
Descripción de Nicaragua: fin de fiesta 1p443
Se terminó el viaje y queda el poso de todo lo rodado, de los paisajes aprehendidos y de toda la gente guapa que pasó por mi vida estos días. Aquí os dejo lasreflexiones finales, a modo de resumen, y un audio que grabé cuando estaba "retenido" en la frontera, que "ni palante ni patrás". ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/34631 3i3s6
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Viajo en moto. Un podcast de viajes, de aventura, de lugares lejanos o no tanto,
y de grandes viajeros o no tan grandes. Hola estimada chavalería, aquí comienza
Viajo en moto, el programa de los viajes en moto. Con Roberto Naveiras, con traje de geisha en Asturias,
en el norte de la península ibérica. Hablamos de viajes en moto, viajes en camión, viajes en
furgoneta y mil cosas más. Viajoenmoto.com. ¿Qué pasa muchachada, qué tal, cómo estáis?
Bueno pues yo estaba mejor hace un rato, hace unas horas, porque ahora estoy en el aeropuerto de
Barajas. En principio tiene un fin y este viaje mío por Centroamérica toca su fin. Estoy asistiendo
a una puesta de sol hermosísima sobre Madrid, pero el viaje... estoy aquí en el aeropuerto,
llevo cinco horas y pico encima, el avión llegó con una hora de adelanto sobre el horario previsto,
con lo cual llevo seis horas aquí en el aeropuerto mirando, bueno pues no sé, leyendo, mirándolo
todo. Por cierto estaba leyendo un libro de Milán Condera, que estoy terminándolo ya,
se llama El libro de la risa y el olvido. Me imagino que muchos de vosotros ya lo conocéis.
Y qué sorpresa me llevé cuando en uno de los párrafos habla de eso que os hablo yo tanto,
tantas veces en el podcast, de lo que antes era importante y que ahora ya no lo es.
Espera, déjame controlarme el equipaje. Bueno, nunca se sabe. Lo que antes era
importante y ahora ya no lo es. Y dice, dice el libro de la risa y el olvido en uno de sus
párrafos, la mujer a la que Jean quiso tanto tenía razón cuando le dijo que lo que la mantenía con
vida era sólo el hilo de una tela de araña. Basta con tan poco, el leve soplo de una brisa,
las cosas cambian un poquito de sitio y aquello por lo cual el hombre había estado dispuesto,
hasta hace un momento, a dar su vida, aparece de pronto como un contrasentido sin contenido
alguno. Dios, cómo me gustaría a mí poder expresar las cosas de esta manera. Claro,
yo lo expreso pues como puedo. No, lo que antes tenía importancia ahora ya no la tiene,
pero me llega la milangundera y me dice esto así. Ay, nunca me darán un Nobel.
Bueno, pues os cuento de un poco de Nicaragua, de así ahora que estamos en Petit Comité,
un poco del viaje, un poco de cómo es aquello. El viaje hasta allí es un auténtico coñazo.
Yo creo que viajar en avión durante tantas horas es cada vez peor. Según van pasando los años,
me iba acordando mucho cuando iba en el avión de cómo los primeros viajes en avión,
los primeros viajes del público en general me refiero, de clientes de aerolínea, eran
viajes maravillosos, viajes llenos de lujo, viajes que eran en sí mismos una aventura ya.
Ahí sí que la travesía era el verdadero destino, porque subirte en avión era, vamos,
no solo un lujo, sino algo totalmente inusual. Ahora es más común para todos subirnos en avión
y ahora es una mierda, hablando en plata. No tienes ni sitio para poner las rodillas. A la
ida me fue bastante bien, pero ahora a la vuelta venía una señora, una chica señora de edad
indeterminada a mi lado, que digamos que era de anchas espaldas y brazos gordos y no contenta
con eso, pues tenía mucho frío y se puso un forro polar. Y como todavía tenía frío,
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