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SOLO PARA ADULTOS X - Voces reales
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SOLO PARA ADULTOS X - Voces reales 3f2h3f

Por Starly
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Para los amantes de la buena lectura relatoseroticos.co ofrece un gran variedad de relatos eróticos. Por desgracia tengo que explicar qué es un relato, que no es más ni menos que una pequeña novela cuyas características son la sensualidad y el sexo. Sin embargo hay que saber diferenciarlas de un relato pornográfico, ya que estas tienen la cualidad de detallar las acciones que llevan a cabo sus personajes, es decir, es un poco mas vulgar(y con eso no quiero decir que no sean dignas de ser leídas)sin censuras y en donde las palabras mal sonantes puedes encontrarlas desde el primer párrafo hasta el último. Pues bien nuestra web dispone de numerosos relatos que no necesariamente van dirigido al sexo femenino, es más, incluso podrían ayudarte a comprender mejor las necesidades de las mujeres ya que la mayoría de estos textos están escritas por mujeres con ideas liberales. Esta sección de relatos eróticos podrás encontrarlo con mucha facilidad en la interfaz de nuestra página. Está a tu disposición totalmente gratis, así podrás relajarte en tu cama y disfrutar de alguna confesión o fantasía. Existen además diversas categorías para que puedas elegir el que mejor se ajuste a tus necesidades. Por lo que encontrarás relatos sobre fantasías eróticas como por ejemplo, el sueño de una escritora de ser forzada y violada por el vecino del tercero del que está enamorada desde hace años. La acción ocurre en el ascensor, ella se niega a darle su número de teléfono y él decide tomar cartas sobre el asunto. Detiene el ascensor y abusa de ella sexualmente hasta conseguir eyacular dentro de su culo. Los mayoría de los relatos sobre lesbianas aunque no lo creáis está escrito por mujeres cuyas confesiones empiezan normalmente en su entorno de trabajo. Ella es auxiliar istrativo y su jefa siempre le hace la vida imposible, al intentar solucionar el problema laboral se encuentra con una mujer fiera y dominante. Su despacho se transforma en una sala de torturas en donde la protagonista sufre todo tipo de vejaciones y humillaciones por parte, tanto de su jefa como de sus compañeras de trabajo. Otros relatos que seguro que te excitarán son aquellos que se hacen con mujeres maduras. 6f4b2z

Para los amantes de la buena lectura relatoseroticos.co ofrece un gran variedad de relatos eróticos. Por desgracia tengo que explicar qué es un relato, que no es más ni menos que una pequeña novela cuyas características son la sensualidad y el sexo. Sin embargo hay que saber diferenciarlas de un relato pornográfico, ya que estas tienen la cualidad de detallar las acciones que llevan a cabo sus personajes, es decir, es un poco mas vulgar(y con eso no quiero decir que no sean dignas de ser leídas)sin censuras y en donde las palabras mal sonantes puedes encontrarlas desde el primer párrafo hasta el último. Pues bien nuestra web dispone de numerosos relatos que no necesariamente van dirigido al sexo femenino, es más, incluso podrían ayudarte a comprender mejor las necesidades de las mujeres ya que la mayoría de estos textos están escritas por mujeres con ideas liberales. Esta sección de relatos eróticos podrás encontrarlo con mucha facilidad en la interfaz de nuestra página. Está a tu disposición totalmente gratis, así podrás relajarte en tu cama y disfrutar de alguna confesión o fantasía. Existen además diversas categorías para que puedas elegir el que mejor se ajuste a tus necesidades. Por lo que encontrarás relatos sobre fantasías eróticas como por ejemplo, el sueño de una escritora de ser forzada y violada por el vecino del tercero del que está enamorada desde hace años. La acción ocurre en el ascensor, ella se niega a darle su número de teléfono y él decide tomar cartas sobre el asunto. Detiene el ascensor y abusa de ella sexualmente hasta conseguir eyacular dentro de su culo. Los mayoría de los relatos sobre lesbianas aunque no lo creáis está escrito por mujeres cuyas confesiones empiezan normalmente en su entorno de trabajo. Ella es auxiliar istrativo y su jefa siempre le hace la vida imposible, al intentar solucionar el problema laboral se encuentra con una mujer fiera y dominante. Su despacho se transforma en una sala de torturas en donde la protagonista sufre todo tipo de vejaciones y humillaciones por parte, tanto de su jefa como de sus compañeras de trabajo. Otros relatos que seguro que te excitarán son aquellos que se hacen con mujeres maduras.

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Mi sobrino pidió dormir en mi cuarto....
Mi sobrino pidió dormir en mi cuarto....
Me llamo Nora Eugenia, pero todos me dicen Chata, soy casada y sin hijos, mi marido es estéril y otros defectitos más, que ya les iré contando, acabo de cumplir 40 años, tengo dos hermanas mayores, Mercedes tiene 45 años y es la oveja negra de la familia, acaba de regresar de Florida donde se divorció la última vez, es terrible, se ha casado 4 cuatro veces, hace topless en lugares prohibidos porque hay familias con niños, pero a ella no le importa, acaban de publicar en redes sociales una foto de ella practicándole sexo oral a un señor en un parque público y en lugar de avergonzarse, publicó fotos de ella practicando nudismo, la verdad no me llevo bien con ella; mi otra hermana es Virginia, pero le decimos Vicky de cariño, tiene 43 años, ella es la sufrida, se quedó viuda hace cinco años y trabaja de sol a sol para mantener a Carlitos, su hijo de 19 años; todos en mi familia dicen que yo soy la mojigata porque no tomo, no fumo, no me gusta decir groserías y siempre intento hacer lo correcto. Mi marido es un fracasado con suerte, al morir sus padres le dejaron una pequeña fortuna y cuando ya había echado a perder la mitad fue cuando nos casamos, yo tuve que hacerme cargo de sus negocios para que no entrara en banca rota; mi ilusión siempre fue tener hijos pero el examen médico descubrió que mi insípido marido era estéril y como ha sido el único hombre de mi vida, pues me resigné, pero ahí no termina todo, nunca he tenido un orgasmo y no es que tenga el pene pequeño, es que se viene muy pronto y siempre me quedo a medias, mi mejor amiga me dice que me masturbe, pero para mí esas son cochinadas; hay un señor que siempre me pretende, es guapo, pero yo sería incapaz de ser infiel, no está en mi ADN, siempre he respetado la institución del matrimonio. Resulta que hace poco mi sobrino Carlitos se quebró un tobillo y como mi hermana Vicky trabaja todo el día y no tiene dinero para pagar una enfermera, yo me ofrecí a cuidarlo, afortunadamente Carlitos está de vacaciones, así que no tuvo que suspender sus estudios universitarios, mi marido protestó porque me iba ir a vivir con Vicky, pero a mí, la verdad, me tiene sin cuidado. La casa de mi hermana es muy humilde, es de un piso y pequeña, así que me instalaron en el cuarto de servicio, que nunca han utilizado porque no le alcanza para tener una sirvienta; yo dejé toda mi confortabilidad para cuidar a mi único sobrino, así que me dediqué a cocinar, a hacer la limpieza, a lavar, en fin, lo primero que hice fue limpiar toda la casa y luego ordenarla, mi pobre hermana nunca tuvo tiempo para hacerlo y mi sobrino… bueno, ya se sabe cómo son los adolescentes de desordenados; el cuarto de Carlitos era un verdadero desastre, lo encontré recostado en su cama con su laptop sobre las piernas con el tobillo izquierdo enyesado, lo único que no me gustó fue verlo en pantaloneta y sin camisa, a mí me parece impúdico, pero, bueno, no es mi hijo, así que no dije nada. Cuando llegaba Vicky del trabajo cenábamos los tres juntos, pero ella vive tan cansada que rápido se iba a dormir, yo aproveché que estábamos solos para decirle a Carlitos que siempre encontraba pipí en el suelo de su baño y él me decía que con muletas le era difícil orinar en la taza, yo le sugerí que se sentara y me dijo que solo las mujeres orinaban sentadas, entonces le sugerí que la próxima vez que fuera al baño yo lo ayudaría -¿Cómo?- Me preguntó -No sé, te sostengo bien de las muletas, te acomodó y luego te dejo solo para que hagas tus necesidades- Gracias tía Chata, eso me ayudaría mucho y perdone que le cause tantas molestias. -No hay pena, Carlitos, tú sabes que te quiero mucho- Me tiró un beso y luego me dijo: Tía tengo ganas de orinar -Yo te ayudo, apóyate en mí, yo me llevo la otra muleta- Entonces me abrazó con su brazo izquierdo, apoyó su otro brazo en la muleta y nos dirigimos al baño, al llegar frente a la taza, le di la otra muleta y lo acomodé -Te dejo solo, me avisas cuando termines- Gracias tía. Y salí. Cuál no sería mi susto cuando oí que se cayó, entré presurosa y Carlitos estaba tirado en el piso, lo ayudé a levantarse y vi que tenía el pene fuera de la pantaloneta, me puse muy nerviosa pero continué como si nada, estaba todo orinado -Déjame que te limpie- Me da pena tía Chata, ni siquiera me dio tiempo de guardarme el pene -No digas tonterías, para eso somos familia, para apoyarnos en los momentos más difíciles- Encendí la regadera -Tía Chata, no me puedo bañar ahí, me puedo volver a caer- No te preocupes, yo entro contigo -Pero tía, me da vergüenza que me vea desnudo- Más vergüenza te daría si te rompes el otro tobillo -¿Usted se va a bañar conmigo?- No me voy a bañar contigo, te voy a bañar. Fui por una bolsa plática, se la puse en el tobillo quebrado y la anudé con un hule, luego me quité la ropa y me quedé solo con mis interiores, yo entré al agua tibia y le dije que se quitara su pantaloneta, él solo me miraba perturbado, entonces fui y se la quité, pero al sacársela por su pierna izquierda, me encontré con su pene a escasos centímetros de mi cara, lo extraño es que tenía una erección y que erección, mi sobrino estaba bien dotado; rápidamente me puse de pie, él se abrazó a mí y entramos bajo el agua. Tomé el jabón y le dije que apoyara las manos en los azulejos mientras yo le enjabonaba la cabeza y la parte trasera de su cuerpo, por primera vez vi a mi sobrino con ojos de mujer, vaya, el chico se notaba que hacía ejercicio, su espalda era la de un atleta, sus glúteos eran duros como una roca, me detuve un tiempo masajeando esa parte, él abrió sus piernas para facilitar mi trabajo, pero no me atreví a enjabonarle su ano, sus piernas era dos columnas de carne perfectas; luego le enjaboné los pectorales desde atrás, eran como de un dios, bajé un poco y me encontré con los músculos bien marcados a la altura de su estómago, estuve a punto de bajar a sus genitales, pero eso hubiera sido inapropiado, cuando terminé de enjabonarlo le dije que él lo hiciera en la parte delantera de su cuerpo, me abrazó de nuevo con su brazo izquierdo y empezó a enjabonarse, no pude evitar ver cuando su mano derecha se enjabonaba sus partes pudendas, se bajó el prepucio y apareció su glande brilloso, yo no sabía si se estaba enjabonando o se estaba masturbando, pero su pene crecía cada vez más y sus testículos le colgaban como dos grandes bolsas entre sus piernas, pensé: bueno, quizá así se bañan los hombres; ya no sabía para donde ver, pero su miembro me tenía hipnotizada, nada que ver con la cosita de mi marido y yo que siempre pensé que la tenía grande… luego se quitó todo el jabón, salimos, le di una toalla para que él se secara la parte delantera y yo sequé su parte trasera, luego, así desnudo como estaba, lo llevé a su cama, la arropé, fui por mi ropa y le di el besito de las buenas noches. Al día siguiente, me levanté temprano para atender a Vicky, desayunamos juntas y se fue a trabajar, como a media mañana aparece Carlitos muerto del hambre, le preparé su desayuno y lo acompañé a la mesa -¿Cómo dormiste Carlitos?- Bien, tía Chata, ese baño me cayó de maravilla, pero… -¿Pero?- Volví a mojar el piso del baño. Perdóneme -No tengas pena, ya se nos ocurrirá una solución- Le puedo decir algo, pero no se enoja -Tú dime, ya veré si me enojo o no- Es que anoche no pude evitar verla y… y tiene un cuerpazo -Cállate muchacho insolente, no me faltes al respeto- Perdón tía, pero con su brasier mojado le vi los pezones paraditos, tiene unos pechos… -Que te calles te digo- Es que no pude evitar ver su redondo trasero debajo de su calzón mojado. Me indigné y lo dejé hablando solo. Ya en mi habitación me quedé en interiores, fui al baño y tomé una ducha con mi brasier y mis bragas puestas, al salir me vi en el espejo, tenía razón el muchacho, se me transparentaban los pechos y el calzón se me había pegado como si fuera una segunda piel, era casi como si estuviera desnuda, que vergüenza con Carlitos y claro, él es un muchacho con las hormonas alborotadas y aunque yo soy una vieja para él, el instinto es muy peligroso. Pasé todo el día sin hablarle, ya no estaba enojada con él, me sentía avergonzada y con sentimiento de culpa, al final, todo había sido responsabilidad mía, aunque todo lo que hice fue con buenas intenciones, todo resultó mal, muy mal; no sabía si pedirle perdón o hacerme la desentendida. Llegó la noche y cenamos los tres, como ya era habitual, Vicky nos dio las buenas noches y se fue a dormir. Se hizo una pausa muy incómoda entre mi sobrino y yo, luego los dos intentamos hablar al mismo tiempo y eso nos causó risa, él me permitió que yo me expresara primero -A ver, Carlitos… tengo que pedirte una disculpa… todo lo que pasó anoche fue culpa mía… no debí entrar a la ducha contigo…- Pero, tía, si no lo hace no hubiera podido bañarme solo, ¿eso quiere decir que ya no lo volverá a hacer? -Claro que no, no es correcto, aunque somos familia, tú eres un hombre y yo una mujer y eso no está bien- Dígame la verdad, usted no está molesta por eso sino por las cosas que le dije -Eso también, yo soy tu tía y además soy una vieja para ti- Lo que le dije es cierto, es usted una mujer muy bonita y tiene un cuerpo… -¡Cállate, me vas a hacer sonrojar!- ¿No le gusta que le digan que es bonita? -A todas las mujeres nos gusta, pero viniendo de ti me parece totalmente fuera de lugar- De acuerdo tía, entonces nunca le diré que es lo que más me gusta de usted. Salí corriendo como quinceañera asustada. Todos los días se habían convertido en una rutina, desayuno con Vicky, a media mañana acompañaba a mi sobrino… -Tía ¿Por qué siempre me deja hablando solo?- Porque eres un impertinente -¿Es impertinencia decirle que es una mujer muy bonita?- No, pero sí en el contexto que me lo dijiste -¿Qué contexto? -Tú aludiste una situación donde estabas desnudo y yo… bueno, casi igual, eso no es correcto- Quiere que le diga que parte me gusta más de usted -¡Cállate!- Dígame que no quiere saber y no se lo digo -Bueno… si tú quieres, pero no me vayas a salir con una majadería- Su boca -¿Qué tiene mi boca?- Invitan al beso. Solté una carcajada, pero creo que fue de nervios más que de otra cosa. -Por fin la veo reír, que bueno que no se enojó… ¿Le puedo hacer una pregunta?- Hazla, pero cuida tus palabras -¿Me vio el pene?- ¡¿Qué clase de pregunta es esa!? -¿Me lo vio o no?- Bueno, en medio de toda la enjabonadura… quizá sí- ¿Y le gustó? -No me preguntes esas cosas, un sobrino no debiera cuestionar a su tía sobre su miembro- Solo conteste sí o no y dejo de hacerle preguntas -No sé…- Esa no es una respuesta correcta y usted siempre hace y dice lo correcto. Salí corriendo de nuevo, pero a medio camino me arrepentí y volví. -Antes de contestar tu incómoda pregunta, quiero contarte algo, pero te advierto que es confidencial, es muy íntimo, me debes prometer que no se lo contarás a nadie, pero a nadie, ni siquiera a tu mamá, mejor dicho, menos a tu mamá- ¡Prometido! -Tú sabes que tu tío es estéril y además tiene un defecto que no se lo he contado a nadie… mejor dejémoslo ahí- ¿No me tiene confianza, tía Chata? -No es eso… pero… pero… está bien, te voy a contar… no sé si sabes que tu tío ha sido el único hombre en mi vida… él tiene un problema… no sé cómo decírtelo, deja que busque las palabras correctas… él padece de eyaculación precoz… y por eso… yo nunca he tenido… un or-gas-mo- Que lo siento tía, pero… eso que tiene que ver con que si le gusta mi pene o no -Tiene todo que ver, como yo nunca había visto otro, creí que el de él era grande, pero comparado con el tuyo, es una cosita- Pero eso no contesta mi pregunta -¿Qué quieres que te diga? ¿Qué sí? Pues sí, me gusta, me encanta, me quedé hipnotizada al vértelo- Eso me halaga, tía -¡Nada de halagos!, no creas que porque a una vieja frustrada sexualmente le haya gustado tu pene vaya a pasar cualquier cosa incestuosa que estés pensando- Se hizo otra pausa incómoda. -Tía, para avanzar en esta conversación, necesito que me escuche, pero sin interrumpirme, si no le gusta lo que le digo, puede regresar a su casa y yo veré como me las arreglo ¿Me lo promete?- Prometido -Bueno, no sé por dónde empezar… primero tengo que decirle que es una verdadera pena que usted no haya tenido nunca un orgasmo, ese es un placer que ninguna mujer debería morir sin probarlo… ¡No diga nada, tía, cumpla su promesa!... Gracias… por otro lado usted es una mujer muy linda y talvez por no haber tenido hijos su cuerpo se conserva como el de una jovencita… ¡No me vaya a interrumpir, por favor!... aunque no le guste escucharlo, tiene un cuerpo muy deseable, su cintura parece de niña, sus senos son fabulosos, como nunca dio de mamar, los tiene en su lugar y su trasero es toda una tentación, si usted no fuera mi tía, le juro que yo le regalaría el primer orgasmo de su vida- ¡Basta! Y me puse a llorar, Carlitos, como pudo, se levantó y me abrazó, era tan incómoda la posición, yo sentada y él con el cuerpo doblado sobre mí, así que me levanté y nos abrazamos de frente. -Carlitos… tienes una erección, no voy a salir corriendo, pero, ¿puedes separarte, por favor?- Perdón tía, pero todo esto me lo provoca usted -No digas tonterías, yo soy una vieja y tú un muchacho vigoroso que puedes tener a la jovencita que quieras- A pesar de mi pedido Carlitos no se separó y yo podía sentir su cosa arribita de mi pubis. -¿Carlitos?- Perdón tía -Mejor sentémonos- Fui por más café y bebimos -Nunca creí que al venir a cuidarte tuviera este cúmulo de emociones- ¿No le gustan? -Me avergüenzan, justamente porque sí me gustan, esto no debería estarme pasando a mí, me siento abochornada- Pero usted es una mujer sana, es normal que sienta deseos -¿Pero crees que es normal sentir esto por mi sobrino? Dime la verdad- Por supuesto que no, tía Chata… pero entonces debería buscar un hombre que la complazca -¡Estás loco! Antes me acostaría contigo… bueno, no, es una manera de decir que a ti te conozco y con otro hombre me sentiría pecaminosa… bueno, contigo también, no sé si me entiendes- No, tía, pero no importa, la siento tan incómoda que si quiere cambiemos de tema -Mejor… a ver de qué hablamos… ya sé ¿Tienes novia?- Actualmente no, tenía una novia pero la dejé porque era muy mojigata -Así me dice tu mamá y tu tía Mercedes, que soy mojigata ¿Qué es para ti ser mojigata? -Pues es una mujer a la que no le gusta el sexo, mi novia, por ejemplo, la primera vez que le toqué los pechos me dio una bofetada- Hizo bien, ustedes los hombres creen que tienen el derecho de toquetearla a una solo porque son sus novias, tu tío jamás me tocó hasta la luna de miel -Pero esos eran otro tiempos, igual me cuenta mi mamá, pero ahora las parejas tienen sexo antes de casarse y como mi ex no quiso, tuve que terminar con ella- Mal hecho, hubieras insistido, no creo que esa chica se hubiera resistido por mucho tiempo, tú eres un muchacho muy guapo ¡Y que conste que te lo digo como tu tía! ¿Te puedo hacer una pregunta íntima? -La que quiera, tía- ¿Eres virgen? Y soltó una carcajada -Por supuesto que no, perdí mi virginidad a los catorce, he estado con varias chicas, no es que sean muchas, pero ya he tenido mis experiencias- Otra pausa incómoda. -Pues a decir verdad yo no me considero una mojigata, según tu definición, no lo soy- No le entiendo -Tú dijiste que una mujer mojigata es a la que no le gusta el sexo y a mí me gusta, que tu tío no me cumpla es otra cosa- Yo tampoco creo que lo sea, usted simplemente es una mujer mal amada -A ver, explícame eso- Sí tía, usted podría hacer feliz a cualquier hombre en la cama y ser feliz usted también, pero mi tío no sabe cómo hacerle el amor -¿Y cómo se hace eso? -En definitiva con mi tío está perdiendo el tiempo, él nunca la hará feliz, usted debería buscarse un hombre vigoroso que sepa cómo tratarla sexualmente y el día que ese hombre le regale un orgasmo, va a querer repetir todos los día -Ay Carlitos, una cosa es que te diga que me gusta el sexo, pero eso de todos los días sería como para una mujer ninfómana- No tía, el sexo es tan rico que uno quisiera hacerlo todos los días, tuve una novia que a veces lo hacíamos dos o tres veces al día- ¡Que bárbaro! Yo no aguantaría -Porque no lo ha probado, tía… ay, me dieron ganas de orinar ¿Me ayuda?- E hicimos la misma rutina de siempre, llegamos a la taza -Tía, ¿Me la puede sacar? Es que tengo miedo de caerme de nuevo- Ay Carlitos, las cosas que me pides… está bien. Traté de hacerlo, pero no encontraba los botones -Tía, mejor bájeme la pantaloneta- Lo hice y él pobre volvió a orinar fuera de la taza -Agárremela tía y apunte dentro de la taza- ¡Agárratela tú! -Es que me puedo caer- Con mi mano temblorosa, estiré dos dedos y le agarré la base del pene y apunté dentro de la taza, cuando terminó de orinar… -Gracias tía, sacúdamela, por favor- ¡Para qué! -Es que quedan gotitas y al sacudirla me queda limpia- Hice lo que me pidió y unas gotitas cayeron en mi mano, le subí la pantaloneta y lo llevé a su cama, cuando iba a mi habitación, chupé las gotitas de mi mano, no sé porque hice eso. Al llegar a mi cuarto, me desnudé y me paré frente al espejo del armario destartalado que había en la habitación, vi mi cuerpo completo y me sorprendí al descubrir que mi sobrino tenía razón, tenía el mismo cuerpo de cuando era jovencita, pensé que quizá los hombres no se fijaban en mí por la manera en que me vestía, ropa floja, nada de escotes y menos enseñar mis piernas, lo único que no me gustó fue verme la pelambre que tenía cubriendo mi vagina, parecía barba crecida de hombre, tomé unas tijeras y logré recortarla bastante bien, tampoco sé porque lo hice… quizá tenía la remota esperanza de que Carlitos me viera desnuda… ¿Qué estaba pensando? De pronto sentí que algo húmedo tenía entre mis piernas, me toqué la vulva y tenía entre mis dedos un líquido viscoso, lo acerqué a mi nariz, no olía mal, lo probé y era saladito, era indiscutible que eran mis fluidos producto de mi excitación, me metí un dedito y estaba empapada, cerré los ojos e imaginé el pene delicioso de Carlitos, empecé a mover mi dedito dentro de las paredes de mi vagina e imaginaba que era el miembro de mi sobrino quien me estaba penetrando, aumente le velocidad y de pronto me sentí sucia, paré de tajo ¿Qué estaba haciendo? A la hora de la cena: -Vicky ¿tú sabes qué es eso del mundo swinger?- No estoy segura pero tiene que ver con sexo ¿Tú sabes Carlos? -Sí mamá, son personas que comparten sexo con otras, fuera de la pareja, es decir, hay parejas que se intercambian a las esposas ¿Por qué lo pregunta Tía?- Porque hoy en mis redes sociales me mandaron una foto donde Mercedes está desnuda en medo de varios hombres y otra mujer, también desnudos -No puede ser Chata, si nuestra hermana no tiene pareja- Eso no tiene nada que ver, mamá, a esas mujeres se le llaman Unicornio, son chicas que buscan sexo sin tener pareja -Ay, Mercedes nos va a matar un día de estos de un infarto, borra la foto, Chata y espero que no nos visite- Ya la borré, Mercedes nos avergüenza, ya es una mujer mayor para andar en esos pasos, ¿no les conté que cuando vino a mi matrimonio, se le insinuó a mi marido? -No me extraña Chata, yo nunca supe que se le insinuara a mi difunto marido, pero no sería raro que lo hubiera intentado- Ojalá no venga a verte porque es capaz de enredar a Carlitos -Dios me libre, Chata, si me hermana intentara tan solo tocarle un dedo a mi niño, te juro que soy capaz de matarla- No te preocupes, mamá, ya soy un hombre y sería incapaz de acostarme con mi tía. Y Vicky se fue a dormir. Luego de vernos intensamente -¿Oíste a tu mamá? Sería capaz de matar a su hermana con solo intentar que te tocara un dedo y…. yo ya te vi desnudo y hasta te agarré el pene, ay dios mío, que bochorno, por favor, nunca le vayas a contar nada a tu mamá, es capaz de matarme- No seas exagerada, tía Chata, ella sería incapaz de matar, lo dijo como un decir -No sé, estoy muy nerviosa, no sé qué hacer, yo no sé mentir, Vicky se va a dar cuenta de lo que hemos hecho- Tranquila tía, si no hemos hecho nada, usted solo me ayudó a bañarme y a orinar ¿Sabes qué? Creo que necesitas un trago -Tú sabes que no bebo- Pero esta es una ocasión extraordinaria, tómese un wiski conmigo, ya verá que eso la tranquilizará -¿Será? Bueno, pero solo uno- Fui por la botella y dos vasos -¿Con qué se mezcla este licor? -Yo lo tomo solo y debido a la situación, usted debería hacer lo mismo- Carlitos sirvió en los dos vasos, vi que lo tomó de un solo sorbo, al hacer lo mismo sentí un ardor en la garganta que apreté la nariz tratando que la molestia desapareciera, pero tuve una sensación de calorcito sabroso cuando recorrió mi esófago y llegó a mi estómago, esa bebida me hizo relajarme. Pero Carlitos no contento con eso me sirvió otros dos, a esas alturas yo ya reía con descaro, como nunca lo había hecho, Carlitos me abrazaba y yo feliz, me dejaba, me quitaba el pelo de la cara y esa caricia me encantaba, me decía que me quería y yo le besaba la mano, estaba totalmente mareada, pero extrañamente me sentía libre como nunca lo había sentido, de pronto Carlitos me tocó los labios y yo abrí la boca y chupé su dedo, él me vio de manera extraña y sonrió, yo hice lo mismo, él también me chupó el dedo, en eso me volvió la cordura y saqué mi dedo de su boca y el suyo de la mía, Carlitos sirvió otro tragos y yo lo bebí de un solo sorbo -Bueno, Carlitos, yo creo que ya es hora de irnos a dormir- Dije arrastrando la lengua, ayudándonos mutuamente, nos pusimos de pie, entonces acercó su boca a la mía y me besó, yo abrí la boca y nuestras lenguas danzaron en la humedad de nuestra cavidad bucal, yo me colgué de su cuello y él pegó su cuerpo al mío y pude sentir su enorme erección, luego puso sus manos en mi trasero, yo sabía que eso no estaba bien, pero mi cuerpo prefirió dejarlo, en eso tomó mi mano y la dirigió a su pene, yo no tuve más que manosearlo, era una delicia sentir su enorme miembro por encima de su pantaloneta, pero él se lo sacó y pude sentir su miembro caliente cabecear en mi mano, como en un impulso, yo me hice para atrás y le dije que fuéramos a dormir. Al llegar a su habitación, lo arropé, cuando le iba dar el beso de las buenas noches, me jaló del brazo y caí a su lado, él me cubrió con las sábanas y me abrazó de cucharita, intenté zafarme pero él es más fuerte que yo, después de batallar unos momentos perdí mis fuerzas y me rendí a sus deseos, él se pegó a mi trasero y pude sentir su miembro caliente en medio de mis glúteos, afortunadamente yo estaba vestida, pero él me subió el vestido y puso su pene entre mis piernas, empezó a moverse como si me estuviera haciendo el amor, yo sentía como esa barra de carne rozaba mi húmeda vagina, lo único que nos separaba era la tela delgada de mi calzón, no sé por qué, pero yo empecé a mover el trasero, él acarició mis pecho sobre mi vestido, torció mi cara y me volvió a besar, yo deliraba al sentir su lengua jugando con la mía, sus manos rozando mis pezones erectos y su pene intentando romper la tela de mi calzón, no sé qué hizo, pero de pronto sentí como su pene su hundía en mi abertura vaginal, fue tal el susto que me zafé como pude y al levantarme me caí y perdí el conocimiento. Al día siguiente, sentí que me sacudían, era Vicky: -¡Chata! ¿Qué haces durmiendo con mi hijo?-
Pareja y relaciones 7 meses
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Susurros sensuales.
Susurros sensuales.
Cautivar y seducir con las palabras es un arte que, cuando se domina, puede encender la pasión y crear una conexión íntima profunda. Las palabras, los susurros y las frases provocativas son herramientas poderosas que pueden llevar la excitación a niveles insospechados. Permíteme llevarte por un viaje en el que exploraremos cómo la comunicación verbal puede convertirse en una danza sensual y erótica. El Susurro de la Tentación Imagina un escenario íntimo, donde la penumbra envuelve los cuerpos entrelazados. Es aquí donde las palabras se convierten en susurros, en secretos compartidos entre amantes. El susurro de una frase cargada de deseo puede erizar la piel y acelerar el latido del corazón. Las palabras se convierten en caricias auditivas, despertando sensaciones que se extienden desde los oídos hasta los rincones más profundos de la imaginación. La Seducción de las Palabras Prohibidas
Pareja y relaciones 7 meses
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Masturbación de sonidos vaginales.
Masturbación de sonidos vaginales.
Con mis últimos relatos, me estoy dando cuenta de que me excita mucho la idea de que alguien se pueda tocar leyendo lo que yo vivo o me imagino... Desde el primer relato que publique, miro muy seguido los comentarios. No porque me dejen comentarios subidos de tono ni nada. Sino porque me gusta ver que perfil de personas han leido mi experiencia personal o mi fantasia, por ejemplo. Me imagino a las personas que comentaron sentados, mirando su móvil u ordenador... Les imagino tranquilos, relajados... a lo mejor solo están leyendo, sin tocarse, solo ligeramente excitados por el tipo de contenido. Mientras me imagino esto estoy notando una ligera humedad en mi tanga negro. Estoy contrayendo y relajando mi vagina. Cuando la contraigo noto un cosquilleo dentro de mí, y como mi respiración se está agitando. Pienso en uno de los hombres que me comentaron. Esta tumbado en su cama, apuntó de irse a dormir, solo quiere leer algo para relajarse y dormir mejor... Va movimiendo sus ojos a través de las líneas de mi relato... Notando cómo algo se está despertando en él. Al imaginarlo ligeramente empalmado, deslizó mi mano por mi pierna, acariciando la parte interna de mis muslos. La piel está suave y tersa... a medida que acerco mi mano al centro voy notando el calor. Paso dos dedos por encima de mi tanga... Con un movimiento hacia delante y hacia atrás. Noto la tela ligeramente mojada y caliente. Siento un cosquilleo que llega hasta mis pezones. Se despiertan y empiezan a rozar la tela de mi sujetador. Poco a poco al hombre le está gustando más mi relato... Me está imaginando... Solo con escribir esa frase ya me calenté más... Voy apartar ligeramente la tela de mi tanga... Ummm... Esta todo recortado, asi es mas fácil acariciar mis labios vaginales... Están hinchados, y muy húmedos. Estoy deslizando solo un dedo. , arriba y abajo, arriba y abajo... Todo está muy suave... Muy resbaladizo. Cierro la palma de mi mano y acarició de arriba a bajo todo, presionando ligeramente. Cuando llegó hasta arriba la punta de mis dedos roza mi clitoris y noto un escalofrío que me llega hasta las terminaciones de mi pecho. Me tembló ligeramente las piernas y todo. Vuelvo a pensar en el hombre... no aparta la vista de mi historia... Recreando la escena en su cabeza. Ahhhh... Estoy dibujando círculos sobre mi clitoris. Abro ligeramente mi boca... expulsando el aire por ella. Mi clitoris cada vez está más duro... lo muevo entre dos dedos húmedos. Estoy notando cómo mi vagina se está dilatando... Hago fuerza e intento contraer los músculos. Esto hace que una descarga recorra mis piernas hasta mi centro. Un leve gemido se acaba de escapar entre mis labios. Vuelvo a pensar en el hombre... Quiero pensar que se está acariando su ereccion mientras lee... Ufff... Sin miramientos acabo de meterme un dedo, lo más a dentro que puedo, mojando mis nudillos al llegar al tope. Estoy empapada... Pero me siento muy bien. Con mi palma hago presión sobre mi clitoris, y muevo ligeramente el dedo dentro, dibujando círculos. La palma de mi mano está presionando y rozando mi clitoris... Dios... otro gemido sale por mis labios. Quiero más.... Quiero sentir más. Saco el dedo y lo llevo a mi boca... Esta salado... chupo otro dedo más, teniendo así dos en mi boca. Lamo ligeramente, meto mi lengua entre los dos dedos... Vuelvo a pensar en el hombre. A estas alturas está muy excitado leyendo el relato, está empalmado.... Me meto los dos dedos de golpe dentro de mí vagina. Mi respiración se acaba de acelerar. Noto la suavidad de mi interior.... Todo es suave, caliente y humedo... Estoy metiendo y sacando los dos dedos. Escucho los ruidos de mis fluidos con el movimiento... Ese sonido me excita muchísimo. Saco los dedos y hago círculos en mi clitoris, todo está húmedo, resbala muy bien. Me está costando seguir escribiendo a la vez que me estoy tocando... pero quiero seguir. Empiezo a girar más rápido sobre mi clitoris.... estoy jadeando. Vuelvo a meter los dos dedos... suenan de nuevo mis fluidos al entrar y salir. Joder.... No puedo parar... Meto y saco los dos dedos, encontrando el ritmo perfecto, el sonido perfecto. Ya casi llego... Aumento la velocidad. Noto la presión, las ganas de ir al baño, estoy llegando... Hasta que siento una explosión de sensaciones y contracciones dentro de mí. Un gemido fuerte y descontrolado acaba de salir de mis labios. Me quedo unos segundos inmóvil, aún con los dedos dentro. Siento los latidos de mi corazón ahí dentro, las contracciones. Acabo de tener mi mejor orgasmo en solitario de toda mi vida... Sólo pesando en las personas que me leen, y transcribiendo a tiempo real como me masturbo... WOW. Espero que si lees esto, lo hayas disfrutado tanto como yo. Y si eres de los que comentan mis relatos. Esto fue gracias a ti.
Pareja y relaciones 8 meses
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Me rompió...
Me rompió...
Abrí la puerta con cuidado y miré… no había nadie, menos mal. Entré y escuché la ducha. Me acerqué a la puerta del baño para ver si escuchaba algo pero no, solo agua, no parecía que tuviera compañía. Busqué ropa femenina pero no, Dani estaba solo. Sonreí “Al fin un polvo en condiciones”. Empecé a desnudarme mientras pensaba en lo mucho que necesitaba un buen polvo. La semana pasada había sido frustrante y el sábado aún más. Le había pedido sexo a Antonio pero él dijo que estaba cansado, que tenía mucho estrés en el trabajo y no estaba de ánimo, y me jodía profundamente, primero por mis ganas de follar y luego porque me sentía culpable y quería recompensárselo con un buen polvo “pero acabamos en bronca y de las fuertes”. Recordé como me había acostado de mala leche y Antonio aún más. Aunque me estaba follando a Dani y tenía muchas ganas de él, Antonio siempre tendría sexo conmigo si quería, eso lo tenía claro, seguía con ganas de follar con él, eso no había cambiado. Pero el sábado se me juntaron la frustración de no poder follar con Dani ni con él, “y me salió la mala leche” recordé aún con amargura. Luego, por la mañana, lo intenté arreglar con una mamada mañanera, que hacía siglos que no le hacía una, poca cosa para mí con las ganas que tenía de follar pero, al menos él se levantó de buen humor. Me tumbé desnuda en la cama de Dani a esperarlo “Espero que hoy se porte porque lo necesito”.
Pareja y relaciones 9 meses
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El polvo de mi vida.
El polvo de mi vida.
Mi amigo César y yo, tenemos una relación de amistad desde que éramos casi niños. Siempre hemos ido juntos, lo hemos compartido todo. Cuando me bajó la primera regla, allí estaba él, cuando no sabía afeitarse, ahí estaba yo. Cuando nos daban calabazas, siempre estábamos para recoger los cachitos de nuestros corazones… No puedo imaginar mi vida sin él, pues, ha estado en cada momento de mi vida igual que yo en la suya, y me siento tremendamente orgullosa de ello. Sin embargo, por capricho del destino, o bien, que la vida nos tenía otra propuesta, siempre estuvimos juntos, y siempre separados. Cuando me casé, él ejerció de padrino. Yo, fui la madrina de su único hijo. Esa fue nuestra vida, hasta que un día, treinta años después, algo cambió. A mi se me había estropeado el coche al salir del trabajo, somos vecinos, como era de esperar y le llamé pues no tenía a nadie en ese momento. La grúa se había llevado mi coche, y yo tenía que volver a casa. César no tardó en llegar. Me preguntó que había pasado, yo, le expliqué. El, debía ir a un pueblo cercano a recoger unos libros, le dije que le acompañaba, así, pues hablábamos de nuestras cosas y así hicimos. Recogimos los libros y nos tomamos unas tapas en un bar cercano. Serían cerca de las 5 de la tarde, había que volver, pero aquel día estaba tan a gusto con él, que lo cierto es que no me apetecía en absoluto. Como en los viejos tiempos, charlando hasta el amanecer. Cogimos el coche y fuimos a dar una vuelta, una pequeña ruta por las aldeas vecinas. Hacía una tarde maravillosa, la verdad, César, estaba especialmente guapo ese día, al menos, era lo que me parecía. Bueno, siempre me había parecido tremendamente guapo, la verdad. Se lo dije, él sonrió, me devolvió el cumplido y yo, guardé silencio. Hasta que hice la gran pregunta: César, ¿Cómo es que tú y yo nunca lo hemos hecho? Hecho, ¿el qué?- En mi mirada vio la respuesta.- ¡Ah!, eso…- Se sonrojó.- bueno, somos amigos, Supongo que por eso. ¿Nunca has pensado en mi de otra manera?- Él, volvió a mirarme.- Vamos, dime, no seas malo. Bueno, pues si, la verdad. ¿A que vienen tantas preguntas, loca? Pues porque de repente, me apetece hacerlo mucho contigo, pienso que deberíamos probar. ¡no digas tonterías!, probar dice… No me juegues con eso no te vayas a arrepentir. No estoy jugando, te lo digo muy en serio.- El me miró, y de pronto, salió de la carretera entrando en un pinar muy frondoso. Encontró un sitio entre dos árboles donde poder dejar el coche. Aparcó, paró el motor y me dijo. ¿Aún quiere hacerlo?- Yo, en contestación, me quité las bragas y las colgué en el espejo retrovisor. Estaba bastante cachonda, la verdad, hacerlo con César era una fantasía que iba a cumplirse. ¿Y tu quieres hacerlo conmigo?- le pregunté. – Me miró como nunca lo había hecho y me besó muy, pero que muy bien. Yo, pasé mis brazos por encima de su cuello, abrazándole y devolviéndole el beso. César aprovechó para desabrocharme blusa y pasar las manos por la espalda en busca del sujetador. me libró de él y se separó un poco para mirarme. Luego, agarró mis pechos con ambas manos y los masajeó, llevándoselos a la boca. Succionó muy bien un pezón y lo mordisqueó con maestría. Yo buscaba su cinturón para dejar libre su verga que ya no podía estar más escondida bajo ellos. Me separé de él una vez desabrochado. Recliné a tope mi asiento hasta quedar casi tumbada. Me puse cómoda. César, se bajó un poco los pantalones, antes, metió la mano entre mis piernas, para comprobar mi deseo, supongo. Al notarlo, se vino sobre mí, abriendo mis piernas con las suyas. Yo tenía como única ropa, la falda enrollada en mi cintura. El aun tenía la ropa puesta y no me importa, mientras él me cubre y hunde su cabeza en mi escote, yo, meto mis manos bajo su camiseta, llego hasta sus hombros, acaricio su espalda. César me besa en el cuello, encuentra ese rincón en él que me excita tanto. Intento librarle del pantalón, sus besos, su olor, él sobre mi… me tiene de manera desconcertante, muy excitada. Él, se libra de sus pantalones, me susurra al oído que va hacerme suya, eso aún me enciende más y entonces le sentí: Al principio sentí su polla buscando la entrada, pero luego, la noté como entró de una sola embestida muy despacio. Notando todo su esplendor hasta mí ultimo rincón. Una vez llena de él, paró y me besó apasionadamente, volviendo a retroceder y a entrar de igual manera. Jamás sentí algo parecido. Subí mis piernas y le abracé con ellas. Me agarré a su culo haciéndole que entrara una y otra vez dentro de mí. Yo tenía los ojos cerrados y mil sensaciones, en ese momento no pensé que era mi mejor amigo sino que estaba disfrutando del mejor polvo de mi vida. El entraba y salía una y otra vez, sin prisas, haciéndome sentir en cada embestida todo su poderío. Yo me mordía los labios, le traía hacia mi boca continuamente, le susurraba en el oído lo mucho que me gustaba lo que hacía, él, respondía a mis palabras con más besos, más caricias. Y así, empecé a notar un bombeo en mi vagina que me anunciaba un orgasmo inminente. ¡Ay César!- exclamé.- Cariño, sigue así que me viene.- Más, dame más mi amor. ¡Dios!, así, así…un poco más mi vida- Él estaba en pleno apogeo orgásmico, mis palabras le excitaban aun más, su excitación se notaba cada vez más fuerte dentro de mi. Yo, no podía reprimir mis palabras- Sigue mi vida, así, así mi amor, ummm... …. Joder- Exclamó él… Su aliento sobre mi, su respiración agitada, su deseo por mi me calentaba aún más. Sigue, sigue, solo un poco más.- yo, quería correrme pero no quería que se acabara, era una dualidad sin parangón, pero cerca de mi oído, él susurró: Te quiero, joder… y mucho. Y no me pude aguantar más. Una oleada de calor me invadió notando la humedad hasta en el sillón. Quedé extenuada, tirada con César sobre mi que se retiró solo un poco para mirarme y darme un respiro. Que guapa te pones recién follada- me dijo, aquello me hizo gracia y sonreí, él, no había acabado aún. -Te podré dar un poco más, ¿verdad? Todo lo que tú quieras, le contesté. Y comenzó de nuevo a bombearme de aquella manera maestra y que me hizo pensar, cómo es que nunca lo habíamos hecho antes. Volví a subir mis piernas y a bajar un poco el culo para volver a encajarme bien. Le susurré que me follara y lo excité de gran manera. En este momento, si que noté su polla temblar, preludio de una buena descarga. Así que le ayudé un poquito diciéndole: Fóllame César, fóllame de nuevo. Joder tía, eres increíble. Y después de unos cuantos meneos más, César se vació bien a gusto dentro de mí, sin importarle nada. Su calor me embriagó y justo, cuando él me daba las últimas sacudidas yo, me volví a correr así, sin previo aviso. Fue increíble. El quedó tumbado sobre mí unos minutos, besándome muy dulcemente, me gustó mucho eso. Luego, se retiró y se subió los pantalones. Yo me incorporé e hice lo propio. Nadie decía nada. Una vez vestidos, abrí la ventanilla para que se fuera desempañando los cristales. Un olor a pino inundó el coche. Estaba oscureciendo. La luz naranja de la caída del sol creaba unos espectros preciosos de sol y sombra. Ha sido increíble- por fin, habló. A mi también me lo ha parecido. Hay que irse a casa, ¿no? Si, hay que irse. ¿Y ahora, que?- Me preguntó. No te preocupes César. Esto no te complica la vida, no estropees el momento- Lo cierto, es que me molestó esa pregunta. Si me la complica. Desde que te conozco, he soñado con esto de mil maneras posibles, ninguna se asemejaba a la realidad, la verdad. Bueno, pues siempre podemos repetir. César acabó riendo y arrancando el coche. -¡Eres increíble! - Y no estoy sorda…- haciéndole entender, que le había escuchado en pleno apogeo, su declaración de amor. - Lo dicho, increíble… Anda, vamos para casa que mañana, será otro día. Y entre risas, como si nada hubiese pasado, nos fuimos a casa. Fue una tarde maravillosa en la que mi mejor amigo, pasó a ser mi mejor amante.
Pareja y relaciones 9 meses
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Novia pervertida te ayuda a dormir.
Novia pervertida te ayuda a dormir.
Este será el primero de varios relatos que voy hacer sobre cómo mi novia y yo abrimos la mente a disfrutar de los deseos más profundos y excitantes del sexo. Debo empezar diciendo que mi novia y yo tenemos varios años de relación y que siempre habíamos practicado un sexo normal anales orales lo de siempre lo común en el sexo entre pareja. Mi novia es bajita blanca muy hermosa de cara con buenos pechos un culo redondo pero pequeño y es una chica que siempre atrae las miradas tiene el cabello pintado de rojo y eso hace que se vea muy sexi. Sin más preámbulos voy el relato todo empezó un día que estábamos viendo el Instagram y nos encontramos con una imagen que decía que el punto g del hombre era el ano, nos reímos viendo la imagen y ella me dice "quisieras que un día pruebe tu culito para ver si eso es cierto" a lo que yo algo sorprendido por la pregunta le digo "no sé si a ti te gustaría hacer eso y vayas a pensar que es algo gay, de mi parte lo puedo hacer" ella sin vacilar me miró con cara de pervertida y me dijo que no tenía problema en hacerlo y que quizás esa noche lo podíamos experimentar. Yo me quedé algo sorprendido pero por una parte excitado de vivir algo totalmente nuevo con ella. No tocamos más el tema hasta que en la noche ya acostados en la cama para dormir ella empieza a besarme a tocarnos y todo el juego previo que uno siempre hace solo que en esta oportunidad ella me dijo que me sentará en la cama y se puso detrás de mi pegando sus tetas a mi espalda y empezó a masajearme con una mano la espalda y con la otra empezó a quitarme el bóxer y tocar mi miembro, en ese punto se me fue poniendo muy dura la polla y ella empezó a masturbarme más rápido mientras me pasaba la lengua por el cuello y me restregaba las tetas en la espalda de repente ella me empujó hacia adelante y me dijo que me acostara boca abajo cosa a la cual accedí porque pensé que iba a darme un masaje o algo así, pero mi sorpresa fue tal que no me dio ningún mensaje sino que empezó a pasar su lengua desde mi cuello por la espalda hasta llegar a mis nalgas lamió mis nalgas y en ese momento yo me quedé paralizado de la excitación y a la vez nervioso porque no sabía que iba hacerme a lo que ella a me dijo "siempre quise comerme tu culito pero tú nunca te habías dejado" esa frase me prendió demasiado y abrí un poco las piernas para sentirme más cómodo acto seguido ella siguió lamiendo mis nalgas hasta que con sus manos fue abriendo mis nalgas hasta pasar su lengua por mi ano al momento yo me puse tenso y le dije que si estaba loca y ella con una voz de puta me dijo "ábrete tu mente amor déjate hacer esto que deseo mucho probar tu culo por favor déjame chuparte el culo que la tengo muy mojada" y para que viera que no era mentira agarro mi mano y me la paso por su vagina la cual estaba botando fluidos y súper mojada me relaje y dejé que ella procediera con el acto. Entonces ella continuo y empezó a pasarme su lengua por mi culito lamía mi ano como si no hubiese un mañana y empezaba a escupirlo y llenarlo de mucha saliva yo sentía como su lengua pasaba por mis nalgas luego por mi ano y así estuvo por unos 2 minutos que para mí fueron gloriosos hasta que me dijo "ponte en 4 que hoy eres mi puto y te voy a devorar ese culo rico" yo a ese punto estaba tan excitado que hacía todo lo que ella me decía me puse en 4 y aquí ella empezó a lamer y chupar mi culo sentía como su lengua entraba y salía de mi culo mientras lo escupía y con la otra mano me agarraba la polla y me masturbaba tenía la polla durísima y ella fajada atendiendo mi culo y pajeandome delicioso así estuvo por 5 minutos hasta que me dijo que quería meterme su dedo que tenía el culo muy dilatado y rico yo estaba disfrutando de todo lo que me hacía así que le dije que si que podía meterme sus dedos pero que lo hiciera con cuidado y creo que ese día fue la mejor decisión que tome porque luego que le dije eso empujó más su cara hacia mi culo lo dejo lleno de mucha saliva y procedió a meterme suave uno de sus dedos la sensación de sentir como me penetraba con su lengua y su dedo fue tan rica que ella vio que tenía la polla durísima y siguió masturbándome está vez más fuerte y rápido ella siguió metiendo y sacando su dedo combinándolo con su lengua hasta que en una de esas le dije que me venía que iba a botar mucha leche y me dijo una frase que hizo que acabara en el acto y fue "dale leche a tu puta que quiero comer culo con leche de tu pene" apenas me dijo eso ella me masturbo y vio como botaba mucha leche y me retorcía de la excitación le acabe en las manos y mientras yo seguía en 4 agarro esa leche que tenía en su mano y me la rego por todo el culo hasta quedarle la mano sin nada y continuo chupando mi culo lleno de mi leche lo limpio todito hasta no dejar ni una gota de semen con su boca y me dijo que le había cumplido una de sus fantasías más sucias que era el mejor novio por regalarle mi culito . Nos limpiamos un poco y nos quedamos acostados en la cama ella se acostó en mi pecho y con su mano masajeaba mi pene. Mientras estábamos ahí acostados me dijo al oído que no sería la primera noche que iba a comerme el culo y que lo próximo que quería era meterme un juguete que quería verme gemir de placer mientras me cogía por el culo con el juguete yo me quedé callado por un momento y luego le dije que todo lo que ella quisiera yo la iba a complacer y pues así pasamos una de las mejores noches de mi vida sexual, luego les cuento cómo fue que me cogió con el juguete y como seguimos abriendo nuestra mente a cosas cada vez más pervertidas y excitantes.
Pareja y relaciones 10 meses
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Mi tio....
Mi tio....
Me presento, me llamo Ali y soy de México, soy alta, delgada, morena, unas tetas grandes y bonitas, caderas grandes, pero no demasiado y cintura linda, la vdd es que mi cuerpo y mi cara no están nada mal. siempre me ha gustado usar faldas o vestidos, me hacen sentir atractiva y deseada, además de que mi lencería en su mayoría es de encaje y muy sexi. Una vez hecha mi presentación les contaré de la otra persona involucrada, mi tío; un hombre pasado de los 50 (en quel entonces y yo tenía 28 años) moreno, gordo, con panza, sin barba y poco vello corporal, nada agraciado, soltero desde que tengo memoria y con una mirada laciva que parece que quiere desnudarte en el momento. Este hombre tenía una tienda de abarrotes que enrealidad vendía más alcohol que nada, así que realmente quienes le compraban eran pocos y en la noche, pero igual abria todo el día por si acaso. Un día mi tío se lastimó el brazo cargando mercancía, por lo que tuvieron que enyesarlo del codo a la muñeca por un mes. generalmente le ayudaba un amigo, pero ese día tenía un pendiente y no había nadie que le ayudara, así que mi mamá me pidió que le ayudara (es su primo) solo unas horas mientras llegaba su amigo, no le vi problema. Yo iba llegando de la universidad, traía una falda corta color menta con vuelo, botas cortas, blusa de cuello de tortuga y manga larga de color negro muy ajustada que hacía notar muy bien mi busto y mi cintura; debajo usaba mi cachetero morado y un bra a juego, todo de encaje; me dio flojera cambiarme, así que me fui vestida así, supuse que solo le haría compañía a mi tío o algo así. Al llegar mi tío se quedó sorprendido de verme -Sobrina que milagro? -Pues ya ve tío, seré su ayudante un rato jeje -Uffff creo que es mi día de suerte -Obvio que si, cuando va a tener una ayudanta tan guapa? -No pues no. Ven pasate (al otro lado del mostrador) Que me cuentas? Donde anda el novio? -No tío, con tanta tarea de la uni a penas duermo jaja -Pues si quieres te puedes dormir un rato allá atrás, tengo un colchón para cuando me da sueño jaja Cuando me dijo del colchón noté que me miró raro, pero igual le seguí la conversación, no vaya a ser que fuera yo la mal pensada -Ay no, como cree, no es para tanto. -Bueno ahi está por si quieres.... (me dice mientras da un suspiro algo largo) -Si, gracias- digo mientras me siento en una silla un poco más alta que la de el, trato de bajarme la falda un poco porque se me levanta mucho al sentarme, pero sin éxito - Entonces andas soltera mija? -Sip, los chicos de mi edad ni saben si van o vienen jajaj -Ya lo creo, una mujer tan guapa como tú debería de estar con un hombre que la entienda y sepa lo que le gusta, no con un mocoso -Ay tí como es con mis compañeritos -A poco no se te insinúan mucho? si yo fuera ellos ya te habría robado minimo un beso- me dijo mientras acercaba su silla un poco a mi -Ammm... pues no, como que ellos andan en sus ondas y yo en las mías -Es que si estas muy guapa- Dijo y puso su mano en mi rodilla, lo que hizo que me levantara de la silla -Y no quiere que le ayude en algo tío? no sé a poner mercancía o algo así?-Le pregunté para cambiar de tema, porque ya me estaba poniendo nerviosa e incomoda -Pues allá atrás hay unas cajas que tengo que acomodar, si me ayudaras te lo agradecería- En este punto eso me sonó sospechoso, pero no quería ser grosera, así que hice lo que me pidió, me dirigí hacia la parte de atrás y el me seguía de muy cerca, atravesamos una puerta, y llegamos a una pequeña bodega, en donde en efecto estaba el colchón viejo que mi tío mencionó y al rededor las cajas de diferentes cosas.- Mira son esas de arriba, como estas altota no te costará trabajo bajarlas, solo son frituras así que no pesan, tu las jalas y yo las agarro por acá atrás- me decía mi tío mientras se colocaba atrás de mi y ponía su mano en mi cintura -Ok, pero no se vaya a lastimar - le decía mientras daba unos pasos adelante para tratar de quitarme su mano disimuladamente, pero eso solo hizo que el se acercara más, sin más remedio me pare en puntillas y me estiré tanto como pude para agarrar la caja tratando de que nada más se fuera a caer, mi tío se acercó a mi, podía sentir su mano en mi cintura, su panza en mis nalgas y su respiración caliente en mi espalda, luego su mano paso a mi abdomen -ay mija que faldita tan corta tienes, casi se te ve todo -Pues que se anda fijando? mejor ayudeme- Le dije mientras jalaba la caja que me pedía que estaba un poco larga y casi se me estaba cayendo. No les voy a mentir, la vdd es que ya tenía un buen rato sin coger y sus acciones me prendieron un poco, y más porque en aquel entonces mi fantasía era hacerlo con un maduro, así que cuando su mano paso de mi abdomen a mis tetas, baje de estar de puntitas y solo gemí un poco, lo que mi tío tomó como una invitación, me puso su bulto sobre mis nalgas, ya se sentía super duro y grande. -Ay sobrina, desde que entraste te me antojaste muchisimo, mira que ricas tetas, tan duras y enormes (me susurra en mi oído mientras baja su mano hasta mi puchita que ya estaba empezando a humedecerse) mmm que rico, ya se siente calentito- Mete su mano grande y gruesa bajo mi falda y comienza amsajearme, yo no puedo evitar temblar y gemir, luego mete sus dedos debajo de mi cachetero y entre mis labios vaginales y gime -mmm que delicia, estas depilida!! dice mientras mete sus dedos en mi vagina, yo gimo como puta mientras me masturba tan delicioso que me empiezo a mojar como loca -Aaahhhh mmmm no, ahí no.... mmmmm -Si, ahí si, sientes rico vdd? ahorita te voy a hacer sentir más rico- Me voltea, me besa mientras continúa masturbándome, yo como en automático llevo mi mano a su bulto y lo masajeo por encima, cada vez se siente más duro y sin pensarlo le saco su verga gorda y venuda, ya tenia mucho liquido preseminal y yo estaba extaciada- Acuéstate en el colchón y quítate las bragas, luego sube tu blusa y desabrocha tu brasier para ver esas ricas tetas tuyas Yo sin pensarlo mucho obedecí, mientras el me veía haciendo todo eso se estaba masturbando y haciendo gemidos, se notaba que ya se moría por meterme su vergota, en cuanto me acoste en ese sució y viejo colchón con las tetas de fuera y las piernas abiertas exponiendo mi muy mojada y desnuda panocha mi tío colocó su verga en la entrada de mi vagina y de un empujón la metió hasta dentro, Yo gemí tan fuerte que temí que laguien me oyera, pero estábamos solos, el podía hacer conmigo lo que quisiera y nadie se iba a enterar. Empezó a cogerme durísimo y yo seguía gimiendo como loca, no podía creer que estuviera teniendo sexo con mi tío!! Pero eso lo hacía aún más excitante y pensarlo solo me hacía mover más mis caderas y mojarme más -Ay sobrina que rica estas, tan rica!! mira que tetas, mira que nalgas, mmmm te gusta? te encanta vdd? aaahhh tu vagina me succiona la verga como desesperada, que rico sobrina!!! -No me diga esas cosas!! Es que si se siente muy rico!! Aaahhh, aaaahhhh!! mmmmm Mi tío comenzó a comerse una de mis tetas, mientras con su mano se apoyaba en el suelo, la succionaba como si fuera a salirme leche, me sentía en el paraíso, luego cuando me mordió el pezón no pude evitarlo, pero me vine, temble toda mientras gemía, pero el no se detenía, seguía bombeando mi puchita, queriendo llegar tan profundo como pudiera. -Mmmm que rico te vienes, gimes como putita, ufff ya quisiera una putita como tú -Yo puedo ser su putita tio, solo sigame cogiendo así, no se detenga -Eso es justo lo que diría una puta- Diciendo esto me empezó a bombear más duro mientras pellizcaba mi pezón y gemía más fuerte, podía sentir su verga palpitar dentro de mi -No se vaya a venir adentro, no es un buen día -Las putas obedecen y reciben la leche sin chistar- Me dijo mientras tapaba mi boca con su mano y seguía bombeando, la vdd si me preocupe, pero recibir semen dentro de mi era algo que no había experimentado, así que mi calentura y putería pudo más jejeje. Mi tío comenzo a aumentar la velocidad, sabía que terminaría pronto y eso solo me prendió más, luego puso su mano en una de mis tetas y pellizcaba mi pezón mientras gime y se desploma sobre mi llenandome de leche, podía sentir como su verga palpitaba y como cada chorro el empujaba más adentro, lo que me causó otro orgasmo Mi tío se quedó ahí tumbado sobre mi llenandome el útero y la vagina de su espesa leche, se notaba que tenía mucha acumulada, cuando terminó de eyacular sacó su verga de mi y se tumbó junto a mi -Aaahhhh que rica cogida sobrina, tu si que te sabes mover, a ver si no quedas preñada por tanta leche que te metí, pero uuff estas tan rica y yo no me he podido masturbar ni he cogido en un buen rato. -Al rato me tomo la pastilla y ya no pasará nada, por eso no hay problema tío,- le dije mientras me acomodaba el sostén y bajaba mi blusa -Mmmm pues siendo así podemos echarnos otro no? -Otro? Que no se cansó? Y si llega su amigo? -Ese pendejo no va a llegar hasta dentro de una hora, anda, se buena puta y ponte en cuatro para darte otra vez- Me ordenaba mientras se arrodillaba y masturbaba su verga que ya empezaba a ponerse dura otra vez -Pero.... -Andale puta, no tengo toda la tarde y sacate las tetas que las quiero seguir agarrando- Me dijo mientras me volteaba y le paraba el culo. Me desabroche el brasier y me saque las tetas, en eso mi tío puso su verga de nuevo en la entrada de mi vagina aún escurriendo de leche mezclada con mis jugos y sin más ni más me la metió de lleno, pero sentí súper rico, nunca había tenido una verga tan gorda dentro de mi, asi que mi vagina la succionaba sin parar Mi tío gemía tan rico y me decía tantas vulgaridades que me prendían muchísimo, también me daba nalgadas que sonaban por toda la bodega -aaahhh siii zorrita que rico te mueves, que rico culo, se nota lo hambriada que estabas de verga, quiero que gimas más como la puta que eres, te voy a llenar de verga y de leche hasta que ya no puedas, quiero que te quedes con toda mi leche adentro si la sacas te voy a volver a coger, para que no desperdicies la leche de tu macho. Así de perrita te queda bien Yo solo podía pedirle más verga y más leche, no quería que se detuviera, me encantaba ser su perra, su puta, su zorra y gemir como una. -Si quiero más leche, no te detengas, dame más verga Cada bombeada se sentía delicioso, al final mi tío terminó dentro de mi otras dos veces antes de que llegara su amigo justo cuando pensaba en cogerme una cuarta vez. Me vestí rápido y busqué mis bragas, pero mi tío me las quitó -No putita, tu te vas sin estas para que yo te recuerde y a ver si mañana pasas a ayudarme temprano antes de irte a la universidad -Si tío- Dije muy obediente mientras salíamos, salude a su amigo, me despedí de mi tío y me fui a mi casa sin creer en la cogidota que me había dado, la mejor cogida de mi vida Al llegar a mi casa el semen de mi tío ya se me había escurrido entre los muslos, casi hasta las rodillas, me metía a mi cuarto, metí mi mano bajo mi falda y pude sentir como tenía toda la panocha llena de semen. Por supuesto esa no fue la ultima vez que cogimos, pero eso se los contaré después
Pareja y relaciones 10 meses
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Los amigos de mi hijo me lo hacen rico.
Los amigos de mi hijo me lo hacen rico.
Hace unos meses, mi hijo Toño hizo unas reunión en la casa, ya eras los últimos meses de prepa y aprovechaban cada que podían para pasarla juntos. Yo había notado que siempre que venían sus amigos o yo iba por mi hijo a casa de unos de ellos, me comían con la mirada. Les encantaba verme el escote o mi trasero; a mi me gustaba que unos jovencitos con bellas chavitas a su alcance disfrutaran viéndome. En esta ocasión, vinieron a la casa tres amigos de Toño y su novia, Melanie; una chavita bien facilota que trae loco a mi hijo, me imagino por qué. Su idea era estar tomando y escuchando música, así que los dejé un rato y después bajé para supervisar todo. En ese momento los chavos me invitaron unos tragos y acabé cediendo a la presión; después quisieron jugar “yo nunca he” y como ya andaba medio happy, acepté; la verdad no tomo mucho y se me subió muy rápido. Me fui a sentar un rato a la sala, pero ya estaba mareadísima; sólo recuerdo que entre dos amigos de mi hijo me subieron a mi cuarto. Mientras me subían recuerdo haber sentido cómo me manoseaban las nalgas y las tetas; mi hijo no sé en dónde estaba. Me acostaron en mi cama y recuerdo que me empezaron a manosear por todas partes; me sobaban las tetas sobre mi blusa, las nalgas y hasta mi conchita sobre el pantalón. - “No mames, está bien buena la mamá de Toño, güey; pinches tetotas”. - “Sí, no mames…y está bien peda; y si la encueramos? Ni cuenta se va a dar”. - “Y si sube el Toño?” - “Ni madres, seguro se van a coger a Melanie”. - “Dile a Beto que eche aguas; mta, quiero verla encuerada a la vieja esta”. - “Ya le dije. Sí, cabrón, ve qué culote tiene!” Entonces sentí cómo me desabotonaban la blusa y la abrían. - “Ay, no mames, qué ricas tetas!” - “Te imaginas chupárselas?” - “Llenarlas de leche, güey!” - “Jajajajaja, sí, no mames! Y ha de ser bien puta, verdad?” –me agarró las tetas- “pues le gusta que la manoseen jajajaja”. - “Vamos a quitarle el pantalón, güey”. Entonces empezaron a bajarme mis leggings. - “Uy, mira qué ricos calzoncitos tiene”. - “Viste cómo se le marcaba la pucha cuando estaba sentada?” - “Sí, no mames, qué rico!” - “Nomás a eso bajó hace rato, a calentarnos para que nos la cogiéramos”. - “Jajaja sí, como no tiene con quién, anda urgida, la muy puta”. La verdad me calentó mucho escuchar cómo dos jovencitos de 18 años hablaban de mi, cómo tenían ganas de cogerme, cómo abusaban de la mamá de su amigo borracha. Entonces me quitaron mis leggings, dejándome en calzones, mi blusa y mi brassiere. Ya me estaba mojando, y si lo notaban? - “Puta madre, está bien rica! Le voy a tomar fotos y video, cabrón”. - “A güevo, yo también!” - “Mira qué rica boquita tiene…ha de mamarla bien rico”. - “Qué ganas de cogérmela, cabrón!” - “Y si nos la chingamos?” - “Así, de güevos?” - “Está bien peda, güey…y seguro es re puta, si se despierta no va a decir nada; estas pinches vieja cuarentonas son bien cogelonas”. - “Neta?” - “Sí, güey…le voy a bajar los calzones para que veas”. Se acostó detrás de mi, con mis nalgas frente a su cara, y empezó a bajarme mi calzoncito; yo me moví discretamente para facilitarle las cosas. - (Olió mis calzones) “Mmm huele bien rico…y están mojados, cabrón jajaja” –le susurró lo demás- “esta vieja anda peda y caliente…tiene la pucha bien mojada…quiere que nos la cojamos”. - “Sí, güey?” - “A güevo! Quiere que le demos verga…y yo ese culo no lo perdono”. - “Chingue su madre, vamos a darle verga a la mamá del Toño…por puta”. Se desvistieron ambos, el primero en hacerlo se acostó detrás de mi y de cucharita me embarró su dura verga en mis nalgas como si me estuviera cogiendo; yo estaba excitadísima!! Quería que me la metiera ya!! - No mames, qué ricas nalgas! Jajaja mira cómo se mueve! - Qué haces? No…Toño… - Toño está cogiéndose a su vieja…nosotros te vamos a dar verga. - Qué? No…quién? Qué pasa? - Bien que quieres –en ese momento me penetró- - Ay! No…qué haces? Toño…Toño… - Ssshhh…-me bombeó bien rico- siente qué rico te la meto, puta –me bajó el brasssiere y me agarró las tetas- estás bien buena, Ingrid. - (El otro chico se hincó en la cama frente a mi cara y me puso su verga cerca de mi boquita; me golpeteó las mejillas y la boca con ella) Mámamela…ándale –sin abrir los ojos, la agarré y me la metí en la boca-. - Mmmmmmmmmmm…mmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmmm… - Ay, no mames…pinche vieja qué rico mama la verga! –me agarró la cabeza para cogerme un poco la boquita; estos chavos sí tenían experiencia cogiendo-. - No vaya a venir mi hijo…ay, qué rico… - No te preocupes, el Toño y Beto se andan dando a Melanie…es bien puta, también esa vieja. - Me hacía falta esto… - Sigue mamándomela…ay, así, así… Así estuvimos unos minutos, pero supongo que les excitó mucho estarse cogiendo a la mamá de su amigo, porque entonces se vinieron; uno me echó su semen en mis tetas y el otro me llenó las nalgas de su lechita caliente; después me las embarró con su verga y me la volvió a meter. Al que se vino en mis tetas le agarré la verga y embarré su semen en mis tetas, después se la mamé. Me puso súper hot que los amigos de mi hijo se aprovecharan de mi peda. Además nunca había cogido con chavos tan jóvenes...fue delicioso. El otro me seguía bombeando. - Qué buena estás, qué pinches nalgotas tan ricas tienes...mmmmmm... - Esta vieja quiere más...me la sigue mamando -intenté que no perdiera la erección, pero a los pocos minutos ya no la tenía dura, entonces el que me bombeaba dijo "Quiero que me la mame", entonces quitó al otro chico y se paró al pie de la cama, yo me senté en la cama, se la agarré, la olí, la lamí un poco y después empecé a mamársela. Oí que el otro chico salió del cuarto, yo seguí mamando y el chico me cogía la boca; yo le agarraba los güevos y se la mamaba. Recuperó rápido la erección, entonces me acostó en la cama y me la metió de una embestida. Estuvo dándome unos minutos mientras me decía que le encantaba cómo rebotaban mis tetas. Finalmente cuando se iba a venir hizo que me hincara y se la mamara, entonces se vino en mi boquita y me escurrieron sus mecos por mi carita. No fue la última vez que me cogió.
Pareja y relaciones 10 meses
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Te relajo y duermo con mi voz.
Te relajo y duermo con mi voz.
Como hice con mi anterior obra, aquí les presento a todos ustedes mis amigos y lectores esta segunda obra que empieza hoy a caminar por los senderos de las editoriales, buscando su pareja ideal. Los que me suelen leer, saben que en las semanas precedentes he publicado los 21 relatos que la componen uno a uno. Unos han gustado más y han tenido comentarios mejores y otros menos. La vida es así. Creo que un escritor humilde ha de ser congruente con los comentarios de sus lectores. Para los que prefieran leer todos los relatos juntos aquí, les confesaré que hay unas pequeñísimas variaciones, apenas una docena y media de párrafos nuevos, de contenido sexual obviamente la mayoría, fruto de los consejos de algunos de mis lectores, que me aconsejan pequeños detalles que siempre tengo en cuenta. Antes de proceder a compartir esta segunda obra erótica con ustedes en esta página tan especial de “todorelatos”, no puedo dejar de agradecer a todos su apoyo. Un abrazo fraternal, emocionado y agradecido. Si alguien la quiere en PDF, para conservarla y/o leerla más cómodamente, pueden solicitármela por correo electrónico como siempre. Sin más preámbulos, aquí les dejo la obra, empezando por su correspondiente prologo y agradecimientos, que espero no les canse mucho. PROLOGO: No se confundan, amigos lectores, ni todos los relatos son muy calientes, algunos lo son menos, eso creo, ni terminarán ustedes durmiendo mejor al leerlos, salvo que sus manos, dedos o sus parejas, dispongan otra cosa para resolver su eventual desvelo. Después de esta pequeña broma que me he permitido hacerles, he de decirles que, a lo único que aspira el autor es, humildemente, a que ustedes, mis queridos lectores, disfruten de una lectura agradable, de tal manera que sus mentes, al leer los relatos siguientes, dejen los habituales problemas personales, sociales, laborales y de todo tipo, que todos y cada uno de nosotros, llevamos en nuestras mentes a modo de mochila, con un sobrepeso excesivo que, sin duda, podría acabar empeorando nuestra salud más tarde o más temprano. Quitarse el estrés es la clave de la salud, y este libro de relatos eróticos con un cierto nivel de morbo, según cree el autor, quiere contribuir a ello en la medida de lo posible. El conjunto de todos los relatos no tiene el mismo nivel de erotismo, como ya les anticipaba, más bien, algunos son más light que otros, algunos más subiditos de tono o incluso alguno algo pornográfico, aunque siempre intentando tener buen gusto, sin caer en la mediocridad. Quienes ya han leído algo de lo poco que he escrito, saben que apenas estoy empezando, que estoy aprendiendo, aspirando, exclusivamente, a ayudar a liberar tensiones, solos o en compañía, o en el mejor de los casos, a unir a parejas o incluso tríos de personas en su relación sentimental o amorosa. Incluso relaciones de poliamor, como en uno de los relatos. Cada cual es libre de optar por lo que más le guste, siempre que no haga daño a nadie de manera intencionada. Esta serie de relatos la comencé hace ahora veinte años, con dos relatos que he tenido que adaptar a mi pensamiento actual. El exceso de trabajo por entonces se interponía entre los relatos y mi creatividad, y al no darme cuenta de ello lo pagué, obviamente, con una enfermedad crónica. Hace ocho años, en plena crisis económica, el trabajo cedió, el amor llamó a mi puerta, empecé a cuidarme y escribí el tercer relato inspirado en un hecho real. Aquíqueda presentado el primero. Desde entonces, los relatos se fueron sucediendo poco a poco gracias a la tranquilidad, la reflexión, la creciente creatividad y a la colaboración de amigos y simpatizantes que me alentaban, y en no pocos casos, me proponían ideas. Desde 2013 no he parado de escribir relatos, en la actualidad tengo centenares esperando la crítica de todos ustedes, los lectores. Los iré publicando empezando conuna serie de veintiún relatos, que empieza en este ilusionante 2021. Ya saben, la manía de los números para los que me conocen por mi primer, único y último libro hasta la fecha, de título, “Memorias de un depravado (I)”, ISBN: 978-84-18553-53-0, que la editorial LIBROS INDIE, tuvo la amabilidad de publicarme a finales del pasado año, y que llegaba a mis manos, precisamente, el día de San Silvestre. Hablemos de morbo, dado que es a priori el eje principal del pensamiento creativo del autor. El morbo es difícil de explicar. En el título, que he tardado incluso más tiempo en redactar que muchos de mis relatos, no está incluida la palabra morbo, pero piensen que es así. Quiero pedirles un favor... Piensen en esa palabra, en este instante, y defínanla mentalmente con palabras o imágenes concretas... Es difícil, aunque no imposible. ¿Verdad? El morbo es algo que llena e inflama nuestra mente, esa U tan particular de cada uno y tan importante. Al fin y al cabo, es el órgano sexual por excelencia, según los expertos. Para enfatizar…, las, seguramente, pocas habilidades de este humilde autor, además de visualizar a priori las escenas, se ha ayudado de los recursos lingüísticos o literarios más habituales, para intentar ayudar a recrear algunas escenas de sexo en cada una de las mentes de los lectores, y así intentar generar más morbo mental. Quiero reseñárselo para que ustedes jueguen a encontrarlos como un entretenimiento adicional más en la obra. Hablemos ahora de hipersexualidad..., ya que este relato tiene contenido para adultos exclusivamente, en ocasiones de alta intensidad. Un término sexual moderno, que puede definirse como el aumento repentino o la frecuencia extrema en la libido, o en cualquier actividad sexual. Este aumento, en ocasiones, puede serlo a consecuencia de medicamentos, drogas, o incluso a problemas de salud tales como el trastorno bipolar, entre otros. Asociamos la hipersexualidad a la adicción, aunque sexólogos de reconocido prestigio, la asocian a comportamientos obsesivos y/o compulsivos. Nutricionistas destacados, están intentando ahondar en deficiencias nutricionales, durante la generación de nuestros sistemas hormonales en nuestra etapa fetal, para justificar incremento de situaciones hipersexuales en la adolescencia y la juventud. En todo caso, se están sustituyendo por este concepto nuevo, aquellos antiguos conceptos de ninfomanía o furor uterino en las mujeres, o satiriasis en los hombres, a los que se les tachaba de sátiros, si su conducta sexual era desproporcionada o fuera de lo normal de los cánones sociales de antaño. Este autor quiere asociar la hipersexualidad, simplemente, a la consecución puntual, gracias a la lectura de estos relatos eróticos, de un estado físico gratificante, y a la consecución de uno o más orgasmos a solas o en compañía. Ya me dirán todos ustedes, en qué queda la cosa... Hablemos, por último, de José Miguel. Además de la ingente imaginación del autor, y de propuestas de amigos y conocidos, a estos relatos también ha contribuido en gran medida, mi nuevo amigo y gran confidente, José Miguel, el protagonista de “Memorias de un depravado (I)”, con el que sigo trabajando, actual y permanentemente, para seguir redactando sus memorias, y estos relatos, que año tras año, iremos publicando con la ayuda de aquellas editoriales que confíen o sigan confiando en nuestros proyectos. José Miguel, ha sido fundamental en mi reciente deseo de ser escritor de relatos y novelas eróticas. En su honor, y a modo de regalo de bodas, ante su reciente y novísimo matrimonio con su sexta esposa, Verónica..., ambos nombres formarán parte de la obra. Una pareja de nombres recurrente, que saldrán siempre en todos los relatos, aunque no siempre como protagonistas, siendo siempre, eso sí, una auténtica e insustituible seña de identidad de la obra. Desea el autor que esa sea la “identificación” de esta creación y sus posibles secuelas, si los lectores así lo desean. Por favor, José Miguel, no vuelvas a casarte o en su defecto habrás de casarte con una nueva Verónica, porque no puedo cambiar de nombres para el futuro... No creo que llegues al récord mundial de matrimonios de Linda Wolfe, que ha entrado en el Libro Guinness de los récords al haberse casado en 23 ocasiones..., disfruta de tu nueva esposa por siempre, por favor..., me parece la mujer más bella del mundo, a excepción de mi propia esposa. No todos los relatos son producto de fantasías, algunos tienen, creo que una gran parte de ellos, su poso de realidad, a veces más, y a veces menos. Este libro de relatos cortos, aunque hay alguno no tan corto, lo ha escrito este autor, que desea ser su amigo para siempre..., para que puedan ustedes leerlos en pareja, si lo desean, pero siempre deseando que los disfruten, como ya les anticipaba al principio de este prólogo, que no quiero eternizar. Si por casualidad, querido lector, aún no tiene pareja, también podrá disfrutarlos, y será una maravillosa oportunidad en el futuro, releerlos con él o con ella. Si acaso aún no ha entrado ese ser maravilloso en su vida, no se preocupe, que llegará cuando menos lo espere. Abra su mente y su corazón de par en par, y descubrirá el efecto solidario de darlo todo sin exigir nada. Eso es..., el amor, en términos absolutos. El autor en los relatos, ha intentado, a veces sin conseguirlo, que no hubiese resquicio, para nada pornográfico, aunque sin poder conseguirlo en su totalidad. En todo caso, solo aspiraba a poder crear un clima, en ocasiones, de un erotismo sensual con cierta clase, que a veces subía de tono. Perdón. Como comprobarán hay de todo en los relatos, desde misterio, hasta parodia, pasando por thrillers o como diríamos en España, suspense, aunque también hay romanticismo…, e incluso un posible caso de abducción extraterrestre a priori. Unas historias son más sentimentales, mientras que alguna tiene un toque tierno. Los relatos me salen como me salen, soy simplemente, el resultado final de ese instrumento, una mente creativa, a veces, algo irreflexiva. Uno de los hilos conductores de los relatos, como ya les adelantaba unos párrafos arriba, es siempre la presencia de dos recurrentes nombres, como son: José Miguel y Verónica. Ya les he explicado su justificación y quiero explicarles algo más al respecto. A veces, tienen una relación sentimental, otras veces, se conocen en el transcurso de la ficción, mientras que en otros casos, son simples profesionales que coinciden en la trama o en su resolución. En algunos de los relatos asumen excepcionalmente el papel de protagonistas o coprotagonistas. Es una licencia literaria del autor, que tiene como justificación algo tan simple y banal como tener una seña de identidad única y personal, algo que pueda hacerle especial, pero sin ningún tipo de motivación adicional. No se confundan, cada José Miguel, o cada Verónica, son diferentes en cada una de las historias que de inmediato empiezo a compartirles. En cuanto a la calidad creativa de los diferentes relatos, a juicio del autor, cree humildemente que hay de todo como en botica. Este autor cree que algunos pueden pasar por excelentes, mientras otros no conseguirían un aprobado raspado ante el más comprensivo, bondadoso y empático de los lectores, pero para un autor sus creaciones son como unos hijos. ¿Lo entienden? Si uno de nuestros hijos nace imperfecto de nacimiento, trata de ayudarlo a curarse indefinidamente. A veces, lo cura del todo, y otras muchas veces, solo consigue que viva con mediocridad sin la vistosidad de sus hermanos, pero el amor es el mismo hacia todos ellos, y jamás sacrificaría a uno de sus vástagos. No puede dejar el autor de referirse a un relato que trata sobre una persona con discapacidad psíquica, el último. No ha querido elevarlo a comedia, sino a tierno hiperrealismo, y siempre dentro de la naturaleza imperfecta del ser humano, con el deseo de vivir plenamente, a pesar de su falta de sentido común en millones de ocasiones, cuando se cruza con esos seres maravillosos. El autor es respetuoso, absolutamente respetuoso y comprensivo con esas excepcionales personas tan especiales en su vida diaria. No prejuzguen nada, por favor. Todos los relatos tienen en mayor o menor medida un poso de veracidad, como les adelantaba al principio, que a veces es tan insignificante, que no tiene que ver nada el hecho que lo impulsó a nacer con el resultado final, que solo lo ha sido a consecuencia de la creatividad calenturienta del autor. De momento, espero que disfruten de estos primeros veintiún relatos, que tengo el honor y el placer de presentarles en este libro… Gracias, por la paciencia de aguantar este extenso prólogo. PEPOTECR. AGRADECIMIENTOS: En esto de los agradecimientos no soy tan creativo, generalmente. Deseo dar las gracias a quienes, habiendo leído los relatos, me han animado a seguir escribiendo muchos más. A todos mis seres queridos que aún están vivos va dedicado este libro. De momento en ese orden de proximidad… Ella, ellos..., también a ella en ultramar... Os quiero con cierta sensación agridulce a alguno de vosotros, al menos a mis hijos..., pero sin ningún género de dudas, haría de todo por vosotros tres, que inevitablemente, sois sangre de mi sangre. A Evelin y Josué, (nombres ficticios), “la solidaria” y “el madrugador”, básicos componentes del grupo gastronómico dominical, os doy las gracias por vuestro apoyo al ser los primeros arriesgados lectores y por ello quedáis indefinidamente seleccionados para ello. A todos mis lectores pasados, presentes y futuros de todorelatos. Obviamente, a mis padres, que ya no están aquí, los llevo dentro de mi corazón permanentemente. Gracias a todos ellos. ÍNDICE DE LOS RELATOS: - 01/21. POR FIN DE VACACIONES… - 02/21. NOS VAMOS DE BODA ESTE FIN DE SEMANA… - 03/21. ¿LEAN QUITAO LLA ESO A LA TANIA?... - 04/21. EL MANUAL… - 05/21. CARA DE CIRCUNSTANCIAS… - 06/21. VIK, NUESTRO GRAN AMIGO… - 07/21. EL ABUELO PACO… - 08/21. RAQUEL, MI “SOBRINA”… - 09/21. LA INVIDENTE... - 10/21. GREG, MI FIEL AMANTE… - 11/21. UN CUARTO MUY OSCURO… - 12/21. EL SALÓN DE BELLEZA… - 13/21. NUESTRA PRIMERA VEZ... - 14/21. OFREZCO A MI MADURITA... - 15/21. JUNTOS PARA SIEMPRE… - 16/21. OTRO AGUJERITO… - 17/21. EL SUEÑO MÁS ERÓTICO… - 18/21. RESPLANDECIENTE Y MORTAL PRIMAVERA... - 19/21. LA ABOGADA... - 20/21. UN ESCORT MUY ESPECIALIZADO... - 21/21. COSITA Y COSOTA... 01/ 21. POR FIN DE VACACIONES… José Antonio y María Isabel, eran una pareja típica de funcionarios que iban ese verano a tomarse sus primeras vacaciones sin hijos. Estaban excepcionalmente nerviosos y excitados por ese viaje. Estaban ilusionados desde hace semanas por redescubrir el amor, y la pasión de antaño en un periodo de dos semanas en la playa para ellos solos. Habían hecho cientos de planes, algunos de ellos, dignos de unos adolescentes recientemente enamorados. Para no coincidir con muchos otros desplazamientos, habían programado sus vacaciones, no de quincenas naturales, sino en la segunda y tercera semana de septiembre de aquel año. Así evitarían las aglomeraciones de gente y coches, tanto en carreteras como en los s las playas, que en julio, agosto e incluso en la primera semana de septiembre, están atestadas de cientos de coches, además de miles de sombrillas con niños y más niños por todos sitios. Habían elegido ese mes por el mismo motivo, para poder pasar unas vacaciones mucho más tranquilas, y a poder ser, las más románticas de toda su vida. - ¿Isa, lo tienes todo preparado? Le había preguntado él, un par de días antes. - Sí, mi amor lo tengo todo preparado y alguna sorpresita más para mi rey. Él sonrió tierna y enamoradamente. - ¿Qué sorpresa? ¿Cuéntame? - La descubrirás la primera noche de vacaciones. Lo tenía desde hace días babeando de ilusión, deseo, y de tantas cosas más… Todo llega y todo pasa…, aunque la canción de Serrat decía exactamente…, “Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo camino, caminos sobre el mar”. Ellos, en apenas unos días, estarían disfrutando solos en una zona maravillosa, casi al mismo lado del mar Mediterráneo. Por fin, el ansiado día había llegado. José Antonio conducía por la carretera y recordaba esa conversación unos días antes de salir de viaje. Estaba emocionado y tremendamente ilusionado. Siguió pensando en algo más mientras conducía hacia su destino. Como saben todos ustedes, la mente se acelera y se escapa sin freno en ocasiones. Sin dudarlo, su esposa a la que él llamaba cariñosamente Isa, como han podido ustedes ya leer, había cambiado en los últimos meses, la veía más guapa, más romántica, más simpática, más seductora…, joder..., incluso más alta y más joven, había pensado hace unas semanas. Llevaba días totalmente excitado, no solo en el sentido sexual, que también, sino en un sentido general, con la idea de esa primera noche de vacaciones, en la cual, Isa, le daría su sorpresa. Tampoco era por el hecho de recibir la sorpresa en sí, lo era por un numeroso conjunto de razones diversas. La sorpresa sería esa misma noche, apenas dentro de unas pocas horas. Se habían levantado pronto aquella mañana del ocho de septiembre. Habían estado un poco inquietos ambos durante toda la noche, habían hecho el amor, suave y románticamente al amanecer. Se habían besado con ternura, disfrutando ambos de unos besos cálidos y apasionados, pero sin prisa. Habían hecho el amor con delicadeza, con pasión, pero sin desenfreno, con un maravilloso sexo, pero sin burda sexualidad animal. Habían practicado un sexo superior. Ambos habían acordado por unanimidad que había sido el mejor de sus vidas. Sus cuerpos habían estado unidos íntimamente, pero disfrutando del momento glorioso de sentirse amados recíprocamente el uno por el otro, sin buscar el orgasmo del otro. Habían llegado ambos orgasmos sin buscarlos, sus cuerpos habían conjuntado emocional y físicamente. Sus feromonas estaban estos días compatibles al ciento diez por ciento. Ambos se sentían abrasadores, cual fuego que quema sin dañar, un fuego adictivo a todas horas, un fuego deseoso y siempre ardiente. Las caricias orales en sus sexos habían salido armoniosamente morbosas sin buscarlo. La excitación había sido de primer orden, y los orgasmos únicos y decididamente increíbles. Isa jamás había disfrutado tanto del sabor del semen de su marido. Por su parte él, jamás había sentido esas sensaciones al lamer todo su cuerpo, su sexo en su conjunto e incluso su ano, con aquel sabor tan especial. Durante dos horas se amaron y alcanzaron sendos orgasmos al unísono. Extasiados, se quedaron unos segundos dormidos, unidos en aquella posición tan complaciente. Eso sí que es amor simbiótico. (Ambos, lo pensaban, sin decirlo). Se habían amado física y emocionalmente como nunca lo habían hecho en el pasado reciente, incluso como jamás en su vida. Ambos se reconocían ilusionados a pesar de los malos momentos pasados en la primavera pasada. Empezaban sus vacaciones, por fin solos. Estaban realmente pletóricos. (¿Se lo pueden imaginar, todos ustedes? Esa sensación que ellos acababan de sentir juntos, después de hacer el amor, es la que todos hemos buscado alguna vez en nuestras vidas, ese verdadero y único amor. ¿No lo creen así?). Sigamos… José Antonio recordaba con semblante triste mientras conducía aquellas semanas del pasado mes de abril, cuando una llamada le alertó de que algo no iba bien. Isa, al lado del conductor y escuchando música, se dio cuenta al instante del cambio en su semblante, le preguntó: - José… ¿Qué te pasa? Como había prometido en las sesiones de terapia de pareja, en más de una ocasión, no le mentiría nunca más, ni en las cosas más insignificantes, y le contestó: - Pensaba en aquellos días, en aquella llamada de José Miguel aquella noche. Por cierto, ¿cómo estará? - Mi amor, tu sabes lo que pasó, fue una chiquillada. Yo siempre he estado enamorada de ti, incluso desde antes de conocerte. - Lo sé. Mientras esbozaba una leve sonrisa, aunque algo agridulce, María Isabel recordó aquellos bellísimos momentos en que José Miguel le había declarado su amor eterno. Era un hombre muy especial, la hizo sentir como una chiquilla, incluso le dio un beso maravilloso, pero su corazón era enteramente de su marido. María Isabel puso su mano en el muslo de José Antonio, y éste al instante se sobrecogió, y la carne de todo su cuerpo se le enervó, al mismo tiempo que todo su vello corporal se le erizaba. Llevaba unos meses sintiendo cosas que no había sentido jamás. - ¿Te acuerdas de Verónica? - Por supuesto…, qué bien hizo su trabajo, sobre todo contigo, José. (Ella simplemente le llamaba José. Solo cuando estaba seria o enfadada le llamaba José Antonio). - Verónica me hizo redescubrir de nuevo el amor que siempre había sentido por ti, que estaba dentro de mí, y que por la monotonía que todos los matrimonios pasan, al dejar de comunicarse eficazmente puede olvidarse, y en ocasiones, hasta perderse. - Como decía Verónica: “Cuantas parejas se separan, sin saber que siguen en el fondo enamoradas...” - Es verdad mi amor, cuánto bien hizo por nosotros…, Vero. - Le gustaba que la llamasen Vero…. ¿te acuerdas José? - Sí, claro que me acuerdo. Jamás la olvidaré. - Jamás la olvidaremos… ¿verdad? - ¿Te acuerdas de los ejercicios prácticos que nos hacía hacer, juntos y por separado? - Claro que sí, fueron muy interesantes y altamente efectivos. Algunos muy graciosos y tremendamente divertidos. - Gracias a ella seguimos juntos y felices. - Lo sé mi amor, y gracias a Vero vamos a pasar nuestras primeras vacaciones a solas y enamorados perdidamente. - Así es. Sus miradas lo decían todo. Todo era amor en aquellos dos cuerpos, sus mentes y sus corazones. Faltaban apenas unos kilómetros para llegar a su destino. El viaje había sido muy tranquilo. Muchos kilómetros, pero con muchas paradas, oyendo y escuchando música que Isa había grabado de los grupos que le gustaban, sobre todo de los 70 y de los 80, de esa música que siempre había escuchado en su niñez y a sus hermanos mayores, especialmente de aquel que ya le faltaba, lamentablemente. Habían parado muchas veces, habían hecho cientos de fotos, incluso habían improvisado unos pasos de baile en aquella pinada, y se habían dado un abrazo y un beso, como si fuesen unos jóvenes enamorados perdida y definitivamente. Por fin, llegaban a la enorme urbanización. Calles idénticas, con casas todas pintadas iguales, prácticamente iguales todas ellas, salvo el pequeño número que las diferenciaba. Esas ingentes urbanizaciones que se llenan de extranjeros, a veces puede resultar frustrante, verlas todas iguales, como sin alma. Según iban entrando José Antonio y María Isabel, habían comentado que debería de haber miles, decenas de miles de casas, incluso habían bromeado con la posibilidad de que algún “guiri” se hubiese confundido en más de una ocasión de casa con una pinta de cerveza de más, sorprendiendo a otra familia con su presencia en la casa o incluso en el dormitorio, si tuviesen la puerta de la casa abierta. El propietario ya les había advertido que era un “poco difícil” llegar, pero con las explicaciones que les había facilitado, llegarían sin problemas. Eso, pensaban ambos, inocentemente, en aquel momento. Alguien le había recomendado este apartamento por su tranquilidad y su buen precio. No lo recordaban en ese momento. El propietario era un poco raro, pero fue muy simpático y amable, anotando y anotando los detalles, primera rotonda, segunda rotonda, tercera rotonda… Infinitas rotondas, izquierda, derecha, izquierda… Siguiendo los tres folios de instrucciones, pues en el GPS no habían encontrado la dirección de la calle, José Antonio y María Isabel consiguieron llegar, eso sí, después de más de una hora y media atravesando plazas, calles y rotondas de una enorme y poco luminosa urbanización, cuyo nombre y leyenda, les había causado mucha gracia cuando la vieron al llegar: “Urbanización Monte Perdido, donde puede perderse en sus vacaciones, o sus sueños pueden hacerse realidad”. Aun no anochecía, cuando las últimas bolsas de viaje entraron en el apartamento. Estaba muy bien decorado y tenía algo mágico. Se sintieron felices y contentos desde el primer instante en el que habían abierto la puerta. Detalles y detalles en el apartamento…, cuadros, espejos, plantas, verdaderamente era un apartamento idóneo para unas vacaciones románticas. El teléfono móvil de José Antonio sonó. - Juan…, hola… ¿dónde estáis? Juan era un amigo de la infancia de José Antonio, con el que hace unos días, por casualidad, se había reencontrado. Lo había saludado efusivamente, y por esas circunstancias del destino, después de una breve charla, se dieron cuenta, con gran sorpresa, de que iban a veranear en una localidad muy próxima, coincidiendo prácticamente en las mismas fechas, quedando por este motivo en tomar alguna cervecita juntos cuando José Antonio e Isabel, estuviesen instalados. - Acabamos de llegar, vamos a ducharnos y salir a cenar por aquí cerca. - Estupendo, pues claro que sí… - ¿Dónde? - Está bien, dentro de 3 horas. José Antonio fue a buscar a la ducha a María Isabel, se metió con ella, sonrío y la besó… - Mi amor, era Juan, hemos quedado en cenar juntos los cuatro. - ¿Dónde? - ¿Te acuerdas? cerca de la última localidad donde estaba ese centro comercial tan grande, cerca del casino... - Sí. - Pues allí, Juan dice que hay un restaurante estupendo. - Lo que tú quieras, pero ya te dije que no me gustaba demasiado, era un poco extraño, según me dijiste. - Mujer, extraño..., extraño... No tanto. - Sí José…, te acuerdas de la cara que puso cuando le dijiste que éramos la única pareja perfecta de este mundo…. (Así me lo dijiste). - Ah. Sí. La verdad mi amor es que todo el mundo se extraña de lo unidos que estamos, especialmente en estos últimos meses. Realmente, estaban y parecían extraordinariamente unidos estos últimos meses. Siempre de la mano y dándose besos con cualquier excusa y en cualquier lugar. - Pero, José, ¿Tú vas a saber salir bien de la urbanización? ¿De noche y con tantas calles y rotondas tan iguales? - Pues claro que sí mi amor, siguiendo las instrucciones lo conseguiremos entre los dos. Eres una perfecta “copilota”. Una “copilota” bella, sensual y adorable... Isa rió, de una forma tan natural y maravillosa por la broma, que hizo tragar saliva de emoción a su marido. Tenían tiempo de sobra. Se ducharon, jugaron… Se secaron el uno al otro con cariño, con ternura y con un enamoramiento sin igual. Fueron al dormitorio e hicieron el amor de una manera sobrecogedoramente única, como si fuese la primera vez, una vez más. No fueron conscientes en ese mágico momento, de que sus instintos, pensaban que no se volverían a amar nunca más de aquella manera única e irrepetible. Sus cuerpos fundidos en sintonía sexual se amaban irreflexivamente. Fue un acto de sexo amoroso y romántico único. Sin dejar de besarse, tocarse y gemir reciproca e instintivamente, aquellos orgasmos al unísono salían sin buscarlos, de aquellos cuerpos excitados pero relajados inusualmente. Ambos eyaculaban a su manera, pero al mismo tiempo. María Isabel de manera intensa y corta. José Antonio con sus habituales andanadas largas e inmensas. Él la sintió en su pubis y en la base de su grueso pene. Ella lo sintió en su agradecida profundidad. Después de unos minutos de relax unidos, ambos sentían los sendos fluidos discurrir por su ingles y piernas. No eran habituales de saborearse, pero en esta ocasión, ambos, de manera instintiva, mojaban sus dedos y se daban a probar por última vez sus esencias, mutua, tierna y amorosamente. Terminaron ese momento mágico fundidos en un beso y un abrazo íntimo, que incluso les llevó a llorar emocionados. José Antonio se había arrepentido de haber quedado con Juan. - Teníamos que anular la cita, Isa. - Ya que has quedado, vamos. Intentaremos pasarlo lo mejor posible y volvemos rápido aquí. ¿Vale? - Sí. Tengo infinitas ganas de dormir abrazado a ti, mi vida. - A mí me pasa lo mismo, mi amor. Cuando faltaban unos cincuenta minutos para la cita, ambos salieron del apartamento, estaban aseados, perfumados y con ropa nueva, comprada para pasar estos maravillosos días que iban a ser mágicos y únicos. La primera calle y la primera rotonda fueron fáciles, aunque las instrucciones ahora parecían más difíciles que cuando llegaron. Luego se fue complicando. - Gira por la derecha, José. - No, mi amor, era por la izquierda. Realmente, no se preocuparon hasta que una hora después, sintieron que no sabían dónde estaban. Intentaron decenas de veces volver hacia atrás, a coger una referencia concreta, pero misteriosamente cada rotonda, cada plaza y cada calle, parecía cambiar y al mismo tiempo ser iguales a la anteriores. - Isa…, estoy absolutamente desorientado. - No te preocupes, José. - Tenemos que preguntar a alguien. - Sí mi amor, preguntemos. Dieron decenas de vueltas por las calles, y no encontraron a nadie a quien preguntar, antes, al llegar, había gente paseando a los perros, parejas paseando, pero ahora que necesitaban preguntar a alguien, no había nadie, parecía un misterio, ambos lo pensaban y sin embargo, no lo decían. La luz de la luna, antes más luminosa, parecía apagarse poco a poco. La sed y el desmayo empezaron a hacer mella en ellos, tres horas después… Necesitaban hidratarse, pues habían sudado mucho en aquella noche veraniega. Quizás también la tensión... La botellita de agua que Isa solía llevar siempre en el bolso estaba agotada. Pararon decenas de veces el automóvil y bajando daban vueltas sobre sí mismos, procurando encontrar una sola luz en alguna casa para poder preguntar. - Parece una pesadilla José… ¿Es que no vamos a encontrar una sola vivienda habitada en toda la urbanización? - Joder…, Isa, no seas negativa… - Encima, el móvil sin cobertura… - Llama a emergencias. - Ya lo he intentado, tampoco puedo… Habían parado en aquellas pocas casas que tenían algún punto de luz, o parecían tenerla, como faroles en la entrada o algún punto en el interior, y en ninguna parecía haber nadie. Al menos nadie les había abierto. Qué extraño. (Ambos pensaban lo mismo, aunque no lo querían decir). Sobre las tres de la madrugada creyeron ver una luz luminosa en la lejanía e intentaron acercarse a ella girando, a la derecha primero, y a la izquierda después, según se aproximaban las rotondas y las plazas de la urbanización, pero no lo consiguieron, inexplicablemente. José Antonio estaba cada vez más nervioso por la situación tan sórdida que estaban viviendo, y aunque intentaba mostrarse tranquilo ante su esposa, cada vez lo conseguía de peor manera. Cuando la luz parecía estar más cerca, en la siguiente rotonda o giro, parecía alejarse. De pronto…, el coche se paró. El combustible se había agotado, habían sido más de siete horas conduciendo por la urbanización, cansados y exhaustos absolutamente, se rindieron a la evidencia de estar perdidos. - No te preocupes amor, cuando amanezca alguien nos encontrará, o con la luz del día podremos encontrar a alguien. - Durmamos algo. - Vale, mi amor. - Sí, mi vida. Se habían recostado en los asientos del coche inclinándolos, haciéndolos más confortables, y habían entrelazados sus manos. Semidormidos, al cabo de unas horas, una tremenda luz les sorprendió. Sobrecogidos, sorprendidos y esperanzados, ambos salieron del coche levantando sus manos y gritando... - Hola… - Aquí… - Ayúdennos… - Socorro… ... José Miguel, el compañero de María Isabel en el trabajo, varios meses después consiguió entrevistarse con Verónica, la terapeuta que había ayudado a José Antonio y a María Isabel. - Gracias por recibirme. - Me llamo José Miguel, era amigo y compañero de María Isabel. - Lo sé todo sobre usted, dijo Verónica. - ¿Se sabe algo de ellos? - No, la policía estuvo preguntándome durante semanas muchos datos, y a pesar del secreto profesional colaboré con ellos en todo lo que pude. - No se supo jamás qué había pasado con ellos, su pista se perdió en el viaje. Ni ellos..., ni el coche. Nada de nada. - ¿Y los teléfonos móviles? - Ninguna llamada…, desde que salieron de su casa de Madrid. - ¿En el hotel? - No tenían ninguna reserva, ni habían pagado ninguna cantidad a nadie, según los extractos de su cuenta bancaria. - Estoy desesperado, estaba enamorado de ella, perdidamente enamorado de ella. - Lo intuyo, José Miguel, pero ella amaba a su marido desde incluso antes de conocerlo…, y él, de ella, eran una pareja perfecta. Estaban predestinados a ser un todo. (Dijo Verónica). José Miguel salió del gabinete cabizbajo, con una cara de absoluta tristeza, como hacía mucho que no había visto a nadie, pensó Verónica. Aquella psicoterapeuta, vio en él un reflejo de muerte en vida, y un impulso incontrolado la obligó a intentar ayudarlo como fuese. - Por favor, José Miguel, llámeme cuantas veces necesite. Él no contestó. Un instante y breve pensamiento ilusionante pasó por la mente de Verónica. Fue a la ventana a verlo de nuevo. José Miguel, como un autómata se alejaba calle abajo. Quizás pueda volver a enamorarme alguna vez. Pensó fugazmente mientras veía alejarse a José Miguel. A Verónica, aquel hombre le había impactado especialmente. José Miguel había amado sin exigencias, había amado sin egoísmo, y quizás podría volver a amar cuando sus heridas cicatrizasen. Si, queridos lectores, ya lo intuyen o lo saben a ciencia cierta, muchos meses después, aquella pareja estaría unida, pues estaba predestinada al amor mutuo. 02/21. NOS VAMOS DE BODA ESTE FIN DE SEMANA... En este día tan triste para mí, recuerdo todo lo acontecido en el último mes, de manera permanente y frustrante. - Rocío… ¿Quieres ir a Sevilla el mes que viene? Rememoró con gran ilusión, cuando Ricardo me dijo que tenía que ir a una boda por compromiso a Sevilla, era de una sobrina segunda por parte de su padre, mi entonces futuro suegro, Ricardo sénior. A todas las mujeres nos gusta ir de boda, prepararnos ese vestido especial, ver a la novia tan guapa y disfrutar de amigos y de familiares. Y especialmente, al final de la noche, por empatía con los novios, tener una noche loca de sexo y pasión. Era un plan ideal. Claro está que le dije que sí. Ricardo lo tenía todo organizado, aprovechando la boda pasaríamos unos días de mini vacaciones, pasaríamos por Jaén el viernes a cenar y pasaríamos la velada con unos amigos, el sábado de boda, el domingo de paseo en el parque de María Luisa, y un poco de turismo, y el lunes de vuelta, pasar por Córdoba a saludar a otra pareja de amigos, que nos enseñarían su caravana nueva para nuestras próximas vacaciones en común. No habíamos salido mucho desde que nos habíamos prometido. Había insistido mucho, pero al final le había dicho que sí. Realmente quería casarme con él, estaba loca por él. Ricardo estaba completamente feliz desde aquel instante, y no dejaba de decirme lo que me quería en cualquier momento del día o de la noche, me ponía notas por toda la casa, incluso me mandaba mensajes al correo electrónico de vez en cuando, y eso que utilizábamos el mismo portátil en casa. ¿Se imaginan? Una adoración de hombre, como iba a decirle que no, a un ser tan especial y único. Los dos habíamos tenido varias relaciones sentimentales antes de conocernos, pero creo que ambos sabíamos que esta vez era la definitiva. Era una intuición muy fuerte y nunca me había fallado. Era perfecto para mí. Mi familia estaba encantada con él. Lo sabíamos todo el uno del otro. La sinceridad y la comunicación eran nuestro fuerte. Como amante era perfecto. Jamás tuve a un hombre así, tierno, romántico y a la vez, sensual, divertido y con ese punto de hombre Martini que me ponía tanto. Habíamos hablado mucho de nuestra sexualidad durante estos tres años y cuatro meses de relación. Éramos muy activos. Puedo decir, sin miedo a equivocarme, que hasta el día de la boda de Sevilla, no habíamos dejado de hacer ni un solo día el amor, incluyendo esos días. Me hace mucho bien en esos días. A él le encantaba satisfacerme. A veces solo una vez, a veces dos, en ocasiones tres y excepcionalmente, en días morbosos y locos cuatro, o cinco. Incluso dos días lo habíamos hecho hasta en seis ocasiones. Le encantaba amarme en cualquier sitio y lugar. Me sonrojo de pensar que nuestros familiares supiesen donde hemos hecho a veces el amor, tan cerca de ellos, aprovechando cualquier rincón o momento de excitación. Habíamos hablado sobre la bisexualidad, el intercambio de parejas e incluso sobre algunas prácticas sexuales más atrevidas con toques de sadomasoquismo light divertido, en fin, de todo lo relativo al sexo. Creo que nuestra sexualidad estaba a salvo de cualquier prueba de fuego. Me era absolutamente fiel y yo a él, incluso con el pensamiento. Estoy totalmente segura, incluso ahora que ya no está conmigo. Respecto a mí y él lo sabía, se lo había contado todo, solo en una ocasión, en una fiesta loca, una compañera de piso en la universidad, se atrevió a besarme en la boca, intuitivamente le respondí, y durante unos minutos nos besamos apasionadamente los pechos la una a la otra, terminando en una masturbación recíproca. Ricardo, por su parte, solo me había contado que de adolescente, se había masturbado recíprocamente con un amigo, pero viendo revistas porno, y en una única ocasión. Me lo creo absolutamente. Ricardo jamás había mostrado ni tan siquiera una leve inclinación hacia un hombre, incluso ni fantaseando mientras hacíamos el amor. Él siempre pensaba en mujeres, le gustaban los desnudos femeninos, y creo que lo que ahora mismo está ocurriendo en ese hotel no es sexo, sino una conversación de amigos, y la aclaración de un malentendido. Recuerdo insistentemente en mi cerebro sus palabras: - Rocío…, esta noche no iré a casa. - Estoy en el hotel de la colina con Manuel. - Pero…, Ricardo… ¿qué pasa?… ¿quieres que vaya? - Por favor, no vengas, estoy resolviendo algo muy importante. - Por favor, te lo ruego, mañana hablamos. Su voz grave resuena en mi mente: “Estoy resolviendo algo muy importante”. Le conocía a la perfección y si había dicho que no fuese, no debería de ir. Estuve mil veces tentada de ir a ese hotel, sabía cuál era, aquella larguísima noche del 20 de julio que pasé en vela, aquella tristísima noche del 20 al 21 de julio. Jamás Ricardo había dejado de estar ni una sola noche conmigo desde que vivíamos juntos. Esa sería la primera y la única. - Pero..., ¿por qué? - ¿Qué ha pasado? - ¿Qué he hecho mal? - ¿Qué hicimos mal aquella noche? - Seguro que algo hice mal, tuve que estar más alerta. Rocío, se preguntaba en voz alta decenas de preguntas, y se hacía otros tantos reproches. Rocío volvió a recordar todo lo vivido aquel fin de semana largo de viernes a lunes, sobre todo, la noche del sábado al domingo en aquella maldita boda. - Maldita boda. (Dijo en voz alta). Todo iba según lo previsto, estábamos contentos, muy contentos, riendo, bromeando sobre la “noche de bodas” que nosotros íbamos a pasar en nuestra habitación del hotel. Estábamos ilusionados y felices de estar allí. No dejábamos de besarnos y acariciarnos, incluso en algún momento nos tocábamos furtivamente, de esa manera tan erótica y sensual en alguna zona erógena. Estábamos tan excitados que parecíamos adolescentes por los rincones. A veces, al tocarle furtivamente el paquete lo notaba caliente, como..., una ardiente brasa de un fuego. Él era mi brasa, yo era su fuego. Saludábamos a amigos y familiares. Nos habían comentado que los novios habían seleccionado las posiciones de los comensales una a una, queriendo que todo el mundo confraternizase con otras personas por su forma de ser, posición, lejanía, trabajo, edad o alguna otra razón, de tal modo que, cada invitado por parte de la novia, pudiera estar a gusto con otro invitado por parte del novio. - Maldita manera de hacer las cosas… (Volvió a decir en voz alta). Cuando vimos a la pareja que compartiría nuestra mesa, realmente nos alegramos, eran de nuestra edad, parecían muy simpáticos y realmente nos cayeron bien desde el primer segundo. Se llamaban Manuel y Esmeralda. Él era jefe del departamento comercial de una gran empresa y ella profesora de inglés. Vivíamos en la misma ciudad y no nos habíamos visto nunca, ni tan siquiera los conocíamos de vista. Aunque nuestra ciudad es bastante grande, la quinta del país, podíamos habernos conocido por casualidad… - Maldita coincidencia…, vivir en la misma ciudad. (Dijo nuevamente en voz alta). La velada transcurrió de verdad, maravillosamente, la comida era excelente, la bebida exquisita, y la conversación amena y cordial. En los postres éramos como amigos de toda la vida. Quizás por la bebida, quizás por el calor de la noche, quizás por la sensualidad que siempre inspira Sevilla en una noche de Julio, no sé por qué razón empezamos a hablar de sexo, de fantasías, de morbo, de una noche loca de sexo compartido… - Maldito sexo compartido… (Gritó agriamente). Fue Esmeralda la culpable. Sí, fue ella quien dio el pie a lo que empezó a fraguarse después de los postres, mientras nos miraba a ambos a los ojos, con una mirada tan sensual y lujuriosa, que por un momento creí que nos intentaba desnudar a ambos, cuando comentó: - Qué os parecería hacer el amor esta noche, juntos en la misma habitación los cuatro, cada uno con su pareja…. ¿Sería excitante…, no? Creo que los tres nos quedamos sorprendidos al principio, pero que a ninguno de los tres nos sorprendió realmente, en el fondo los cuatro queríamos haber hecho realidad esa fantasía alguna vez.
Pareja y relaciones 11 meses
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Mi esposo presencio como otro hombre me lo hacia.
Mi esposo presencio como otro hombre me lo hacia.
Hola a todos, la historia q les contaré es Real, ocurrio hace un par de meses cuando la calentura, el morbo y la curiosidad pudieron conmigo. He leído algunas historias de sexo y eso me inspiro a redactar mi historia. Soy de Venezuela, del estado Mérida. Me llamo Aleska, tengo 27 años, delgada, soy de piel blanca, cabello y ojos castaños, labios rosados y provocativos, mido 162cm. Tengo senos de tamaño medianos y un trasero provocativo, me gusta mantener bien rasurada mi Vagina la cual a decir verdad la tengo grande, ya saben lo q dicen de las flacas. Mi esposo se llama DANIELtiene 29 años, es un excelente esposo, muy trabajador, pasa el mayor tiempo fuera de casa, pero aún así siempre lo he respetado y nunca le he Sido infiel, aunq más de un hombre a querido acostarse conmigo. Mi Esposo A Sido el único hombre con quién he tenido relaciones ya q desde los 15 años estoy con el, siempre quiere sexo, tiene un pene de 16 cm q me a complacido muy bien. En el sexo nos la hemos llevado muy bien, a mi me encanta el baile y x eso se moverme muy bien, hemos hecho d todo en la cama, aunq el sexo Anal no me gusta mucho pues dejo q mi esposo disfrute con mi culito, a mi me encanta el sexo oral, mi posición favorita es estar sobre el moviendome y llevando el control, me encanta sentir q tengo el control y q le saco su lechita con mis movimientos q lo vuelven loco. además Nos encanta ver videos y películas pornos, esos nos excitada mucho. Hace un par de años estábamos besándonos y tocandonos mientras veiamos una nueva película porno cuando en la escena aparecieron 2 hombres y una mujer, los tipos tenían unos penes más grandes y gruesos q el de mi esposo, de unos 20cm. Me llamo la atención la escena xq la chica le hacía sexo oral a los 2 al mismo tiempo, eso comenzó a excitarme y comenze a imaginar q ella era yo quien estaba dándole una mamada a esos 2 hombres, le desabroche el pantalón a mi esposo y comenze hacerle una paja al tiempo q se la chupaba. Mi esposo noto lo excitada q estaba y me coloco sobre el asiendo un 69, mi vagina palpitaba y no paraba de mojarme viendo e imaginando la escena, sin pensarlo más me senté solo el pene de mi esposo y x lo mojada q estaba me lo metí completo y mi cuerpo temblaba d lo excitada q estaba, la Chica d la película estaba siendo penetrada x uno d los hombres mientras le hacía sexo oral al otro. Yo no paraba de moverme y quejarme sobre el pene d mi esposo mientras el agarraba mis tetas. De pronto mi esposo me pregunta si me gustaría ser yo la chica de la película y si me gustaría tener un guebo más grande dentro de mi, estaba tan excitada q solo le dije q siii q me encantaría q me follaran y me la metieran, eso me hizo sentirme muy cachuda y comencé a sentir una gran calentura y explote en un gran orgasmo al mismo tiempo q mi esposo. Ya recostados y más calmados mi esposo me dice. DANIEL: Amor estabas muy excitada viendo esa película, me encanto como te movías y como me sacaste la leche. YO: pues si amor, sabes q me excito al ver esas películas. DANIEL: Creo q estabas tan excitada era de ver a esos 2 hombres con una mujer, ver cómo la penetraban entre los 2. YO: Eso también me excito mucho amor. DANIEL: Y si te pidiera q hiciéramos un Trío, q me dirías.??? YO: Estás loco, es en serio lo q me dices.? DANIEL: Pues si amor, te pusiste muy cachuda al ver la película y más al decirte que si te gustaría q otro hombre te penetrara, me gustaría q tuviéramos un trío. YO: Deja de estar inventando amor, q con tu guebo me conformo y me basta, además no podría estar con otro hombre. Si me excite un poco más pero hasta hay amor. DANIEL: Vamos amor compláceme, esa será mi fantasía. YO: Hay no, sabes q eso conmigo no va o acaso no me quieres q me pides q me deje coger x otro hombre. DANIEL: Claro q te amo. Y no quiero q te molestes, pero prométeme q lo vas a pensar. YO: Definitivamente estás loco, pero bueno lo pensaré, aunq sabes q mi respuesta será noo. DANIEL: Ok amor eso me basta. Te Amoo. Así pasaron los días y cada vez q teníamos sexo mi esposo me decía cosas con respecto a eso, como x ejemplo me decía q me quería ver follando con otro y q imaginará q estaba teniendo sexo con otro hombre. La verdad si me excitaba y tenía hasta 2 orgasmos seguidos de solo imaginarlo. Pero al final siempre le decía q no, que eso no pasaría. Un día mientras teníamos sexo me volvió a decir q quería un trío, q lo complaciera. YO: Amor tienes tiempo pidiendome un Trío, si te dijera q Si a quien buscarias.??? DANIEL: Te daría la oportunidad de q elijas tu a la persona para q te sientas más cómoda. YO: Sabes q no tengo amistades hombres y a los q tengo sería incapaz de pedirle algo así. Tendrías q buscarlo tuu. DANIEL: Bueno amor amigos de confianza y al único q sería capaz d decirle algo asi es a Carlos. YO: Carlos es tu amigo desde hace mucho tiempo además q también es mi amigo y su esposa se la lleva muy bien conmigo. No sería capaz amor. DANIEL: Tienes razón pero también es con el único q tengo tanta confianza. YO: Mejor olvidemos eso y hagamos el amor q ya me hace falta. Esa noche tuvimos sexo y hasta le dejé darme x mi culito y q me lo llenará d leche. Hace un par de meses un martes nuestro Amigo Carlos llamo a mi esposo y le dijo q si podía ir a pasar el fin de semana en nuestra casa. Mi esposo le dijo q sii q no había problema q ya era hora q se tomarán unas cervezas. Al terminar la llamada mi esposo me contó lo q había hablado con su amigo y me dijo q el fin de semana el vendría. No hablamos nada respecto al trío, y para mí era un alivio. Los siguientes 3 días los pase un poco nerviosa y excitada xq Carlos vendría y se me venía a la cabeza lo q había hablado con mi esposo. El día Sábado al mediodía mi esposo me dice q va ir a buscar a Carlos q ya había llegado al terminal. Al despedirse d mi me dijo "Espero q me Cumplas la Fantasía q tanto te he pedido" y se marchó. Me quedé sin palabras y no le respondí nada. La idea de un trío invadía mi mente y mi vagina xq a la vez q me sentía nerviosa también me sentía caliente. Decidí darme un baño y rasurar todo mi cuerpo, deje bien rasurada mi Vagina, y me sentía excitada y nerviosa a la vez. Aunq también pensaba que mi esposo era incapaz de decirle algo a Carlos y q todo era una Fantasía de momento. Salí del baño y me coloque un bikini blanco bastante chico, unos Jeans ajustados y una franela sin sostén "brassier" la cual dejaba q se me marcarán mis tetas. Me vesti acordé a la tarde. A eso de las 7:00pm llame a mi esposo y le pregunté xq no había llegado y me dijo q ya iba camino a casa, q había tardado xq estaba tomándose unas cervezas con Carlos... Al poco rato llegaron, como siempre Carlos llegó y me saludo con un beso y un abrazo. No sé xq pero apenas al tocarme mis pezones se pusieron duros y se me notaban bajo la franela. Trate de disimular pero note como Carlos miraba mis pechos mientras mi esposo bajaba los bolsos del carro. Les dije q pasarán a comer y ambos lo hicieron, ya estaban un poco tomados y mientras cenabamos y hablabamos de muchas cosas Carlos me dice, "se nota q está pegando el frío para acá, verdad Aleska" Me sentí nerviosa, ni siquiera respondí xq sabía q el lo decía era x mis pezones y de repente una calentura invadió mi cuerpo y mis pezones se pusieron mucho más duros. . Mi esposo había comprado una botella de Ron "Cacique" y después de la cena comenzaron a beber y yo los acompañe en los tragos. A eso de las 10:00pm les dije q me iría a dormir, ya me sentía un poco ebria. Al despedirme de mi esposo este me agarró fuerte el culo y su amigo Carlos solo se reía. No le dije nada a mi esposo pero me sentí una perrita en medio de 2 machos. . Me fui a mi habitación y mientras quitaba mi franela senti q mi esposo entro y me agarraba x la espalda y comenzó a besarme el cuello y agarrar mis tetas, le dije q parará xq Carlos estaba en la Sala. DANIEL: Y q opinas si invito a Carlos a nuestra habitación y hacemos el amor. Me sentía muy excitada y sentía como se mojaba mi vagina, el licor había hecho su efecto en mi. YO: No amor ya te dije q noo. Carlos va pensar q soy una perra, es más, ya para xq el está en la sala y nos podría ver. Sentí q mi respiración se detuvo al escuchar a Carlos. CARLOS: Claro q no pensaría eso de tiii, todo lo contrario me encantaría complacerlos a los 2 en su trío, si ambos lo permiten. Además tienes unas tetas preciosas q me tienen mal desde q llegué. Mi esposo comenzó a besarme, no estaba segura de lo q pasaría, pero si sentía como palpitaba mi vagina. De pronto siento las manos de Carlos en mis pezones. CARLOS: Desde q Daniel me contó q quería incluirme en un trío he estado excitado y al llegar note como se ponían tús pezones, me encantaría chupartelos. Ya excitada y entregada a lo q pasaría voltie y quedé frente a Carlos, quien no dudo en comenzar a chupar mis tetas. YO: Aaaay aaaayyy amor ay amor estoy excitada, estoy cachuda. DANIEL: T dije q te gustaría amor y aún falta mucho x hacer. Estaba muy excitada x la chupada q me daba Carlos en ambas tetas, mientras tanto mi esposo me besaba el cuello mientras a su vez desabrochaba y bajaba mi jeans. DANIEL: oye Carlos, no te gustaría darle una mamada en la totona a mi mujer. CARLOS: Claro q si, eso me encantaría. Yo como una buena perra excitada me acosté en la cama y abrí mis piernas para q Carlos me diera una buena mamada. Este sin dudarlo comenzó a chuparme el clítoris mientras metía 2 dedos dentro de mi. Mi esposo se sentó a un lado de mi ofreciendome su pene el cual chupaba con ansias. YO: haaayyy q rico aaayyy me vas hacer acabar q rico. Masturbaba a mi esposo a la vez q le chupaba su pene. Me sentía una perra, sentía q mi vagina palpitaba pidiendo q la penetraran. Carlos pasaba su lengua desde mi culito hasta mi clítoris a la vez q metía 2 dedos dentro de mi. Sentía q iba a explotar y comencé a mover mis caderas hasta q un órgasmo invadió mi cuerpo y acabe en la boca de Carlos. CARLOS: Huy q rico perrita, me acabaste en la cara y se ve q estás bien cerradita, al igual q tu culito.. YO: Eso tienes q averiguarlo tu mismo, ya quiero q me penetres. CARLOS: Pues vas a tener q esperarte xq quiero q me lo hagas oral, quiero q me des una mamada. Deje de hacerle sexo oral a mi esposo y me senté al borde de la cama. Comencé a desabrochar el pantalón de Carlos, q hasta el momento no había visto su pene. Mi sorpresa fue mucha cuando saque su pene, era muy grande, media unos 22cm muy grueso y venoso, con una gran cabeza Rosada q brillaba x sus fluidos. Me quedé sorprendida x el gran pene q tenía frente a mi. CARLOS: Vamos perrita dame una mamada y demuestrame q eres capaz de hacer. Mire a mi esposo este se paró al lado de Carlos y me dijo, "vamos amor danos una buena mamada a los 2" Sin pensarlo más agarre el pene de Carlos y me lo metí a la boca, tenía q abrir al máximo mi boca para q me entrara el guebo de Carlos. Comencé a lamer sus bolas y luego su cabeza. Después me metía el guebo de mi marido q era mucho más pequeño. Así estuve hasta q mi marido no aguanto más y acabó en mi boca y me trague su lechita. DANIEL: Anda Carlos quiero ver la cara d mi mujer mientras la penetras. Carlos me empujo sobre la cama y cuando trato de metermela, le dije q parará. Lo hale sobre la cama y me subí sobre el. Agarré su pene y con su cabeza frotaba mi Vagina la cuál estaba palpitando y deseando q la penetraran. YO: Te daré lo q tanto me has pedido, verás como me folla y penetra otro hombre. DANIEL: Eso es lo q quiero amor. Quiero verte gozar y quejarte como una perrita. Agarré en pene de Carlos y lo coloque en la entrada de mi Vagina, sentía como su gran cabeza se abría paso y fui sentándome sobre el, sentía como me llenaba, sentía la gran diferencia de tamaño y comencé a quejarme y moverme. YO: aaaa aaaa ay q rico, se siente muy grande y grueso. Me encanta aaaa aaayyy Así comence a moverme y poco a poco fui metiendo esos 22cm en mi Vagina, me costaba un poco moverme por su gran tamaño y volví a sentir las ganas inmensas d acabar. Ay ay voy acabar, se siente muy rico. Aaa aaa siii q riiicooo y no aguante más y tuve un órgasmo como nunca antes lo había sentido. Mis piernas temblan y no podía ni moverme. CARLOS: Definitivamente eres un polvo riquísimo, me mojaste todo el guebo y estás muy cerradita, siento mi guebo apretado dentro de ti. Carlos comenzó a moverse mientras yo estaba sobre el, sentía q era la mejor follada de mi vida. Mire a mi esposo ya con su pene parado y le dije "ven y goza de tu mujer" Mi esposo se acomodo detrás de mi y comenzó a metermela x mi culito, sentía q me iba a desmayar pero la excitación fue mayor y comencé a quejarme y a gritar sin importar q los vecinos me oyeran. Siii dame duro, dame duro x el culo, quiero q me lo llenes de leche. Estaba más excitada q en toda mi vida y comencé a besar a Carlos mientras ambos me rellenaban ambos huecos. Comencé a sentir nuevamente como mi vagina palpitaba anunciando otro orgasmo y fue así como volví a tener un 3er gran orgasmo al mismo tiempo q Carlos llenaba lo más profundo de mi Vagina de Leche. Un par de minutos después sentí la lechita de mi esposo dentro de mi culito. Un par de minutos después estaba acostada en la cama en medio de mis 2 machos y sentía mi vagina muy mojada y abierta x el gran guebo q acababa de comerme x 1ra vez, sentía como la leche de mis hombres salía d mi vagina y mi culo. DANIEL: Amor voy a darme un baño, me encanto lo q hicimos, justo como lo imagine. No le respondí nada a mi esposo solo le di un beso y se fue al baño. CARLOS: Espero q esto se repita, eres un excelente polvo, me encanto lo cerradita q estás. Ojalá me des tu culito, se ve q lo tienes igual de cerradito a tu Cuquita. YO: Pues nunca pensé q disfrutaría tanto de esto pero me han hecho acabar 3 veces algo q nunca había pasado. Y solo había probado el pene de mi esposo, tú eres el 2do hombre q me la mete. Y la tienes muy grande, te doy mi culo y mínimo me desmayas jaja. Carlos comenzó a besarme y yo comencé agarrar su pene q ya estaba como un palo. Se subió sobre mi y me la fue metiendo toda, mi vagina ya volvía a estar caliente y deseando q la penetraran. Yo abría mis piernas lo más q podía mientras Carlos me la metía hasta el fondo, sentía q me iba a partir pero no quería q parará sus bolas chocaban con mis nalgas. YO: hay q rico Carlos metemela, no pares, hazme acabar. Quiero q me Partas, no quiero q me la saques, dale dale q ricoo aaa. Carlos siguió metiendomela hasta q mire a la puerta del baño y mi esposo estaba mirándonos mientras se tocaba su pene, eso me hizo acabar nuevamente, me sentía muy perra. Al momento volví a sentir la leche caliente de Carlos dentro de mi. Los 3 nos quedamos dormidos hasta el otro día, yo con 4 acabadas y ellos con 2 cada uno. El día domingo fue de sexo total. . Ya el lunes mi Vagina la tenía inchada de tanto guebo q lleve, especialmente x el guebo de Carlos. Ya han pasado 2 meses, no hemos vuelto a ver a nuestro amigo Carlos, y la relación con mi esposo a Sido excelente, siempre q está en casa hacemos el amor.
Pareja y relaciones 1 año
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Pelirroja Tetona Y Chica Asiática Sexy Tienen Un Increíble Sexo Lésbico De Tijera.
Pelirroja Tetona Y Chica Asiática Sexy Tienen Un Increíble Sexo Lésbico De Tijera.
Mi mundo no la había recibido tan bien como el de ella a mi . Así que cuando les conté que se había ido a Londres a continuar sus estudios la noticia fue tomada con cierta alegría. Si bien yo sabía que lo nuestro tenía fecha de caducidad extrañe los domingos envueltas en las sábanas. Una de mis amigas puso manos a la obra y orquestó una cita con una compañera de su trabajo. Si bien al comienzo me resistí finalmente terminé accediendo. Su nombre era Claudia y era muy bonita. Teníamos las dos 44 años así que nos entendíamos muy bien. La primera cita no pasó nada pero intercambiamos teléfonos para seguir en o. Con el transcurso de los días acordamos volver a vernos y pasamos a conocer nuestros cuerpos. El sexo no fue chispeante pero se sintió bien. Supuse que viniendo de una chica de 24 años mi vara quizás estaba demasiada alta, sin embargo la charla era muy placentera. Sin más pasaron como si nada seis meses en que prácticamente nos empezamos a ver dos o tres veces en la semanas con Claudia y si bien no había un título formal a nuestras edades el vínculo era tácito . Una tarde en que habíamos ido a casa de una de sus amigas nos abrió la puerta la hija. Para mi sorpresa era Malvina, la amiga de Manuela con quien había tenido sexo en una noche alocada en que nos habíamos enredado entre todas. Ni bien nos vimos supimos quién éramos pero Claudia por supuesto sin saber aquello dijo -Hola Malvi .Vinimos a ver a tus papás -Pasa Clau , quien es ella ? -Cecilia, mi pareja Wow pensé ! Nunca nos habíamos presentado así -Hola Ceci, te conozco? -Mmm no creo. - respondí avergonzada -De donde la vas a conocer? Claudia sabía que a Malvina le gustaban las mujeres también, me lo había comentado al pasar. Me había dicho que era una chica muy problemática para sus padres y que el hecho de ser lesbiana les había causado siempre muchos disgustos. -Ya están por llegar Clau! Les traigo algo ? -No corazón. Terminaste la facultad? -Estoy por empezar a rotar por las especialidades. -Que estudiabas ? -Medicina -Como vos Ceci -Ahhh y vos que hiciste CECI? -Endocrinología Llegaron sus papas y se retiró. Cenamos los cuatro. Increíble ver cómo los padres por momentos hablaban de ella como si fuera una mala persona por su preferencia sexual, lo hablaban frente a nosotras y Claudia no decía nada en defensa de ella. En cuanto pude traté de irme aludiendo que me sentía indispuesta. Al llegar a casa Claudia me dijo que le había dado mi celular a Malvina porque quería hacerme una pregunta sobre endocrinología. Por dentro me encanto saberlo y esperaba ansiosa que me escriba, pero pasaron unas semanas y nada …. Entonces cuando menos lo sospechaba recibí un mensaje M: Manu nunca me dijo que eras médica. C: Seguramente tantas cosas no te habrá dicho Manu M: Es verdad! La pregunta que me hago es qué haces con la pacata de Claudia? C: Paso un tiempo M: Yo creo qué está loca C: Le pediste mi celular para preguntarme algo de la residencia M: No!!!!!! C:???? M: Para vernos. Nos vemos? C: Si. Mañana. En mi casa. Te paso ubicación M: Terminó la cursada tipo 20 y voy No me iba a resistir a ella. Además fue Malvina la que me busco y para el caso la relación con Claudia tampoco me importaba mucho. Tenía planes que ella por supuesto había armado así que le escribí y le dije que tenía que cancelarlos, insistió en venir a casa … pero logre disuadirla. Al otro día esperé a Malvina con un jean y una remera de un hombro solo. Preparé unas margaritas y encendí un cigarrillo loco para relajarme. Cuando toco timbre mi corazón estallaba. Llevaba un short y una camisa atada que le dejaba ver el vientre. -Veo que empezaste sin mi Me quito el cigarro dándole una calada y me tiro el humo en la cara Tomamos un poco las marca mientras nos mirábamos y hablamos del día . Luego apoye su vaso en la mesa, la agarre de la camisa, le tome la cara y la bese. Sentí que me correspondía. Nuestras lenguas se pusieron en o enseguida, intercambiando saliva y saboreando sus labios. Le dije que estaba hermosa, la tome por la cintura y la acomode encima mío. Se sintió muy bien. Seguíamos besándonos, ella me tocaba el cuello y yo le acariciaba el culo . La empecé a mover contra mí con fuerza, nos rozábamos con la ropa y estábamos hechas un fuego, nuestras manos se manoseaban las tetas de la una a la otra. Las respiraciones se agitaban y se agitaban más , de repente todo fue un fuerte placer y casi un aullido. Nos miramos, nos dimos otro beso y ella dijo -Había ganas !!! La bese de nuevo y le pregunté por qué le había pedido mi teléfono a Claudia -Porque cuando te vi me acorde de lo bien que la pasamos cuando estuvimos juntas. Más allá de las cuatro , nosotras dos la pasamos muy bien y eso se sabe y pensé por qué no? Vos por qué me respondiste que si sin ninguna evasiva… Claudia te presento como su pareja -Tenes razón en la conexión de esa noche, esa verdad -Y Claudia? -Claudia no es mi pareja nunca lo había hablado . Salimos pero no hay nada formal … quizás le di señales que estuvieron de más -Créeme que aunque no se las hubieras dado ella las hubiera creado. Donde esta el baño? Se lo señalé. Y escuché que abría la ducha y me decía sino iba con ella . Me metí abajo del agua junto a ella, dejando que el agua moje nuestros cuerpos desnudos. Se dio vuelta, estiró los brazos y me dijo que la bañé con mis mano. Apoye mi cuerpo sobre su espalda y escuché que me decía que quería eso. Tome un poco de jabón y empecé a masajearle las tetas, sentía como su culo se movía contra mí concha, iba bajando mi mano por su vientre hasta llegar a su sexo. Entonces me tomo la mano y me ayudo a hundirme en ella y volvió a estirar las manos. Mis dedos se colaban en su concha mojada y húmeda, movía el culo y yo refregaba mi clitoris contra el. Las dos respirar fuerte y soltábamos algún gemido de placer mientras tanto. El agua nos llenaba la boca y nos salpicaba nuestros cuerpos desnudos. Mis tetas apoyadas en su espalda mojada se ponían más duras a medida que más le metía mis dedos dentro de ella y más fuerte su culo se encontraba con mi clitoris y de nuevo sentí como temblaban sus piernas y como se contraía , le metí mis dedos en su boca para que se saboreara y empecé a moverle el culo más fuerte para poder saciarme yo. Nos sécanos el cuerpo la una a la otra y nos fuimos a la habitación. Pensaba o deliraba que era el mejor sexo de mi vida, todo mi cuerpo temblaba de placer y le dije qué me la iba a comer toda. Pase mi lengua por todo su cuerpo, estuve saboreandola durante más de una hora. Le recorrí la espalda completa, le mordisquee el cuello, le recorrí el vientre, mi lengua se metió en su sexo y no pudo parar, la degustaba como si fuera una paleta, la ponía más dura y la metía adentro, con mis manos le acariciaba las tetas, sentía que terminaba una y otra vez gemía y me tiraba del pelo pidiéndome más, le bese el culo , se lo chupe todo y le metí un dedo, se la veía muy gozosa, le bese las tetas que eran maravillosas , redondas, rosadas como queriendo sacar leche mientras la masturbaba, me gustaba la sensación de su cuerpo contrayéndose entre mis dedos. Se sentó encima mío y empezó a galoparme, buscando desesperadamente chocar nuestras conchas, sentirlas rozarlas, las de las dos estaban muy dilatadas y los labios enseguida se juntaron. La sensación era mucho más que mágica. Me agarraba de la espalda y con eso se empujaba con mayor fuerza para lograr mayor fricción. Pronto quede totalmente empapada y rendida en la cama sin tener noción de nada. Para mi sorpresa y placer sentí su mano jugando en mi sexo y para terminar de estallarme de placer empezó a juguetear con sus pechos duros ahí mismo. Sentí que me recorría una ola de mayor placer aún. Con el pezon totalmente duro me estimulaba el clitoris y con dos , tres , cuatro dedos se hundía en mi vagina. Tuve un orgasmo múltiple y cuando terminó de darme tanto placer la tome por los brazos la subí hasta mi boca y la besé alocadamente. Estábamos envueltas en un círculo que ninguna de las dos quería cortar . Creo que nos dormimos, empapadas de sudor. En la mañana cuando la vi se vestía. Yo yacía en la cama sin ropa. Si Manuela había sido un despertar esto era un renacer y no quería dejarla ir. No tenía nada que perder así que le pregunté si con la noche se daba por satisfecha. -No Ceci, esto recién empieza pero necesito que lo mantengamos en secreto
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Mi Vecino Me Espía Por Eso Lo Invito A Mi Casa Para Sacarle La Leche.
Mi Vecino Me Espía Por Eso Lo Invito A Mi Casa Para Sacarle La Leche.
Hola Me llamo Sara. Soy una chica morena, mido 1m72 y peso 53 kilos. Mi talla de pecho es una 90 y uso una 38 de pantalón. Tengo una larga melena morena y unso ojos marrones. Todo ello, a mis 29 años, me hacen ser una chica....resultona!!!! Esta historia comienza poco después de que mi novio y yo nos fuéramos a vivir a nuestro adosado, fuera de la gran ciudad donde antes vivíamos. MI novio, Luis, tiene 32 años y es todo cuando una chica puede desear. Es guapo, moreno, atlético, se cuida (se deplia), corre y hace gym. En definitiva, un pedazo de novio!!!! En la cama, tanto Luis y yo somos muy morbosos, imaginativos. En Octubre del año pasado, nos fuimos a vivir a un adosado con piscina (comunitaria) a las afueras de la ciudad. Hubisemos querido algo más cerca de la ciudad, pero como está la vivienda y con nuestros sueldos, pues, era lo que nos podíamos permitir. Estabamos encantados con nuestra casa. Nos encantaba. Y deseando probar la piscinita!!!! Nuestros vecinos eran un matrimonio de pasados los 50 años. Con 2 niños. El se llama Jaime y es el coprotagonista de esta historia. Jaime tiene 52 años. Es todo lo contrario a Luis. Jaime es bajito (mide casi lo mismo que yo 1m73, en su caso). calvo, con mucho vello corporal (vamos, pelo en el pecho, espalda, hombros) y una ostensible barriga. Su mujer, Olga, tiene un par de años menos. Es bajita (no llegará al 1m60, morena, con mucho pecho, ojos marrones y una mala leche...jajajaa). Él no trabaja y ella, trabaja de cajera en una conocida cadena de supermercados de mi ciudad. No teníamos mucha relación con ellos a excepción de vernos llegar y salir algunas veces, cuando coincidíamos. Cuando coincidíamos alguna vez (en la puerta de la urbanización, en el rellano, etc) Jaime me desnudaba con la mirada. Solo se cortaba cuando estaba Luis. Aunque estuviera su mujer, le daba igual. Me "escaneaba", recreandose en mis pechos, en mi trasero. A mi, debo confesar, me excitaba. Y eso, que con el novio que tengo (que haría las delicias de cualquier chica) no me puedeo quejar. Pero es que, esa mirada de...cerdo. De sátiro. Bufff Nunca le dije a nada a Luis. Tampoco di pie a Jaime a nada. HAsta que....llegó la pandamia. Y el confinamiento. Como muchos de vosotros ya sabréis, en Marzo, nos confinaron en casa. A todos. Bueno, a todos no. Luis, que trabaja como transportista y Olga (mi vecina) que trabaja de cajera eran considerados "trabajadores esenciales" asi que ellos iban a su puesto de trabajo. Yo (que trabajo como istrativa en una emprea) me quedé en casa. Por las mañanas, aprovechaba para enfundarme las mallas y salir a correr un poco (cuando ya se podía). Eso hacía que me encotrara con Jaime, mi vecinao que salñia temprano a la compra (y al bar..que lo sé yo). Cuando yo llegaba...él..me miraba. De esa forma que me excita. Me "hacía un barrido" sin cortarse. Poco a poco, fue animándose y paso de las miradas a los piropos. "Qué guapa estás hoy, Sara", "Qué bien te sientan esa mallas", etc. Yo, le sonreía, le daba las gracias por el cumplido y, la verdad, no me daba mucha prisa por enrtrar en casa. La situación, me ponía. De hecho, esperaba a que Luis se fuera a trabajar, me duchaba rápidamente, y esperaba, en el rellano a que saliera Luis a comprar para coincidir con él. Un día, salí, temprano por la mañana a destender la ropa. Luis, se acababa de marchar. Mi terracita, da pared con pareed, con la de Jaime y Olga. Estaba yo, recogiendo mi ropa, cuando oigo: - Jaime: Ese tanga, debe sentarte de miedo, Sandrita Al oir su voz, di un respingo. Mi vecino, ese "cerdo", había estado mirando como destendia mi ropa íntima. Y me estaba piropeando. Eso, me comenzaba a excitar. - Jaime: Por qué no te lo pones debajo de las mallas, para salir a correr. Buffff...yo seguía mirándole, petrifcada, sonriéndole como una "niña tonta". Cuando recobré mi ánimo, no sé muy bien como, le respondí: - Yo: ¿Si? ¿Me lo pongo? ¿Me quedará bien? Con el tono de voz más sexy que fui capaz de poner. Y debió ser muy sexy, porque me dijo: - Jaime: Joder, Sandrita, con ese culazo que tienes!!!! A continuación, recuerdo perfectamente, como, llevada por la excitación, me di la vuelta, saqué culete y le dije: - Yo: ¿Ah si? ¿este culete? Jamás olvidaré (creo) la expresión de su cara. Buffff...como me puso. De repente, me di cuenta que él, apenas llevaba una camiseta sin mangas. Podía ver su cuerpo: Gordo, peludo. Aquel hombre, que en otras situaciones me habría resultado vomitivo, me estaba poniendo. Demasiado. Y más, cuando, a continuación, me dijo: - Jaime: Joder!!! Te empotraba ahora mismo, Sandri!!!! - Yo: Exagerado. No es para tanto - Jaime: El mejor culo de la urbanización. Que coño, del mundo!!! Si te lo pillo!!!! - Yo: Gracias, Jaime (lo dije cn voz sexy). Pasaron unos segundos, que me parecieron horas, los dos, mirándonos. Yo mirándole a los ojos. Él..desnudándome con los ojos. De repente, algo rompió el silencio. - Jaime: Me preguntaba. Sandri, si... (dejo la frase en el aire, haciéndose el interesante. Yo, caí en la "trampa"). - Yo: Si, Jaime? - Jaime: Si podías ponerte ahora SOLO ese tanga. Sin las mallas Ya estaba. Ya lo había soltado. Yo estaba excitadñisima. No me lo podía creer. Pero así era. Tardé unos segudnos en responder. EN esos sgundos vi como se encarama al murete que separaba ambas terrazas. Le dije. - Yo: Esta bien. Déjame que entre a quitarme esto (iba con el pijama). Pero solo verme un poco, y ya, eh..que si se entera Olga - Jaime: Olga no está. Se ha ido al súper. Ahora hacen 10 o 12 horas (emitió una risa, al acabar, que me pareció un gruñido). - Yo: Bueno, espérame un momento . Jaime: Joder. no tardes, Sandri Me metí en casa, con la ropa que había destendido. Jadeando: nerviosa. Tiré la ropa en el sofá. Y, rápidamente, me quité el pijama y me puse el tanga. Debo decir, que el tanga, es una tanguta blanco. No es nada del otro mundo. Uno más, de los muchos que tengo. Nada especial. Pero me lo puse, nerviosa. Pensé...joder..que me pongo, en la parte de arriba. Buqué entre las prendas que habia destendido. No vi nada...sexy. Entré en mi habitación. No quería hacerle esperar, así que cogí una blusita que tengo, también blanca. Pensé ªCaray, que bien combina". Lo siguiente que recuerdo es enfundarme mis mejores tacones. UNos tacones, rojos, talla 39 con un tacón de casi 5 cm. Salí corriendo de la habitación y casi me mato, por los tacones. De hecho, si no me agarro a la puerta...jajaja. Así que respiré profundamente, y salí. Andando, despacio, sexy. Cuando le vi..casi me da un vuelco el corazón. Esa mirada...Me estaba "literalmente" (o casi) desnudándome con los ojos. - Jaime: Joder, Sandri, que buena estás. A ver, date la vuelta Evidentemente, me di la vuelta. Excitada. Cachonda. Ahñi estaba yo, dejando que mi vecino, feo, gordo, calvo, me viera el culo (a través de mi tanga) y me estaba gustando. - Jaime: Hostia!!! Que culazo. Solo le falta bigote para ser un SEÑOR culo Reí la gracia y le dije - Yo: Gracias, Jaime. ¿Te gusta? (era evidente que sí, pero me gustaba el "juego") - Jaime: Joder..pues claro, aunque.... De nuevo, la frase sin terminar, para captar mi atención. Como si no la tuviera ya!!!! - Yo: Si? El tardó unos segundos en responder, sin dejar de "escanearme" - Jaime: Por qué no te acercas a ver el tacto que tiene ese culazo? Joder, me estaba proponiendo, que me acercara a el...a que me tocara el culo!!!!! Evidentemente, accedí. No dije nada, solo me acerqué a él. Pude ver que se habñia quitado la camiseta (y eso que era una fría mañana de Abril) y llevaba solo unos shorts. Me puse frente a el, le sonreí, me di la vuelta y saqué "culete" - Yo: ¿Así, Jaime? Pude sentir sus manos, sudadas (y eso que, como digo, hacía un poco de "fresquete" todavía) manoseando mis "cachetes". Incluso, me diom un azote en cada nalga!!!!! Evidentemente, yo me dejaba hacer, encantada. Así estuvimos, (el manoseando mi culo a su antojo) durante unos minutos. De repente, dejo de sobarme. Le miré y vi que miraba hacia el interior de su casa. Pensé "Ay, Dios mío, que ha llegado Olga". Puse cara de fastidió. Sin embargo, él, sonreía. Me miró, fijamente a los ojos y me dijo: - Jaime: Sandri, ¿Qué tal si pasas y tomamos un café? (me guiño un ojo, después de decirlo). Evidentemente, no era tomar un café lo que él quería. Mi corazón, empezaba a latir. A 100. A 1.000. A más, incluso. Una cosa, era ponerme un tanga y dejar que me acariciara el culo que, bueno, no dejaba de ser un "juego". Eso, ya era otra cosa. - Yo: Pe...Pero - Jaime: No te preocupes por tu aspecto. Estás más que estupenda. Puedes vernir así "vestida". Claro que si quieres ponerte esa mini faldita que tienes, y te lo agradeceré. Y seguro que te encanta mi café (de nuevo, me guiño un ojo). Joder, el cabrón se conocía toda mi ropa. Antes de que nos confinaran, con Luis, habñiamos salido a tomar algo, bailar. Y claro, me encanta ir con mini falda, cuando salgo. A Luis le encanta. Lo que no sabía era que ese cerdo me tenía "fichada". En mis pensamientos estaba yo, cuando le oigo. - Jaime: Vamos, nena. Seguro que te encanta venir a mi casa, vestida como una zorrita Ya era lo que me faltaba. Si ya estaba a 1.000 aquel piropo, "zorrita", acabó por decidirme. - Yo: Espérame Y desaparecí en el interior de mi casa. No sin antes, desde la puerta que separa el salón de la terraza, girarme para ver suus ojos..clavados en mi culo. Me metí en casa. Nerviosa. Excotada. Cachonda. Esa era la palabra. Cachonda perdida. Abrí cajones, nerviosa, buscando una mini falda qeu compré años atrás en un Bershka y que me quedaba algo "pequeña". Quiero decir...justita. La tenía apartada, con la ropa de otras épocas que siempre quiero tirar, pero que siempre guardo, por si acaso. Extendí la mini falda. Negra. La puse sobre mi cintura y me miré al espejo. Con esa mini falda, la blusa y los tacones rojos parecía ....una zorrita. Sonreí. Pero me faltaba algo. Me quité el tanga y busqué otr más...sexy. Uno de "hilo". Color rojo. Volvñi a mirarme al espejo. Joder...parecía una cualquiera. Una lumi de esquina o polígono. Pensé el ponerme medias color negras. Las tenía en la mano, cuando miré el reloj/desperador de la mesita. Habían pasado casi 15 minutos. Dejé las medias, pensando que Jaime, igual se habñia impacientado. Caminando muy despacio, salí al rellano. EL pequeño rellano que separa nuestras dos puertas. Iba a llamar a su puerta, pero..no hizo falta. Vi su puerta, abrirse. Allí estaba él...No se habñia puesto la camiseta. Estaba, ahí con su pecho y su oronda barriga recubiertos de vello. Mirándome - Jaime: Joder, pareces una zorra - Yo: ¿No es lo que querías? No dijo nada, me abrió la puerta y entré. Nada más entrar, cerró la puerta y me dio un cachete, en el culo. - Jaime: Menudo culo tienes zorra. Como debe disfrutarlo el cabrón de tu novio. - Yo: Sí que lo disruta (dije, sonriendole, Excitadísima, nerviosa) Pensé en decirle algo mas...pero no sabía que. Respiraba..excitada. Él, me miraba, caminando alrededor mio. Aun, en el recibidor de su casa. - Jaime Sandrita, creo que estás hecha una buena zorra, asi que... De nuevo, la frase sin terminar, esperando mi intervención. De nuevo, le pregunté. - Yo: Así qué..? - Jaime: Así que voy a tratarte como tal, ¿algun problema, Sandrita? Sonreí. Negué con la cabeza. - Jaime: Bien, pasemos Pasamos al interior de su vivienda. Era igual que la nuestra. Despúes del recibidor, el salon, a un lado la cocina, mas alla..en el pasillo, la puerta de la cocina. Yo recorría, con la vista, su casa. No vi lo que hacía. Cuando le miré, se habia sentado en el sofá. Un sofa color burdeos, algo "raído". Había una taza sucia y restos de migas en una bandeja, junto a una mesita de centro. - Jaime: Bien, puesto que eres mi zorra..Ahora. zorra, vas a llevarte esta bandeja y vas a traerme una cerveza de la nevera, ¿Entendido? Me lo dijo, muy serio, en tono autoritario. Casi gritándome. Hice lo que me pidió. Me agaché a recoger la bandeja. Él, permanecía sentado, en el sofá. Alargó sus manos, cogiéndome de la cintura. Poniéndome, justo de espaldas a él. En la posición en la que estaba y con la mini falda que llevaba, sin duda, se me veía "todo". Mientras yo demoraba la recogida de la bandeja..el..me sobaba el culo..a su placer. Yo, cerraba los ojos...suspirando. Estaba siendo la puta de un viejo peludo gordo asqueroso. Y lo peor, me estaba gustando. Demasiado. De repente, me dio un sonoro cachete. - Jaime: Traéme la cerveza, hostia!!!! - Yo: Sí, Jaime (sonreí lo más sexy que pude) - Jaime: (con voz infantil) "Sí, Jaime". NOOO. CUando hables conmigo, me llamas señor, o papi. ¿Entendido? - Yo: S..Sí, papi. Ufff...yo estaba como loca. Casi chorreaba ya. Fui rapidamente a la cocina. Sabía donde estaba porque su adosado era igual al nuestro. Abrí la nevera y miré en el interior. Ni rastro de cervezas. Me desilusioné hasta que miré la puerta de la nevera. Allí estaban. 2 Mahou. Cogí las 2. Aunque...Jaime habñía dicho una cerveza. Decidí coger solo una. Busqué, en los cajones de la cocina un abridor. Abrí su cerveza. No sabía si ponerla en un vaso, o no. Así que la saqué sin vaso. Cuando llegué al comedor....uffff...Estaba desnudo!!!! Pude verle..sudando. Con su cuerpo lleno de pelos. Esa barriga enorme. Y por supuesto. Su miembro, Un miemrbo pequeño (tendría unos 12-13 cm) rodeado del bosque del Amazonas. Y se estaba "pajeando". Me quedé parada. Mirándole. Ahora, la que le "escaneaba" era yo. Debió leerme los pensamientos, porque dijo. - Jaime: Vamos, dame la cerveza, hostia. Que tengo sed - Yo: No sabía si ponértela en vaso, Ja...papi (rio...) - Jaime: Si hubiese querido un vaso...te lo habría pedido. Por que...(hizo una pausa....) ¿Vas a hacer todo lo que yo te diga, verdad? (yo, sonreí, de oreja a oreja) - Jaime: Todo lo que "papi" te diga. Todo. Todo. ¿Verdad? Aentí - Jaime (chillándome): TODO!!! Dilo!!! - Yo: To...todo - Jaime: Todo qué, hostia? - Yo, Todo, papi. Todo lo que mi papi me diga. - Jaime: Bien (sonrió) Se tomó un trago de cerveza. Sin dejar de mirarme. Tardó como unos 10 o 15 segundos en hablarme. Como si yo no estuviera. HAsta que me dijo. - Jaime: Bien, zorra...ahora..vas a comerme la polla. Ahí, arrodillada en el suelo (me señaló el suelo, con la cabeza). Mientras yo disfruto de mi birra. A ver que está mejor, si la birra bien fresquita o tu mamada (rió, burlón). Ni que decir tiene que me lancé al suelo, de rodillas. Le oia reirse. Su polla...olía fuerte. A orina. Y su cuerpo..priobablemente, no se había duchado y con lo que suda... Pero, me daba igual..quería hacerlo. Deseaba hacerlo. Necesitaba hacerlo. Ser su puta. Escupí su miembro, mirándole a los ojos. Como le gusta a Luis. Acto seguido, metí su polla en mi boca. Engulliiéndola entera. Si podía "tragarme" la de Luis, que ronda los 18 cm, esa polla era "pan comido" para mi - Jaime: Joder..ufff....se nota que tienes experiencia comiendo pollas. A saber cuantas te has comido, Golfa!!!! - Yo: Gracias..GGLGLGLGLGLL papi Seguí enguyendo su polla. Mientras le oia...gemir..berrear, gruñir. Pensaba, mientras tragaba aquella polla, que era lo más parecido a un oso. Cda vez que levantaba mi vista veia esa gogantesca montaña que era su barriga. Pero no me importaba. Es más, me gustaba. De repente, Jaime, se levanta. Me coge de la nuca. - Jaime: Mi mujer no me deja que le folle la boca. Pero ella..no es una puta. Tu, sí. Y comenzó a follarme la boca. Yo, no me digáis por qué, pensé en Olga. Desde nuestra casa, muchas veces, la oíamos gritar (cuando discutían). "Menudo caracter", pensábamos muchas veces Luis y yo. Unos golpes, me desviaron de mi pensamiento. Era mi frente, la que chocaba contra su barriga. - Jaime: Tu boca es mía, para lo que me dé la gana (y siguió follándome la boca). Yo notaba...como un líquido caliente empezaba a empapar mi sexo. Estaba super cachonda. Muy pocas veces, con Luis (o con otros, antes que él) había sentido tanta excitación. Estaba loca. Fuera de mi Estuvimos así..unos minutos. No sé. Tal vez 10 miunutos. Tal vez mas...no lo sé. Yo solo oia sus jadeos, berreosy el chop chop de sus peludos testículos contra mi barbilla. Mi cabeza no hacía ruido porque chocaba contra algo "blandito". Jaime, paró de repente, jadeando...su cuerpo..empapado en sudor. Empapado...es decir poco. Se cayó sobre el sofá...jadeando. Yo me quedé mirándole...pensando "¿Y ahora, qué?" De nuevo, pareció leerme el pensamiento. - Jaime: Zorra...necesito recuperarme antes de reventarte. Traéme otra cerveza Se la traje, rapídisimamente, Excitada. Cachonda perdida. Cuando llegiué al salón , entregué la cerveza y comencé a arrodillarme de nuevo. JAime, me paró. - Jaime: Mira, zorra, Yo no soy como tu novio. Necesito..aire. Desnúdate mientras recobro aire, que luego..te voy a pegar una buena follada. Le miré a los ojos (por encima de la barriga, claro). me incorporé. Comencé a desabotanamre la blusita, cuando, de nuevo, me paró - Jaime: No joder, asi no...hazme un strip tease, bailando asi..como le llamais ahora, ¿perreo? - Yo: Twerking - Jaime: Twe..su puta madre. Me da igual como se llame. Baila...sexy para mi Empecé a moverme y a dibujar "ochos" con mi culo. Jamás le había bailado a nadie así. Ni siquiera a Luis. Mientras yo bailaba y me iba quitando la ropa, el bebía su cerveza. Cuando se le terminó (yo ya estaba desnuda), se levantó, me cogió de los brazos, haciéndome que me diera la vuelta de espaldas a él. - Jaime: Apóyate contra el miueble y abre las piernas, joder - Yo: ¿No me vas a follar en la cama? Recibí como respuesta un duro azote - Jaime: En la cama follan las señoras. Tu no lo eres. Tu (me cogió de la barbilla, volviéndome hacia él), ¿Qué eres para mi? - Yo: Tu puta!!!! Recibí un nuevo azote . Jaime: Mi zorra. mi guarra...para lo que yo quiera - Yo: Sí (sonriéndole) Esta vez...recibí..un escupitajo. - Jaime: Sí...qué? joder - Yo: Sí, papi (sonreí) - Jaime: Ahora te voy a follar. Abre esas piernas - Yo: Sin condón - Jaime: Hostia!!! mira, zorra...te voy a follar el culo..A PELO. Otro día, te reventaré tu coño, con condón, pero el culo... A PELO. Sonreí, abrí mis piernas. Mi cabeza, apuntaba mirando al mueble. Un mueble de roble que ya tenía unos años. Nada que ver con el moderno mueble de wengué que tenemos en casa Aunque Luis y yo solemos tener sexo anal, mi culo, estab aalgo cerradito. Luis, apoyó su "cabeza" en mi agujero. Intentando "entrar". Costaba. Se enfado y empezó a azotarme. Yo, quité mis manos del mueble y me abrí un poco las nalgas. ENtre mis manos, los azotes y los intentos de Luis por entrar, al final...consiguió entrar la cabeza. - Jaime: Joder....un poco estrecho para una golfa, no, Sandrita? - Yo: Abrémelo, papi Me dio un par de azotes, muy fuertes. - Jaime: lo abriré cuando me dé la gana, no cuando me lo digas Acto seguido, me cogió por los hombros, y con algo de esfuerzo por su parte, me hizo entrar algo mas. Yo notaba su miembro, entrando dentro de mi. Sentí, fuego. UNa llama fuerte., Como nunca la he sentido. De repente...ZAS!!! el ultimo empujón. Sus 12 cm...dentro de mis entrañas. Yo, sujeta al mueble, empecé a recibir sus embestidas. Le oia..bufar, jadear, gruñir. Yo estaba como loca, Abrñi mi boca..para decirle que me iba a correr, que no lo soportaba mas. Lo sigiuente que noté fue como mis propoios flujos, cayeron, casi como una cascada, por mis muslos, llegando al suelo. Estuve jadeando como 4 o 5 minutos Creo que ha sido el orgasmo que más me ha durado en la vida. Y he tenido muchos. Y me lo habñia poroporcionado ese viejo gordo peludo. - Jaime: MIra como se ha corrido, la muy perra. Luego...vas a fregar lo que ha caído, eh? Y acto seguido, quitó sus sudadas manazas de mis hombros para cogerme del pelo. Mi larga melena se arrugó en sus manos...él, tiró de mi pelo, hacia él. Mi cuerpo, dibujo una S. Me hizo daño, pero...no me quejé..yo estaba..en una nube. Él me tuvo así, embiestiendome mas. Insultandome, llamandome zorra, perra, tirando de mi pelo. Yo estaba extasiada. En una nube, Con esa sensación que tienes poco después de fumarte un porro. A los pocos minutos..le veo..que se aparta de mi. Empujandome. Mi cabeza, golpeó el mueble - Jaime: Voy a correrme, joder...Ven, de rodillas Se apretaba su miembro, duro. Me arrodillé, incluso, antes de que acabara la frase. Abrí mi boca...pero un líquido espeso, caleinte, blanco..baño mi cara. MIs ojos..casi cerraros por el semen de Jaime, no vieron como su leche caía por mis mejillas. - Jaime: Limpíamela toda, joder Le lamí los fgrumos que salían de aquella maloliente polla. Lamer? mas bien, me relamí con ellos. El cayó, de nuevo, agotado en el sofá. - Jaime: Vete al baño y mírate la cara. Cuando salgas, vienes y me dices de qué es esa cara que has visto. Lo que le dije cuando volví y como continuó aquel día, os lo contaré en otro relato, si os ha gustado. Un besito a todos, Sandrita
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El padre de pablo me hace el amor.
El padre de pablo me hace el amor.
Antes de compartir este relato quiero agradecer todos y cada uno de sus, correos, comentarios y preguntas que me han hecho llegar a mi correo con motivo de mi primer relato "Me presento" Solo les pido me tengan paciencia porque son muchos los que me llegan cada día y no siempre tengo el tiempo de responder de inmediato. Hay ocasiones que como dicen por ahí “donde y cuando menos se espera salta la liebre” Así me sucedio con la Sra. Sandra y su sumisa lola. La Sra. P había salido ese sábado a realizar algunas compras al centro comercial en la ciudad, mientras yo me dedicaba a efectuar la limpieza de la casa. Su mensaje enviado a mi móvil no dejaba dudas. "Deja lo que estés haciendo. Duchate, depilate y perfumate. Sin maquillaje, cola de caballo, lencería limpia, el vestido que recibiste de cumpleaños, zapatillas de piso. Debes estar a las 13.00 hrs. En la dirección que te enviaré en unos minutos. No me hagas quedar mal" Dos minutos después me llegó la ubicación. No pregunte nada, porque de antemano sabía que no tendría respuesta o bien sólo recibiría una seca respuesta del tipo "limitate a obedecer" A la hora convenida estaba yo llamando a la puerta de esa casa. La casa estaba situada en un pequeño coto privado en la parte residencial de la ciudad. Las casas eran habitadas por personas y familias de clase media-alta. Al llegar a la caseta de vigilancia del coto e identificarme, el guardia me dejó pasar sin problema porque según me informó ya le habían avisado que iría. Casi al instante que toque, la puerta sé abrió. Seguramente el guardia había avisado de mi llegada. De inmediato quede sorprendida. La mujer que abrió la puerta era nada menos que Sandra la ejecutiva del Banco que maneja las cuentas de la Sra P. y con quien trató por lo mismo al menos dos veces al mes. -Hola buenas tardes, la Sra. P. Me pidió que viniera- -si lo se, pasa, espera regreso en un momento.- La estancia no era muy grande, al fondo se podía ver la barra de un pequeño bar y supuse que era parte de la sala de la casa. Sandra regreso dos minutos más tarde. -¿te dijo P. algo respecto a la razón de tu presencia aquí?- -No, sólo me dijo que viniera- -Mmm bien pon tu bolso en ese perchero- Cuando me di la vuelta Sandra tenía en sus manos un collar de piel con argollas. Sin decir nada se acerco y se colocó a mi espalda. - inclina la cabeza. - ordeno. -pero...- -No tienes permiso de hablar a menos que pregunte algo. Y de preferencia tus respuestas serán simples y cortas.- Yo estaba sorprendida, nunca pensé que la ejecutiva amable, y servicial con la que trataba era está mujer de mirada fría y dominante Pasó el collar bajo mi barbilla, rodeó mi cuello con el y lo abrocho sobre mi nuca. -a partir de este momento te dirigidas a mi como Sra. Sandra, Sra, o Ama- No me quedo duda alguna. No estaba ahí por alguna cuestión financiera. La Sra. Sandra era una Domina y me había enviado la Sra P. a servirla. - Si Sra.- -¿Cuál es tu palabra de seguridad?- -brillante, Sra- -¿por qué vienes vestida?- -la Sra. P. Me ordenó venir así Sra.- - Eres muy consentida. Yo te hubiera mandado sólo con tacos altos y un abrigo o una gabardina. Las esclavas no deberían usar ropa- -en casa normalmente ando desnuda Sra.- Un bofetón me cruzo la cara. -te ordene que no hablaras a menos que te pregunte algo. ¿te pregunte algo?- - Perdón Sra. No Sra. No me pregunto nada- -Lola, ven acá perra - Casi de inmediato entró a quien yo conocía como Dolores, la Secretaria de la Sra. Sandra en el banco Lola, venía vestida con unos tacos altos, un short cachetero, a simple vista una talla menor, que se le metía entre las nalgas, dejando la mitad de las mismas a la vista y por el frente se podía notar perfectamente la pata de camello de la chica. Sus pechos estaban apenas cubiertos por un sostén que los juntaba y levantaban. -dígame Sra.- -alcanzame unas tijeras- Lola salio. Lola la dulce y servicial secretaria era su sumisa. La Sra. Dio una vuelta alrededor de mi. Se inclinó un poco y tomó la orilla de la falda de mi vestido y lo levanto. Acaricio con la otra mano mis nalgas. Cuando regresó Lola con las tijeras, soltó la falda y tomó las tijeras. -separa las piernas y no te muevas- Hice lo que me ordenó y tomando las tijeras empezó a cortar el frente de la falda del vestido hasta la cintura. Eso me afecto. Era el vestido que la Sra. P. me había dado en mi cumpleaños. Luego hizo lo mismo con la parte trasera, dejando sólo dos tiras de tela a cada lado de mis piernas. Vestía yo unas bragas de hilo, por lo que mis glúteos quedaron totalmente a la vista y el triángulo que cubría mi coño igualmente quedó expuesto. Dio otra vuelta a mi alrededor y con una mano tomó la parte posterior de mis bragas y con la otra la parte del frente. Sin previo aviso tiró de mis bragas hasta que el frente de estas se metió entre mis labios. -me encantan tus nalgas y tu coño- No pude evitar sonrojarme intensamente. -¿que pasa? ¿por qué te sonrojas?- -nada Sra. No pude evitarlo. Quizá por ser la primera vez de estar expuesta así ante Ud.- Al escuchar mi respuesta soltó una carcajada. -jaja, despreocupate. No es la primera vez. Te refrescare la memoria. Hace dos semanas en casa de tu dueña. Estabas desnuda, vendada y atada sobre la cama totalmente abierta. Me encantó jugar con tus tetas y realmente me diste uno de los mejores orgasmos que he tenido cuando me senté sobre tu cara y me hiciste correrme en tu boca. Pocas veces me han comido el coño como tu lo hiciste. Fue muy excitante ver como te corrías en la boca de lola al mismo tiempo que yo en la tuya.- Ufff vaya si recordaba esa tarde. Pero nunca supe quien me había usado. Ahora lo sabía -bien sigamos arreglando tu outfit.- Tomó nuevamente las tijeras y corto uno de los tirantes del vestido. Corto parte de la tela de tal forma que mis tretas quedarán expuestas. -lindo sostén, pero no creo que sea adecuado para una esclava. Tomó la tela del sostén a la altura de uno de mis pezones, tiró de ella la torció y corto la tela, dejando un agujero. Metió su mano debajo del sostén y me acomodo la teta de tal forma que el pezón saliera por el agujero, repitió lo mismo con la otra teta. Dio un paso atrás, tomó con los dedos de cada mano cada uno de mis pezones y apretándolos tiró de ellos. -lola, no me gusta como se le ven esas bragas metidas entre los labios del coño. Quitaselas y guardalas dentro de su coño- Lola se puso de rodillas y me saco las bragas. Cuando las tuvo en la mano, se detuvo un segundo y volteo a ver a la Sra. -¿que esperas perra? Haz lo que te dije- Lola separó los labios de mi coño, ya muy mojado y empezó a meter mis bragas empujándolas con su dedo dentro de mi coño. -empujalas bien adentro, hasta el fondo- Lola metía todo su dedo empujando la prenda. Yo estaba ya muy cachonda por toda la humillación recibida y sentir como Lola me penetraba, metiendo la prenda dentro de mi, me hizo gemir. -vaya que eres puta, tu coño de mierda nada más no chorrea por el tapón de tus bragas. No te atrevas a correrte- Lola terminó su trabajo y volteo a ver nuevamente a su ama, buscando su aprobación. -basta de juegos. Es hora de trabajar. Perra es hora de que prepares la comida. Pon sólo un servicio, tu Amo no vendrá hoy a comer.- Dijo dirigiéndose a lola. Me sorprendió saber que había un Amo -tu, basura. De ahora en adelante tanto Lola como yo olvidaremos que tienes nombre. En público simplemente te tutearemos y en privado te llamaremos como se nos ocurra. Ahora es hora de que te ganes la comida.- Dijo dirigiéndose a mi. -sígueme- Me llevo hasta el cuarto de lavado, me dio unos utensilios de limpieza, me llevo hasta el baño principal y ordeno. -lo quiero limpió e impecable. Cuando termines me avisas para revisar tu trabajo- -si Sra.- En verdad me esforcé mucho en dejar el sitio muy limpio, no deseaba que hubiera quejas con mi ama. Fui y me presenté en la cocina donde ayudaba a lola con la comida. -Sra. Ya termine - -¿Estás segura de que esta limpio? Porque si no lo está te castigare.- -Si Sra. Lo está - Fuimos al baño y me indicó que me arrodillara. - Bien basura, comprobamos que está limpio. Lame ese piso hasta que diga que te detengan- Empecé a hacerlo y después de unos minutos me tomo de la cola de caballo y me arrastró de rodillas hasta la taza del inodoro. - Vamos basura, lame todo el borde- Lo hice. -Ahora el interior- Cuando empecé a hacerlo me levanto tirando de la cola de caballo hasta que quede de pie. -Vamos basura, sígueme- La seguí hasta la cocina y me indicó me pusiera de rodillas contra la pared y las manos en la nuca. Cuando la comida estuvo lista, me indicó que podía descansar, sentada en el piso con las piernas bien abiertas. Se sentó a comer y Lola la servia. Cuando terminó le indico a lola, que se desnudara. Mientras Lola lo hacía la Sra tomó un cuenco y sirvió en el una porción de comida, y en la parte superior volcó las sobras de su plato. Lo colocó en el suelo junto con otro cuenco con agua. Lola sin esperar ninguna orden se arrodilló frente al cuenco de comida, puso las manos en su espalda y espero. -puedes- dijo la Sra. Y Lola empezó a comer directamente del cuenco sin usar las manos. Cuando se sintió satisfecha bebió un poco de agua. -Gracias Ama, ya termine- expresó mirando a la Sra. -tu turno basura, come- Imite a lola. Sin embargo a mi no me fue servida otra porcion. Comería sólo las sobras de lola. Cuando terminé le di las gracias. -perra de pie aquí a mi lado y tu basura al lado de la perra.- Obedecimos. -es hora del postre. Perra, saca las bragas del coño de la basura.- Lola obedeció, metió dos dedos en mi coño y extrajo la prenda de mi interior. -quiero sus coños bien mojados, frótenlos con su mano. No se penetren ni se corran- Ambas empezamos a masturbarnos como nos indico. Cuando observó que ambas estábamos bien mojadas nos indico que nos detuviéramos tomó primero un par de palitos de pan y nos ordenó que nos penetráramos con ellos. Luego le indico a lola que su palito empapado con sus jugos me lo diera a comer y a mi que hiciera lo propio con el mío con lola. -espero les haya gustado el postre. - -si Ama- dijimos ambas al mismo tiempo. -siganme a la recámara, después de la comida y el postre debe haber algo de diversión.- La seguimos hasta su recámara. - Perra súbete a la cama y abre bien las piernas. Y tú basura desnudate y montante arriba de la perra, quiero verlas como se comen sus coños. La primera que se corra sera castigada- Nos acomodamos en un clásico 69 y empezamos a comernos, me concentre en darle la mejor comida de coño que hubiera recibido Lola, más que en pensar en el placer que ella me daba. Realmente lo hacía muy bien después de un buen rato no soporto más y se corrió en mi boca. -bien, basura haz ganado. Perra ve por el frasco de castigos.- Lola salio y regreso con un frasco lleno de pequeños papeles doblados, que entregó a la Sra Sandra. Esta destapó el frasco movió los papeles como si fuera una rifa y lo alargó a lola. Esta tomó uno y lo abrió. Cuando lo leyó palideció. Lo entregó a la Sra. Al tiempo que suplico. -por favor, Sra. Podemos cambiarlo. Sacaré dos a cambio de este- -No perra, debes pagar, ponte en posición.- Yo sólo veía y escuchaba sin intervenir. Lola se puso de pie con los pies separados a la distancia de sus hombros. Y colocó sus manos en su nuca. -bien aquí dice que serán tres. Preparate. Y tú basura observa bien como lo hago.- Dijo dirigiéndose a mi para agregar. -¿lista lola?- -si Ama- La Sra. Se quitó el calzado, se paró frente a lola, y pateo fuerte con el empeine el coño de lola. Esta gritó por el dolor y se dobló hasta el suelo quedando en forma fetal. La Sra. Pregunto si estaba bien y respondió que si. Cuando Lola se recuperó la Sra. le recordó que aún faltaban dos. Yo estaba algo impactada porque nunca he recibido ese tipo de castigo. - Ahora te toca a ti hacerlo a ti basura. Mide muy bien la distancia y golpea fuerte con el empeine. Tomate tu tiempo y recuerda hazlo bien y sin miedo o tu recibirás la tercera parte del castigo- En verdad disfruto de recibir dolor, pero no de darlo. Esto era un dilema para mi, si no lo hacía bien, yo recibiría el castigo, pero lo que más me preocupaba era que la Sra. Sandra se quejará con mi dueña. Tomé valor y empecé a medir la distancia. -hazlo bien basura, debes golpear el coño no los muslos. Dime cuando estés lista- Respire hondo y le dije que estaba lista. La Sra. Se colocó detrás de lola y le ordenó separara más las piernas. - ¿Estás lista perra?- Preguntó -si Ama- respondió Lola -procede basura golpea fuerte- Tomé aire, cerré los ojos y tiré la patada. Pude sentir como mi empeine chocaba con su hueso púbico. Lola gritó de dolor y se doblo. No cayó al suelo porque la Sra. la sostuvo. - Lo hiciste bien basura- dijo mientras depositaba en el suelo el cuerpo de lola que lloraba. Me sentí muy mal por lola. -Señora podría ser tan benévola de dar por terminado el castigo- suplique. Se acercó y sin decir nada me dio un par de bofetadas - ¿quién te dio permiso de hablar, basura?, La perra recibirá todo el castigo, pero si quieres ser tan solidaria puedo darte a ti también lo mismo que a ella. Dime ¿quieres que también patee tu coño de porquería? - -No Sra.- - Colocate detrás de la perra y la sostienes como lo hice yo. No la dejes caer basura- Lola lloraba mientras la Sra. Tomaba su distancia. -¿Estás lista para la última perra?- -si Ama- Esta vez golpeó con más fuerza el coño de lola. Esta dio otro grito y tuve que sostenerla para que no cayera. Poco a poco la deslice hasta el suelo. De inmediato se puso en posición fetal mientras sus manos se metieron entre sus piernas cerradas cubriendo su coño adolorido. -Ahora regreso- dijo la Sra. Saliendo de la habitación. Me arrodille junto a lola y le pedí que me perdonara, que si podía hacer algo. Me respondió que no me preocupara que pronto estaría bien. La Sra. regreso con un vaso de agua entre las manos, se arrodilló junto a lola la hizo enderezar un poco y le dijo que bebiera despacio un poco de agua. Dejo el vaso a un lado y acuno a lola un buen rato entre sus brazos. Cuando Lola se recuperó un poco me dijo que la ayudará a llevarla a la otra habitación donde la recostó en la cama. Ven regresemos a mi habitación. La seguí. De uno de sus cajones sacó un huevo vibrador, un plug anal y un tubo de lubricante. Me tiro sobre la cama indicando que abriera las piernas y metió el huevo en mi vagina. A continuación me puso a cuatro sobre la cama. Metió el plug totalmente en mi boca, lo saco y lo cubrió completamente con lubricante, dejó caer más lubricante a la entrada de mi culo y empezó a introducir el plug. Le llevó un poco de tiempo meterlo por completo y tuvo que darme varias nalgadas para relajarme el culo. Cuando por fin entró por completo lo giró un poco para acomodar la base entre mis nalgas, las apretó un momento para que pasará el reflejo de expulsarlo. Si bien el plug no era muy grueso si era muy largo podía sentir como rozaba por detrás las paredes de mi vagina. - Ve al comedor y trae tus bragas - Hice lo que me ordeno. Cada paso que daba era un flashazo de placer en mi interior. -Ponte las bragas- Estaban todas húmedas aun, me las puse y volvió a tirar de ellas hasta que se metieron entre mis labios vaginales completamente. Se recargo en la cama cabecera de la cama recogió y abrió las piernas y subió su falda. No llevaba bragas. Su coño estaba muy bien depilado, sólo una delgada línea de vello perfectamente recortado cubría apenas sus labios. - Súbete a la cama. Basura, quiero que me des la mejor comida de coño que hayas dado en tu vida. Pero para que veas que no soy egoísta tu también disfrutaras. Mientras no me corra en tu puta boca el vibrador estará encendido, puedes correrte las veces que quieras mientras me comes el coño- Me subí a la cama y cuando me empezaba a acomodar entre sus muslos me tomo por la cola de caballo y me repegó a su coño. Paso sus piernas sobre mis hombros de tal forma que sólo pudiera levantar un poco la cabeza. El huevo empezó a vibrar dentro de mi coño en una velocidad lenta. Me propuse darle el mejor sexo oral que hubiera dado a alguien. No sólo empecé a lamer, también chupe, mordisque y tiré de sus labios. Empezó a mojarse, su clítoris asomo entre sus labios y empecé a lamerlo y chuparlo. Cuando estuvo totalmente erecto y asomo de su capuchon, lo tome con mi boca y con la punta de la lengua empecé a darle pequeños golpes. Empezó a gemir y a apretar mas mi cabeza sobre su pubis. Subió un poco más la velocidad del vibrador. Mi clítoris empezó a ponerse duro y a doler por la presión de mis bragas sobre el. -basura, que buena puta eres. Pero aún no estoy cerca de correrme. aplicate- Seguí lamiendo recorriendo con mi lengua de ida y vuelta a todo lo largo de su coño hasta la entrada de su culo. Mientras más me aplicaba en darle placer ella subía la velocidad de la vibración, de pronto el orgasmo creció dentro de mi, tan intensamente que no pude controlarlo y me corrí. Las contracciones fueron intensas y pare sin proponermelo en mi labor. Detuvo la vibración pero aún sentía como las contracciones movían el plug en mi interior. -que puta eres basura. Nunca pensé que te correrías tan pronto. Eres más puta que una perra en celo- dijo al tiempo que tiró hacia arriba mi cabeza de la cola de caballo. -sigue basura, haz que me corra- dijo bajando nuevamente mi cabeza entre sus piernas y volviendo a encender el vibrador. Era impresionante el control que tenía sobre su placer. Cada vez que parecía iba a correrse, no lo hacía y me decía que me esforzara mas. La lengua me dolía al igual que los labios. Me vine dos veces más antes de que ella por fin se corriera con un gran orgasmo y bañando mi cara y cabeza con un abundante squirt. Cuando se recupero, me ordenó que me sacará el huevo y me acomodara las bragas. No permitió que me sacará el plug ni que me aseara. Me colocó nuevamente el sostén sacando mis pezones por la abertura que les había hecho y me puso lo que quedaba de mi vestido. Me paro frente al espejo para que me viera. -¿ves? Mírate como eres realmente basura- dijo al tiempo que me escupía en la cara. Me tomo de la cola de caballo he hizo que me doblará de tal forma que mi cabeza quedó a la altura de mi cintura y me llevo hasta la estancia. Me hizo ponerme de rodillas frente a la pared. -quédate ahí y no te atrevas a moverte basura- Minutos después regresó acompañada de lola. La sentó junto a ella en el sofá, abrazándola y mimándola. Las rodillas y la espalda empezaron a dolerme. Me moví un poco tratando de aliviar la tensión de los músculos de mi espalda. -basura, si vuelves a moverte te arrepentirás- Me quedé quieta nuevamente y para mi fortuna en ese momento llamaron a la puerta. -basura, levantate y ve quien toca a la puerta- Dude un poco, pero me puse de pie y fui a abrir la puerta. Me puse detrás de la misma tratando de ocultarme un poco. Abrí y mi alma descanso. Era mi dueña la Sra. P. -es la Sra. P. - anuncie - ¿y qué esperas para dejarla pasar, basura?- Abrí la puerta por completo y deje pasar a mi Ama. Ella entró ignorándome por completo y se dirigió directo con la Sra. Sandra. -Hola Sandy. ¿qué tiene lola?- -nada de cuidado P. Sólo se consciente un poco la perra después de recibir un castigo- -entiendo. Mira te traje un pequeño presente de agradecimiento por cuidar a mi esclava- dijo la Sra. P. alargando una caja con chocolates -cariño no era necesario, fue un placer para mi cuidarla. Por cierto es una muy buena esclava, un poco consentida pero muy obediente- -me alegra oír eso. Nuevamente mil gracias- -Ya sabes, cuentas conmigo para lo que se te ofrezca. Pero antes de que te retires, necesito me firmen la solicitud para el club. Ya cuentan con nuestra recomendación para poder unirse como socias. Sólo faltan sus firmas- La Sra Sandra se levanto y regreso con unos papeles. La Sra. P los leyó y los firmo. -Marcela firma aquí- me ordeno. Me acerqué y firme donde me señalaba. Le regreso los papeles a la Sra Sandra y le agradeció. - Sandy nuevamente gracias. Nos retiramos. Dale mis respetos y agradecimiento a tu marido. - - Te vas porque quieres. Nos vemos pronto.- La Sra. P. Volteo hacia donde estaba. -Vamos Marcela da las gracias y vámonos- -Gracias Sra, gracias Lola- -espero verte pronto basura- respondió la Sra Sandra. -espero que disfrutes mucho mi obsequio.- Agrego. Salimos de la casa y nos subimos al auto. -caramba marcela, no hueles a sexo, apestas a puta. Llegando te duchas. ¿A qué se refería Sandra con eso de que te dio un obsequio?- - Me obsequió un plug que traigo metido en el culo, Ama- -entonces supongo no la pasaste tan mal- -bueno, no aunque algunas cosas no me gustaron Sra.- -¿que cosas?- -que destruyera mi ropa, vea como la dejo. Me gustaba mucho sobre todo el vestido- -¿y por qué lo hizo?- -dijo que una esclava no debía usar ropa, que debió enviarme desnuda, cubierta sólo por un abrigo o una gabardina- -Mmm puede que tenga razón. Lo tendré en cuenta para otra ocasión. Me alegra que no haya sido como castigo por alguna falta- Llegamos al departamento. Metió el auto al estacionamiento y me indico. -sube por la escalera, no quiero que algún vecino te vea en ese estado. Yo iré por el ascensor. Te espero arriba- Cuando llegue, me esperaba en la puerta. -Pon en una bolsa, ese vestido y esas bragas para tirarlas a la basura. El sostén no. Ese lo lavarás muy bien para reutilizarlo. Te sacas el plug del culo y lo lavas muy bien. Y duchate muy bien sobre todo lavate muy bien el pelo, porque en verdad apestas a puta barata.- -Si Ama-.
Pareja y relaciones 1 año
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Tetona Prueba Por Primera Vez Sexo Anal Y Lo Tiene Tan Cerrado Que Le Duele.
Tetona Prueba Por Primera Vez Sexo Anal Y Lo Tiene Tan Cerrado Que Le Duele.
La amistad femenina puede durar justo el tiempo que tarde un chico guapo en cruzarse en nuestro camino. Por mucho que juremos ser amigas para siempre y que nadie se interpondrá entre nosotras, cuando aparece alguien que despierta nuestros más bajos instintos, ya no respetamos a nadie, ni siquiera a nuestras personas de mayor confianza. Conocí a Aitana cuando estaba a punto de cumplir seis años. Para mí era una compañera de clase más, de hecho, ni siquiera me caía bien, pero mi madre, que sabía cosas, me pidió que me hiciera amiga suya. En aquella época ni siquiera se me pasaba por la cabeza la idea de desobedecerla, así que lo primero que hice fue invitarla a mi cumpleaños. El día de mi aniversario, Aitana se presentó en mi casa con sus padres. Puede que fuese todavía pequeña, pero me di cuenta enseguida del motivo que había llevado a mi madre a pedirme que me hiciese amiga de esa niña. Era evidente que se trataba de una familia de dinero, ya había sospechado por la forma tan peculiar que tenía ella de expresarse, pero lo confirmé al conocer a sus progenitores. - Mamá, quieres que me haga amiga de Aitana solo porque sus padres son ricos. - No, cariño, es que es una niña muy simpática. - Pues a mí no me lo parece. - Te ha traído el mejor regalo de todos. - Querrás decir el más caro. - Es lo mismo, Joana. - Bueno, le daré una oportunidad, pero no creo que llegue a caerme bien. Poco tardé en darme cuenta de que Aitana no me caía mal solo a mí. El resto de la clase se metía a con ella y le hacía saber que no era bien recibida. Curiosamente, fue justo eso lo que hizo que me uniera más a ella. No podía pasar a adorarla de un día para otro, pero podía hacer un esfuerzo para tratar de comprenderla y pasar más tiempo con ella. Con el paso de las semanas me fui dando cuenta de que Aitana era una buena niña. Su único problema era que resultaba muy pesada, tanto por su forma de hablar como por lo superior que se creía al resto únicamente por tener dinero. Al principio esa forma de ser me resultaba insufrible, pero acabé encontrando la forma de sacarle partido. A sabiendas de que yo era la única que la soportaba, Aitana se volcó en intentar agradarme en todo momento. Eso incluía invitaciones a sitios caros, buenos regalos sin ser en cumpleaños y fines de semana o vacaciones en la casa de la playa de sus padres. Quizás era una interesada, pero aquello era un acuerdo mutuamente beneficioso. De tanto pasar tiempo juntas le acabé cogiendo cariño. Aitana seguía sin ser la amiga ideal, pero era leal y siempre se portaba bien conmigo, incluso más allá de esos aspectos económicos en los que me beneficiaba. Sabía que podía contarle cualquier cosa y que ella nunca lo revelaría, aunque solo fuese porque nadie más le hablaba. Contra todo pronóstico, llegamos a la adolescencia juntas, siendo aún todo lo buenas amigas que su carácter me permitía. Fuimos al mismo instituto, un nuevo centro en el que volver a empezar, la oportunidad de que Aitana pudiera conocer a otras personas que quizás la vieran con otros ojos. Pero ni la edad ni el nuevo sitio iba a cambiar eso que la hacía tan insoportable para los demás. - Qué raro, Joana, pensé que aquí haríamos nuevas amigas. - Ellas se lo pierden. - Debe haber algo en nosotras que las repele. - Ni se me ocurre que puede ser... - He pensado que podrías ser tú. - ¿Perdona? - No te ofendas, Joana, pero esa rasta que te has puesto es un espanto. - Es una simple trenza. - A los pobres os da por hacer unas cosas muy raras. - Quizás seas tú la que causa rechazo. - Si yo soy un amor, mi madre y mi abuela me lo dicen todos los días. - Es igual, no necesitamos a nadie más, ¿no? - Supongo que no. Era consciente de que nadie más aguantaría esas impertinencias, pero yo ya estaba acostumbrada. En el colegio todos conocían a Aitana y pasaban de su petulancia, así que en el instituto me iba a tocar hacer un trabajo similar para que no se pasaran mucho con ella. En aquel entonces ya la apreciaba de verdad, pero seguía maldiciendo a mi madre por haberme obligado a hacerme su amiga. A ninguna de las dos nos supuso un gran trauma el seguir estando solas, aunque llegó un momento en que ambas comenzábamos a desear una compañía concreta. Tanto a Aitana como a mí nos empezaban a llamar la atención los chicos, pero ninguno quería acercarse a nosotras por culpa de ella. Para mí, eso se convirtió en lo peor de nuestra amistad. En más de una ocasión, alguno de nuestros compañeros se había atrevido a preguntarme por qué era mi amiga. Todos coincidían en que yo parecía maja, pero que no se acercaban a mí por culpa de Aitana. Siempre la defendía delante de las chicas, pero no llevaba nada bien cuando era un chico el que me dejaba claro que no le interesaba solo por ella. Diez años después de conocernos, iniciábamos el bachillerato juntas. Nuestra amistad comenzaba a tener altibajos, principalmente por todos los problemas mencionados con anterioridad y porque ella parecía no darse cuenta, así que me echaba a mí la culpa de que no ligara. A veces me daban ganas de enviarla muy lejos, sobre todo cuando vi aparecer a los alumnos nuevos el primer día. El perfil de nuestros nuevos compañeros era muy variado, pero entre todos ellos destacaba un chico que estaba buenísimo. Hasta ese momento me había sentido atraída por alguno, pero lo que me pasó con Gonzalo, que era como se llamaba, jamás lo había experimentado. Al principio tuve la sensación de que él también me miraba, hasta que empezó a juntarse con otros de la clase y seguramente la advirtieron de que no se acercara a mí. - Qué bueno está Gonzalo. - A mí me parece un chico de lo más normal. - Aitana, ya sé que comparado contigo todo te parece normal, pero es guapísimo. - Pues dile que te gusta. - No serviría de nada, ya lo han cazado las arpías. - Siempre estás poniendo excusas para no aceptar que no caes bien. - Algún un día me voy a cansar de tus tonterías. - No te sulfures, Joana, ya encontrarás alguno de tu nivel que se fije en ti. Gonzalo se convirtió en otro caso perdido, pero ese curso nos trajo una novedad de las grandes. Otra de nuestras nuevas compañeras, Dafne, tampoco fue bien recibida por el resto. No soportaban su forma tan directa de hablar, que no tuviera inconveniente en decir las cosas tal y como las pensaba. A mí me parecía simpática, aunque solo fuese porque se metía con todas mis enemigas. De vez en cuando me pillaba riéndome de sus ataques a nuestras compañeras y eso hizo que se acabara acercando a mí. De repente, tenía otra amiga, alguien más con quien poder hablar. No sabía muy bien cómo gestionarlo, especialmente porque era consciente de que entre ella y Aitana jamás podría haber una buena relación. - ¿Por qué te juntas con esa estirada? - No es tan mala como todos se creen. - Tiene unos aires de superioridad insufribles. - No sé por qué te llevas tan mal con el resto de la clase, si pensáis lo mismo. - Es que en este caso es evidente. - Ni siquiera te has tomado la molestia de hablar con ella. - No soporto las pijas. - Dale una oportunidad, al final te acabas riendo de sus ocurrencias. A base de insistencia conseguí que se acabara obrando el milagro. Aitana y Dafne accedieron a charlar, a conocerse, y fue tan desastroso como cabía esperar, pero aun así decidieron darse la oportunidad de formar parte del mismo grupo de marginadas. Al principio se lanzaban dardos envenenados, pero con el tiempo se acabaron incluso riendo de lo que se decían. Lo mejor de hacernos amiga de Dafne fue que su círculo social no se limitaba al instituto. Ella también se juntaba con chavales de su barrio, especialmente con chicos, por eso tenía una experiencia con ellos de la que nosotras carecíamos. Hizo el intento de presentarnos a alguno, pero Aitana no estaba hecha para ese tipo de gente. Había asumido que jamás encontraría otras amigas o novios en el instituto, pero me fastidió mucho que tampoco pudiera relacionarme con gente de fuera por culpa de tener que ir siempre con Aitana. No podía ni quería deshacerme de ella, así que me sentía muy frustrada. Por suerte, Dafne se dio cuenta e intentó hacer todo lo posible para ayudarme. - Joana, entiendo que no le des de lado, yo también he llegado a apreciarla. - ¿Pero? - No entiendo por qué tenéis que ir siempre juntas como siamesas. - Ha sido siempre así, no veo la forma de cambiarlo. - Tienes un culazo, tía, a los de mi barrio les encantaste. - Pues ninguno intentó nada conmigo. - Porque estabas pegada Aitana que no dejaba de meterse con ellos. - Es que estaba claro que esos no eran de su estilo. - Abre los ojos, ella no va a encontrar nunca a nadie. - Y parece que yo tampoco. - De eso nada, porque tú vas a venir conmigo otra vez. - Te lo agradezco, Dafne, pero la volverá a liar. - No, porque esta vez vienes solo tú. - No me atrevo a abandonarla. - Joder, ni que fuera un caniche... será solo un rato. - Mejor esperamos al verano, que siempre se va de crucero con sus padres. Podía estar muy harta de Aitana, pero lo último que quería a esas alturas era hacerle daño. Estaba deseando tener vida social más allá de ella, pero preferí esperar al final de curso y volver al barrio de Dafne cuando estuviera de vacaciones. Sabía que no era normal que me ocurriera eso, pero ir a cualquier sitio sin ella me hacía sentir que la estaba traicionando. Lo que restaba de curso se convirtió en un nuevo esfuerzo para mantener a todos contentos a mi alrededor. A Dafne debía prometerle todo el rato que durante el verano pasaría más tiempo con ella, conociendo a sus amigos de siempre. Con Aitana era más complicado porque, como cada verano, debía pasar una semana con ella en la casa de la playa. Me gustaba estar esos días allí con ella era un lugar espectacular, nos lo pasábamos muy bien y sus padres me trataban a cuerpo de reina. El problema era que no sabía si iba a ser capaz de mantener la boca cerrada y no decirle que había estado conociendo a chicos cuando no estaba. Por suerte, todo se me puso de cara. - Joana, este verano se va a producir un cambio en nuestras vacaciones. - Tú dirás. - Voy a hacer un viaje muy largo con mi familia. - Bueno, eso está muy bien. - Sí, tía, pero nuestra semana en la playa tendrá que ser al principio de todo. - Por mí no hay ningún problema. - Nos lo vamos a pasar en grande. - Aitana, ¿no quieres invitar también a Dafne? - Me cae un poco bien, pero no para meterla en mi casa. Una vez acabado el curso, como todos los veranos, Aitana y yo pasamos una semana en la casa de la playa de sus padres. Sin la tensión de tener encima a nuestros compañeros observándonos para criticarnos, ambas conseguimos relajarnos y pasarlo bastante bien. Allí mi amiga estaba en su salsa, rodeada de gente de su nivel, aunque tampoco se acercaban a ella. Esa semana estuvo marcada por mis nervios, por la sensación amarga de estar ocultándole a Aitana que tenía planes para el resto del verano sin ella. No debería preocuparme, ya que mi amiga también se lo iba a estar pasando en grande sin mí, pero llevaba diez años con ella y eso, aunque no lo pretendiera, dejaba mucha huella. Cuando terminó esa semana comenzaron mis auténticas vacaciones. Dafne me ayudó a descubrir ese mundo con el que tanto había fantaseado, pero del que no sabía nada. Sin la presencia de Aitana, sus amigos se atrevieron acercarse a mí. Fue un verano de experimentar en muchos sentidos, pero sobre todo en los relacionados con el sexo. Durante dos meses pasé por todas las etapas posibles, desde el primer beso hasta hacer el amor por primera vez. Viví un montón de emociones y sensaciones que me hicieron sentir que todo merecía la pena. Era una persona nueva, alguien que al fin recuperaba lo que se me había negado por mantenerme fiel a Aitana. Solo me preocupaba qué sería de mí al terminar el verano. - Aitana vuelve el sábado y no sé qué voy a explicarle de mis vacaciones. - ¿No habéis estado en o? - Sí, pero por teléfono es más sencillo mentir. - No te preocupes por eso, tú ahora eres otra. No sabía cómo me las iba a apañar para ocultarle Aitana lo bien que me lo había pasado sin ella, pero entonces volvió y me contó algo que me dejó de piedra. Por lo visto, mi amiga también había conocido a un chico y tuvo sus primeras experiencias durante el crucero. Aquello me hizo plantearme si ella no era el único lastre en nuestra amistad y en realidad nos habíamos perjudicado la una a la otra. Cuando le conté a Dafne que Aitana había encontrado a un chico que la soportara, ella tampoco daba crédito. Apenas quedaban unos días para que comenzara el nuevo curso y ambas le insistimos en que nos lo presentara. Por algún motivo que no acababa de comprender, era reacia a que conociéramos a su novio, a pesar de que vivía por su misma zona. Al final acabó aceptando, lo que supuso un gran impacto para Dafne y para mí. Resultó que Aitana no nos lo tenía que presentar, porque lo conocíamos perfectamente. Había coincidido en el crucero nada más y nada menos que con Gonzalo. No había dos personas más distintas en el mundo, pero, por lo visto, eran los únicos jóvenes en ese crucero y eso los empujó a acercarse, produciéndose así el supuesto enamoramiento. - Vaya con la mosquita muerta. - No me lo puedo creer. - Tú preocupada por ella y te ha quitado al chico que tanto te gustaba. - No me lo ha quitado. - Sabes que no es tuyo porque nadie se acercaba a ti por culpa de ella. - Visto lo visto, quizás era yo la que causaba rechazo. - No digas tonterías, Gonzalo está con ella por la pasta. - Si estaba en ese crucero quiere decir que a su familia tampoco le falta. - Joana, me hago monja si ese chico se ha enamorado de Aitana. - Podría ser, sabes que en el fondo es buena tía. - Lo que tú digas, pero te lo voy a demostrar. - ¿Cómo? - Voy a tirármelo. - Dafne, ni se te ocurra. - Es lo mejor para que ella deje de vivir en una mentira. - No me parece motivo suficiente para hacerle eso Aitana. - Es que tú no se lo vas a hacer, porque contigo ya no quiere nada. - ¿Y qué te hace pensar que contigo sí? - Que estoy más buena que tú. - Pero si este verano me los he llevado yo a todos. - Porque a mí ya me tienen muy vista. - Sí, claro. - Si estás tan segura, supongo que no tendrás problema en apostar. - Ninguno. - Muy bien, pues la que no se lo folle le tendrá que contar Aitana que ha pillado a su novio liándose con otra. Aunque tuviese remordimientos de conciencia, ganar esa apuesta suponía acostarme al fin con Gonzalo, desengañar a Aitana y demostrarle a Dafne que yo estaba más buena que ella. Era algo que tenía que repetirme constantemente para no sentirme miserable por haber aceptado intentar quitarle el novio a mi mejor amiga. Que no quisieron lastimar Aitana no quería decir que no me sintiera traicionada por ella. Mi amiga sabía lo mucho que me gustaba ese chico, aunque no era consciente de que si no me había acercado más a él era por culpa del rechazo que supuestamente ella provocaba. En cualquier caso, yo no lo iba a forzar a acostarse conmigo, solo lo haría si él quería. El primer acercamiento se produjo al iniciarse el curso. Por primera vez en todos eso años, Aitana y yo no íbamos a compartir una asignatura. Sin embargo, Gonzalo, que para entonces ya era un apestado más por haberse liado con ella, sí que cursaba esa misma materia. Como la relación con mi amiga nos había unido, nos sentamos juntos en clase. - Vaya historia la vuestra, ¿eh? - Sí, difícil de creer. - ¿Antes del crucero te habías fijado en ella? - Sí, siempre me pareció muy guapa. - Pues nunca te pille mirándola. - Es que soy muy discreto. - No lo creo, porque sí que me fijé en alguna ocasión que me mirabas el culo. - Creo que te estás confundiendo, Joana. - ¿Por qué está saliendo con ella? - Porque me gusta. - Me ha dicho que aún no os habéis acostado. - Bueno, todo llegará. - Conmigo no tendrías que esperar. - No sé qué os pasa a Dafne y a ti, pero deje en paz. Por suerte, Gonzalo mantuvo la boca cerrada y no le contó a su novia que ambas íbamos descaradamente a por él. El desconocimiento de Aitana hizo que siguiéramos actuando como un grupo normal en el que él ya se había integrado, así que lo teníamos siempre cerca para seguir intentando provocarle y que cayera en la tentación. Costó mucho que Aitana aceptara que Dafne se uniera a nuestras tardes de estudio en su casa, pero a Gonzalo lo metió enseguida. Era el último año antes de la universidad, así que teníamos que aplicarnos a fondo para conseguir la mejor nota posible. A menudo nos reuníamos los cuatro para hacer deberes y repasar, lo que nos proporcionaba nuevos intentos. Una de esas tardes en las que estábamos los cuatro en la habitación de Aitana y Dafne y yo nos lanzábamos miradas desafiantes para ver quién se atrevía intentarlo primero, la madre de mi amiga la llamó para que le ayudara un asunto. Eso nos dejó a las dos contrincantes solas con Gonzalo, que se puso nervioso de inmediato. Dafne no lo dudó ni un segundo y se sentó a su lado, regalándole caricias por toda la cara que hicieron que se pusiera colorado. Estaba muy pegada a él, tanto que le aplastaba sus generosos pechos contra el brazo. Era muy arriesgado, pero no podía dejar que me ganara, así que me senté al otro lado de Gonzalo e imité todo lo que ella hacía. Mi amiga no se cortaba ni un pelo y comenzó a besarle en la cara, aunque peligrosamente cerca de la boca. Sus manos fueron toqueteando cada rincón del cuerpo de Gonzalo hasta acabar posándose sobre su paquete, lo que hizo que se mostrara realmente incómodo. Aun así, yo copié todos sus gestos y también le toqué el bulto de la entrepierna. Era obvio que estaba empalmado. - ¿Qué estáis haciendo? - Preguntó Gonzalo. - Deja de fingir, Gonzalín. - Le respondió Dafne. - No sé a qué te refieres. - Replicó. - A ti no te gusta Aitana, preferirías estar con una de nosotras. - Insistió mi amiga. - Al menos di cuál te gusta más de nosotras dos. - No, eso no es suficiente. - Exclamó Dafne. - Las dos sois guapas. - Dijo el muchacho desesperado. Incapaz de aceptar un no por respuesta, Dafne se subió la camiseta y le enseñó las tetas a Gonzalo. Sabía que en eso no podía competir con ella, así que le cogí una mano al chaval y la coloqué en mi culo, sin duda mi punto más fuerte. Siempre dispuesta a ir a más, ella le sujetó la otra mano e hizo que le tocara sus grandes pechos. Gonzalo ya no sabía qué hacer ni qué decir, solo le quedaba irse, pero no se atrevía. Aprovechamos eso para seguir provocándolo. Mi siguiente paso fue besarle directamente en la boca. No le metí la lengua porque no me dio paso, pero dejé mis labios pegados a los suyos durante un buen rato. Dafne respondió haciendo bajar la mano que tenía en las tetas hasta su sexo. Me di cuenta de que aquello sí que lo hizo reaccionar. Gonzalo comenzó a mover la mano que tenía en el coño de Dafne, lo que me colocaba muy cerca de perder esa apuesta. Tenía que jugar la única carta que me quedaba, esa con la que podía decantar la balanza, aunque no lo tuviera nada claro y solo lo hiciese por salirme con la mía. - Yo puedo ofrecerte mucho más que ella. - No digas tonterías, Joana, estoy dispuesta a follármelo aquí mismo. - Dijo Dafne. - Eso lo puede hacer con cualquiera, incluso con Aitana. - Pero no es lo mismo, yo tengo más experiencia que ella. - Replicó mi amiga. - Puede que por delante sí. - ¿Qué quieres decir? - Preguntó Dafne. - Que si se queda conmigo dejaré que me la meta por el culo. - Eso no me lo creo. - Intervino de repente Gonzalo. Ya no podía echarme atrás. Dispuesta a demostrarles a ambos que lo decía de verdad, me bajé los pantalones y le mostré las nalgas Gonzalo. Se quedó bastante impresionado, pero mucho más cuando volví a cogerle una mano, me metí uno de esos dedos en la boca y lo chupé con lascivia. Tras pensármelo durante unos segundos, aparté la tira del tanga y le pedí que me lo metiera en el ano para que viera que iba en serio.
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Lesbiana caliente y sexy se prueba las bragas.
Lesbiana caliente y sexy se prueba las bragas.
Mi nombre es Bertha, trabajo como auxiliar de limpieza de un bar restaurante. El trabajo puede ser algo pesado pero el sueldo es bastante decente y el ambiente laboral es muy bueno, también te dan de comer ahí. Todo mundo era muy agradable, sobre todo una mesera llamada Aphril, ella es encantadora, tiene una hermosa nariz aquileña, ojos grandes de color miel y unas largas pestañas. Su cuerpecito es una ricura, está delgadita como me encantan, unas tetas pequeñas-medianitas, sobresalían por su delgadez, esas deliciosas tetas se ven redonditas, todos en el trabajo nos hacemos bizcos cuando Aphril se pone tops ajustados. Su culito era respingadito y con una buena curva. Follarme el pequeño culo de Aphril en los baños del restaurante era una de mis frecuentes fantasías. La gente suele decir que soy una persona fácil de querer, la verdad es que se me hace muy sencillo interactuar con las personas ya que soy una persona que escucha más de lo que habla, no me molesta escuchar a otros, me es divertido porque así aprendo mucho sobre las personas. Aphril es el tipo de joven con autoestima baja y el tema del amor le frustra muchísimo, ya que el lugar donde lavo trastes está muy cerca de cocina puedo escuchar conversaciones. Los miércoles son los días en los que Aphril ayuda a personal de cocina ya que sustituye a los auxiliares y este es el día libre de estos, justo es ese día en el que más “salgo a fumar”. Una vez más Aphril estaba deprimida porque dice que los hombres no la toman enserio, el gran problema de Aphril es que ve amor donde no lo hay, donde ni siquiera hay nada… Eso lo supe muy bien con el tiempo. Como muchos fines de semana, fue una muy buena venta, todos obtuvimos propinas generosas, nos pusimos a beber y a pasarla bien, le dí algo de refresco con tequila a mi mesera sexy favorita de todas, previamente había molido pastillas para dormir… Sabía que Aphril conducía una motocicleta, con eso sería incapaz de usar su moto. Pasó el rato, ella bebió un poco más y lucía muy cansada. Todo mundo le advirtió que no condujera cansada. Le dije que la podía llevar a su casa si quería, ella accedió yo conduzco un no tan pudiente automóvil, aunque ella dijo: “¿Estás segura, Beth?, no quiero que te pierdas de la diversión por mí…” -Descuida, la verdad es que debo irme temprano también. Mañana tengo examen temprano.-, mentí. Claramente nadie sospechó ya que todos saben que estudio por las mañanas, en fin, ayudé a Aphril a subir a mi automóvil. No era la primera vez que la llevaba a su casa. Ella no es una buena tomadora, su resistencia al alcohol es baja. En medio del viaje se quedó profundamente dormida, conduje hasta su casa, ella siempre guarda las llaves en el bolsillo interno escondido de la mochila. Giré a la llave a la izquierda y entré con mi pequeña compañera, ella es unos 4 años menor que yo, también mucho más bajita, es adorable. Su casa es pequeña, Es un barrio donde todas las casas tienen la misma estructura, una casa arriba y otra abajo. Aphril vivía en la de abajo. Una vez dentro de la casa, cerré con llave. Llevé a la pequeña a su habitación. La puse delicadamente sobre su cama, posteriormente comencé a tomarle fotos. La tenía todita para mí, pequeña dormilona… Quería hacerle todo tipo de obscenidades, pero sería estúpido de mi parte si quería salirme con la mía y no tener consecuencias al respecto. Así que me contuve. Desnudé a Aphril, ese cuerpo es una ricura, tiene varios tatuajes en ese cuerpecito sexy, aaaaaah… Tan linda… Tomé todas las fotografías que quise, desde todos los ángulos que pude, traté a Aphril como mi propia muñeca humana, poniéndola en todo tipo de poses y fotografiándola, es una ricura, su anito se veía tan apretadito… Su coño estaba depiladito, ah, una ricura, no me resistí más… Ella estaba inmóvil, desnuda e indefensa, totalmente disponible para mí, me dejé llevar por mis bajas pasiones, me puse sobre ella y acaricié su cálida piel, podía sentir a través de mis dedos cada vez que Aphril respiraba. La besé en todas partes, podía saborearla, me comí esa boquita a besos, lamí su cara y metí mi lengua en su boca, era una ricura, su boca estaba húmeda y calientita. Besé ese cuello delgadito, hice un camine de besos hasta sus lindas y pequeñas tetas, acaricié uno de sus pechos mientras le chupaba el pezón a la otra teta. Sus ricos pezones se pusieron duritos rápidamente, ella los tenía rositas pero con tanto manoseo se tornaron de un color rojizo. Chupé, lamí y mordí esos pequeños botones, sentía su piel erizarse, gemía incluso dormida. No dejé de estimular sus pechos hasta que esos deliciosos pezones se pusieran hinchaditos y temblorosos, bajé mi rostro hasta su entrepierna. Abrí sus piernas, puse mi boca sobre esa deliciosa rajita, lamí en todas direcciones, Aphril ya la tenía toda mojadita y palpitante, le estaba devorando el coño, abrí ese caliente coñito con mis dedos y lamí directamente en la piel sensible que esos mojaditos labios ocultaba… Hmmm… Era una delicia, a cada lamida sentía como ese goloso coño se mojaba más y más, presioné la entrada de su vagina con mi lengua y la introduje un poco para saborear directamente. Subí mi boca para atrapar a ese erecto y durito clítoris, lo lamí en círculos, pasaba pesadamente mi caliente lengua por todas partes, chupé y succionaba ese rico y carnoso clítoris, a la par de que movía mi lengua en todas direcciones sobre el. La respiración de Aphril se hizo torpe por unos instantes y su boca aún dormida emitió un lascivo gemido, se había corrido, tenía líquido hasta los muslos, mojó un poco la cama, su coñito estaba palpitando fuertemente deseoso de tener algo dentro, y ese delicioso anito se abría un poquito a la par. No pude resistirme y tomé video. Lo usaré para masturbarme… Limpié lo más que pude, la vestí nuevamente, tomé unas últimas fotos y fui a casa.
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Me encanta mi nuevo vibrador Sohimi Alfa increíble orgasmo tembloroso.
Me encanta mi nuevo vibrador Sohimi Alfa increíble orgasmo tembloroso.
Iba a dar el primer paso para hacer realidad mis fantasías con Maya. Ella era una de mis mejores amigas, motivo por el cual todavía no había dado un paso hacia delante. Bueno, también era relevante que llevaba dos años con su novio. Ella era la típica chica de la universidad con el pelo castaño claro, casi rubio, ojos azules y un cuerpo de cine. Tenía un pecho exagerado para su delgadez, y culo no le faltaba. Y… ¡Cuántas veces había jugueteado ella con sus dos tetas acercándomelas al abrazarme o mientras estaba hablando a mi lado…! Era una chica que destacaba por su carácter a pesar de que conmigo siempre había sido muy dulce. Ventajas de la friendzone, supongo. En definitiva, Maya era tremendamente sexy –más aún si tengo en cuenta las bromas sexuales que hacíamos con la confianza que teníamos, a pesar de que nunca las dirigiéramos hacia nosotros- y es por eso que ella hacía que mi imaginación sexual volara. Así pues, yo deseaba a toda costa hacer algo un poco travieso con Maya: hacer que se pusiera un vibrador con control remoto que se controlaba desde mi móvil. Tenerlo ya lo tenía, así que decidí trazar un plan para conseguir mi objetivo. En uno de los descansos en la universidad le metí en el bolso un papel en el que decía lo siguiente: “Hola Elsa, llevo tratando de pensar cómo te puedo explicar una cosa que lleva en mi cabeza mucho tiempo, tal vez demasiado. Si quieres saber qué es escríbeme a este mail: [email protected]. Un beso”. Solo podía esperar. Para mi sorpresa, antes de irme a dormir miré la bandeja de entrada del correo electrónico que justo ese día había creado para esta misión y… sí. Ya tenía respuesta. Parece que Maya tenía más curiosidad de la que yo jamás hubiera dicho.La respuesta decía: “No sé quién eres así que empecemos por eso.”. A eso le respondí que era secundario pero que era un amigo suyo de la universidad, y procedí a explicarle la intensa atracción sexual que sentía hacia ella. Acto seguido, me fui a dormir. Estaba tan excitado como nervioso. Ella, al menos, la curiosidad la tenía. Al día siguiente en la uni todo fue normal. Ella aparentaba normalidad y seguíamos haciendo nuestras bromas. Lo que yo todavía no sabía (muy inútil de mi por no haber mirado el mail por la mañana) es que a mi mensaje ella había respondido diciendo que creía que sabía quién era pero se lo iba a callar, pidiéndome que le explicara qué es lo que quería. Tal cual lo leí, le escribí que quería hacer un juego algo subido de tono y que me dijera si estaba dispuesta, a lo que me contestó que sí. Yo le respondí: “lo próximo que recibirás será un paquete.” Ya le había enviado el consolador a su casa. En el paquete le había puesto unas instrucciones que decían lo siguiente: Ahora ya no hay marcha atrás. Lo que hay aquí dentro lo llevarás puesto el próximo viernes en la biblioteca durante toda la tarde, de 4 a 9. No me escribas al mail. No digas esto a nadie. El juego había empezado y yo estaba que me subía por las paredes. Llegó el viernes y, curiosamente, coincidimos en la biblioteca de la uni. No cuadré las horas para no dar el pego, pero le note algo diferente. Entre otras cosas, que apenas se levantaba de la mesa. Eran las 5 en punto. Había decidido que esto empezaba ya. Habíamos venido a jugar y vaya si íbamos a jugar. Quise comprobar si realmente había seguido las instrucciones y lo llevaba puesto, por lo que saqué el móvil y, a través de la app, empecé con estímulos suaves e intermitentes. Efectivamente, lo llevaba puesto. Justo cuando empecé a hacérselos paró de escribir, alzó la mirada y se puso ligeramente roja. Cruzó las piernas (y…¡qué piernas más sexys se le veían con esa falda!) y se hizo una coleta (¿cuántas veces me habría imaginado cogerle de la coleta mientras me la chupaba?). Paré. Paré para generarle incertidumbre y curiosidad durante un rato, y al cabo de un cuarto de hora empecé de nuevo. Esta vez los estímulos intermitentes se siguieron de una vibración suave pero constante. Su cara era un poema. Ya no estaba pálida pero no despegaba la mirada del papel y las manos de la mesa. Paré y alzó la mirada. No hallaba nada que le indicara quién era el otro participante del juego. A pesar de que yo retomé el control sobre ella con las vibraciones, ella cogió el móvil durante unos minutos. Aparentaba normalidad, pero de repente me llegó un mensaje a la bandeja de entrada del mail. Decía: “Esto se me va a ir de las manos”, a lo que le dije: “no te preocupes, he reservado la sala 009 toda la tarde. Ve y ábrela, tu tarjeta de estudiantes está acreditada”. Y eso hizo. Cogió sus cosas y se marchó al segundo. Seguro que ya estaba mojada. Cuando ella entró en la sala yo ya había vuelto manos a la obra. Esta vez fui más fuerte y el juego ya se estaba poniendo serio. Desde mi ordenador accedí a la cámara que había puesto en la sala hace un rato y vi que Maya estaba disfrutándolo. En mis auriculares escuchaba que gemía “Oh, oh, sí, sí, más fuerte, oh, sí…” acorde a la intensidad que marcaba con mi móvil. Estaba siendo impresionante. De repente, Maya se sacó la camiseta que llevaba. Se debía estar acalorando. No pude parar de hacer capturas de pantalla y, de repente, se baja la falda. Estaba muy mojada. Eso ya eran palabras mayores. Subí de intensidad. Se sentaba. Estiraba las piernas. Contenía sus gritos (el aula estaba insonorizada pero imagino que lo haría por precaución). Pedía más. Le daba más. Sudaba. Gemía “oh si, eres un cabron, oh si. Como se entere mi novio te va a matar, desgraciado. Joddder, oh no, que gusto, oh” hasta que subí al nivel máximo. Ahí ella se descontroló. Gritaba y gemía. Pedía más y le daba más. Se corrió y yo seguía. Y se volvió a correr una y otra vez hasta que, mientras bajaba el nivel de vibración, le llegó una notificación al móvil de un correo mío. Decía: “Basta ya por hoy. Parece que te ha gustado. Pronto habrá más.” Y firmé el mail con mi nombre. Fue arriesgado pero estaba decidido a que esto siguiera. Por la cámara vi su reacción. Cuando acabó de leer mi mail bajó su mano y se tocó unos segundos. Parecía que le excitaba que hubiera sido yo. Aun así, paró. Ya había tenido suficiente por hoy. Se colocó las tetas ( ¡y qué tetas!) y se vistió. No volvi a verla por la biblio. Debía estar muerta de vergüenza.
Pareja y relaciones 1 año
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Solange Sum chupa polla.
Solange Sum chupa polla.
Una buena mamada ¿A qué tío no le gusta que le chupen la polla? ¿A qué tío no le gusta que la mamada sea completa…acabar por correrse en la boca de la chica…? Sin embargo no a todas las chicas les gusta chupar la polla y a muchas menos aún que se corran en su boca…suele producir asco…rechazo. Yo pregunto a los chicos ¿Alguna vez os habéis corrido en vuestra mano…encima de una mesa y habéis lamido el semen? ¿Os gusta el sabor? Bueno, supongo que no todos los habréis hecho…y de los que lo hayáis hecho, igual que a muchas de nosotras os producirá rechazo. Chicos, una forma muy original de probar vuestro semen, si no lo habéis hecho aún, es la siguiente. Si tenéis la suerte de que vuestra pareja se llene la boca con vuestro semen…cuando acabe de haceros la mamada y antes de que se lo trague que os de un beso profundo y os pase el semen a vuestra boca…además de ser muy erótico es una forma de probarlo muy original. Pero volviendo al tema que nos ocupa. ¿Cómo hacer una buena mamada? o ¿Cómo chupar una polla? Pues bien aquí os dejo un breve relato de mi última mamada…ya me diréis a través de vuestros comentarios si os gusta…. Sábado 8 de diciembre, es por la noche sobre la 1.30 y llegamos a mi casa mi amigo Héctor y yo. Estoy sola mi compañera de piso no está. Se va a quedar a dormir conmigo y ambos tenemos muchas ganas de follar. Yo estoy con la regla y cuando estoy así no me gusta follar así que le ofrezco hacerle una mamada…cosa que a mí, personalmente, me gusta y mucho…. Nos vamos al salón y dejo las luces encendidas…los visillos son traslucidos y me pone mucho pensar que los vecinos nos observan. Se tumba en el sofá y yo lentamente le bajo los pantalones y le quito los calzoncillos. Yo me quito la parte de arriba y también me quito el sujetador. Su polla aún no esta dura del todo. Uno de mis secretos, cuando hago una mamada, es no tocar nunca la polla con la mano…es decir las manos no existen…ajaja. Le empiezo a tocar muy suavemente el prepucio con la punta de mi lengua se lo lamo de arriba abajo así durante un buen rato y noto que su polla va creciendo poco a poco….cada vez que le lamo el prepucio voy abarcando un poco más de zona con mi lengua…empiezo a lamerle muy muy despacio el glande…su polla ya está a reventar de dura. Estoy un buen rato repitiendo este proceso así consigo la máxima excitación de Héctor y una cosa que me encanta…que empiece a soltar un liquidito transparente ósea flujo….Observo como van saliendo poco a poco las gotitas de flujo y según salen se las voy lamiendo. El me coge la cabeza y me empuja hacia su polla pero yo no me la quiero meter en la boca aún. Ahora hay una parte que me gusta mucho…que es tocar con mis pezones su glande y restregarle muy suavemente por ellos….mis pezones se impregnan de su flujo y después dejo que me los chupe…esta operación la repito varias veces… Vuelvo con mi boca a su polla…ahora empiezo a lamérsela, sin tocarla, desde su comienzo hasta el glande…arrastrando la lengua y haciendo una leve presión…siempre de abajo a arriba….me gusta echarle mucha saliva en el glande y cuando subo con mi lengua quitársela…. Por fin llega el momento de empezar a metérmela en la boca. Pongo mis labios al comienzo de su polla y voy bajando muy despacio introduciéndome, solo, su glande en mi boca…bajo y subo suavemente muchas veces. Cuando tengo su glande en mi boca, de vez en cuando, se lo lamo con mi lengua igual que si fuera un chupa chups. Al cabo del rato haciendo esta operación y observando como Héctor se retuerce de placer decido que ha llegado el momento de sacarle todo el semen que lleva dentro. Yo no quiero que Héctor me diga cuando se va a correr. En una buena mamada la chica lo tiene que adivinar por el jadeo, el movimiento del chico y por cómo se le hincha la vena de la polla. Empiezo a meterme un poco más agresivamente su polla en mi boca con movimientos continuos y más acelerados de arriba abajo y de abajo arriba. Nunca me introduzco en mi boca más de la mitad de su polla pues en caso de hacerlo pierdo capacidad de presión de mis labios y me puede producir alguna arcada…. De repente noto que el semen va a venir. Es ese momento para mejorar la intensidad de las sensaciones…es decir del orgasmo de Héctor…bajo el ritmo a muy lentamente esto produce una eyaculación fortísima y un jadeo excepcional. El semen inunda mi boca…siempre lo recibo con la polla dentro de mi boca…para no desperdiciar ni una gota…Cuando se ha terminado de correr y ya no le queda más por echar hago lo siguiente…que me gusta mucho y a Héctor también. Echo todo el semen que tengo en mi boca en la tripa de Héctor. Acto seguido le miro muy fijamente a los ojos mientras lamo el semen de su tripa y me lo voy tragando hasta no dejar nada…Probar este final con vuestras parejas y ya me diréis a través de vuestros comentarios si os gusta.
Pareja y relaciones 1 año
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Inocente Pelirroja Prueba Por Primera Vez Una Vagina.
Inocente Pelirroja Prueba Por Primera Vez Una Vagina.
En esos momentos odiaba a Laura más de lo que hubiera hecho nunca. Despreció la cita que tuvimos, despreció mis avances, despreció nuestra amistad, me despreció completamente. ¿Por qué tuve que enamorarme de ella? Lo que había pasado esa noche maldita fue producto de las drogas y ya. Si no hubiera hecho nada, hubiera sido una simple noche… bueno, no una simple noche, pero hubiera sido un recuerdo y ya. Si no hubiese insistido, si no le hubiera propuesto salir con ella, no estaría ahora llorando. Me dolía la cabeza, el pecho, y se me dificultaba respirar. Ni siquiera cuando rompí con mi novio me sentía tan destrozada. ¿Pero por qué me dolía tanto? ¿Cuánto tiempo hemos pasado juntas? ¿2 semanas? ¿2 noches? Y en una de ellas no teníamos el control de nuestras acciones. A lo mejor eso era para ella. Si me hacía esa idea en mi cabeza, tal vez aprendería a olvidarla, y dejar todo esto en mi memoria… *buzzzzzzzz* De no ser porque ese hijueputa celular no dejaba de sonar, me estaba cansando. Ya estaba a punto de tirarlo a la pared, cuando vi que ése no era mi hijueputa celular. Era el de Laura. Mierda. Preciso se le quedó. Pensé que no podría empeorar la situación hasta que vi que quién llamaba no era nada más y nada menos que su madre. Dudé si debía contestar cuando me entró el miedo. Hacía horas que no sabía nada de Laura. Supe que se quedó llorando en la puerta cuando la eché, pero temía que hubiera cometido alguna locura. Ay, no sabía por qué me preocupaba por ella, aún así, traté de calmarme y contesté la llamada. -A…¿Aló? -Aló, ¿con quién hablo?- Esa era la voz de su madre. Tenía un tono de preocupación en su voz. -Con… con Camila. -¿Camila? ¿La amiga de mi hija?- Esa entonación me hizo entender que ella sospechaba algo de nosotras, aunque ahora dudo si quisiera que hubiera algo más. -Em… sí, sí. ¿Está Laura bien? ¿Le pasó algo? -No, tranquila, ella está bien.-Tuve un pequeño alivio al escuchar eso.- Ella está… aquí mismo. -Pude escuchar al fondo a Laura gritando “¡Mamá!”. -Vale.- Sentía de nuevo ganas de llorar. Estaba a punto de decirle a la mamá de Laura que iba a entregarle el celular en el trabajo o algo así, pero las palabras no me salían. -Sé que fue lo que pasó entre ustedes,- me dijo en un tono bastante amable-, pero trata de entender a mi hija. Ella no quiso herirte intencionalmente. Es un poco testaruda, pero créeme que vale la pena. Dale una oportunidad. Su madre estaba pidiéndome darle una oportunidad. Esa mañana ella había dicho que no sabría cómo reaccionarían sus padres cuando se enterarán de la noticia, y estaba recibiendo la confirmación de uno de ellos mostrando su apoyo. Ojalá mis padres reaccionarán igual. -Vale. Quiero hablar con Lau.- dije sollozando. -Ya te la paso.- Sentí como el teléfono pasó a las manos de Lau. Pude escuchar que también sollozaba. Su respiración estaba bastante agitada. -Te escucho.- Sé que sonó un poco duro, pero quería hacerle saber que me lastimó. Le estaba dando una chance de que se explicara, y lo único que escuchaba eran sus lloriqueos.-¿Y bien?- Pensé que querría hablar conmigo, pero no estaba diciendo nada. -Cami. La verdad es que… fue mi ex. Él estuvo en el bar. Él quiso violarme. De nuevo. -Vaya, yo… no sé qué decir. -Mira, yo… yo tampoco sé qué decir. *sniff*, No tenía planeado nada. ¿Te parece si nos vemos mañana?*sniff*- Pensé por un rato qué respuesta darle, tenía que pensar de manera adecuada qué íbamos a hacer. -Lo haré, pero sólo si prometes respetarme. No quiero que me insultes, ni me trates feo, ni me digas esas cosas horrorosas sobre mí. Y tampoco quiero que me mientas. -Lo prometo. *sniff*. Ven a este parque a las 11 de la mañana.- Me dio una dirección, supongo que cerca a su casa. -Mañana te traigo tu cel. Adiós. No le dí chance de despedirse. Colgué su celular y lo apagué. Aún me sentía dolida, y necesitaba calmar mi cabeza antes de tomar alguna decisión. Domingo, 11:16 am. Laura. Mi cabeza estaba dándome vueltas. Estaba sentada en los bancos del parque viendo a la gente caminar o jugar. Había un grupo de personas jugando fútbol en la cancha de pasto, unos más jugando basquetbol, un grupo de niños jugando en los rodaderos y las estructuras, y varias personas paseando sus perros. Podía ver familias felices e incluso varias parejas pasando el fin de semana juntas. Sin embargo no veía a Cami. Había aprovechado la mañana para alisarme el pelo, cortarme las uñas, maquillarme un poco, ponerme ropa adecuada. Sentía que debía darle la mejor impresión a Cami, pero aún así ella no llegaba. ¡Que idiota fui! Ella no tuvo la culpa de nada de lo que sucedió, y sin embargo la desprecié y maltraté cada vez que podía. Mientras más pasaba el tiempo, menos esperanzas tenía de que llegará. Ya eran las 11 y media y no aparecía.Ya podía sentir las lágrimas salir de mis ojos cuando finalmente sentí una mano en mi hombro. -Perdóname, no fue fácil coger un bus hasta acá.- Quise abrazarla y darle un beso pero ella me detuvo.- Aún sigo dolida contigo. Toma tu celular. Ambas estuvimos sentadas en el banco por unos minutos. Pude notar que Cami llevaba gafas oscuras, a pesar de que el día estaba nublado. Después de estar una eternidad en el banco sin que ninguna hablará, decidí tomar las riendas. -Cami, ¿puedes…, puedes venir conmigo? -Sí. Caminamos un poco por el barrio, ninguna se atrevía a decir nada, hasta que entramos en una panadería, e hice que nos sentaremos en la mesa más alejada de todas, para evitar que alguien escuchara lo que iba a decirle. Pedí una botella de agua, pero Cami no pidío nada. Estaba al frente de Cami cuando decidí finalmente confesarlo todo. -Mira, yo, debo decirte algo. Yo… he sido una hueva. -Y bien grande. -Déjame terminar, por favor.- Tomé un sorbo antes de continuar.- Esto que te voy a contar es algo que sólo lo saben muy pocas personas. Casi nadie del trabajo lo sabe. Sólo mi familia, algunos supervisores y tú sabrán de esto. ¿Podrías guardar este secreto?- Me miró fijamente por unos segundos y asintió con la cabeza. Recuerdos de Laura, varios años atrás. A lo largo de mi vida he sido un dolor de cabeza para mucha gente. Desde bien pequeña, siempre hacía algo para sacarle más canas a mis padres. Y desde que tengo memoria, muchas de esas mañas las aprendí en la calle. Fue gracias a algunos amigos de acá que descubrí lo que era la cerveza y el alcohol. También descubrí el cigarrillo, el bareto, y demás mierdas que me metía con esta gente. Así conocí a mis primeros “amigos”. Así conocí a Rodrigo. Él era un conocido de un amigo del parque, pero cuando nos presentaron no me llamó la atención. Tenía ojos lindos, pero tampoco era la gran cosa. Sin embargo, cada vez que había un toque o una reunión él siempre estaba allí. Empezábamos a hablarnos cada vez más seguido, compartimos nuestro Instagram, e incluso nos llamábamos hasta altas horas de la noche. Eventualmente empezamos a coger. Las primeras veces lo hacíamos en mi cama cuando sabía que mis papás no estaban, o también en su casa. Luego empezamos a agarrar más valor y empezamos a hacerlo en otros lugares. Íbamos a moteles, entrabamos en los baños, incluso durante la noche en varios parques. Empecé a consumir popper para hacerlo con él, y cada vez sentía mayor dependencia de él. Pensaba que era amor… Una noche él me quiso compartir con un amigo. Estábamos parchando en un bar cuando apareció este gorila que jamás había visto en mi vida. Empezó a hablar con Rodrigo, y él me apartó de todos para decirme algo. -Oye, amor. Mira, te presento a un amigo, el Chonta. -¿Y este man qué?- Le susurré al oído para evitar que el tal Chonta nos escuchara. -Mira, he tenido ciertas… fantasías, y hablando con el Chonta descubrí cómo cumplirlas… -No me salió maricón, ¿o sí?- oh, la ironía. Pero ojalá hubiese sido eso. -No, no no no, para nada. O sea, no, pero he escuchado a gente y… Me dio la curiosidad de entrar en eso de los swingers y los tríos. -¡¿Qué?! -Mira, mira, no te preocupes. Sólo piénsalo, ¿sí? -Marica, Rodrigo, no me gustan esas vainas. -¡Ay, vamos! Si no te gusta, no te voy a obligar, pero en serio piensalo. -Marica, no me gusta compartir esas vainas, ¿sí? Ahora dígale al Chonta ése que no estoy interesada. -Vale, mi amor, no te preocupes. Estaba bastante enojada con él, pero no pensé que ese asunto no terminaría allí, y que la noche estaba lejos de terminar. Continuamos la noche casi como si nada, aunque pude notar que el Chonta no se dirigió a él ni a ninguno de los demás de nuevo. Ni cuenta me di cuando se fue. Ya sobre las dos de la mañana, cansada de tanto tomar, decidí irme para mi casa. Rodrigo se ofreció a llevarme, y tal vez por mi estado decidí aceptar que me llevara allá. Sin embargo, si estuviera más despierta, me hubiera dado cuenta de que no fuimos a mi casa sino a su apartamento. -Marica, ¿por qué estamos aquí? -Por qué está jincha como un hijueputa. Y sus papás se la van a montar otra vez. Decidí entrar con él, me ofreció seguir bebiendo pero en ese momento sólo quería descansar. Le acepté diciendo que era la última copa, y él me trajo un cóctel. El peor error de mi vida. Miento, el segundo peor error de mi vida. El primero fue confiar en él. Tomé el cóctel, y cuando me recosté en su sofá, empecé a sentirme cansada. Y también más relajada, a tal punto que no podía mover mis músculos. -Ma… mari… qué… ¿qué? -Shh, shh, shh, shh.- El hijueputa estaba acariciando mi cabeza.-No te preocupes, vamos a la cama. Me tomó de sus brazos y me llevó a su cama. Empezó a desnudarme, y no podía hacer nada para detenerlo. Me besaba, me decía que todo iba a estar bien, y luego, empezó a entrar dentro mío. -Para, por favor… para.- Le decía entre lágrimas. -Tranquila, es como siempre hacemos, ¿recuerdas? Hizo y deshizo conmigo lo que quería. En esos momentos no podía hacer nada más que llorar. Y lo peor es que apenas empezaba, ya que un rato después escuchamos el timbre del apartamento. -Mierda, no pudo llegar más tarde.- Se salió de mi cuerpo y fue a recibir a su visita, quien no era nada más que el Chonta. -Mamasssita rica. Yo le doy pero de una.- El gordo asqueroso dijo al verme. -Pues hágale huevón, para eso pagó ¿no? El gordo empezó a desnudarse, y luego decidió meter su asquerosa verga en mi boca. Al rato lo acompañó Rodrigo y entre los dos empezaron a jugar con mi cuerpo de nuevo. Sobre las 7 de la mañana cayó rendido Rodrigo, y el Chonta se vistió y se fue. Me dolía el cuerpo, estaba lastimada y sólo podía llorar. Cuando empecé a sentir que mi cuerpo podía moverse de nuevo, me levanté y empecé a recoger mi ropa. Alcancé a ponerme mi camiseta cuando escuché que se levantaba. -¿Laura? ¡¿Laura?! Me escondí rápidamente detrás de una mesa. Cuando se acercaba tomé un florero y lo golpeé con él. Al caer le pegué un puñetazo en la cara y salí corriendo del apartamento. Corrí hasta llegar a un parque, donde empecé a llorar. Domingo, 12:30 pm. Laura. Sentía caer mis lágrimas mientras rememoraba lo sucedido. Sentí la mano de Camila acariciando la mía. Pude notar que también lloraba conmigo. Repentinamente la soltó para sentarse junto a mí y abrazarme. Nos abrazamos fuertemente por un tiempo, no sé si fueron minutos u horas, tal vez no tanto, pero se sintió que duró una eternidad, y también sentía que lo necesitaba. -Perdona, yo no sabía…-Cami quiso disculparse, pero la callé con un beso. -Tranquila, no es tu culpa. -¿Y qué pasó con Rodrigo y el Chonta? -Al Chonta no lo volví a ver nunca más. Ni idea de quién era ese hijueputa.- Nos separamos del abrazo por un momento.- Desde esa noche no volví a juntarme con ese grupito, ni le respondía sus llamadas ni nada. Bloqueé a esa gente de Facebook, de Whatsapp, de todo. -¿Y tus papás? ¿Qué dijeron? -Ese día no les conté nada. Me sentía avergonzada de lo sucedido. Unos días después les confesé todo y decidieron hacer la denuncia en mi nombre. Para cuando la hicieron Rodrigo ya se había ido del apartamento. No había fotos, ni casi ropa, sólo una cama y comida en mal estado. Se debió ir corriendo después de que lo golpeara. -¿Y ni más del man? -Durante meses, no. Esto fue antes de que entrarás a trabajar conmigo. Le dije a Diana qué sucedió por si me tocaba ausentarme para una cita con el psicólogo. Por un tiempo no pasó nada, incluso empecé a frecuentar varios lugares con ustedes y pensé que todo este mierdero quedó atrás, hasta que… Finales de noviembre, 2:30 am. Laura. Estábamos con Sebas y el grupito del trabajo enrumbados esa noche. Desde hacía un tiempo no me sentía tan alegre. Le dije a Sebas que quería tomar un poco de aire y salí del bar por un instante. Al salir vi muchas personas pasándola bueno. Ya me iba a devolver cuando noté una cara conocida. Esperando que no me notara, entré de nuevo al bar y me senté en la barra, pedí una cerveza y empecé a vigilar la entrada. Sin embargo, no lo vi entrar por allá. Ya un poco más calmada, tomé un sorbo de cerveza e iba a sentarme de nuevo en la mesa cuando lo veo detrás de la barra. -¡Hola! ¿hace cuánto no nos veíamos? -¿Y usted qué hace aquí? -Trabajo aquí. Sólo quería pedirte perdón por lo de esa noche, no pensé que fueras a enojarte. -¡Aléjese, malparido!- En ese instante empecé a sentirme mal. Sentía que el cuerpo me estaba ardiendo. Empecé a sudar bastante. Y me sentía cada vez más pérdida. Antes de que quisiera hacer algo, fui hasta el baño, lo cerré y me escondí en uno de los inodoros. Cada vez me sentía más extraña, como más borracha, y también me sentía más cachonda. Me recosté en el piso esperando que esa pesadilla terminara y… me encontraste. Domingo, 1:30 pm. Laura. -Gracias por encontrarme.- Le dije a Cami.- Desde esa vez, cada que estoy despierta pienso en ti, y nunca me había sentido de esta manera. Hace tiempos pensaba que necesitaba alguna droga o algo para sentirme alegre, y la verdad, desde que estoy contigo no necesito nada más. Eres lo mejor que me ha pasado.- Besé su boca de nuevo. -Tú también eres lo mejor que me ha pasado. Lamento haberte hecho presión para que me contarás esto. Es sólo que… -Lo sé. Tranquila. La verdad es que… todavía tengo pesadillas de lo sucedido. Y desde lo del bar han aumentado. Aún me aterra pensar que ese cabrón pueda estar por ahí suelto. Lo peor es que, a veces lo relaciono contigo. Y por eso te pido perdón, no mereces que te trate así.- Ahora era yo quien recibía el beso. -Tranquila, vamos a superar esto entre las dos. Si quieres entablamos la denuncia entre las dos. Haré todo lo posible para que no vuelva a hacerte daño. -Eres un amor.- Le di varios besos seguidos.-Te quiero. -Y yo a ti. -¿Sabes? Hay otra cosa que tengo que confesarte. -Dime.- No le dije nada, pero como respuesta volteé mi cara hacia una puerta. Ella también volteó un segundo después hasta que vió a las personas que manejaban el lugar.- ¿Esto es…? -Sip. -¿Y ellos son…? -Ajá. -¿Y escucharon…? -Cada palabra.- respondió mi mamá.- Tú debes ser la famosa Camila. Soy Astrid. -Y yo Adolfo.- dijo mi papá. -Mucho gusto.- respondió Cami, algo avergonzada.-Soy la novia de su hija. -¿Novias ya? ¿no es algo rápido? - Le pregunté, a lo que me respondió con un pico en la boca. -Sí, pero se siente bien decirlo.
Pareja y relaciones 1 año
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Estas Dos Secretarias Calientes Sacaran Cada Gota De Semen Caliente De Ti.
Estas Dos Secretarias Calientes Sacaran Cada Gota De Semen Caliente De Ti.
Han pasado como dos semanas que no hay acción con mi amigo Luis me llama todos los días pues le urge coger con mi esposa, por fin pude hablar con Gaby acerca de lo ocurrido, me dijo; Tengo mucha pena con Luis por coger con los dos al mismo tiempo, lo que más me apena es que me cogió por mi colita. Qué va a pensar de mí. Le comenté; no tienes por qué apenarte, si las cosas sucedieron así es porque teníamos ganas los tres, Luis y yo disfrutamos mucho con esa cogida doble que nos disté… Jejeje. Fue maravillosa según comentario de Luis, pues me llama casi todos los días para ver cómo estamos, pero la verdad es qué quiere coger contigo. Por cierto, ahora que estamos hablando en confianza ¿qué pasa con Paty nuestra comadre?... la he visto que viene frecuentemente a visitarte. Pues que el muy cabrón de Pepe su esposo le está poniendo el cuerno con una compañera de trabajo, se van a ir a un curso de quince días a Canadá. Está que se la carga la fregada pues ella es muy reservada pero muy caliente, Pepe tiene un mes y medio que ni la toca, su matrimonio va mal, no aguanta más esa situación se quiere desquitar de Pepe con el primer cabrón que se le ponga a tiro por que ya está harta de Pepe. Qué lástima es bonita pareja con su Bebita. Me habló Luis para invitarme una copa, nos citamos en una cantina que está a la vuelta de mi casa para no tener que manejar con copas, empezamos a platicar de todo y de nada, después de cómo tres tragos cada uno, se nos empezó a aflojar la boca, empezamos a comentar la última vez con Gaby, Luis me comentaba: Uff, que forma tan rica de coger de tu esposa, nunca imaginé que ¡tuviéramos sexo los tres al mismo tiempo!! (Yo menos) es el mejor sexo que he tenido en toda mi vida, que mujer tienes es maravillosa e increíble qué forma de cogernos tan rica, su panocha tiene perrito es única… Uff y que nalgas tan sabrosas tiene y cómo las mueve. Le pedí; ya no sigas alabando a mi esposa, que ya me paraste la verga. ¿Te estarás enamorando de Gaby?… Me respondió: No para nada, es que nunca había estado con una mujer así de buena, con tantos atributos sexuales, con el debido respeto tu mujer es una máquina de placer en la cama, y siempre una gran dama, por eso estoy tan apantallado con ustedes; sabes que los quiero mucho con un cariño fraternal. Le respondí pues si cabrón, pero ya cometiste incesto y soltamos una carcajada. Luego pedimos más tragos y seguimos platicando de Pepe y Paty, le comenté a Luis lo que pasaba con ellos y me respondió: Pepe me contó que anda con una vieja muy buena que lo trae loco, pero que al rato se le pasaría. ¿Porque no le quemas un tiro a Paty?... anda muy urgida. Ahí si no me meto, porque no son una pareja estable, ella siempre me ha dado entrada, acuérdate en tu casa en la reunión en que me estaba enseñando la tanga cada vez que cruzaba sus piernas, tenía la blusa abierta y se le veían unas tetotas con los pezones bien parados y quería hacer un Strip tease. Ella sí se puede enamorar de mí y llegar a tener un problema grave con Pepe, no quiero meterme en broncas, si he cortado a todas mis viejas desde la noche que me cogí a tu esposa, es porque con ustedes no hay problema, son estables y Gaby coge mejor que todas mis viejas juntas, no tengo que usar condón, no hay chantajes que no me ha bajado la regla, sé que Gaby solo coge por placer y no por amor estoy feliz con ustedes, pero no la jodan; vamos a coger más seguido, ya no aguanto más, me la tengo que jalar a diario en honor a tu esposa, si no se puede en tu casa vamos a mi departamento cuando quieran, yo compro todo lo necesario. Las palabras de mi amigo me pusieron muy caliente Pagamos la cuenta y salimos de la cantina, el coche de Luis estaba estacionado enfrente de mi casa y me insistía; dime cuando va a ser la próxima vez… Al calor de las copas y con lo caliente que estaba le respondí; ahora cabrón… Pero no hagas ruido, entramos en silencio hasta a la recamara, mi esposa estaba dormida solo había una pequeña luz encendida, cerramos la puerta y Luis destapo lentamente las cobijas y se quedó con ojos de plato contemplando a mi mujer que tenía un pequeño baby doll de color azul levantado a su cintura y unas pantaletas bikini que medio cubrían sus nalgas, mi amigo quedó extasiado viéndola se sobaba su verga por arriba de sus pantalones. En eso Gaby despierta con un gran sobresalto asustada y nos dice en voz muy baja pero enérgica; ¡qué hacen aquí, largo!!... Nos salimos corriendo de la recamara y nos fuimos a la cocina a servimos un trago, a los pocos minutos llego Gaby nos reprendió: Miren que borrachera traen los dos no les da vergüenza lo que hicieron, están los niños en casa qué tal si se dan cuenta, te lo voy a decir de una vez, tu hijo el mayor cada vez que tenemos "relaciones" se acerca a nuestra puerta para escucharnos lo he sorprendido dos veces, imagínate si además oye a Luis… pero no te enojes suplicaba él, yo no hago ruido me quedo calladito y Yaa, es que ya no aguanto más, solo quería verte compadécete de mí… Les voy a preparar algo de cenar para que se les baje la papalina que traen. Gaby con una sonrisa nos comentó: Viendo a este pobre hombre como está de caliente que les parece una “fiesta” para mañana sábado por que hablaron mis papas que llevarían a los niños al circo y luego se quedarían a dormir en su casa. A Luis le brillaban los ojos tenía una sonrisa de oreja a oreja besaba la mano de Gaby. Bueno yo traigo todo para la fiesta no compren nada, a qué hora nos vemos a las ocho dijo mi esposa OK. Al día siguiente me desperté con una cruda pavorosa y con la verga bien parada le pregunté a Gaby si nos podíamos echar un tirito, me dijo; espera a la noche, se me hizo el día largo, los chicos se fueron con los abuelos eran las seis y media de la tarde, Gaby se metió a bañar, se estaba poniendo un conjunto de lencería (Victoria Secret) cuando tocaron a la puerta, pensé que era mi amigo el «calenturas» que se había adelantado, pero no. Resulta que era nuestra comadre Patricia que por cierto venia guapísima con vestido escotado, las tetas se veían impresionantes pues calza del 36E. Me pregunto; ¿van a salir a algún lado? Le respondí que Luis nos había invitado al cine, para ver si se iba. ¿Los puedo acompañar?… Le exclamé; ¡por supuesto! Nuestros planes se venían abajo irremediablemente: a los pocos minutos sonó el timbre de nuevo, me apuré a abrir para contarle a Luis lo que pasaba y esconder en su coche todo lo que traía, se puso la encabronada de su vida, entró a la casa y le dijo a Gaby que si ya nos íbamos al cine. Paty le pregunto si podía ir con nosotros, Luis le contesto que solo había podido conseguir tres boletos y que las localidades estaban agotadas. Gaby dijo que no fuéramos al cine que regresáramos los boletos y que compráramos algo de beber y de cenar, Paty respondió; no se molesten voy a casa de mi hermana, les llamo luego para ver si nos juntamos. Luis nos apresuró para que ya nos fuéramos pues se hacía tarde y que dejáramos a Paty en casa de la hermana. Una vez que dejamos a Paty, Gaby nos regañó por mentirosos. Luis dijo vamos a mi departamento para que no nos moleste nadie, tú sabes que lo comparto con nuestro amigo Juan que es piloto aviador comercial, hace como dos meses que no viene, ahora vive con su familia en Monterrey, cuando viene siempre me avisa antes para que lo deje a solas para tirarse a alguna azafata, pues tienen hotel pagado por la compañía aérea, pero lo hace en el departamento para que no los vean sus compañeros de tripulación. Llegamos al departamento de mi amigo y preparamos unas cubas de ron las cuales nos tomamos rápido, servimos la siguiente ronda más cargaditas en lo que se enfriaban las botellas de Asti Spumanti. Luis puso música suave y empezamos a bailar los tres juntos haciendo un sándwich con mi esposa, sentía el suave movimiento de sus nalgas en mi pinga, acariciaba sus pechos desabrochando su blusa mientras Luis pegaba su verga bien parada al chipote de la pelvis de mi señora. Luis con una mano le desabrochaba la falda y acariciaba las nalgas rozando mi palo que estaba a mil, se besaban trenzando sus lenguas, la blusa y la falda de mi mujer desaparecieron quedando con un mini sujetador de media copa en el cual se podían apreciar parte de sus aureolas rosas que contrastaban con el color negro del sujetador, sus nalgas desbordaban de su tanga, se veían respingonas y sonrosadas, medias negras con liguero y zapatos altos, se veía cómo Diosa porno estaba impresionante. Seguíamos bailando, ella giraba a veces de frente a mí con unos besos profundos y tiernos, mi amigo por detrás le desabrocho su sujetador, pegaba sus pezones súper duros a mi pecho, Luis no perdía el tiempo acariciando y estrujando sus nalgas y empezó a bajar su tanga al piso y así hincado le besaba, mordía y chupaba su culito, mi esposa gemía suavemente me daba unos besos de fuego, en eso ella se flexiona hacía adelante para desabrochar mi pantalón y darle más a Luis para que le mamara su coñito, mi amigo no desaprovechaba estaba pegado mamando con todo la panocha de mi mujer, sus bigotes desaparecían en la rajita, mientras mi esposa me estaba mamando la verga en una forma deliciosa, tuve que apartarme porque sentía que estaba próximo a venirme, aproveche para desvestirme y recuperar el aliento sentado en la sala viendo el show y saboreando mi trago. A Luis le escurrían los jugos de Gaby por su boca se tiró en el piso para terminar de desvestirse, mi esposa seguía bailando y ¡hoo sorpresa!! Se había depilado su panocha se veía como actriz porno, solo con su ligero y medias, mi esposa se sentó de espaldas sobre mí y se fue metiendo poco a poco mi pija en su coñito sentía como sus músculos vaginales trabajaban me aprisionaban la verga, quedando de espaldas a mí y jugando de frente con el súper prepucio de la verga de mi amigo, pelando y tapando su verga, chupando unos líquidos transparentes que salían haciendo hebras hasta su boca. Yo le pedí a Luis que se la cogiera porque estaba nuevamente a punto de venirme, a lo que el rápidamente la levanto y acomodó el estómago de mi mujer en el descansabrazos del sillón, se la empezó a meter muy despacio en posición de perrito pero parados, empezaron los gritos de mi amigo: ¡eres la reina que forma tan rica de coger!! Uff… ¡Me estás mordiendo la verga me la tienes aprisionada!! Gaby no dejaba de jadiar muy fuerte ¡Haagghh que rico!! ¡Métela toda así síiii, así!!! Le venían oleadas y oleadas de orgasmos, yo le quería tapar la boca con mi verga para que los vecinos no oyeran el concierto de gritos y jadeos, se movían como máquinas de coger, la sacaba casi toda y se la volvía a hundir hasta los huevos y gritaba: ¡Qué rico me estás ordeñando!! Luis se estaba viniendo dándole unos empujones tremendos hasta dejar su verga en el fondo de su panocha, estrujando las nalgas de mi esposa con sus manos se las abría para tener mejor vista aprovechando para sobarle su culito, mi esposa sollozaba y gritaba: ¡no la saques déjame sacar toda lechita!! ¡Uff que rico la tienes papacito!! Aplicaba sus músculos vaginales. Luis se convulsionaba y aullaba, yo tome mi lugar a un lado de Luis y cuando se le bajo se salió y entre lo más rápido posible. Mi esposa empezó a gritar nuevamente, la panocha estaba ardiendo e inundada de leche yo sentía el cosquilleo que me producía la leche de mi amigo, (me estaba aficionando a remover leche, y me gustaba mucho) las contracciones del coño me estaban enloqueciendo con unos orgasmos muy intensos que soltaba. Él cabrón de Luis tenía su verga en los labios de mi mujer, moje un dedo con esperma que escurría de la panochita, y se lo metí por su culito. Al mismo tiempo la estaba bombeando hasta el fondo con el dedo metido en su culito gracias a la posición en que se encontraba, nos empezamos a venir los dos como locos, brotaban chorros y chorros de leche que le dejé bien adentro, cuando mi esposa se desenchufó corrió al baño le escurría por sus muslos el semen de los dos, llegaba a sus rodillas. Luis estaba feliz, creo que hasta unas lágrimas se le salieron y me decía gracias los quiero mucho, estar con ustedes es lo mejor que me ha pasado, nos servimos otra ronda de cubas y nos sentamos en la sala a tomar, Gaby salió del baño totalmente desnuda y nos dijo: que bárbaros como aventaron leche, me dejaron las medias empapadas por eso mejor me las quité. Tomamos nuestros tragos y serví otra ronda más, nos sentamos en el mismo sillón con mi esposa sentada en las piernas de Luis que no dejaba de acariciarle todo, y empezamos a platicar de lo rica que fue la cogida de los tres al mismo tiempo de la vez anterior, Luis le preguntaba ¿te gustó Gaby? Sí pero me dolió mi colita, toda la semana fue mucho para ser la primera vez. ¿Hoy nos vas a dar chance? Pues si me lo hacen despacito y con cuidado sí Nos empezamos a calentar de nuevo, Luis acariciaba suavemente los pezones y yo sobaba suavemente su rajita sentía el palo de mi amigo pegado a la rajita cuando se le paró parecía que mi esposa tenía una verga, mi esposa me comentó viendo la verga que sobresalía entre sus piernas, por qué no me haces una paja la voy a sentir muy rica, tomé la verga de mi amigo y les empecé a hacer una paja muy lenta aprovechaba para rozarle el clítoris de mi mujer al mismo tiempo que se la pajeaba a Luis, por cierto que rico se siente deslizar el pellejito en la cabeza de la verga la verdad se siente delicioso, suavemente se la seguía moviendo, mi esposa al sentir lo que les hacía se puso muy caliente volteaba su rostro hacia mí y me besaba con fuego luego giraba hacia Luis y lo besaba con lujuria. Gaby nos platicó de la sensación de tener dos vergas dentro al mismo tiempo: Es lo máximo del erotismo, el dolor tan fuerte que sentía en mi culito como se fue transformando en un placer indescriptible, la unión de tres cuerpos es la cosa más sublime y caliente que he vivido, me sentía como la actriz de las películas porno y eso me calentaba cada vez más. Siempre tengo muchos orgasmos pero en ese momento eran interminables uno tras otro, lo único malo es que no me pude sentar bien en una semana pues me dolía mi colita que era casi virgen. Jejeje. En ese momento Luis y yo estábamos súper empalmados, mi esposa se pone de pie toma mi mano y me ayuda a hacer la paja, me dice sigue moviendo el pellejito se siente muy rico. Uff que razón tenía Gaby se sentía delicioso estar pajeando la verga de mi amigo nunca lo imagine, mi mujer besaba con lujuria la boca de mi amigo mientras Luis le metía los dedos en su puchita en lo que yo le hacía una riquísima puñeta a mi amigo. Nos fuimos a la recamara con la hielera tres copas y las dos botellas de Asti, descorchamos una botella y brindamos por nuestra amistad en un cruzadito a fondo. Mi esposa le pregunto a Luis si tenía aceite o vaselina. ¿Creo que no?... ¿Algo lubricante?... Pomada de Vitacilina, pero la tengo en el refrigerador pues estaba muy aguada por el calor. Ve por ella le exclamé. Gaby nos volteaba a ver con cara de asombro. El regresó y la dejo en el buró, mi esposa se dedicó a mamar nuestras pijas en forma alterna, cautivada por el prepucio de la verga de mi amigo lo pelaba todo y lo tapaba completamente, le sobraba un buen pedazo de pellejo me pone enfrente de Él, junta las puntas y me cubre mi capullo con el prepucio de la verga de Luis, son unas sensaciones increíbles el tener pegadas verga con verga mojadas con la lengua de una hermosa mujer que con su mano corría el prepucio de mi amigo destapando y cubriendo de nuevo mi glande. Luis se acostó en la cama Gaby se hincó a seguir lamiendo la pija y yo a mamar la pepita de mi mujer que estaba dura y de fuera, sentía un fuerte sabor a semen de los dos, yo nunca lo había probado, estaba agridulce pero me gustó, le mamaba más fuerte a mi esposa jadeaba, se retorcía de placer, la empuje hacia mi amigo, y la senté lentamente en la verga pude ver muy de cerca como el glande poco a poco desaparecía en la vagina de mi mujer, tomé la pomada con mis dedos y se la puse en su culito, me dijo está muy fría pero se siente muy rico, pon más para que no me duela papi. Le metía mi dedo lleno de pomada lo que sobraba se lo ponía a mi verga que parecía de cemento. Levante a Gaby un poco, suavemente se la fui clavando, mi esposa y Luis jadiaban y gritaban; ¡qué rico se siente!! Mi amigo se empezó a mover lentamente, yo sentía su verga como corría dentro de mi esposa, tome su ritmo cuando él entraba Yo salía era el extremo del placer, el morbo en su máxima expresión los tres estábamos en éxtasis, mi esposa besaba con lujuria a mi amigo yo pellizcaba los pezones de los dos, los orgasmos y contracciones de mi esposa los sentía en mi palo. En eso estábamos cuando siento una sombra a un costado, me quede petrificado de miedo... De inmediato me desmonté de Gaby. ¡Era Juan!!… Sentí que me moría de vergüenza, nos dijo: ¡Hola!! ¿Cómo están?… A Gaby no le pregunto porque está buenísima…. (El cabrón tenía un gran bulto en sus pantalones.) Los he estado viendo, y cogen de maravilla, parecen de película porno. Gaby estaba blanca del susto y apenadísima se sacó la verga de Luis, se quería cubrir, pero no atinaba con qué. Luis no podía hablar y solo tartamudeando justificaba; ¡solo es una fantasía de pareja!! Es la primera vez y recalcaba, ¡Gaby es toda una dama!! Fue culpa mía yo los induje. Juan exclamó; ¡por mí no hay problema!, pero a mí no me van a dejar así mostrando su bulto, además si es una fantasía pues qué mejor que sea entre los cuatro y será un absoluto secreto, pues yo conozco a todas sus amistades, ustedes conocen a mi esposa es amiga de Gaby y no le van a decir nada ¿verdad?… Esto solo queda entre los cuatro ¿heee?... ¡Pero como te vas a coger a mi esposa!! Si solo fue una fantasía y un momento de debilidad ella es una mujer respetable. Eso ya lo sé pero me la quiero coger como lo hace Luis, ¿o quieren que lo sepan sus amigos?... Lo que nos haces es un chantaje, no la jodas. Pues será lo que ustedes quieran pero me quiero coger a Gaby. Está bien le contesté; mi esposa nos volteaba a ver con cara de asombro como preguntando que debía de hacer. Juan se acariciaba su paquete por arriba del pantalón: entonces si te parece bien me vas a permitir hacerle el amor a tu esposa. Sí ella está de acuerdo adelante, pero está muy mal que la violes. Pero que les cuesta que les ayude a hacer su fantasía, solo es que me calentaron mucho, miren que mujer tan hermosa tengo desnuda enfrente, no voy a decir nada. Le respondí apenado que por mí no había problema si mi esposa quiere. Mi mujer se acostaba en la cama boca arriba cubriendo sus pechos con un brazo y su panocha con la otra mano, nos mandó una mirada de resignación. Gaby apenada le decía a Juan si mi marido está de acuerdo pues adelante, pero por favor no vayas a decir nada. Juan se desvistió rápidamente mostrando una verga café pero con la cabeza gorda y rosa con una curvatura muy pronunciada parecía un plátano grueso pero mucho más curvo, Juan es como tres años más grande que nosotros pero se conserva muy bien pues va al gimnasio por qué la vida de piloto es muy sedentaria, está delgado y fuerte sin más subió una pierna a la cama y le acercó su verga a la boca de mi esposa, Gaby sorprendida la tomó en su mano le pajeaba lentamente empezó a pasarle la lengua por su cabeza y a darle chupetes en la punta, pajeando muy lentamente. Yo tenía mi verga como un malvavisco por el susto y la impresión, Luis estaba igual, pero con una cara de encabronado, pronto escuche a mi mujer jadiar con un sonido suave tenía su boca totalmente llena y se empezó a mover suavemente, Juan cerraba sus ojos y acariciaba los pechos de mi esposa. ¡Mmmhhgg que rico mamas! Mientras le estrujaba una nalga, con la otra pellizcaba su pezón derecho, entonces Juan giró a mi esposa y le acariciaba la rajita, me dijo; con tu permiso que me muero de ganas de meterle la verga a tu mujercita, siempre me gustaste mucho Gaby, pero estás mucho más buena de lo que imaginaba. Se subió encima de ella y le quiso meter de golpe la cabezota pero no podía, mi esposa le dijo con calma, despacio ella se la fue acomodando y lentamente desaparecía su glande entraba la mitad. Juan decía que apretada estás Uff ¿qué tienes adentro?… Mi mujer le dijo disfruta lo que te voy a hacer, le aplico su mejor técnica de cogida le oprimía la verga con sus músculos vaginales, hacia movimientos cortos y rápidos, luego lo soltaba le decía que la sacara toda y se la metiera nuevamente, Juan aullaba y Gaby gritaba ¡qué verga tan rica tienes cabrón!!! ¡Haagghh Papi me hace ver estrellitas!! La siento como un gancho que me jala mis cositas por dentro, y ¡me toca otras partes nunca tocadas!! ¡Haagghh me estoy viniendo mucho!! Luis se veía molesto y muy encabronado, nada más nos volteábamos a ver los dos con cara de pendéjos. Mi esposa le dio otro tratamiento como solo ella sabe y los dos se convulsionaron se besaron y terminaron con un gran orgasmo mutuo hasta dejar a Juan bien ordeñado. Cuando Juan entró al baño Luis empezó a decir, que nos haya sorprendido cogiendo no le da ningún derecho de cogerse a Gaby, ese ojete no respeta ni a su madre, me da coraje que sea tan abusivo, ojalá que ya se largue, cálmate Luis no te enojes le respondió Gaby bueno luego lo discutimos, nos servimos otro trago. Servimos unas copas de cava y Juan brindo por Gaby la mujer más increíble del mundo y decía: me case ya grande, cogí con más de cien mujeres de todas las formas posibles y sigo echando mis canas al aire, pero nunca había sentido lo que Gaby me ha hecho sentir, lo tenemos que repetir ¿verdad?… Gaby se veía radiante, feliz con una cara de puta, acostada en la cama desnuda escurriendo leche por su coñito rodeada por tres cabrones encuerados. Mi mujer se fue a asear al baño mientras Luis y yo nos pusimos los calzones y servía otra ronda de vino espumoso, Gaby regresó con su falda y su blusa puesta, estábamos tomando y comentando el susto que nos pegó Juan. Juan comentaba que nos estaba observando desde que mi esposa nos estaba mamando la verga, y crean son mejores que una película porno además en vivo jajaja. Pensé, esta mujer no se me va sin que yo le meta el pito. Estuve esperando a que llegaran a su clímax, pero ya no aguanté más, para entonces ya me dolían los huevos de verlos. En eso suena el celular de Luis y ¡era Paty! Le preguntaba a Luis que si ya salimos del cine. Luis le comentó que apenas salíamos del cine tapó la bocina del aparato y nos preguntó qué le decíamos, Gaby le dijo que la invitara porqué ya eran muchas groserías que le habíamos hecho, mi comadrita anda muy caliente y decidida a todo. Luis le comentó que Juan estaba en el departamento esperándonos y ya vamos para allá, ella respondió; entonces ¿los puedo ver ahí?... Sí claro te esperamos. Luis comentó y ahora que hacemos viene para acá. Pues primero vestirnos y ventilar tu departamento por que huele a pura leche, luego emborracharla, si Gaby nos ayuda pues nos la cogemos. Mi esposa sonrió con cara de traviesa, todos nos aseamos, peinamos y nos vestimos, tomamos nuestros lugares en la sala. Pasaron como cuarenta minutos y nada no llegaba, pasó otra media hora y nada Luis le marca al celular contesta disculpándose estaba en un bar, al salir la abordó un galán para invitarle una copa y ella accedió, Luis le comentó; vamos a salir con Juan a cenar, Ok los veo otro día. Aprovechamos para cenar los bocadillos que había comprado Luis, Juan no le quitaba los ojos a mi esposa mientras platicaban como novios, Luis y yo platicábamos del susto que me pegó Juan. Me comentaba; pinche abusivo el muy cabrón se la cogió, me da mucho coraje; cálmate no vale la pena que tengas un disgusto con él, parece que mi esposa está feliz, nos integramos a la plática de ellos la cual eran puras alabanzas para mi esposa, tienes “perrito” le decía Juan, Luis se lo confirmaba, por eso corté a todas mis viejas pues todas juntas no cogen tan sabroso como Gaby, lo que me has hecho nunca lo había sentido que panocha tan rica tienes, la plática se puso muy sensual, hablando de las nalgas tan ricas que tiene mi esposa, su maravillosa panocha y sus pezones rosas como besitos Hearsey. Luis se levantó y puso de pie a mi esposa la abrazaba y besaba, de inmediato Juan se puso de pie a un lado de Gaby, la hacía girar deleitándose con las nalgas de mi mujer, le comentaba a Luis que buena está Gaby. Yo no podía contener el morbo de ver a los dos cabrones acariciando y estrujando las nalgas de mi esposa con un bultote en sus pantalones, y la muy juguetona de mi mujer los besaba con fuego ¡al mismo tiempo!! Los tres se rozaban las lenguas y la hacían sándwich entre los dos. Luis cambió la música por una propia para Strip tease y le dijo a Gaby nos haces un baile erótico, para deleitarnos con la mujer más sabrosa del mundo… Luis la empezó a presentar como si fuera maestro de ceremonias de un cabaret, ¡y con ustedes la Nalgonik!!! Luis la puso de pie ella empezó a bailar lentamente, agachándose y mostrándonos sus tetas por el escote de su blusa, Juan aplaudía yo le gritaba ¡mucha ropa!!. Mi mujer ondulaba sus nalgas en una forma muy cachonda bailaba muy sensual. Juan grito ¡mucha ropa!! Lo segundamos Luis y yo, Gaby empezó a desabrochar su falda por la parte de atrás, le pidió a Juan que desabrochara su blusa. Juan de inmediato lo hizo, entonces continuo mi esposa se quitó su blusa y retó a Juan, para que le desabrochara el sostén, de inmediato brincó por la espalda de mi esposa lo sacó y se lo aventó a Luis, quedó con sus tetas al aire que se las movía en círculos en las narices de Juan que le daba de chupetes en los pezones. Los tres gritábamos que era la reina, Juan se empezó a desvestir cuando lo vio Luis de inmediato hizo lo mismo, Juan le preguntaba a mi esposa como se atrevieron a dar este paso, mi esposa le explicaba, es que tu amigo cabrón me puso el cuerno y lo caché, sentí que me moría de celos y coraje pero él me decía que solo fue por hacer una travesura, que debería de hacer lo mismo para que me diera cuenta que no pasa nada solo es coger por coger, me aseguró que podía coger con quien yo quisiera para que me quitara de la mente la obsesión de que me engaño, pasó mucho tiempo hasta que acepté, la petición de mi marido para que cogiera con Luis, esa noche me tomé varias copas para darme valor, estaba borrachita y acabé cogiendo con Luis llevamos poco tiempo. Mi esposa estaba sentada en el sillón largo con Juan sentado a un lado, mi esposa mientras le platicaba le hacía una lenta paja a su curvada verga, Luis se fue a sentar junto a ella con su verga bien dura con su prepucio cerrado, mi esposa nos confiaba que como es posible que haya tantos tipos de vergas, aquí hay tres tipos totalmente diferentes mientras mi esposa se inclinaba sobre Juan y le daba una mamada profunda, con la otra mano le pelaba la verga a Luis para luego darle otra mamada de lujo luciendo su putería a los amigos. Yo estaba de mesero de burdel sirviendo tragos a todos, cuando mi esposa se pone de pie y con la voz más cachonda me pregunta; ¿me puedo coger a Juanito?… Claro que sí mi amor y a Luis también mira qué cara de pendejo tiene, sin decir más mi esposa se hinca sobre Juan y empieza a guiar su glande a su coñito con unos sentones ¡con retorcida de nalgas la mitad de la verga ya estaba adentro!! subió de nuevo y se dejó caer quedando toda la verga, enterrada en el coño de mi esposa, Luis tenía los ojos de plato viendo a centímetros la verga de Juan totalmente encajada en el coño de mi mujer. Juan estaba como loco gritando; ¡qué panocha tan rica tienes me atrapa la verga y la jala!! Seguía estrujando con fuerza las nalgas, mamando y mordiendo los pezones. Luis despertó de la hipnosis salió corriendo por el tubo de vaselina se la aplicaba en el culito de Gaby y en su verga, mi esposa casi saca toda la verga de Juan para recibir la verga de Luis por el culo, de un ansioso empujón se la metió hasta los huevos, mi esposa gritó de placer con un fuerte orgasmo se veía la leche de mi esposa como corría por los huevos de Juan, los tres se movían con todo, yo no aguanté más y le puse mi verga en la boca de mí mujer, me la mamaba como nunca de sabroso mi glande traspasaba su garganta y quedaba a muy cerca de la cara de Juan. Todo eran jadeos mi mujer no dejaba de venirse las nalgas se le convulsionaban de lo intenso de sus orgasmos mientras gritaba: ¡Haagghh que ricoo me están cogiendo!! Luis con voz ronca gritaba ¡ya me voy a correr! Le abría con fuerza las nalgas a mi mujer y le metía toda la verga, sus piernas le temblaban de la corrida que se estaba pegando dentro del culo de mi mujer, Juan cuando sintió la corrida de Luis también gritaba; ¡qué rico coges!! Le estrujaba las nalgas a mi esposa cuando le enterraba a fondo su plátano chueco, empezó a correrse me contagió y me empecé a correr en la garganta de mi mujer que sintió que se ahogaba con mi leche la sacó y le tocaron varios lechazos en la boca de Juan y en su nariz, Gaby de inmediato le limpiaba la cara con su lengua y lo besaba con fuego pasando una buena cantidad de mi leche. Mi esposa se limpiaba la leche que le escurría de sus dos hoyitos, yo le reclamé a Juan pero que susto nos diste cabrón, por poco me da un infarto del susto que me pegaste, Gaby nos decía; yo no me podía tapar estábamos acostados sobre la colcha y yo totalmente desnuda entre dos encuerados y tu viéndome con unos ojos que me taladraban la panocha, pinche Juan tan cabrón. Juan nos platicaba; déjame decirte que he cogido con más de cien mujeres pero ninguna es tan buena para coger como tú, estás buenísima que nalgas tan hermosas tienes, y ¡qué panocha tienes!! Muy apretada con perrito mordelón delicioso, Luis entró a los comentarios: desde la primera vez que cogí con Gaby corte a todas las amiguitas que tenía, ninguna coge ni la mitad de sabroso como lo hace Gaby, había que usar condón, siempre hay el chantaje de no me ha bajado la regla, con ella no hay ningún problema además que los tríos son maravillosos, estás chupando alcohol con el amigo que quieres, la esposa no jode nada pues también se toma sus tragos y luego cogemos en trío. Cuando Juan sale del baño se viste y se despide de mi esposa con un gran beso, me pide mi dirección porque sabe dónde vivo pero no recordaba el número, él tenía vuelo en la tarde y casi eran las 5.30 a.m. Intercambiamos e mail. Le dice a Luis dame tu número de teléfono porqué extravié mi celular con tu número, por eso no te pude avisar que venía. Qué bueno ¿verdad?… No vayas a decir nada, cómo creen que voy a decir algo y perderme de este bombón, nos dio un abrazo y se fue. Luis me dijo llévate mi coche mañana me lo traes porque estoy muy cansado, nos vestimos pero nunca apareció la tanga de mi esposa, el cabrón de Juan seguro que se la llevó de recuerdo. Nos fuimos a descansar a nuestra casa. Cuando nos acostamos le dije a Gaby, estuvo buena la fiesta, Cogiste con tres vergas diferentes, me da gusto que te hayas cogido a Juan para que Luis no se sienta el único y se anden enamorando. Cómo crees Papi si del único que estoy enamorada es de ti, y por cierto que será de Paty, no lo sé mañana le llamo. El que no tiene madre es Juan, ayer sonó el timbre de la casa, era un mensajero que traía un enorme arreglo floral de rosas rojas y una caja muy elegante para Gaby, mi esposa abrió la caja y puso una cara de iración tremenda, pues venían tres finísimas tangas preciosas con una nota que decía; ni con cien de estas podría remplazar la tuya, que las tengo guardada como mi más preciado tesoro.
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Lina Henao le mete su polla de chica a su amiga hasta que le deja su coño lleno de leche.
Lina Henao le mete su polla de chica a su amiga hasta que le deja su coño lleno de leche.
Estoy nervioso, mucho. He quedado por primera vez en un encuentro real con quien hasta ahora era mi diosa virtual. No negaré que a mi edad (algo más de 50) me sentía inseguro y vulnerable. Así me había hecho sentir Diosa Laura, una chica de 19 años que, tras someterme virtualmente durante unas semanas, había decidido someterme en la realidad. é con ella en todorelatos, vi su correo y me dio un presentimiento que sabía cierto (y así fue): sabía que debía ar con ella. Nunca me equivoqué. Su respuesta inicial fue: “no soy una niña fácil, soy exigente. Con unas necesidades que no todos pueden satisfacer”. En ese preciso instante, lo jure, supe que mi misión era satisfacerla en todo. Dije bien: En todo. Así que estuvimos, el día que le escribí, como 7 horas –no exagero- conectados. Le hice una serie de promesas –todas cumplidas- y una serie de propuestas –todas aceptadas-. Ella es muy bella –como supe ahora que la iba a ver-, inteligente, nominalmente sumisa –pero con una gran vena dominante, pues la psique hace rotar los roles-, también muy alta -1’72-, pechos discretos, cabello castaño y ojos marrones. Cuando vi su correo tuve un pálpito, cuando le escribí tuve un presentimiento, cuando me respondió tuve una certeza. Por eso, como suelo, llegué puntual. Era una cafetería céntrica y populosa. Me pedí una caña y me senté a esperar. Perdonen, no me he presentado. Soy Benito, 54. Sencillo pero atractivo –dicen las jóvenes, a las que suelo gustar-, maduro pero afable, ingenuo pero inteligente, muy alto, con barbas. Socialmente bien situado, me gusta leer, tomar cañas y…el BDSM. Pero recién estaba tanteando esto último, hasta que llegó ella. En efecto, llegó ella. Ya iba por la segunda caña cuando, como habíamos acabado, formuló la contraseña: -Ave María Purísima. -¡Señorita Laura!- de un salto me puse de pie, le di dos besos, le invité a sentarse y le hice un gesto al camarero para que le atendiese –le trajo el zumo que ella le pidió. Con mucho disimulo –y no sin nervios- vi sus muy bellas facciones, su estilo sencillo y de buen gusto, su gesto tranquilo…su mirada fija e intimidatoria –no pude evitar tener una erección, lo que sin duda advirtió-: -¿Llevas ahí la pistola o es que te alegras de verte? -Eso lo dijo Mae West en no sé qué película. -Oh, que chico tan culto y cinéfilo. -Perdone, no he pretendido ser pedante. -Y dime, Benito: ¿estás listo para pasar la prueba que te permitirá ser mi sumiso real? -Sí. -Sí qué. -Sí, señorita Laura, estoy dispuesto a pasar la prueba para ser su sumiso real. -¿Y por qué deseas serlo, perrito? -Porque desde que supe de su existencia he querido ser su sumiso, porque usted me excita y me intimida, porque me excita esto, y porque desde que decidí salir del armario del BDSM es usted la única persona que me atrae de veras. -Ah, qué tierno –dijo, en tono irónico y burlesco-. Pero ya sabes, perrito, que soy muy exigente y deseo siempre ser complacida. -Sabe, ama, que estoy listo. -Oh, que viejo tan sensible y servicial, porque eres un puto viejo, jajajaja. Mis padres son más jóvenes que tú, jajaja. Dime, perrito: ¿qué se siente al ser el juguete de una chica morbosa, lista y guapa de 19? -Pues me excita, me da algo de vergüenza…me gusta reconocerme inferior a Usted. Yo sólo deseo complacerla. -¿En todo lo que yo deseo? -En todos sus deseos y caprichos, Diosa Laura. -¿Y si no te gustan mis deseos? -Señorita, aquí lo único importante es lo que le guste a Usted. Y si para ello, debo sufrir, llorar, sangrar, mentir o arruinarme, sea a buena hora. -Mmm…me gusta, cachorrito…vas a darme mucho, pero que mucho placer. -Estoy a la orden, mi ama. -Bueno, no nos enrollemos más. Vamos a empezar la prueba. ¿Listo, cachorrito? -Listo, mi Diosa –dije, con la voz quebradiza, nervioso y dispuesto a pasar la prueba con nota. Diosa Laura, supongo que para acojonar al personal, sonrió, hizo una mueca con la boca, se recostó ligeramente sobre su silla, cruzó las piernas con solemnidad calculada, respiró hondo y, tras unos segundos que me parecieron eternos, en los que me miró fijamente en silencio –lo cual me dejó cohibido, a la defensiva y sin ser capaz más que ascarme la nariz, me dijo, con mucha calma y seguridad en sí misma: -A ver, viejo, son tres pruebas, si las pasas me propones lo que me comentaste de la cuadra. Si fracasas sólo en una, te levantas y te vas, olvidándote de mí para siempre –no pude evitar un pellizco de angustia cuando dijo esto último-. ¿Preparado, cachorro? -Sí, mi Diosa –dije, algo ansioso por las ganas de pasar las pruebas. -Bien. Esto promete, me voy a divertir. Primera prueba: quiero que te quites los zapatos y los calcetines, te pones de rodillas y me besas los pies, luego coges un calcetín y lo mojas en la cerveza del vaso, luego te bebes media cerveza, te pones los calcetines y los zapatos, y te vuelves a sentar. Tienes un minuto y el tiempo empieza…¡ya! Uno. Dos. Tres… Ni me lo pensé, era una cafetería más bien grande con no demasiada gente en ese momento. Lo mejor era hacerlo rápido. Así que me postré, le besé los pies, me quité zapatos y calcetines –ella estaba exultante de Su poder, sonriente y feliz de sentirse obedecida-, metí el calcetín en la cerveza, bebí, me puse calcetines y zapatos y me senté. Entonces, pude escuchar: -48,49, 50…¡muy bien cachorrito! ¡Muy bien! –al decir esto, con su mano derecha acarició mi pelo y mi mentón como el dueño acaricia a su perro, que era lo que yo era-. Segunda prueba: Quiero tu cartera. ¡Ya! Dudé, pero obedecí. Se la di. Ella la cogió y la abrió. El pen-drive pequeño que había en el monedero lo tiró en mi cerveza, tomó los billetes –había como 47 euros-, se los guardó, tomó el DNI y también se los guardó. No me atreví a reclamar –prefería se sumiso indocumentado que vainilla con papeles-. -Bien, basurita. Llevas 2 de 2. Tercera y última prueba: te vas al baño, cierras la puerta, te la sacas, te la machacas, te corres, te quitas los calzoncillos, los metes en esta bolsa –me dio una en ese momento-, vuelves sin calzoncillos y, ante mí, los lames por la parte de mi corrida. No me iba a costar trabajo. Su modo de ordenar me excitaba. Pero, cuando me disponía a irme al baño, ella me estimuló: con mucho disimulo –tampoco había tanta gente en el bar- introdujo su mano en mi boca, mientras me susurraba azúcar letal con un tono que casi me asustó: -Muuy bieeen, chico obediente…lo estás haciendo muy bien…con el tiempo llegarás a ser mi esclavo…sexual…mm…-sus ojos me turbaban al mirar tan fijamente, su voz era puro azúcar-. Mi polla se puso al rojo vivo, ella siguió envenenándome: -Serás arruinado, pondrás tus bienes a mi nombre, venderás tu culo para pagarme las copas con mis amigas…serás mi esclavo doméstico y sexual… De pronto calló. Con un gesto autoritario y seguro de si señalo al wc. Excuso decir que todo fue muy rápido. Volví en pocos minutos. Y, calculando que no llamaría la atención, saqué los calzoncillos de la bolsa y los chupé. Me dio asco, pero era la voluntad de mi diosa. -Muy bien, cerdito. Has pasado las 3 pruebas. Eres mi sumiso real. -Gracias, ama –respondí, henchido de mí, por haber estado a la altura- . Y cuando desee, me somete a las pruebas de…¡esclavo real! -Shssss…no corras tanto, perro…cada cosa a su momento. De momento, explícame lo de la cuadra, ahora que estás a mi servicio. -Verá, ama. Tengo una estrategia, que ya le contaré, para que Usted tenga un grupo de sirvientes, esclavos y adoradores para que Su vida sea cómoda. -A ver. Explica eso. -Cazaré para usted empresarios que pondrás sus cuartos para usted, tío cachas que le someterán para colmar Sus tendencias sumisas, chicas que se enamoraran de usted y que se pelearán por pasar la noche en el suelo de su habitación y despertarla lamiendo con vocación Su coño, sirvientes domésticos, esclavos sexuales, amantes del cashmeet y del findom. Los arruinará, los pondrá a competir por usted, lo que quiera… -Mm..me gusta. ¿De cuánta gente estamos hablando? -De unas 20, señorita. -Muy bien, me gusta. Quiero un informe más concreto y detallado, y me explicas la estrategia de cacería. -Sí, Señorita Laura. En 3 días le habrá llegado. Una sola pregunta más. -Dime, cachorro. -Yo la adoro. ¿Qué pasa si ya no me necesita porque le sobran los sirvientes, y es joven, rica y perversa? -Pues que te abandonaré, tras sacarte los cuartos, manipular tus emociones y confundir tu raciocinio…o te vendo en vida tu cuerpo a la ciencia, y con eso me pago un crucero por el Adriático, jajajjaja. Pero toma, perro, tu DNI y tus 47 euros. Esta historia es ficticia…por el momento. Los personajes son reales. Yo, Benito, soy real y soy como transmito aquí. Mi Ama, Laura, es real y es como transmito aquí.
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