre más decente que jamás vi. Jamás. Jamás.

Henry.

Seguimos en tiempo de ley. Estamos hoy con el abogado laboralista valeriano Jiménez Fernández, pues que es un letrado que es toda una institución en la provincia de Cáceres. Muy buenas tardes, valeriano.

Muchísimas, muy buenas tardes y encantado de estar con vosotros. Lo de institución espero que tenga que ver con lo de buena persona y con la edad, que ya es alguna, más que realmente con otra cosa. No obstante, te lo agradezco. Cuéntame.

Vamos a ver, valeriano. ¿Qué te motivó a especializarte concretamente? Bueno, primero a estudiar Derecho y luego a especializarte en Derecho Laboral.

Pues mira, en el caso del Derecho no fue una carambola. En el caso del Derecho fue verdaderamente, quizás en vocación suena demasiado fuerte para hablar de ello en la adolescencia, pero sí es verdad que recuerdo perfectamente hablar con mi profesor de EGB. Yo estudié la EGB, octavo, y decirle que me gustaría, que me resultaba apasionante e interesante.

No sabía con exactitud dónde me iba a ubicar el día que ejerciera, pero sí quería estar relacionado con el mundo del Derecho. No lo sé, a lo mejor es esa idea un poco fantasiosa de la adolescencia, de tratar de cambiar las cosas, de tratar de hacer el mundo un poquito mejor y poner un granito de arena. Me parecía, por mis lecturas, por el cine y demás, un ámbito enormemente interesante. Y en cuanto a lo del mundo laboral, eso sí que fue una casualidad.

Jamás pensé, cuando estudiaba en cuarto de Derecho, Derecho Laboral, en el plan de estudios de entonces, yo soy del 81-86, esas asignaturas estudiaba en cuarto de Derecho, jamás pensé que ese sería al final pues mi hábitat natural para el ejercicio del Derecho. Fue un cúmulo de casualidades, de personales, de relaciones, de alguien que estaba en los sindicatos, en el sindicato donde yo estoy, en la asesoría jurídica de UGT en Extremadura, que dejaba una silla libre y habló a quienes entonces hacían el sindicato de la posibilidad de que yo entrara, estamos hablando del año 92, han pasado la friolera ya de 35 años, y ahí que me incorporé. Pensaba además que era egoístamente para mí una palanca que me permitía apoyarme en ella para, una vez adquirido conocimientos, experiencia y por qué no reconocerlo también relaciones.