"No se toma en serio la relación..." 2g4l3d

Hola amigos, aquí estamos nuevamente en la vida como es, les habla José María Contreras.

Yo hablo con gente, con mucha gente, muchas veces tengo la sensación, muchísimas veces tengo la sensación de que las personas, las parejas, tenemos problemas, tienen problemas porque no nos tomamos en serio la relación, sencillamente, así de claro. Realmente la gente que me está oyendo yo le podía preguntar, ¿tú te tomas en serio la relación con tu marido o con tu mujer? Tomarse en serio la relación es poner los medios para que esa relación mejore cada día.

No se notará la mejora muchas veces, pero pon los medios para que el otro esté contento, para darse en cosas pequeñas, en una sonrisa, en un guiño del ojo, en una no querer quedar por encima, en un lleva razón que no lleve, pero es una cosa absolutamente intrascendente. Ahora se están escribiendo libros de que se arrepiente la gente cuando se va a morir, escritos por enfermeras, por médicos que trabajan en unidades paliativas que ven morirse a mucha gente.

La gente cuando se va a morir no se arrepiente de que en vez de tal marca de coche se debía haber comprado otra, no se arrepiente de que se debía haber ido del trabajo antes, se arrepiente de las cosas relacionadas con el amor. Si no le hubiera hecho caso a esa persona no me hubiera separado. He querido poco a mi mujer o a mi marido, a mis hijos no los he dedicado el tiempo que debía haberle dedicado. Se arrepiente de cosas relacionadas con el amor que son aquellas cosas por las cuales nosotros no hemos sido felices.

Porque para ser feliz lo que hay que hacer es querer a las personas que uno debe querer, y procurar querer cada día más a las personas que uno debe querer. En el fondo uno se arrepiente de no haber querido. Y muchas veces ese no haber querido tiene como consecuencia el no haber perdonado. No cuidé mi relación, iba a lo mío, me tiraba tres días sin hablarle a Lod cuando hubiera sido más sencillo sentarse en el sofá de la sala de estar y decir perdón. No, pero es que yo llevaba razón, si es igual, perdón. El no perdonar es una forma de soberbia. ¿Quién no perdona? La gente que menos se conoce.

Cuando uno se va conociendo en profundidad, cuando uno se va conociendo de verdad, cuando uno hace esfuerzos por conocerse, llega un momento en que uno se da cuenta de que uno es muy poquita cosa. No nos engañemos. Y si te crees que eres el rey del mambo es que no te conoces.

Los que te rodean te conocen mejor que tú. Tú estás tan cerca de ti que hay una serie de puntos negros que impiden que te conozcas. Por eso en las empresas se hacen ejercicios y se hacen pruebas y se hacen formación para que los jefes se conozcan a sí mismos. Y para que los jefes se conozcan a sí mismos, ¿a quién le preguntan? Pues le preguntan a sus subordinados y a las personas que tienen el mismo nivel en la compañía. Porque uno a sí mismo se conoce poco. La medida en que uno sabe que se conoce poco, en esa medida no cuesta tanto pedir perdón.

Porque uno sabe que uno es falible y que los demás también son falibles. No cuesta tanto pedir perdón. Otra cosa que se puede aplicar en el hogar es que uno cuanto más quiere a las personas menos le cuesta perdonarlas. ¿Cuánto cuesta perdonar a un hijo? Muy poco. ¿Por qué? Porque lo quieres. ¿Cuánto cuesta perdonar a una pareja? Pues mira, en función de que lo que lo quieras, aunque te haya hecho la mayor barbaridad del mundo. Ahora mismo se están viendo muchos casos que se están perdonando infidelidades por amor.