Tiempo de Ley 03/03/2025 2zp44

Tiempo de ley, producido por Oír y Ver, presenta y dirige Jorge F.

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Seguimos en tiempo de ley y hoy estamos con la magistrada Natalia Belilla Antolín. ¿Qué podemos decir de Natalia? Pues que es magistrada y comunicadora, está involucrada en el acercamiento de la justicia al ciudadano y concernida con las amenazas a la democracia y las nuevas implicaciones de los derechos fundamentales. Sus pasiones son la familia, la naturaleza y bucear. Es experta en derecho de familia y civil y entusiasta del derecho laboral. Es miembro del Consejo Editorial de Hay Derecho y del blog Mapa Mental, del confidencial y autora de libros Cómo así funciona la justicia y la crisis de la autoridad de ARPA Editores.

Muy buenas tardes Natalia. Hola, buenas tardes. Actualmente eres magistrada del juzgado de primera instancia número 6 de Alcobendas, ¿verdad? Así es, sí. Me dedico a la familia y a la discapacidad. Muy bien. Estás casada, tienes tres hijos y te licenciaste en Derecho y Ciencias Económicas Empresariales por la Universidad Pontificia de Comillas. Y has estado cuatro años en el Gabinete Técnico de la Sala Primera del Tribunal Supremo y ocho años como analista jurisprudencial de sentencias de la Sala Prionera del CENDOJ, ¿no? Así es, sí. La Sala Primera.

Muy bien. Pues Natalia, fuiste abogada de empresa, fuiste, como decimos, parte del Gabinete Técnico del Tribunal Supremo y otras responsabilidades, pero al final ¿qué te quedaba? ¿Tú querías ser juez desde muy joven? No, todo lo contrario. Yo tengo una vocación totalmente tardía. En ningún momento pensé en ser juez a lo largo de toda mi vida. Yo cuando estudié la carrera no tenía ni idea de lo que me quería dedicar. Me empezó a gustar mucho más el derecho que las empresariales y cuando acabé la carrera pues me puse a trabajar primero en un despacho de abogados de penal y luego ya me fui a una empresa de construcción, una constructora.

Estuve en el departamento de personal y de temas de contratación y luego me fui a otra empresa que era de ingeniería, en temas que se dedicaban a la fabricación de aparatos de medicina de rayos X, resonancias magnéticas y todo esto, pues yo estaba en el departamento financiero. Y ya después de un tiempo pues me di cuenta de que lo mío era el derecho. Recordaba la época de abogada penalista que había estado asistiendo a declaraciones de imputados en diversos juzgados y había ido a la audiencia provincial a defender algún recurso y todo esto.

Entonces empecé a pensar que me gustaba más esto de ser juez y ahí me vino la vocación. Es decir, muchísimo más tarde de lo que le viene la mayor parte de la gente. Y dime una cosa, tú que tienes formación también de económicas, si por ejemplo a tus hijos, no sé qué edad tienen, pero si tuvieran ya que empezaron la universidad y por ejemplo estudiaran dudando entre económicas o derecho, ahora que se lleva el doble grado este de derecho y ADE, por ejemplo, derechos y económicas, ¿tú apostarías sólo por derecho o sólo por económicas o qué tal te fue a ti esa doble formación? Yo creo que siempre y cuando tengas ganas, porque tampoco se trata de estudiar algo que no te guste, creo que el doble grado te permite tener una visión más periscópica, tener como más capacidad de análisis multifactorial.

A mí haber estudiado una carrera, lo mío eran empresariales, no fue económicas, pero una carrera diferente a ver hecho, aunque guarde relación en algunos aspectos, pues me permitió tener una mentalidad distinta. Yo di materias que no habría dado nunca en derecho y la verdad es que a mí me vino bastante bien, sobre todo para pensar mejor.

Lo que sale es que es un esfuerzo, a lo mejor, que no todo el mundo quiere tener, pero a mí me parece que es buena idea el tener, si no, a lo mejor una formación universitaria completa, sí hacer otras cosas que no sean solamente derecho y económica.