Un lugar para soñar T6 completa #audesc 6t1z1f

Una letra N roja se despliega y adopta varios colores.

El sol brilla sobre un valle por el que discurre un ancho río.

Las laderas de las montañas están cubiertas de coníferas.

Una pareja sale de una iglesia.

Lucen trajes de boda.

Ella es rubia.

Él tiene media melena oscura.

Una limusina arranca.

Jack y Mel caminan por la calle y la miran.

Pronto seremos nosotros.

¿Has conseguido una limusina? Algo mejor incluso.

¿Sí? ¿Y qué es? Espérate y ya lo verás.

Vas a hacerme esperar tres semanas.

Ya te digo.

Yo alucino.

Qué ganas de probarme el vestido.

¿Seguro que no quieres que te acompañe? No.

¿No? No vas a verme con el vestido hasta que aparezca por el pasillo.

Quiero ver si voy a poder entrar contigo en brazos.

Anda, que ya te vale.

¡Ay, Dios, Jack! ¿Pero qué haces? Practicar lo de entrar con mi futura esposa en brazos.

No, que va.

Tú quieres ver el vestido.

Pues sí.

Si no me dices nada del coche, tú no puedes saber nada del vestido.

Pues sí, tengo ganas de verlo.

¿Y qué? Y también de que llegue nuestro primer baile.

Pero ¿sabes de qué tengo más ganas? ¿De qué? De pasar el resto de mi vida con la mujer que amo.

¡Qué afortunada soy! Y yo más.

Me voy ya.

Bri y las chicas me esperan.

Ya.

Yo voy a la ferretería a comprar lo que falta.

¿El granero estará listo para la boda? Uy, sí, lo que sea.

Por mi futura esposa.

Muy bien.

Entra en una tienda.

Adiós.

Chao.

¡Hola! ¡Hola! ¡Hola, Mel! ¡Hola, Mel! ¡Estás maravillosa! ¡Mira! ¡Largo de aquí! Mel echa a Jack.

Bri le da champán.

Para ti.

Gracias.

Gracias por venir.

Oh, gracias por contar con nosotras.

Faltaría más.

Necesitaba la aprobación de mis costureras.

Además, llevamos meses buscando el vestido.

Sí, es verdad.

Pero ha valido la pena.

¡Chin-chin! ¡Chin-chin! Melinda, tu vestido.

Vale.

Bien, voy allá.

Gracias.

A ver.

¡Qué emoción! Mel entra en un probador.

Bueno, ¿y cómo van los preparativos de la boda? Uy, pues de maravilla.

Hope will have a oficiaria.

Charmaine se ha ofrecido a peinarme, cosa que agradezco.

Y nos van llegando confirmaciones poco a poco, así que...

Qué bien.

¿Y tu padre va a venir? Las chicas miran a Joellen.

Mel recuerda el reencuentro con su padre.

Esto es por si quieres volver a oír la voz de tu madre.

En el pasado, Everett le da unas cartas.

Gracias.

Mel sonríe con ojos llorosos.

He de decirte algo importante.

Lo mira seria.

Hay gente en este pueblo que no querrá que formé parte de tu vida.

¿Qué quieres decir? Tengo enemigos, he hecho daño y cosas de las que no estoy orgulloso.

Cosas que algunos no podrán olvidar.

Y puede que sean amigos tuyos.

Mel queda pensativa.

¿Cómo quién? Pues...

Vernon Mullins, por ejemplo.

Mel lo observa muy seria, en el presente.

Sí.

Sí, mi padre va a venir.

Es increíble que Everett Reed sea tu padre.

Joellen mira a Connie y niega.

Vale, es la primera vez que oigo hablar de él.

Mel, es porque no has vivido siempre aquí.

Everett antes era el don Juan del pueblo.

Ahora ya no.

Vale, ya sé que él y Vernon no se llevan bien.

Y Vernon se lleva mal con mucha gente.

¿Y alguna sabe qué pasó? Porque ninguno de ellos le cuenta nada a Mel.

Aparte de ellos dos, no sé si hay alguien que lo sepa.

Un día, hace años, Everett se fue a vivir al bosque.

Y nunca más se supo.

Hasta ahora.

Todas se levantan.

¡Oh, qué guapa! Se muestran desconcertadas ante el vestido.

Ya no, este no es.

Pues no, no lo es.

No.

Gracias a Dios.

¿Hay algún problema? Sí, este no es el vestido que pedí.

Sí, este es el vano.

Ya no, yo encargué el Ofelia.

De la misma diseñadora.

Más encaje y una falda más llena.

Y el escote no es tan picado.

Se casa en una finca.