Rafael Sanzio 3p2s2z

Aquí yace Rafael mientras vivió la naturaleza se vio a sí misma vencida ahora que está muerto ella también teme morir en un tiempo existía en Roma un grandioso templo dedicado a todos los dioses bajo su perfecta y clásica cúpula yacen los restos mortales de un artista que en su corta vida alcanzó un equilibrio excepcional y delicado una serenidad perfecta un estilo tan natural como ideal y una belleza atrayente y espontánea en memoria del antiguo Olimpo en el umbral de la eternidad el panteón es ahora la última morada del más divino de los pintores hasta mediados del siglo XV Urbino era una ciudad pequeña edificada en ladrillo y piedra y situada entre las verdes colinas de la región de las marcas entre Romaña, Toscana y Umbría entonces la familia Montefeltro pasó a formar parte de la historia y la transformó en una ciudad en forma de palacio cada calle, cada casa y el más pequeño de los rincones de Urbino jugaban un papel en su serena armonía una armonía en la que las elegantes proporciones los ritmos arquitectónicos y la relación campo y ciudad parecen espontáneos y naturales aún hoy en día son un asombroso ejemplo de un diseño concebido de forma armoniosa Rafael nació en esta casa a las tres de la mañana de un viernes santo el 28 de marzo de 1483 la casa se conserva perfectamente con su pequeño patio empedrado y ennoblecido por un decorativo pozo la vieja cocina y las habitaciones enyesadas permanecen vivas con un cierto toque hogareño y acogedor incluso aún quedan algunos de sus antiguos utensilios cuando nació Rafael el solemne retablo de Piero de la sca ya llevaba diez años adornando la iglesia renacentista de San Bernardino este espléndido trabajo era además de una obra maestra del siglo XV el encargo más valioso hecho por un mecenas el duque Federico de Montefeltro quien transformó la pequeña y aislada corte de Urbino en un centro de la cultura y las artes sofisticado e internacional el duque quedó tan impresionado que manifestó su voluntad de ser enterrado junto a esta extraordinaria pintura Federico que aparece en todos los cuadros de perfil para ocultar la falta del ojo que perdió durante un torneo era un auténtico príncipe y un caballero culto e ilustrado él fue el artífice de la construcción del palacio familiar cuyos trabajos comenzaron en 1465 la inigualable marquetería de su estudiolo nos cuenta su historia de forma simbólica como muchos grandes hombres de la guerra Montefeltro aunque pasó muchos años con la armadura puesta amaba la paz ahora finalmente podía despojarse de los atavíos guerreros y entregarse a las musas