
Sexto domingo de Pascua. Medalla Milagrosa. 2025 5n1818
Descripción de Sexto domingo de Pascua. Medalla Milagrosa. 2025 4a1v68
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 14, 23-29 Durante la última Cena, Jesús dijo a sus discípulos: «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho. Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman! Me han oído decir: "Me voy y volveré a ustedes". Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que Yo. Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean». Palabra del Señor 4n432p
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Particular para celebrar este tiempo que empieza a culminar y prepararnos para la celebración de Pentecostés ya de hecho las lecturas sobre todo del evangelio nos van presentando la imagen del Espíritu Santo que el Señor enviará para sostener e iluminar a los apóstoles. El texto que acabamos de escuchar en este sexo domingo de Pascua nos presenta en continuación con los otros domingos la última cena. La primera parte Jesús retomando lo de la semana pasada les habla del que lo ama, es fiel a su palabra pero añade algo que nos ilumina y ilumina una gran verdad dentro de la iglesia que muchas veces no meditamos lo suficiente. Jesús dice el que es fiel a mi palabra yo lo amaré y vendremos con mi padre y habitaremos en él. Esta gran verdad de la inhabitación trinitaria de la presencia de Dios Trino Padre Hijo y Espíritu Santo en nuestro interior.
Muchas veces hemos escuchado hablar que somos templos de Dios que somos templo del Espíritu Santo pero acá como que Jesús nos ilumina y nos hace comprender este gran misterio. En primer lugar hay dos elementos importantes el amor y la fidelidad. El que es fiel a mi palabra me ama. Es decir, amar a Dios es ser fiel a su palabra pero para ser fiel a la palabra de Dios en primer lugar hay que escucharla, hay que escuchar la palabra de Dios pero no basta simplemente con escucharla hay que ponerla por obra hay que ponerla en práctica que es tal vez lo que más nos cuesta porque uno puede escuchar lo que el otro no dice pero no necesariamente tenemos que hacer lo que el otro nos dice o incluso querer queriéndolo hacer no poder hacerlo.
Pensemos que en la última cena Jesús le anuncia a Pedro que lo va a negar le dice tú me negarás tres veces Pedro que escucha lo que le dice Jesús que le dice no señor jamás yo daré mi vida por ti y sin embargo por la historia nosotros sabemos que Pedro termina negándolo entonces uno dice pero Pedro escuchó la palabra de Jesús pero por qué no la puso en práctica qué es lo que hubo ahí que de alguna manera llevó a que Pedro no pudiera cumplir con su palabra algo que nos ilumina también el evangelio es precisamente que Pedro confiaba mucho en sí mismo no confiaba en Jesús y tal vez era más grande el amor a sí mismo que el amor a Cristo era mucho más la confianza que tenía sobre sí lo que él y sus fuerzas podían que en realidad el poder de Jesús y algo que nos ilumina y que es bellísimo recordar es cuando Jesús aparece resucitado se acuerdan ese pasaje que no pueden pescar que están toda la noche después aparece Jesús la gran pesca Jesús que los espera a la orilla Pedro que se larga y va nadando comen después que terminan de comer Jesús lo llama a Pedro lo lleva parte y que le pregunta Jesús a Pedro me amas el que es fiel a mis palabras me amará y la fidelidad de Pedro pasa por ese amar a Jesús no amarse a sí mismo sino amarlo a él por encima de todo y por eso cuando Jesús le pregunta por tercera vez Pedro se entristece porque en realidad se da cuenta que él no lo ama verdaderamente que lo quiere pero lo quiere porque de hecho recordemos Jesús le dice me amas sí señor te quiero me amas sí señor te quiero me quieres Pedro sí señor tú lo sabes todo sabes que te quiero Pedro ahí es consciente de que su amor a Jesús no es perfecto pero que Jesús lo conoce y por eso se pone en sus manos por eso este evangelio que nos empieza a introducir en este gran misterio de Pentecostés nos da los elementos para conocer la clave de nuestra vida de la fe esa clave que tiene como fundamento ese amor a Dios es escuchar su palabra y ese poner en práctica aquello que Jesús nos dice el amor que Jesús nos enseñó la clave del amor no es el amor licuado que hoy tal vez escuchamos en hoy todo en la sociedad se ha licuado hasta la amistad es un click vieron facebook bueno ahora ya está en desuso facebook pero cuando empezó facebook
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