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Desconocido
Las mil y una noches 37º

Las mil y una noches 37º 3k214t

4/9/2021 · 02:52:48
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Desconocido

Descripción de Las mil y una noches 37º 374f3m

Y sin saber de qué podía tratarse, me apresuré a esconderme debajo de un diván que estaba apoyado en la pared, de modo que pudiese mirar sin ser vista. Y el ruido de las pezuñas golpeando el suelo se acercó a la sala, y enseguida vi entrar cuarenta machos cabríos de barbas largas. Y el último iba montado en el penúltimo. Y todos fueron a colocarse en buen orden, cada cual ante un trono, alrededor del estanque. Y el que cabalgaba en su compañero se apeó del lomo de su cabalgadura y fue a colocarse ante el trono principal. Luego todos los demás machos cabríos se inclinaron ante él, dando con la cabeza en el suelo, y así permanecieron un momento sin moverse. Después se levantaron todos a una, y al mismo tiempo que su jefe, dieron tres sacudidas. Y en el mismo instante cayeron sus pieles de machos cabríos. Y vi a cuarenta jóvenes como lunas, el más hermoso de los cuales era el jefe. Y descendieron al estanque, con su jefe a la cabeza, y se bañaron en el agua. 4v2j2d

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Sin saber de qué podría tratarse me apresuré esconderme debajo de un diván que estaba apoyado en la pared de modo que pudiesen mirar sin ser vista y el ruido de las pezuñas golpeando el suelo se acercó a la sala y enseguida vi entrar cuarenta machos cabría de barbas largas y el último y va montado en el penúltimo y todos fueron a colocarse en buena orden cada cual ante un trono alrededor del estanque y el que cabalgaba en su compañero sea pero del lomo de su cabalga dura y fue al colocarse ante del trono principal luego todos los demás machos que abrió se inclinaron plantel dando con la cabeza en el suelo y así permanecieron un momento sin moverse después se levantaron todos a una y al mismo tiempo porque su jefe dieron tres sacudir las y en el mismo instante cayeron sus pieles de machos cabreados y vida cuarenta jóvenes como algunas el más hermoso de los cuales era el jefe y descendieron al estanque con su jefe a la cabeza y se bañaron en el agua y salieron de ella con unos cuerpos como el jazmín que ven decían a su creador y fuera asentarse en sus tronos completamente desnudos en su hermosura y mientras contemplaba al joven sentado en el trono grande y me maravilla va a su vista en mi corazón vida y pronto gotear de sus ojos gruesas lágrimas y también caían lágrimas aunque menos numerosas de los ojos de los demás jóvenes y todos empezaron a suspirar diciendo o señora en nuestra señora en nuestra y su joven jefe suspirar o soberana de la gracia y de la belleza luego y gemidos que se alían de la tierra bajaban de la bóveda partían de los muros de las puertas y que todos los muebles repitiendo con acento dependa y de dolor estas mismas palabras o señora en nuestra o soberana de la gran cia y de la belleza y cuando hubieron llorado inspirado y gemidos durante una hora el joven se levantó dirijo cuando vas a venir yo no puedo salir o soberana mía cuando vas a venir ya que yo no puedo salir y bajo de su trono y volvió a entrar en su piel de mayo que abrió y todos bajaron de sus tronos igualmente y volvieron a entre en sus pieles de machos cambios y se fueron como habían venido y cuando deje de oír en el suelo del ruido de sus pezuñas me levanté de mi escondite y también me marche como había venido y no pude respirar a mis anchas hasta que me fuera del subterráneo y tales mi historia o princesa y constituye la mayor desdicha de mi vida porque no solamente me fue imposible satisfacer mi deseo en las marionetas y las bandejas sino que no comprende y nada de cuanto de prodigioso bien la que el subterráneo y eso es precisamente la mayor desdicha de mi vida cuando la vieja hubo terminado de tal suerte su relato la hija del rey que él había escuchado con el corazón palpitante no dudo de que fuese bien amado el macho que abrió que cabalgaba y que yo morirse de emoción y cuando por fin pudo hablar dijo a la vieja oh madre mía el misericordioso te ha conducido aquí solo para que tu viaje sea feliz por medida es mía porque en adelante serás para mi una madre y cuanto posee mi mano a estará en tu mano pero si en algo estima es los venecia dios de habla sobre tu cabeza por favor levántate ahora mismo y conduce al paraje donde has visto entrar a la mula con los dos o tres y no te pido que vengas conmigo sino que me indique es el paraje solamente y la vieja contexto con el oído y la obediencia y cuando sea el sol la luna sobre la terraza de la mano salieron ambas y fueron a la orilla del río y enseña vida vieron a la mula que iba en dirección suya carga con sus dos o tres llenos de agua y la siguieron de lejos y la vieron miramar con el casco al pie del montículo y adentrarse en el subterráneo abierto delante de ella y la hija del rey dijo a la vieja espérame aquí pero la vida dejando quiso dejar entrar sola y la siguió no obstante su emoción y entraron en el subterráneo y llegaron a la cocina y de todas las hermosas marionetas rojas alineadas por orden en los tornillos y que cantaban con armonía a tus filos de primer orden dilataban los abanicos del corazón vivifica van las membranas de las narices y disipa de las preocupaciones de las almas en pena y a su paso se alzan por sí misma las tapas de las manitas y salían de ellas voces alegres que decían bienvenida a nuestra señora bienvenida y en la segunda sala estaban alineadas las bandejas que contenían pasteles excelentes y tortas a décadas y otras cosas buenas y tiernas que halagaba la vista del espectador y de todas las bandejas y del fondo de las artesanos que contenían el pan reciente ex clamaba en boxes dichosas a su paso bienvenida bienvenida y el aire mismo parecía agitado entorno de ellas por estremecimiento derecha y resonaba con exclamación es de júbilo y la vieja que veía y hoy a todo aquello dijo a la hija del rey mostrándole la entradas de las galerías que conducían a la sala gobernada o mi señora por ahí es por donde tienes que entrar en cuanto a mi aquí te espero pues el sitio de la servido obras es la cocina y no las salas del trono y la princesa cruzando las galerías penetrado sola en la sala grande que le había descrito la vieja mientras a su paso las alegres voces

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