Mundos paralelos. Capítulo 6 2g4m2h

Las llamas del pecado tu programa de relatos eróticos más caliente en español si te gusta el contenido suscríbete y si te encanta a stefan desde el botón azul apoyar y accede a todo el contenido extra ahora disfruta el episodio hoy presentamos mundos paralelos capítulo seis lo primero que hizo yoy á levantarse fue coger el móvil y llamar a judith hola judith saludo yo y mirando satisfecho en el espejo como el moratón del ojo estaba pasando un color amarillo casi normal hola joy ya veo que no te gusta madrugar estaba a punto de llamarte estuve escribiendo hasta tarde y se me han pegado un poco las sábanas lo siento pero voy a compensarte te apetece ir de picnic groom lake me parece una idea estupenda pero no yo era preguntó judith dubitativa anoche antes de acostarme vi el pronóstico en internet y hay un noventa por ciento de posibilidades de que no llueva respondió yo y con seguridad para esta ciudad esto casi es un día de playa dijo ella de acuerdo no hagas nada yo me ocupo de todo dentro de una hora pasó a buscarte los siguientes minutos fueron una locura yo hice una ensalada de patata y unos filetes de pollo empanados los metió en una cesta junto con un mantel viejo unos cubiertos unos platos de plástico y unas servilletas de papel sacó una nevera portátil y metió un par de cervezas y unas coca-colas en ella cuarenta y cinco minutos después de colgar el teléfono salía con el honda en dirección a casa de judith el día era claro y luminoso y la temperatura era suave tal como habían previsto los meteorólogos mientras conducía hasta la casa de yudi repaso mentalmente todo lo que llevaba intentando averiguar si se había olvidado de algo dicha le estaba esperando con una mochila a la espalda y una bandeja en la mano con una sonrisa entró en el coche y levantó ligeramente el papel que protegía el contenido de la bandeja estoy segura de que te olvidaste del postre dijo ella mostrándole unas galletas con un aspecto delicioso tienen un aspecto estupendo dijo yo acercando la mano á las galletas para coger una de eso nada replicó ella dándole un golpe alloy en la mano y volviendo a tapar la bandeja cogieron la carretera que iba en dirección anita ni después de la gasolinera cogieron la pista forestal que llevaba al lago el camino que serpentea entre las montañas que rodeaban la ciudad por el estero estrecho y estaba en bastantes malas condiciones por lo que a pesar de estar relativamente cerca tardaron más de una hora en llegar cuando llegaron a la orilla el sol caía de plano sobre la cristalina superficie del agua revelando un paraje espectacular el lago tenía forma de lágrima y estaba rodeado de un bosque de árboles de hoja caduca que rodeaban a medida que se acercaban al agua la orilla oeste era una maraña de juncos y plantas acuáticas pero la orilla opuesta a la que habían llegado era una agradable pradera salpicada de robles y abedules yudith eligió un roble espe realmente frondoso y extendiendo una manta sobre el suelo se sentó a la sombra yoy descargó el coche preparó mantel y después depositar la comida sobre él se tumbó al lado de judith no entiendo porque la gente no viene nunca aquí dijo lloyd dedicándose a irar las piernas de yudith que asomaban de un vestido estampado cerrado por delante con una fila de botones será por la leyenda respondió ella sirviéndose ensalada en un plato y cogiendo un poco de pan que leyenda pregunto yo y abriendo una lata de cerveza y ofreciéndole otra judith cómo es que no estás enterado dijo judit sorprendida creía que todo el mundo que conocía la leyenda del leñador resulta que durante la gran depresión dos leñadores asesinaron a un compañero segun se dice desde entonces su espíritu vaga por los alrededores del lago asesinando a todo aquel que se acerca es una buena idea para una historia dijo yo y pensativo mientras comienza la quizás escriba algo sobre ello alguna vez mientras comían la conversación siguió en torno a la leyenda y hablaron de adolescentes asesinados y supervivientes encerrados en psiquiátricos hasta que el tema se agotó cuando terminaron judith le felicito con sorna por no haber quemado la ensalada y le ayudó a recoger los restos en una bolsa judith se acercó a la orilla la luz se reflejaba en el agua y atravesaba la fina tela del vestido de algodón revelando la figura de reloj de arena de la joven yo hice acercó con timidez y la abrazó por detrás contemplando la quieta superficie del lago por encima de la cabeza de la joven disfrutando del paisaje y del aroma que emanaba de su pelo