El rickshaw: De las negociaciones de paz en Ucrania a los refugiados sirios 3324v

El Rick Show, la Vuelta Semanal al Mundo.

Bienvenidos y bienvenidas a una nueva entrega del Rick Show. Hoy es sábado 15 de marzo, os habla Javier Sánchez.

Esta semana arrancamos con las negociaciones para un alto el fuego en el conflicto de Ucrania, ponemos el foco en la guerra arancelaria iniciada por Trump y analizamos la detención del expresidente filipino Rodrigo Duterte.

Por otra parte, nuestra imagen de la semana se fija en los centenares de sirios que huyen del país hacia Líbano y también nos detenemos en la nueva normativa migratoria de la Unión Europea y hacemos paradas en lo ocurrido en Groenlandia, Pakistán y México.

Empezamos.

El recorrido. El presidente ruso Vladimir Putin mostró dudas sobre el alto el fuego temporal en Ucrania, propuesto por Estados Unidos y aceptado por Kiev. Durante un encuentro con su homólogo bielorruso Aleksandr Lukashenko, Putin afirmó que aunque Rusia no se opone a una tregua, cualquier acuerdo debe garantizar una paz a largo plazo y abordar otros asuntos fundamentales del conflicto.

Además, Putin también desconfía de la hipotética misión internacional en la línea entre ambos ejércitos que se ha comentado en los últimos días.

Lukashenko, por su parte, advirtió que Washington podría estar utilizando la tregua como una estrategia para ganar tiempo y tantear el terreno asegurando que no tienen ningún plan para el conflicto.

Hasta ahora, Rusia ha exigido que Occidente se desvincule totalmente de Ucrania, que Kiev se desarme y que se reconozcan internacionalmente como rusas las provincias ocupadas de Dónex, Lugansk, Jersón y Zaporilla, además de Crimea.

Mientras, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky acusó a Rusia de intentar retrasar el inicio del proceso de paz y destacó que Kiev está lista para aceptar un alto el fuego.

Según Zelensky, la falta de una respuesta seria a la propuesta de tregua demuestra la intención que tiene Moscú de prolongar el conflicto.

En paralelo a estas declaraciones, los ministros de Asuntos Exteriores del G7, junto con la Unión Europea, organizaron una reunión en Canadá con Ucrania como tema central en un momento en el que, además, las relaciones comerciales entre varios países también atraviesan una tensa situación debido a la imposición de nuevos aranceles por parte de Washington.

Como decíamos, la guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea se intensificó esta semana hasta llegar a la amenaza del presidente norteamericano Donald Trump de imponer aranceles del 200% a los productos alcohólicos procedentes de países europeos.

Esta decisión llega como respuesta a los nuevos gravámenes del 50% que la Unión Europea propuso imponer sobre el whisky de bourbon estadounidense en represalia, a su vez, a las tasas del 25% que Washington aplicó anteriormente a las importaciones de acero y aluminio.

A través de la red social Truth Social, Trump acusó a la Unión Europea de ser una autoridad abusiva que busca aprovecharse de Estados Unidos y aseguró que su medida protegerá y fortalecerá a su país.

Sin embargo, algunos analistas advierten que este tipo de políticas proteccionistas podrían tener consecuencias adversas tanto para la economía estadounidense como para sus relaciones diplomáticas con Europa.

El conflicto comercial entre ambas potencias se marca en un contexto de alta volatilidad en los mercados financieros y un creciente temor a una recesión en Estados Unidos.

A pesar de la caída en las bolsas y las preocupaciones expresadas por el sector empresarial, la istración Trump sigue firme en su estrategia arancelaria.

Además, Canadá, afectado por las tasas al acero y el aluminio, respondió con sus propios aranceles por un valor de 21.000 millones de dólares, lo que amplía aún más la confrontación comercial.

Cambiamos de rumbo, ponemos el foco ahora en Filipinas, porque el expresidente Rodrigo Duterte fue arrestado en Manila y extraditado a la Corte Penal Internacional en La Haya, acusado de crímenes contra la humanidad por el asesinato de civiles durante la guerra contra la droga que desató entre 2011 y 2019.

La detención, ocurrida en el aeropuerto internacional Ninoy Aquino, derivó en un enfrentamiento de 12 horas entre Duterte, su familia y la policía filipina.

El exmandatario se negó a ser fichado, desafió a los agentes y advirtió que tendrían que matarlo para llevarlo a La Haya.

A pesar de la resistencia, la policía logró trasladarlo a un avión fletado por el gobierno, donde fue entregado a la Corte Penal Internacional.

Para los jueces de este tribunal, el expresidente podría ser responsable de al menos 19 ejecuciones extrajudiciales en la ciudad de Dabao cuando era subsecretario.