Remigio Frutos “Algeteño” 173y2c

Estamos en Los Toros Nuestra Historia, estamos con nuestro relator también no particular, estamos con Juan Salazar. Juan, ¿cómo estás? Muy bien, muy bien, Javier.

Bueno, y hoy con un amigo, amigo familiar. Hoy nos acompaña Álvaro, Álvaro que dice que no quiere hablar mucho, pero no sé, lo mismo, si se arranca, bienvenido será, como él, como él. Álvaro se tiene que acercar al micrófono si quiere saludarnos. Encantado de estar aquí, lo primero.

Bueno, bueno, un placer Álvaro, tenerte aquí. Un buen oyente, un buen amigo y sois cuñado.

Somos cuñados, somos cuñados. ¿Os lleváis bien? Pues sí, y mucho, y además hemos hecho algún viaje, bueno, fuimos a Nîmes, tuvimos ahí un viaje extraordinario, sí, sí, muy aficionado y además Rubén Sancista, cosa que habla muy bien de él también. Bueno, yo que tengo cuñados rojos y no me apetece mucho viajar, pero yo voy bien con ellos, pero no me apetece viajar, tampoco ya bastante, tengo una vida de hacer estas cosas. No, no, en este caso, y además su madre, en fin, Teresa, siempre nos escucha.

A ella no le gusta el término suegra, pero para que los entiendan, los oyentes, es mi suegra y es quien me acompaña en todos los viajes, realmente es, y es un encanto, siempre que acaba el programa siempre me llama, me dice Juan, mira que hoy me gusta mucho, mira que curioso esto, tal, o sea, que un saludo también a Teresa que ha estado aquí. Pues a Teresa un beso también. No, de hecho, yo, claro, tú no sales en la imagen, pero salgo yo, y yo por eso había puesto aquí la botella en medio, se me había olvidado.

Oye, ¿de qué nos vas a hablar hoy, querido amigo? Pues mira, tenía idea de hablar de un, también un torero que no es figura, no es al mejor famoso, pero son de esas personalidades, esos toreros que a mí, que hemos hecho varios programas que me interesan mucho, de Remigio Frutos, algeteño, tuvo una vida curiosa, sobre todo por sus relaciones familiares y por determinadas tardes en las que estuvo, o sea, no tomó la alternativa, se quedó en Novillero, entonces, desde el punto de vista taurino, su trayectoria, pues no es, no se puede calificar de exitosa, ahora hay determinados momentos en donde, tardes en donde está, y solo por ese hecho, pues yo creo que merece la pena. El algeteño, algeteño, nace en Algete, como su apodo indica, el 19 de julio de 1876, en la calle Mayor, y fue, ya digo, por esas circunstancias de la vida que le hizo estar en determinados momentos, yo creo que pasa la historia y merece la pena.

Bueno, pues ahora nos vas a decir quién fue el algeteño. Pues sí, Remigio Frutos, fíjate, es curioso, el Cosío, por ejemplo, a mí me encantan muchas veces las figuras de estos toreos en donde, en tres líneas, se resume toda una trayectoria vital. El Cosío dice, matador de novillos, antes de empuñar el estoque, había trabajado como picador. El 26 de junio de 1910 se presentó en Madrid en calidad de novillero y dio pruebas de valentía, pero también de un toreo muy rudo.

Toreó muy poco en temporadas sucesivas. Falleció en Madrid el 24 de octubre de 1947. Con eso lo liquida. Habla también de su hermano, Cosío también, otra reseña muy breve de su hermano Saturnino Frutos, algeteño, picador que apareció en la temporada de 1903 trabajando en corridas de novillos. Prometía ser un barilarguero de primera fila por las grandes aptitudes que poseía, pero no lo procuró en serio. Y su labor no fue ni muy dilatada ni muy lúcida.

Claro, y estos algeteños, sobre todo, son muy conocidos y al citar ahora a Saturnino Frutos, cuando uno dice Saturnino Frutos, piensa en Ojitos, del que hemos hablado aquí alguna vez, que eran tíos, desde luego, Ojitos era tíos del remigio Frutos del algeteño. ¿Y del otro Saturnino? No, no he visto si es tío o padre, entiendo que no, pero posiblemente sería también tío, pero no he hecho el árbol genealógico de dónde viene. Y ya digo, pues el algeteño no tuvo una trayectoria exitosa, o sea, realmente, pues en Toros y Toreros de 1910, pues dice, este sobrino de Ojitos, que empezó su carrera taurina siendo picador, se empeñó en matar novillos y este año quiso atrapar el cartel de Madrid.

Lo consiguió el 26 de mayo estoqueando en una corrida de toros, uno rejoneado, de la ganadería de don Antonio Olmedo. El segundo, que tenía también que estoquear, le cogió y le produjo una herida de consideración en el muro izquierdo, por cuya causa no pudo volver a torear en más de un mes. Habla luego cuando vuelve a torear el 25 de julio, es decir, no tiene mucho y años después, tres años después, en 1913, Toros y Toreros, refiriéndose algeteño,