
El silencio de las sirenas - Franz Kafka 1l1j5l
Descripción de El silencio de las sirenas - Franz Kafka 4e1b1l
«El silencio de las sirenas» es un relato corto de Franz Kafka, escrito en 1917. El relato aborda una resignificación del mito clásico de Ulises y las sirenas. La transformación o metamorfosis se establece al anular o al volver inoperante al canto de las sirenas, con lo cual transgrede la referencia clásica y lo que se obtiene como resultado es una mutación silenciosa. Recordemos que en la Odisea, atribuida a Homero, en el canto X, Circe advierte a Ulises que debe obturar con cera los oídos de sus compañeros y que él debe atarse de pies y manos al mástil de su embarcación, pues solo de esta forma puede escuchar los cantos. Así lo hace Ulises en el canto XII, resiste aferrado con cuerdas y con el corazón a punto de salir de su pecho hasta que los cánticos cesan. Las voces melódicas de las sirenas tienen el don del saber, quienes las escuchan se alejan contentos con el conocimiento infnito. Por lo que el héroe recibe esas dulces voces con anhelo. En su relato, Kafka aborda una mutación o metamorfosis del mito, tan propia de la narrativa kafkiana. En el caso de las sirenas, el autor les arrebata su mayor cualidad: la voz. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1131024 cx2z
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
La luna deslumbrante asoma entre los árboles la oscuridad de la noche lo inunda todo y una tenue niebla comienza a aparecer adéntrate en el bosque busca el árbol viejo siéntate a su lado ponte cómodo cierra los ojos y escucha la historia que traen hasta ti las criaturas de la noche bienvenidos estos son los cuentos del bosque oscuro el silencio de las sirenas de franz kafka existen métodos insuficientes casi pueriles que también pueden servir para la salvación aquí la prueba para protegerse del canto de las sirenas ulises tapó sus oídos con cera y se hizo encadenar al mástil de la nave aunque todo el mundo sabía que este recurso era ineficaz muchos navegantes podían haber hecho lo mismo excepto aquellos que eran atraídos por las sirenas ya desde lejos el canto de las sirenas lo traspasaba todo la pasión de los seducidos habría hecho saltar prisiones más fuertes que mástiles y cadenas ulises no pensó en eso si bien quizá alguna vez algo había llegado a sus oídos se confió por completo en aquel puñado de cera y en el manojo de cadenas contento con sus pequeñas estratagemas navegó en pos de las sirenas con alegría inocente sin embargo las sirenas poseen un arma mucho más terrible que el canto su silencio no sucedió en realidad pero es probable que alguien se hubiera salvado alguna vez de sus cantos aunque nunca de su silencio ningún sentimiento terreno puede equipararse a la vanidad de haberlas vencido mediante las propias fuerzas en efecto las terribles seductoras no cantaron cuando pasó ulises tal vez porque creyeron que aquel enemigo sólo podía herirlo el silencio tal vez porque el espectáculo de felicidad en el rostro de ulises quien sólo pensaba en cera y cadenas les hizo olvidar toda canción ulises para expresarlo de alguna manera no oyó el silencio estaba convencido de que ellas cantaban y que sólo él estaba a salvo fugazmente vio primero las curvas de sus cuellos la respiración profunda los ojos llenos de lágrimas los labios entreabiertos creía que todo era parte de la melodía que fluía sorda en torno de él el espectáculo comenzó a desvanecerse pronto las sirenas se esfumaron de su horizonte personal y precisamente cuando se hallaba más próximo ya lo supo más acerca de ellas y ellas más hermosas que nunca se estiraban se contoneaba desplegaban sus húmedas cabelleras al viento abrían sus garras acariciando la roca ya no pretendía seducir tan solo querían atrapar por un momento más el fulgor de los grandes ojos de ulises si la sirena su
Comentarios de El silencio de las sirenas - Franz Kafka 4h4j49