Siempre hay una razón para encarnar, por María Jesús Albertus 51202p

Somos salud.

Somos espiritualidad.

Somos conciencia.

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Por eso, ¿qué le esperará a aquella persona que tras las tareas cumplidas aquí, por ejemplo, en la Tierra, en este mundo, retorne al país de la misericordia, del amor de donde vino? Si estaba en un lugar tan hermoso, ¿por qué ha tenido que venir aquí, a este planeta, con tantos problemas? Bueno, ya nos lo explicarán cuando lleguemos.

Siempre hay una razón para todo.

Y tenemos que acostumbrarnos a pensar, bueno, ya nos lo dirán cuando lleguemos allí.

Yo no hago más que cajarme de lo mal que lo estoy pasando, de lo que estoy sufriendo, de lo mal que me va la vida, por Dios, por Dios.

Qué malo es Dios, qué cosas me hace.

A lo mejor cuando llegue allí y me expliquen la razón, diga, uff, demasiado poco es por lo que he pasado.

Me merecía más.

Así que no nos quejemos, no nos quejemos.

Sigamos adelante, sigamos luchando, tengamos paciencia, esperanza.

Porque la esperanza, la esperanza es lo último que debemos perder en nuestra vida.

Así que vamos a seguir alentados por esa expectativa y vamos a proseguir felices y humildes.

La humildad es algo maravilloso.

Es algo que no nos sirve de nada.

Nos hace peores personas.

El que se humilla sale ganando.

El que se siente importante y más que nadie, sale perdiendo.

Nadie es más importante que nadie.

Todos hemos nacido igual y por el mismo sitio.

Que una cuna sea de oro y la otra de madera no tiene nada que ver.

Por alguna razón, unos han nacido con dinero, con mucho de todo y otros han nacido con nada.

Habrá una razón, pero no importa.

Ya nos lo explicarán cuando lleguemos al otro lado de la vida.

No, no es justo.

Porque no es justo que Charo tenga joyas, tenga ropa maravillosa y yo no.

Ella ha nacido rica y yo he nacido pobre.

¿Por qué? Si yo también soy tu hija.

Cuando lleguemos allí ya nos lo explicarán y entonces comprenderemos.

Mirad, todos en la vida tenemos que pasar por muchas cosas.

Y en ese libro que tenéis ahí, que no sé si quedará alguno, que se llama Eustaquio, os explican que habremos nacido hombres en una ocasión, en otras mujeres, unas veces ricos, otras veces pobres.

Nos explican todas esas cuestiones.

Y entonces comprendemos por qué.

Y por qué si yo ahora soy mujer, mañana cuando me muera tengo que nacer hombre.

Si a mí me gusta ser mujer, pues muy sencillo.

Porque los hombres pensáis de una forma y las mujeres de otra.

No estoy hablando de feminismo.

Yo estoy de acuerdo en que los mismos trabajos sean pagados igual a un hombre que a una mujer.

No me meto en eso.

Yo simplemente me meto en que las mujeres pensamos de una forma diferente al hombre.

Y tenemos que aprender eso.

Por eso unas veces nacemos hombre, otras veces nacemos mujer.

Tenemos que aprender eso.