PoliPepe#1667: Los Thunder despachan sin apuro a los Wolves 2s3b6f

Esto es PepeDiario, PoliPepe.

Hola, ¿qué tal? Hoy estamos a jueves 29 de mayo del año 2025.

Os hablo desde el barrio de Arguelles, en Madrid, en España.

Yo soy Pepe Rodríguez y este es el programa número 1667 de la sección de deporte norteamericano de PepeDiario.

Los Oklahoma City Thunder están en las finales de la NBA.

Han despachado a los Minnesota Timberwolves como quien se quita de encima un mosquito.

Es verdad que tuvieron ese mal partido.

El tercero, es verdad que ha habido algún que otro tramo.

¡Cómo no va a haber algún que otro tramo! En el que, en unas finales de conferencia, un equipo rival esté capacitado para ponerte un ratito en apuros.

Pero, quitando eso, que entra dentro de lo más normal que te puedes imaginar en cualquier serie de play-off.

La superioridad, la supremacía de los Thunder en esta eliminatoria es paradigmática, es enorme, es gigantesca.

Y creo que han cogido una velocidad de crucero que es muy difícil imaginar que van a parar.

No tenemos ni idea.

¿Llegarán las finales de la NBA? Y ahí, dependiendo del rival, dependiendo de lesiones o no lesiones, podrá cambiar la historia.

Cosa que, ahora mismo, no parece nada claro en el horizonte.

¿Por qué? Porque la manera en la que están jugando ahora los Oklahoma City Thunder es tan despampanante que supongo que proviene de varias cosas.

No solo de la autoconfianza, no solo de saber que lo que han hecho durante todo el año se puede replicar perfectamente en play-off.

No solo de que están todos bien físicamente y que están todos bien en la mejor de sus capacidades en lo que va de año.

No solo la idea de que tienen al mejor jugador de toda la temporada como es Shea Gilgius Alexander, sino que Chet Holgren o Jalen Williams han alcanzado también su pico y su cima ahora mismo.

No digo que sea muy diferente al pico o cima que han tenido en otros momentos del año, pero que ahora lo tienen así.

No es solo eso, es también el que todos los rivales que se les ponen delante han entendido cómo jugarles y cómo destrozarles.

Si Memphis no fue ningún punto de toque, ninguna piedra de toque, porque no lo fue, incluido ese tercer partido en el que llegan a ir perdiendo de prácticamente 30 puntos y aún así lo ganan, quizás ese partido también les enseñó, les mostró una cara que ni ellos mismos sabían que tenían.

Podemos ganar en cualquier circunstancia.

Pero lo que ocurre después, lo que ocurre con los Denver Nuggets y quizás cuando estén, si es que lo consiguen, poniéndose el anillo de campeón, reescribamos la historia y miremos a esa eliminatoria y digamos lo que aquí pasó fue importante para lo que va a suceder o lo que sucedió luego a continuación.

No creo mucho en este tipo de cosas, pero hay un punto en el que si te llevan a cierto límite y te enfrentas a un equipo que tiene un jugador como Nicola Jokic que es tan especial, tan diferente, tan superior y para jugar contra él no te valen tus mismos recursos, no te vale tu sota caballo rey o tu rutina por la que te has llevado 68 partidos en temporada regular, sino que tienes que dar un pelo más o un pelo diferente más que un pelo más, porque doy por hecho que todo el mundo da el 100% cuando llega a estas alturas de competición, pero tienes que ser un poquito diferente.

A la hora de entender lo que tienes enfrente, eso te hace aprender que en cualquier otra circunstancia, en cualquier otro contexto, con cualquier otro jugador u equipo, tú vas a tener recursos.

La principal lectura que saco yo de esa eliminatoria frente a los Nuggets es que los Thunder llegaron al séptimo partido y arrollaron en ese séptimo partido.

En un poco esa sensación de desgaste de física y psicológicamente, los Nuggets no podían dar más, no llegaban a más, no eran capaces de sacar ni otro gramo de sudor ni de esfuerzo para poder parar a los Thunder y en ese séptimo partido los volaron.

Los volaron en mil pedazos.

Les costó a no pocos jugadores de los Thunder, con especial subrayado para Chet Holgren, adaptarse a esas necesidades, a esas urgencias, a lo que había enfrente, adaptarse.

Nada menos que a Nicola Jokic, pero una vez que hicieron eso, ¿qué se te puede poner por delante que tú no seas capaz de entender y que tú no seas capaz de aniquilar? Pues bien, este quinto partido frente a Minnesota tiene un poco ese mismo aroma, sin tener que haber pasado por todos los dolores y todos los crecimientos que te exigió Denver.

Fue también, este último partido, la demostración de que, psicológicamente, es muy complicado enfrentarte a los Thunder.

Porque yo me imagino que los Wolves salen a este encuentro diciendo que es una montaña, es un 3-1, pero eso tenemos que quitarlo de adelante, tenemos que olvidarlo, nuestro único objetivo tiene que ser este partido.

Ganar aquí, el sexto es en casa, ni siquiera pensamos en eso.