Salvos por gracia. w3i6b

Versículo para memorizar. Porque por las obras de la ley, ninguna carne se justificará delante de él, porque por la ley es el conocimiento del pecado.

Romanos capítulo 3, versículo 20.

Lección 5 del 10 de mayo de 2025.

Salvos por gracia.

Objetivo, comprender que somos salvos por gracia.

Lectura bíblica.

Efesios capítulo 2, versículos 1 al 10.

Y de ella recibisteis vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en que en otro tiempo anduvisteis conforme a la condición de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de desobediencia.

Entre los cuales, todos nosotros también vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, también como los demás.

Empero Dios, que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo, por gracia sois salvos, y juntamente nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros, las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros, en Cristo Jesús.

Porque por gracia sois salvos por la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe.

Porque somos hechuras suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.

Tema Bíblico Es un hecho incontrovertible que somos salvos por gracia, no por obras.

Porque por gracia sois salvos por la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe.

Efesios capítulo 2, versículos 8 y 9 Pero, ¿qué significa esta expresión en el contexto bíblico? ¿Será una indicación de que ya no es necesario cumplir con la ley de Dios para obtener la vida eterna? Entonces, si somos salvos por gracia y no por obras, ¿por qué cumplimos los mandamientos de Dios? Lo primero que necesitamos analizar es la condición de la humanidad ante los ojos de Dios.

La conducta de los gentiles al no tener la dirección de nuestro Padre es extraviada y muy distante de la voluntad de Dios.

Romanos capítulo 1, versículos 29 al 32 Estando atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de avaricia, de maldad, llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de engaños, de malignidades, murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia.

Que, habiendo entendido el juicio de Dios, que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, mas aún consienten a los que las hacen.

Romanos capítulo 2, versículos 17 al 24 He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y estás reposado en la ley, y te glorías en Dios, y sabes su voluntad, y apruebas lo mejor, instruido por la ley, y confías que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, enseñador de los que no saben, maestro de niños, que tienes la forma de la ciencia, y de la verdad en la ley.

Tú pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú, que predicas que no sea de hurtar, hurtas.

Tú, que dices que no sea de adulterar, adulteras.

Tú, que abominas los ídolos, cometes sacrilegio.

Tú, que te jactas de la ley, con infracción de la ley deshonras a Dios.

Porque el nombre de Dios es blasfemado por causa de vosotros entre los gentiles, como está escrito.

Por tanto, la condición tanto de israelitas como de gentiles era estar condenados a la muerte eterna, pues todo aquel que no vive conforme a la voluntad de su Creador no puede tener comunión con él, y en consecuencia no puede heredar la vida eterna.

Romanos capítulo 6, versículo 23, y capítulo 5, versículo 12.

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

De consiguiente, vino la reconciliación por uno, así como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó a todos los hombres, pues que todos pecaron.