Senna T1 completa #audesc 1mp6y

Sobre un fondo negro aparecen varios textos en blanco, una serie de Netflix.

Una producción de Guyane.

Ahora, entre destellos de luz rojizos y anaranjados se van superponiendo distintos fotogramas.

Entre ellos la imagen de un niño conduciendo un kart, la de un monoplaza circulando por una pista, la de un piloto de carreras caminando con un mono rojo y un casco en la mano, y posteriormente con un mono amarillo y la bandera de Brasil.

También hay imágenes de una chica rubia y de aficionados abrazando al piloto, de sus ojos, de unas manos femeninas con las uñas rosas tocando la espalda de un hombre, del piloto abrazando a una mujer morena, de una persona nadando en el mar y del número doce en el morro de un monoplaza.

Sobre las imágenes aparecen varios créditos, con Gabriel Leone, Calla Escodelario, Matt Mella, Patrick Kennedy, Arnaud Biard, Stephen McIntosh, Camila Márdila, Marco Rica, Susana Ribeiro, Gabriel Louchard, Pamela Tomei y Alice Beckmann como Lillian.

Producción Ejecutiva, Cayo Guyane, Fabiano Guyane, Vicente Amorim, Ana Saito, Kaike Martins Ferreira, UPEX, Gabriel Lacerda y Pablo Torrecillas.

Escrito por Gustavo Braganca, Álvaro Campos, Álvaro Mamute, Rafael Espínola, Thais Falcao.

Finalmente, sobre un fondo negro con gotas de agua y destellos rojizos, aparece el título una serie de Netflix.

Ahora, de nuevo sobre un fondo negro, emergen varios textos en blanco, Episodio 1, Vocación.

Ayrton Senna fue de los mejores pilotos de Fórmula 1 de todos los tiempos.

Batió récords en la pista y se abrió camino fuera de ella.

Décadas después de su muerte, para millones de personas en todo el mundo, sigue siendo un héroe.

Ahora, en un monoplaza de la escudería Renault de color azul, un piloto moreno de casco amarillo y verde circula con el ceño fruncido por una pista pasando junto a un cartel publicitario de Cronenburg.

Sao Paulo, año 94.

Muchos niños corren por un barrio humilde.

Un niño entra a un bar donde la gente ve la televisión.

Al niño que ve la carrera se le borra la sonrisa.

Un día antes, ante el cartel publicitario de Cronenburg rojo y blanco con letras negras, un hombre moreno de pelo ondulado y constitución atlética camina a cámara lenta.

Lleva puesta una camiseta blanca, un mono de carreras atado a la cintura y unas deportivas azul marino.

Se agacha y toca una grieta en la pista.

Lleva puesto un elegante reloj dorado con correa de cuero marrón y tiene una pequeña magulladura en el dorso de la mano.

Se encuentra en el circuito de Imola, en Italia.

Tras observar el suelo de la pista, se queda embobado mirando a la nada a su izquierda.

A continuación, se levanta y observa la pista a su alrededor.

Ahora, los pies de varios niños corretean por un suelo de baldosas en el que se refleja la luz del atardecer.

Es Sao Paulo en 1964.

En el interior de un colegio, un niño corre simulando llevar las manos en un volante.